Predicas Cristianas | Mensajes Cristianos
Genesis 1:26
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Introducción
Uno de los sentimientos que habita en el arma humana, es ese que a pesar de las limitaciones y sin importar el medio que nos rodea queremos ser grandes, y conquistar metas dando como resultado el vivir una vida donde el éxito sea nuestro distintivo.
De donde sale este común denominador que denota las masas. La repuesta a esto la podemos encontrarla en el mismo propósito por el cual el hombre fue creado.
Al leer Génesis 1:26 notamos que la declaración del propósito existencial del hombre fue gobernar todo lo que existía. Dios no podía poner sueños pequeños y metas sencillas sobre sus hijos, es que él sabía lo que había colocado en sus vidas; no era otra cosa que El mismo.
Ese día que Dios soplo aliento en el hombre la vida que esta transmitía trajo consigo, propósito, capacidad, creatividad, talentos y habilidades. En ese momento entro en el hombre un suspiro que coloco un espíritu preparado para experimentar una vida extraordinaria.
Y sobre eso Dios quiere hablarte. Quiere que sepas que él no te ha olvidado, es necesario que entiendas que eso que sientes con frecuencia y que a pesar de haber logrado tantas cosas aún falta algo, es algo que no entiendes bien pero que si sabes que es para ti. Es un asunto que no radica en tu mente, es más bien percibido y deseado por tu espíritu.
Este anhelo aunque no lo has podido comprender con exactitud, sabes que si lo estuvieras viendo tu vida sería extraordinaria.
¿Qué significa la palabra ordinario?
Algo común y regular, que sucede de manera habitual o que es frecuente.
¿Qué es una vida ordinaria?
Es aquella en la que no necesitas a Dios para subsistir y que humanamente puede definirse como exitosa.
· Tener un excelente trabajo y devengar buen salario, es parte de una vida ordinaria.
· Tener una casa grande y elegante y un perro que al verte salte de alegría, es parte de una vida ordinaria.
· Tener un negocio próspero y hermoso, es el resultado de una vida ordinaria.
· Poseer títulos que sustenten tu gran preparación intelectual, es parte de una vida ordinaria.
· Hasta la familia que podamos tener, podría ser un elemento de una vida ordinaria.
Todo aquello por lo cual el hombre pueda esforzarse y obtener sin la intervención de Dios es lo que conforma una vida ordinaria.
No importo cuantas cosas pudiste haber alcanzado, hubo algo que te falto y te atrajo a este lugar; Dios te trajo aquí y te ha sentado ahí para que entiendas que donde terminan tus metas inician sus sueños. Que sin importar cuanto te esfuerces jamás podrás concebir una idea que se asemeje a lo que él tiene para ti.
1 Corintios 2:9
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
Dios quiere sacar de esa vida común y ordinaria, donde el hombre monótono se levanta todos los días a cumplir con una programación rutinaria, sin siquiera las expectativas de que al asombroso pueda suceder.
Justo para eso te llamo Dios; Jesús no se sacrificó para te sientas a esperar el día en que cara a cara se encuentren; Dios te rescato para vivir a través de ti en una vida extraordinaria.
Donde cada día y cada minuto tienen un enorme valor y un trascendente sentido. Él te redimió porque tiene un supremo llamamiento para tu vida, que definirá tu familia y marcara generaciones.
Permíteme mencionarte algunas personas que entendieron que sus vidas no podían ser ordinarias:
Moisés:
Un hombre cuya vida fue la inspiración para toda una nación, este fue una persona símbolo de que el día en que rompe los límites de lo ordinario, empiezan a suceder cosas magnificas.
Éxodo 3:1
Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
Cuando subes más allá de las faldas del monte de Dios, te encuentras con:
1. Tu llamamiento.
2. Dios te llama por tu nombre.
3. Dios te saca todo calzado que impide que parpe su presencia.
4. Dios responde por aquellas cosas que afligen tu corazón.
5. Dios define la manera en como él se establecerá en tu vida.
6. Dios restaura tu identidad.
7. Dios te entrega se posa en tu boca.
8. El trae a ti personas que se identificaran con tu llamado.
Después de ese día la vida de Moisés jamás fue común y corriente. A partir de ese momento su existencia tuvo una razón.
Tu propósito es lo que provee vitalidad a tu alma y te hace inmortal; ya que aún muerto las generaciones serán guiadas por tus vivencias.
David:
Una persona cuya vida tuvo un inicio muy similar a la nuestra; no venía de una familia de alta eminencia, fue un hombre que en su juventud fue expuesto a realizar labores no apta para un niño. Recibió el rechazo hasta de su propia familia.
David reunía todas las condiciones para ser una de aquellas personas que producto de los acontecimientos adversos optan por vivir vidas acordes a los hechos.
Pero él no fue así. Relata la biblia que a pesar de ser David un chico olvidado, abandonado en la soledad y expuesto a los peligros de los montes David fue fiel a Jehová y creyó en su corazón.
Cuando a pesar de estar expuesto a un ambiente difícil te levantas creyendo en que Dios tiene algo más para ti, cuando te mueves en fe hasta tu propósito va en tu rescate.
1 Samuel 16:11-12.
11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
12 Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.
Cuando eres fiel a Jehová en medio de esto que estás viviendo y no te conformas a vivir una vida ordinaria, entonces:
1. Dios manda al profeta a buscarte sin importar el hoyo en el que estés metido.
2. Dios jamás permitirá que nadie ocupe la posición que te pertenece en su Reino.
3. Te usa como defensa de su pueblo.
4. Te entrega bendiciones no solo para tu deleite sino para que la administre con justicia entre su pueblo.
5. Forma en ti un corazón conforme al suyo y esto es:
5.1. Un corazón que no se conforma ante la injusticia.
5.2. Un corazón que va en rescate por los que se pierden.
5.3. Un corazón que sin importar la grandeza de la fama, sabe desnudarse y danzar en su presencia.
5.4. Un corazón que no cambia la Gloria del Padre por nada.
Vidas extraordinarias son aquellas donde cada día y cada minuto representan una oportunidad para dejar huellas en las generaciones.
Ø Abraham.
Ø José.
Ø Israel.
Ø Pedro.
Ø Pablo.
Ø Juan el Bautista.
Ø Santiago.
Ø Jesucristo.
¿Qué tuvieron estos hombres en común para que sus vidas sean extraordinarias?
Vivieron un tiempo de preparación en uno de los mejores lugares que forman al hombre y mujer de Dios.
El desierto (El Taller de Dios)
El desierto: Es un momento espiritual por el cual Dios permite que sus hijos atraviesen donde será formado el hombre y mujer aprobado cuyas vidas pasarían de lo ordinario a lo extraordinario.
Deuteronomio 8:2
2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tú Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
1. Donde serás afligido: no es que Dios producirá en ti aflicción, sino que Dios sacara de ti todo aquellos que por tanto tiempo te ha afligido.
2. Donde serás probado(a): serás probado no para ver cuán fuerte eres, sino para que tú mismo puedas ver cuánto le crees a Dios.
2.1. Cualquiera le cree a Dios en los momentos de bonanzas.
2.2. Solo los llamados son capaces de creerle a Dios en medio del desierto.
3. Donde todo lo que está en tu corazón que no viene de Dios será sacado.
2.1. Es donde podrás experimentar la verdadera libertad.
2.2. Es donde Dios derribará de tu corazón todo ídolo que pueda estar robando su adoración.
Dios te enseña a:
1. Conquistarte a ti mismo.
2. Sanara de aquellos momentos que te marcaron y definieron tu autopercepción.
3. Destruir los temores que no te permiten ver más allá de lo que tus ojos pueden alcanzar.
4. Dependencia de Él.
5. Donde tu orgullo será derribado y te convertirás en un persona apetecible.
Lo que sucede es que nuestros deseos son bien poderosos. Con esto no les estoy diciendo que todos nuestros deseos son malos, pero si les digo que algunos de ellos si lo son. Nuestros deseos son una cosa que si no controlamos, pueden convertirse en obsesiones que eventualmente arruinarán nuestra vida.
Estoy seguro que todos aquí hemos leído en los periódicos o hemos visto en la televisión esos eventos trágicos, cuando un esposo mata a su esposa o una esposa mata a su esposo debido a una obsesión. Uso este ejemplo tan trágico porque si nuestros deseos continúan descontrolados, si nuestros deseos se convierten en una obsesión que controlan nuestra vida, entonces sucumbimos a la tentación.
Santiago nos dice que debido a nuestra concupiscencia, por causa de nuestra lujuria somos seducidos. En otras palabras, somos seducidos pero no completamente por el diablo y sus demonios, porque nosotros también tenemos la culpa. Hermanos, las consecuencias de la tentación son reales, la consecuencia del pecado es muerte (Romanos 6:23). El problema esta en que en muchas ocasiones nuestros propios deseos nos ciega. Los placeres de la carne, los deseos por las cosas de este mundo, en muchas ocasiones nos controlan porque somos cegados por nuestros deseos. Si esto no fuera el caso, si siempre pudiéramos ver las cosas claramente, entonces estoy seguro de que siempre escogeríamos correctamente.
¿Cuál es la consecuencia cuando cedemos al pecado? Santiago nos lo dice claramente, y también nos advierte: “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis.” Esto es el resultado final cuando optamos ceder al pecado.
Si permitimos que nuestros deseos gobiernen nuestra vida, si cedemos al pecado, entonces moriremos. No les estoy hablando de una muerte física, no les estoy diciendo que Dios nos matara al instante que pequemos, pero si les estoy diciendo que con cada pecado, con cada tentación que no resistamos, empezamos a morir espiritualmente, empezamos a morir a las cosas de Dios. Nuestro espíritu se empieza ha alejar más y más de la voluntad de Dios, y eventualmente morimos por dentro.
Esto seguramente es la causa número uno para todas esas personas que se han alejado de los caminos del Señor. Personas que conocieron a Dios, pero que ahora han regresado a vivir en el mundo, personas que han muerto espiritualmente debido a tentaciones y pecado. Es por esta razón que Santiago nos da esta fuerte advertencia. Santiago nos dice: “Amados hermanos míos, no erréis.” Con esto aquí él nos esta advirtiendo que no podemos permitir que nuestros deseos controlen nuestra vida, Santiago nos esta diciendo que no caigamos en tentación, que nunca nos rindamos. Santiago nos esta diciendo que no podemos darle una espada al enemigo, la cual pueda usar en contra nuestra. Porque hermanos la verdad de todo es que no podremos ser tentados, si el deseo ya no existe en nosotros. No podremos ser seducidos, al no ser que la lujuria todavía viva en nuestro corazón. Es hora de reconocer las cosas por lo que son. Dios NO nos tienta, tentaciones NO son cosas buenas. Dios NO causa que las tentaciones lleguen a nosotros, NOSOTROS somos los que causamos que las tentaciones lleguen a nosotros.
Nosotros le permitimos al diablo y a su ejército de demonios que nos atormenten con tentaciones, porque los deseos y lujurias en nuestro corazón no han sido conquistados. Uno de los problemas esta en que en muchas ocasiones, lo malo aparenta ser como algo bueno. Santiago nos dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Detengámonos aquí un momento y les voy a dar un pequeño ejemplo.
Digamos que ahora mismo al salir de aquí de este edificio nos encontramos una cartera de mujer en el piso. La recogemos, y la abrimos, para buscar si existe algo dentro de ella que nos ayude encontrar a su dueña. Miramos cuidadosamente en todos los compartimentos buscando algún tipo de identificación, pero todo lo que encontramos es una suma grande de dinero en efectivo. Así es, solo efectivo. Ahora la pregunta es: ¿es esto una bendición de Dios? o a caso ¿es esto una tentación? Muchos dirían que es una bendición de Dios, porque después de todo, quien no necesita un poco más de dinero en efectivo. Pero aquí la pregunta debería ser: ¿es esto un regalo perfecto de lo alto?
Les conté esta pequeña situación porque es una historia de la vida real, me acuerdo que leí sobre ella no hace mucho tiempo atrás. Lo que sucedió es que había una anciana que acababa de sacar del banco todo el dinero que ella había ahorrado en su vida, porque se iba a mudar de ciudad, ella había sacado $10,000. Entonces lo que hizo es que puso la cartera en un banco de la parada de autobuses, mientras esperaba a que llegara el autobús, pero cuando llegó el autobús ella se monto y se le olvido la cartera en el banco. Sé que no les tengo que decir que cuando esta pobre anciana se dio cuenta de que no tenia la cartera por poco se vuelve loca, porque esto significaba que había perdido todos sus ahorros.
Ella volvió a todos los lugares que había estado para ver si por alguna casualidad la podría encontrar, pero no pudo. Entonces, aunque ella sabía que no existían muchas posibilidades de encontrar su cartera, ella llamo a la policía para reportar el incidente, y obtuvo una gran sorpresa. Una persona desahuciada había encontrado la cartera, y estaba en la estación de policía en ese instante entregándola. ¿No es esto una cosa fascinante?
Estoy seguro que la persona que encontró la cartera fue tentada a quedarse con ella, pero esta persona supo que no era correcto hacerlo. Esta persona reconoció que en verdad esto no era una bendición perfecta de lo alto, sino una tentación para conducirle hacer lo malo. ¿Qué paso entonces? Lo que sucedió después si fue un regalo perfecto de lo alto, porque la dueña de la cartera le regalo una buena recompensa a esa persona.
Conclusión:
Las predicas cristianas y estudios bíblicos claramente nos enseñan, que las tentaciones no proceden de Dios. Las tentaciones originan de muy profundo en nosotros y son influenciadas por el diablo. Al diablo le gustaría que las tentaciones luzcan como cosas buenas, puede que luzca como lo correcto de hacer, pero como cristianos fieles, nosotros tenemos que examinar las situaciones cuidadosamente. Tenemos que siempre acordarnos que Dios no es la causa de la tentación.
Dios siempre nos dará una salida. Hermanos no podemos dejar que las tentaciones nos tomen por sorpresa, sino tenemos que estar listos para combatirlas en todo momento. No podemos permitir ser engañados en medio de las tentaciones, tenemos que tomar un tiempo siempre para preguntarnos: ¿es esto un regalo perfecto de lo alto? Hermanos Dios nos ha dado el poder para resistir y derrotar toda tentación (Santiago 4:7). El Espíritu Santo mora en nosotros, Cristo nos ha dado la victoria. Tomemos entonces el primer paso hacia la victoria y reconozcamos que la tentación comienza con nosotros.
Fuente: www.centraldesermones.com