Vivan como familia – Sermon

 "Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. 42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. 43 Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. 46 No dejaban de reunirse en el *templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos." Hechos 2:41-47

La unidad es unos de los principios básicos y distintivos de la Iglesia de Cristo, recuerde que estamos trabajando una serie de sermones titulada “Ser y Hacer Discípulos”. Aprendimos que un discípulo es uno que “celebra la grandeza de Dios”; aprendimos que un discípulo es uno que “guarda la Palabra”; aprendimos que un discípulo es uno que “comparte su fe”, y hoy aprenderemos que un discípulo es uno que “vive como familia”.

Nosotros tenemos un concepto de unidad un poco extraño. Pensamos que unidad es que los demás piensen, actúen ó vivan como yo. Esa es la razón por la que nos asociamos a grupos políticos, de acción social, tejido, juego etc., nos une un interés común. Cuando muchos se convierten piensan que esto de venir a la Iglesia es como integrarse a un grupo de “interés común” y por lo tanto, entre tanto lo demás tengamos un “interés común” pues estamos juntos. Piense por un instante en esto, estamos centrando la “unidad” del grupo en nuestra propia percepción de que estamos ó no de acuerdo, es decir, depende de cómo percibo esta unidad mi fidelidad ó no al grupo.

Pero la Biblia no se esta refiriendo a esto cuando habla de unidad. Nuestro texto bíblico se encuentra enmarcado dentro del marco de la comisión de Cristo a sus discípulos, la promesa “recibirán poder” se ha cumplido y todos aquellos judíos no nacidos en Palestina y que no hablaban hebreo estaban oyendo el mensaje poderoso del Evangelio en su propia lengua. El marco de nuestro pasaje es esto que ha pasado, Pedro se levanta y “recuerda por guía del Espíritu Santo” todo lo que Jesús les había enseñado y ahora, TRES MIL personas han llegado a los píes de Cristo. Una Iglesia esta naciendo y esta iglesia esta entrelazada poderosamente en la unidad. ¿Cómo es esta unidad? ¿Cuál es su fundamento? ¿Cómo mueve en forma diferente sus vidas?

Porque la Gracia del Evangelio nos une a Cristo, nosotros debemos vivir como una familia.

Una familia que tiene:

1. Identidad. Hechos 2:41 “Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas” Por favor subraye “recibieron” y “unieron”. Hay una relación de poder aquí. La Identidad de esta comunidad no esta basada en reglas, tradiciones, formas, costumbres. La unidad de esta Iglesia esta en su naturaleza

a. En la Gracia. “Así, pues, los que recibieron su mensaje” Cada uno de aquellos que están escuchando a Pedro, están siendo tocados poderosamente por el mensaje de la Gracia y esto produce en ellos “arrepentimiento”, Hechos 2:36-40 “36“Sepa todo el pueblo de Israel, con toda seguridad, que a este mismo Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.” 37Cuando los allí reunidos oyeron esto, se afligieron profundamente, y preguntaron a Pedro y a los otros apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer? 38Pedro les contestó: —Vuélvanse a Dios… ” Este volverse a Dios es imposible sin el mensaje de la gracia de Dios, la unidad esta en el mensaje de la Gracia de Dios que produce arrepentimiento.

b. En el Bautizo. Quiero que note que el bautizo es más que un rito. Muchos hoy están tan preocupado “discutiendo” si la forma es ó no la apropiada y están destruyendo la unidad de la Iglesia. El Bautizo es una fuente de UNIDAD y no de división entre la Iglesia de Cristo, Hechos 2: 38-40 “Pedro les contestó: —Vuélvanse a Dios y bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados, y así él les dará el Espíritu Santo. 39Porque esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y también para todos los que están lejos; es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar. 40Con estas y otras palabras, Pedro les habló y les aconsejó, diciéndoles: —¡Apártense de esta gente perversa! ”

El Bautizo es sello del Pacto de Dios con nosotros, la unidad de la Iglesia es una unidad pactual, ya que el bautizo dice que Dios ha prometido por nosotros y por nuestros hijos, el bautizo dice que Cristo ha cumplido lo que nosotros no pudimos cumplir y que él pago por nosotros en la cruz del calvario. No hay un poder en el mundo que pueda romper esta unidad, porque no hay poder en el mundo que pueda darnos la promesa de Rendición que Cristo compro por nosotros. El verso 41 termina diciendo: “y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas” las cuales recibieron el sello del Pacto, el sello de la unidad, el sello de la obra de Cristo en sus corazones.

Porque la Gracia del Evangelio nos une a Cristo, nosotros debemos vivir como una familia.

Una familia que tiene:

2. Sentido de Pertenencia. Hechos 2:42-45 “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. 43 Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.” Este sentido de pertenencia estaba fundamentalmente a:

a. La unidad doctrinal. Hechos 2:42 “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.” Quiero que note que esta unidad doctrina no es como la entendemos hoy. Déjeme explicarle, yo estoy orgulloso de que Cristo me haya llamado a ser miembro de la Iglesia Presbiteriana, amo a esta Iglesia he crecido en ella, soy producto de su historia y soy parte de ella, pero los metodistas, anglicanos, congregacionales, bautistas, pentecosales son también mis hermanos. Soy presbiteriano por la gracia de Dios, porque en su infinito amor me trajo aquí y junto con los hermanos de todas las denominaciones y tradiciones cristianos soy llamado a “mantenerme firme en la enseñanza apostólica” y la unidad y los sacramentos depende es esta. A veces escucho que salen por ahí personas que dicen que traen una nueva unción, un nuevo mensaje profético y quiero decirle que prefiero “Mantenerme firme en la enseñanza de los apóstoles”. La Palabra de Dios, el poder de Dios es la unidad que la Iglesia necesita hoy, es la que tiene poder para hacer que nuestras diferentes formas de pensar ó sentir sean moldeadas por él y por nosotros.

b. La unidad con el liderazgo, Hechos 2:43 “Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles” Por favor circule la palabra “todos” se esta refiriendo a todos los creyentes y a todos los no creyente, en este cada a todos los judíos que no creían que Jesús fuera el Mesías prometido. Pero aun aquellos que no creían no podían evitar ver la evidencia poderosa en la vida de los apóstoles. El liderazgo de la Iglesia era un liderazgo con un corazón como el de Cristo. La diferencia era Cristo, le aseguro que había muchos que no creían entre ellos uno que se llamaba Saulo de Tarso que eran más preparados y doctos en el manejo de la Escrituras. No bastaba con la erudición, era necesario ser transformados por la gracia de Cristo.

c. La unidad al testificar. Hechos 2:44-45 “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.” La unidad que reflejan este verso 44 es ahora clara para nosotros porque refleja la identidad y el sentido de pertenencia que la obra de Cristo esta dándole a estos nuevos creyentes. Por favor subraye la frase “compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno” La unidad les permitía “compartir” literalmente esta hablando de sus bienes materiales lo que les permitía ver las necesidades de cada uno; note por favor las palabras: juntos, todo en común, compartían, son claves y nos reflejan que estaban moviéndose en una sola dirección y esto evidentemente lo veían los demás, impactaba a la comunidad en la que estaban ahora inmersos. Nadie alrededor de cada uno de ellos podía dejar de verlos y dejar de admirar la forma en la que se amaban. Mostrando el amor e interese por cada uno de nosotros estamos dándole al mundo un testimonio poderoso de una unidad basada en la gracia y el poder de Dios que ellos no pueden entender, ni comprender.

Porque la Gracia del Evangelio nos une a Cristo, nosotros debemos vivir como una familia.

Una familia que tiene:

3. Una razón de existir. Hechos 2:46-47 “No dejaban de reunirse en el *templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos” ¿Por qué no dejaban de reunirse ni un solo día? Había una razón que les movía a estar juntos, que les hacia reunirse en el templo judío y en sus casas, había una razón por la cual la gente que no creía les tenia estimación, había una razón por la que Dios mismo cada día añadía a quienes iban siendo salvos. ¿Cuál era esta razón? Para Lucas evidentemente es muy claro, dice que se reunión a “partir el pan”. Es claro que no esta hablando de comer en casa, pues la frase siguiente dice eso: “compartían la comida con alegría y generosidad”. “Partían el pan” es una referencia clara de la Santa Cena. La unidad de la Iglesia y la razón por la cual esta tiene una vibrante vida transformada y diferente a la de los demás es porque esta centrada y edificada en la obra de Cristo en la cruz del Calvario. Y el sacramento de la Santa Cena representa, significa y nos recuerda esta obra poderosa de Dios.

¿Qué es la Cena del Señor? «La Cena del Señor es un sacramento por el cual, dando y recibiendo pan y vino según la ordenanza de Cristo, se simboliza su muerte; y aquellos que dignamente lo reciben son hechos, no de una manera corporal y carnal sino por la fe, partícipes de su cuerpo y sangre, como también de todos los beneficios consiguientes; lo cual conduce a su nutrimento espiritual y a su crecimiento en la gracia» ¿Qué se requiere para recibir dignamente la Cena del Señor?«Para que los participantes reciban dignamente la Cena del Señor es necesario que hagan un examen del conocimiento que tienen para discernir el cuerpo del Señor; de su fe para alimentarse de él; de su arrepentimiento, amor, y nueva obediencia, para que no sea que, recibiendo indignamente el sacramento, coman y beban su propia condenación» . Estas son la declaración del Catecismo Menor de nuestra Iglesia y no enseñan claramente que Lucas estaba tratando de presentar a Teofilo y a todos aquellos que leerían esta narración. La Iglesia se mueve y actúa con poder gracias a la unidad que tenemos en la obra de Cristo, unidad en la cual centramos nuestra vida de adoración “No dejaban de reunirse en el *templo ni un solo día… alabando a Dios”, en la cual centramos nuestra vida de testimonio y fe con los que no conocer a Cristo, testimonio que declara la gracia a otros “disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos” en la cual centramos nuestra comunión, nuestro estudio de la Palabra, nuestro compañerismo, “De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad”.

Conclusión.

Nosotros vivimos muchos años en la Ciudad de México, voy a hacerles una confesión. Iram mi hermano y yo nacimos en el Distrito Federal, sí, lo confieso soy un “chilango”, mi ombligo esta enterrado en la ciudad de la “esperanza”. Recuerdo que viajábamos casi cada verano a Chiapas por varias semanas e íbamos a casa de mis abuelos maternos a lo que para mí era una selva. Después de varios años mis padres decidieron regresar a Chiapas y ahora vivíamos a una hora en camión de la casa de mis abuelos así que íbamos en múltiples ocasiones. Y cada vez que íbamos mis papás tenían la misma discusión, déjeme le explico (quiero decirle que le pedí permiso a la hermana Flor para contarle lo siguiente) Mi mamá llegaba y comenzaba a disponer de las cosas de la casa, le daba “cuello” a la gallina más gorda que se le atravesaba, ponía a cocer maíz y comenzaba a “aplaudir” algunas “deliciosas tortillas” y mi papá le decía: ¡No puede tomar las cosas así! y ella le decía: “Esta es mi casa y yo tomo lo que quiero” y era verdad “tomaba lo que quería”. Ella afirmaba mientras mi madre viva yo voy a venir, pues el día que ella muera ya no habrá razón para hacerlo.

Ella tenia razón, cuando murieron mis abuelos se termino la razón y el centro de unidad de todos nosotros. Sabe tengo primos hermanos que no he visto en 15, 20 y hasta 25 años que podría pasar a atropellar porque no creo que pueda reconocerlo ahora.

La unidad de nuestra familia murió de alguna manera cuando mis abuelos murieron. Quiero asegurarle que la unidad de la Iglesia esta centrada en la obra de Cristo en la cruz del calvario, pero Cristo vive, y él no volverá a morir, sino que promete que nosotros también seremos transformados y que viviremos con él por la eternidad, nuestra unidad no puede ser destruida por el paso del tiempo, porque su fundamento es eterno, nuestra unidad no puede ser puesta en tela de juicio porque su fundamento es la VERDAD, nuestra unidad no puede ser dividida porque esta fundamentada en un solo Señor, un solo bautizo, un solo Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Nuestra unidad esta fundamentada en la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amen.

Fuente: www.centraldesermones.com