Temor, incentivo al fracaso

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar

1º Juan 4:18

Introducción.

Lo que más resaltamos cuando predicamos el evangelio es el amor de Dios hacia nosotros, por medio de la entrega y sacrificio de su Hijo Jesucristo.

Esta frase teológicamente es una perfecta definición que la podemos recordar por algunos segundos.

También nos incentiva a que nuestra emociones se enternezcan y podamos rendirnos en adoración hacia El.

Pareciera que el amor de Dios sirve simplemente para eso, recibir unos instantes las caricias divinas y proseguir nuestro camino, muchas veces de temores y sobresaltos, olvidando que el amor también es sinónimo de fortaleza.

Aunque la naturaleza humana es imperfecta, aprendemos a través del amor de una madre hacia sus hijos, como puede sacar fuerzas de donde sea para defenderlos, cambiando la imagen débil de lo que creemos que es ese sentimiento.

Si el amor es el incentivo a todo lo noble honroso y bueno que aspiramos en esta vida, también es cierto que existe un elemento contrario que no es nacido de Dios, sino que tuvo su origen luego que Satanás tentara al primer hombre y este cayera de su estado de santidad y se escondiera de la presencia de Dios quien con una voz temblorosa respondiera:- Oí tu voz y tuvo miedo-.

De ahí en adelante el temor fue creciendo hasta transformarse en un ente que ha incentivado, resaltado, alentado a la humanidad no hacia un monte de éxito sino hacia un barranco profundo llamado fracaso.

El texto que acabamos de leer, está dirigida a los creyentes, a los que han aceptado a Cristo como usted y yo, porque este enemigo también escala silenciosamente por los muros del alma del creyente para destruir el palacio de su espíritu nacido de nuevo.

I.  Su naturaleza es resaltar los errores del pasado

Se comporta como los malvados de Sodoma hablando del otro lado de la puerta del patriarca Lot queriendo causar pánico.(Gn.19:6-10) Así fuerza las puertas de los malos recuerdos que todos el algún momento hemos tenido.

La naturaleza del temor abrió las puertas del conocido Moisés. Ex.2:14 frenando su crecimiento de liderazgo por cuarenta años.

El temor grita en tu puerta y en la mía, castigo, condenación, pena.

Se dice que cuando Lutero preparaba las 95 tesis de Wittenberg el diablo venía por instantes a poner temores y condenaciones de cosas pasadas.

En algún momento, el reformador con letras grandes y legibles, escribió: pero la sangre de Jesucristo me limpia de todo pecado.

Debemos declarar que ahora estamos en la nueva naturaleza.

Ro.8:1 : Ahora, pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo…

Qué naturaleza quieres resaltar hoy en tu vida?

II. Su estrategia es alentar inseguridad en el proceso que Dios comenzó en nosotros.

Dice una leyenda que cierta vez un viajante encontró en el camino al cólera, y preguntándole a donde iba le contestó voy a la ciudad a matar cinco mil personas. Volviéndolo a encontrar el viajante le dijo a la epidemia: -dijiste que ibas a matar cinco mil, pero fueron cincuenta mil, a lo que le respondió la epidemia: -es que mate cinco mil pero el resto se murió de miedo.

Los filisteos prepararon la estrategia del gigante Goliat sembrando pánico.

La estrategia era vencer a Israel sin pelear. (1º Sa.17:1-11,23,24) La iglesia habla, expresa el amor de Dios con apenas unas voces sin fuerzas.

¿Por qué dejamos que nos venza las trampas del diablo como un Israel incentivados a estar en un valle de miedo?

Dios está en Cristo haciendo un proceso de transformación en nuestras vidas.

Solo está en nosotros anhelar que Él la termine para ser personas de seguridad.

Pablo dijo: “yo sé en quién he creído?”

1º Juan 5:4: porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo; nuestra fe”.

1º Pe.3:13,14:quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?. Más también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis.

III.  Solo el sacrificio de Cristo en la cruz nos incentiva a volvernos del fracaso.

¿De qué forma se realiza?

Injertando nuestra naturaleza bajo la naturaleza Él.

Como una planta deja de tener frutos silvestres? injertándolo en otra planta de excelente calidad.
Dejando que su amor nos inunde al punto que comprendamos como el ladrón arrepentido que la cruz es un símbolo de esperanza.

Creyendo y declarando que Cristo venció toda potestad (espíritu de temor) en la cruz del Calvario.

Conclusión:

Un predicador y músico cristiano llamado Charles Wesley, iba caminando por la costanera de un puerto en el año 1738, cuando de pronto se levantó un viento huracanado; los cielos se cerraron, la gente del puerto y de los barcos corrían atemorizados hacer maniobras de seguridad y algo hizo impacto en su pecho; rápidamente se dio cuenta que la causa era un gorrión asustado que estaba incentivado por el pánico a huir donde fuera pero seguramente moriría. Olvidando la naturaleza dañina que esta ave tiene, con profunda compasión, abrió su capota y la mantuvo allí.

Esta acción lo inspiró a escribir el famoso himno que muchos conocemos hasta el día de hoy: Cariñoso Salvador, huyo de la tempestad. A tu seno protector fiándome de tu bondad.

Colócate en el profundo amor de Dios como Juan en el costado de Jesús.

Solo su perfecto amor echa fuera el temor.