1º Reyes 3:16-28
Introducción
En cierta ocasión, la Madre Teresa de Calcuta fue entrevistada en un programa de la BBC de Londres. el entrevistador estaba fascinado de poder platicar con alguien que irradiaba una paz en el alma, claridad en el razonamiento y una gran bondad. Le preguntó sobre su trabajo humanitario y altruista. Después de la exposición, el comentarista dijo:
Su vida señora, es un ejemplo a seguir, su perseverancia, su altruismo y su fe, son invaluables, pero para los que tenemos familia y debemos cuidar y trabajar para atender a nuestros hijos, es mucho más difícil hacer lo que usted hace (dando a entender que ella por estar sola podía ocuparse de lo que hacía). Posiblemente este tipo de servicio que sea para personas como usted. Con voz firme y segura, la Madre Teresa le dijo: -No señor, usted se equivoca; yo soy casada- mostró su anillo que simbolizaba el casamiento con su religión en tanto decía: -Todos los que me rodean son mi familia, son mis hermanos, son mis hijos, por quienes debo velar y cuidar de igual manera que usted lo hace con su pequeña familia.
En estos días de celebrar a la madres observamos algo que podría cambiar a los que escuchen (o lean ) este sermón, su perspectiva acerca de ser madre y lo que implica. Se cree que la maternidad es solo traer niños al mundo. No se pretende minimizar o despreciar el milagro de dar vida, pero si hacer notar que ser madre es más procrear; podemos afirmar con tristeza que no todas las mujeres que dan a luz un niño sea necesariamente una madre. Hoy descubriremos que significa ser madre en todo el sentido estricto de la palabra. Dar a luz un niño es solo el primer paso para poder ostentar el titulo de ser madre. Una persona cuando obtiene un certificado de alguna profesión u oficio, no quiere decir necesariamente que lo sea por solo tener un papel que lo dice, tiene que encarnarse en esa labor o trabajo y desarrollándolo podrá llegar al punto de decir que es lo que su certificado o título dice que es. De igual manera una mujer no debería ser llamada madre solo por el hecho de dar a luz hijos, pues, como veremos más adelante este título debe ser dado a ciertas mujeres que reúnan ciertas características y procrear hijos debe ser el solo el inicio. No pretendemos dejar a ciertas mujeres que han tenido hijos sin la bendición de ser honradas por ellos, sino que busquen de Dios el significado e implicaciones de ser madre y soliciten poseer ese don. A lo que si han sabido ser madres a que compartan sus experiencias a las siguientes generaciones, y las que aún no lo son, que lo piensen bien; pues criar hijos es solo para aquellas que están dispuestas a pagar el precio de serlo.
I. Ser madres es un don de Dios (v.16-18)
Se dice que dos personas llegan ante el rey Salomón parar tratar de arreglar una controversia, es la historia de dos mujeres que en igualdad de condiciones y circunstancias, la Palabra de Dios nos mostrará que una de ella nació para ser madre y la otra aunque tuvo un hijo no supo ser madre. A continuación observemos que ellas están en igualdad de condiciones:
Mujer: Ambas eran del sexo femenino y con las características anatómicas y fisiológicas similares para estar embarazadas y procrear.
Prostitutas: Ambas mujeres se dedicaban a lo mismo. Para ser madre o no el oficio no es importante, pues hasta abnegadas mujeres de hogar se les puede negar el privilegio de ser mamá en el sentido que hoy nos ocupa.
Vivían juntas: Cohabitaban en un mismo domicilio, eso quería decir que además del oficio compartían algún tipo de simpatía, pues difícilmente vivirían sin al menos no hubiera amistad.
Embarazo al mismo tiempo : Su embarazo se desarrolla al mismo tiempo, con cierta diferencia.
Parto casi al mismo tiempo: La primera mujer paré un día y con una diferencia de 3 días paré la otra mujer, ambas en similares condiciones.
Cada una con su hijo: Hasta el punto anterior observamos que todo parece ser igual, pero ya una vez que sus hijos nacen el camino que ambas compartían se divide cada una según el desarrollo del amor de madre hacía el hijo. Una tuvo un hijo, pero la otra fue mamá.
Ambas mujeres habían compartido muchas cosas, pero esta parte de la historia nos enseña que es ser mamá y que es algo que solo puede provenir de Dios y que no a todas les es dado, pero es importante saber que Dios puede darlo a quién lo busqué y lo pida. Solo la primera mujer de la historia desarrolla el ser mamá. La conclusión de este punto es que no a todas la mujeres aunque procrean un niño pueden desarrollarse hasta ser la madre que Dios quiere que sea.
II. Ser madre es luchar por los hijos (v. 16b, 22b) “… y se presentaron ante él… Así discutían delante del rey”
A partir de este punto haremos una comparación de ambas mujeres, a la que presenta la queja ante Salomón llamaremos la madre y a la otra mujer.
Madre: Es una de esta dos protagonistas la que toma la iniciativa de pelear por su hijo, pues se lo habían robado y la estaban haciendo creer que había muerto, ante esta situación de despojo y engaño, llega ante la autoridad mortal mayor de Israel; el rey Salomón, de quién se sabía poseía gran sabiduría y autoridad para resolver su asunto. Esta dispuesta a todo con tal de lograr que le fuera devuelto su bebé y se castigará a quién lo había robado. Pongamos nuestra atención en el determinación de esta mujer de luchar contra todo y todos por conseguir hacer justicia a su hijo y defender su derecho de tener a su hijo con ella en esta etapa de su vida.
Mujer: Esta otra protagonista también asiste delante del rey, pero movida por la acción de la madre del niño que acaba de robar. De haber resultado su plan de hacer pasar a su bebe muerto por el hijo de su compañera, esta mujer hubiera vivido su vida como si nada hubiera pasado, pues para ella un hijo es sustituible, al fin al cabo los dos eran niños, que importa quién lo tuvo, lo importante es tener a alguien con ella, pues si no tiene marido tiene hijo. De haber querido luchar por su hijo busca a alguien para salvarle la vida a su propio hijo.
Podemos apreciar claramente quien es la madre, la que enfrenta todo y lucha con todo por su hijo. Ser madre implica luchar a favor de los hijos, no solo dejarlos crecer junto con nosotros de manera silvestre o dejar que otros lo hagan (escuela, amigos, televisión, sociedad, etc. ). Una madre esta en la lucha constante por evitar que a sus hijos les sean robados sus sueños, oportunidades, incluso la vida. Es importante anotar que este requisito es temporal y corto, pues conforme pasen los años los padres sabios dejaran a que cada hijo luche por alcanzar la victoria en su vida, pero la madre en conjunto con el padre deben poner las bases con el ejemplo de luchar y no dejarse vencer aunque todo parezca adverso.
III. Ser madre es ser cuidadosa con los hijos (v.19) “…murió, porque ella se acostó sobre él”
Madre: La madre cuando tuvo a su bebé, sabía que su vida se vería trastornada y la hora del sueño no era la excepción, ahora debía estar pendiente de su pequeño hijo y el sueño de la madre es ligero. Una madre esta alerta a todos los acontecimientos, cambios y circunstancias de sus hijos y ese estar alerta es que sabe identificar cuando las cosas no andan bien o se requiere de ajustes o cambios de estrategias en la educación de los hijos, así también en los aspectos físicos, una madre sabe prevenir a los hijos de los peligros una vez que estos pueden desarrollar su carácter y decisiones.
Mujer: Para esta mujer su sueño era sagrado, ni aún el hijo vino a robarle sus preciadas horas de dormir, tal era la pesadez de su dormir que aplasto a su propio hijo que lo mató. En algunas poblaciones rurales de México se creía que brujas les “chupaban” la vida a los bebes, pero la realidad era que morían aplastados por los padres. Una mujer con hijos puede ser tan descuidada que no percibe cambios, es más no le preocupa pues estará tan ocupada en ella misma y lo que le interesa, aplastando la vida de sus hijos con la losa de su indiferencia y egoísmo.
V. Ser madre es darle importancia a cada hijo (v. 20, 21) “… y vi que no era mi hijo…”
Madre: La Escritura nos dice que a medianoche se levanto para darle de comer, pero se percató que el niño que tenía a su lado estaba muerto, pasaron horas hasta el amanecer y podemos imaginar la angustia y dolor de ella al creer que su hijo había muerto, pero la esperanza volvió a su vida cuando a la luz del día vio que no era su bebé. Lo había reconocido; pasa muchos todos los bebes son iguales, pero para una madre, ella sabe identificarlo aún en una multitud de bebes. Para la madre cada hijo posee características propias, virtudes y capacidades, y que ninguno es igual al suyo, aún entre mujeres que tienen muchos hijos, cada uno de ellos para una madre verdadera es único y especial y no los comparará y no esperará que todos tengan las mismas capacidades y virtudes.
Mujer: Para la mujer se percata de que aplastó a su hijo mientras dormía, pero en lugar de vivir su pena, busca quién lo sustituye, total al igual que punto II, ese hijo es sustituible, de no haber tenido cerca a quien robarle, se hubiera embarazado nuevamente y reemplazar al que se había muerto. Hay mujeres con hijos que deseen tener hijos idénticos en todo y se la viven haciendo comparaciones entre hermanos o entre hijos de otras personas, sus hijos no tiene nada especial y desearían haber tenido al hijo de su vecina, amiga o hermana; perecidas a la mujer de la historia no creen que cada bebe es un ser humano hecho especialmente por la mano de Dios.
V. Ser madre es ser honesta (v. 22) “No; mi hijo es el que vive y tu hijo es el que ha muerto”
Madre: Al amanecer, esta mujer se percató que el niño que tenía a su lado y que estaba muerto, no era su hijo. En ese momento ella decide aclarar con su compañera de cuarto y se da cuenta que tiene a su bebé, sin embargo la otra lo niega, argumentando que es de ella. La madre decide hablar con la verdad delante de quien sea; se podría haber dado el fenómeno tele novelesco de que viera como crece su hijo en brazos de otra. Nada más absurdo para quién en realidad es madre, pues la mentira no formará parte de su conducta, sino que tratará todos los asuntos de la vida con sus hijos de frente y con verdad.
Mujer: Al ser descubierta, decide mantener su mentira a costa de todo, e tal forma que su reputación como madre no se vea afectada. Se da un fenómeno en las familias en las que todos saben lo que ocurre en la vida moral de cada miembro y nadie dice nada, todos saben que el hijo usa drogas, pero nadie lo enfrenta, en algunas familias se dan situaciones de abuso entre padres hacia hijos y nadie dice nada, a bien el joven manifiesta conducta homosexual o lesbiana y nadie dice nada. La mentira para algunas es una manera de vivir y se hace adictos a ella, por temor a enfrentarse a una realidad y buscar una solución. Existen mujeres que tienen hijos y que fallan en la vida de honestidad con ellas mismas y con sus hijos. Se cree que una mujer que solapa o protege a su hijo es mejor, pero en realidad hace de ellos personas que viven en impunidad.
VI. Ser madre es dejar vivir (v. 24-26) “¡Ah, señor mío! dad a esta el niño vivo, y no lo matéis”
Madre: Una vez que el rey Salomón ha escuchado ambas partes del problema, se da cuenta que por no existir testigos para ambas mujeres toma una determinación, manda traer una espada y manda cortar al niño a lo largo para dar a cada una una parte y así resolver el problema. Sin embargo la madre al ver en peligro la vida de su hijo, se angustia y dice al rey: No lo mates, mejor dalo a esa mujer, pues prefiero verlo en brazos de otra que muerto. Que tremenda decisión de madre, pues no antepone sus deseos egoístas de tenerlo a como dé lugar, sino que para verlo vivir y crecer lo deja ir. Una madre sabe que un hijo no es propiedad; según la gráfica de la responsabilidad se nos dice que cuando los hijos nacen, loa padres son responsables de ellos en un 100%, pero a medida que pasa el tiempo y los hijos crecen, aprenden y toman decisiones, ese porcentaje de responsabilidad va disminuyendo, de tal manera que cuando el hijo o hija ya empieza a tomar decisiones propias poco podemos hacer por gobernar sus vidas. De tal manera que llega la edad en que ellos, los hijos deben ser totalmente responsables de ellos en un 100% y las madres un 0%, eso es dejarlos vivir. Se tuvo la oportunidad durante mucho tiempo para corregir, exhortar, estimular a los hijos, no pretendamos que siendo ellos adultos jóvenes, nosotros les resolvamos la vida.. Debemos dejarlos vivir su vida y eso dejarlos ir con otras personas y a otros lugares.
Mujer: En el caso de esta mujer, la situación y la manera es otra, ya vimos que para ella los hijos son reemplazables; la actitud que toma es que dice, ¡Si!, ni para ella, ni para mi; si el niño moría no representa ninguna perdida, en primer lugar porque no era su hijo, en segundo por que podría tener otro y en tercero por que no sabía lo que es ser madre. Muchas mujeres prefieren tener a sus hijos aunque sea un cacho de ellos y poder seguirlos gobernando y estar tratando de tenerlos por fuerza o presión. Cargan sobre ellos pesadas cargas de responsabilidad que no les corresponde, Claro que la Biblia nos dice que debemos honrar a los padres, pero eso nace de un corazón trasformado por Cristo, nunca de los chantajes emocionales de una mujer que solo tuvo hijos. Mujeres que matan la libertad de los hijos y andan por la vida como si les faltará una parte. Esas mujeres no saben dejar vivir a sus hijos lo tienen muertos en vida.
Desafío
Teresa de Calcuta, nunca procreo un hijo en el sentido biológico, sin embargo si desarrollo ese amor de madre y actúo con los desvalidos de Calcuta como una madre y para ella, eso eran aquellos hombres, mujeres y niños, eran sus hijos e hijas. Eso nos da a entender que el ser madre no es algo que se consigue con solo parir hijos, pues ser madre es más que eso. Con cual de las dos mujeres de la historia te identificas, con la que si fue madre o con la mujer que tuvo solo un hijo. Si es con la primera, da gracias al Señor, pues te dio ese don que debemos atesorar. Si por el contrario con la segunda y quieres ser diferente pídele al Señor y él hará en tú vida posible lo imposible. La historia nos dice que al final Salomón identifico a la verdadera madre y dijo: “Ella es la madre”. Deseas que te reconozcan así tus hijos y Dios.
Contacte al Autor: geraglezcruz [arroba] aol.com Ministerio: Iglesia Bautista Dios es Amor
Las respuestas puede variar de acuerdo a la mentalidad, cultura, época o circunstancias de las personas, etc; sin embargo sigue siendo Dios la mejor de las opciones para que un joven encuentre el mejor camino para su vida; sigue siendo Jesucristo por excelencia la puerta hacia la verdadera felicidad. Dios trasciende el tiempo, la moral humana y cualquier circunstancia; La Biblia dice: Fíate de Dios de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo (tenlo presente) en todos tus caminos y él enderezara tus veredas (Prv. 3:6).
III. Desecha la amargura- Enojo (v.10) (No dejes que la amargura se instale en ti,)
Durante esta etapa de la vida, los adolescentes no saben los cambios que están ocurriendo en sus vidas, son personas inconstantes en sus emociones, el enojo es un elemento común en la gran mayoría, su enojo obedece a su despertar a un mundo que no concuerda con ellos y buscan cambiarlo con sus acciones y actitudes, y el enojo resulta que sus esfuerzos son casi inutiles, pues todo sigue igual.
La amargura es una consecuencia de un enojo no resuelto o no manejado adecuadamente: Dios invita al joven a desechar el enojo de su vida, pues él sabe que si este no se maneja bien pues acarrear a algo muy dañino como lo es la amargura; esta puede surgir de un familiar que nos lastima, un amigo que nos traiciona, una falsa acusación, etc; las causas pueden ser muchas, pero la gran mayoría tiene que ver con cosas injustas y en ocasiones fuera de nuestro control. La amargura también es algo que se contagia e invade el corazón hasta hundirlo y contagiar a los que le rodean. Una persona con amargura es esclava que necesita libertad. La Palabra nos invita a desecharla; el mejor remedio contra la amargura es el perdón, la palabra quiere decir liberar, que maravillosa, mientras la amargura se aferra a la ofensa, el perdón se aferra a la libertad. El perdón es una actitud en la que honestamente reconocemos la ofensa y se hace a un lado al recordar como nos perdona Dios. Dios nos perdonó cuando no lo merecíamos y no nos perdona por lo que hagamos, sino por amor así mismo.
IV. Desecha la enfermedad – sufrimiento (v.10b) (…ni la enfermedad en tu cuerpo: ¡juventud y cabellos negros son traicioneros!)
La OMS, define a la enfermedad como la ausencia de la salud y a la misma como ausencia de enfermedad. La aparición de cualquier fenómeno que altere nuestra salud debe ser considerado de cuidado, sin embargo durante la juventud, la enfermedad no juega un papel decisivo en la mayoría de las personas jóvenes; es más los cuidados para mantener esta salud son escasos o nulos, pues consideramos que siempre mantendremos este igor y salud, sin darnos cuenta que la juventud es pasajera.
Existen muchas formas de enfermarse pero solo un elemento se encuentra en casi todas las enfermedades: El descuido, por descuido las ETS, drogadicción, tabaquismo, alcoholismo, problemas nerviosos (SSA en Ginebra dijo que los problemas mentales han aumentado en jóvenes en México) y por descuido cuando avanzan los años vemos los resultados del descuido de nuestros cuerpos, por ejemplo: infartos por excesivo consumo de grasas, etc. Y todas estas situaciones acarrean sufrimiento y dolor. No es el plan de Dios que vivamos así, el quiere que sea en la etapa de nuestra juventud cuando tomemos estas decisiones que pueden cambiar nuestro nivel de vida a uno de calidad y felicidad.
Conclusión
En la catedral de San Patricio en Nueva York, se encontró el cuerpo muerto de un mendigo, pero en el interior de sus bolsillos se encontraron estados de cuenta bancario con suficiente dinero para solventar las necesidades de ese hombre para toda su vida; mucho se hablo de mendigo millonario, nadie supo porque no hizo uso de estos recursos para vivir mejor. Así muchos seres humanos viven mendigando en la vida y viviendo como este hombre cuando en su interior Dios ha colocado los recursos necesarios para vivir una vida feliz y plena.
Dios en su infinita misericordia se ha revelado a todos en la persona de Jesucristo y en él Dios nos da todas cosas para encontrar la verdadera felicidad. Joven acércate a Jesús y él hará en ti una vida maravillosa.
Fuente: www.centraldesermones.com