Predicas Cristianas | Estudios Biblicos
PRÁCTICAS CON LAS QUE LA SOCIEDAD ACTUAL APRENDIÓ A CONVIVIR, PERO QUE DIOS SIEMPRE REPROBARÁ
Isaías 5:20
El mundo de hoy ha recibido los resultados de grandes avances científicos y tecnológicos. Todos nos hemos beneficiado de contar con inventos que facilitan muchas labores diarias y se percibe un aire de comodidad entre la gente, pues actividades como comunicarse y desplazarse de un lugar a otro nunca habían sido tan fáciles.
Pero estas cosas no llegan solas. La forma de pensar, las filosofías, creencias, etc. También sufren modificaciones que, si bien no son necesariamente el resultado de los avances arriba mencionados, tampoco significa que todo lo nuevo sea mejor.
Entonces, la sociedad actual en general ha mudado su perspectiva frente a asuntos relacionados con la moral, pasando de respetarlos a considerarlos ‘conceptos pasados de moda’ o simplemente religiosidad y fanatismo.
Veamos algunos de ellos y comparémoslos con el pensamiento de Dios:
I. Las relaciones íntimas. Gálatas 5:19
A. Matrimonio vs. Sexo para todos
Dios estableció el matrimonio y dentro de las facultades que se poseen al estar casado está el sexo aprobado por Dios. Es el único escenario en el cual Él aprueba esta práctica exclusiva para marido y mujer. Aquí no hay nada más que agregar, esta es la posición de Dios y es innegociable.
¿Pero qué dice la sociedad actual?
En síntesis, reprueba totalmente la posición divina, y la califica de retrógrada, sin sentido, ridícula y abolida. ‘¿Cómo es posible que no se pueda tener intimidad con alguien a quien tanto amo?’ es una de las preguntas con las que se pretende descartar lo que Dios piensa. De allí, pues tristemente ya el sexo no es visto como el regalo de Dios para los casados, sino como algo que está al alcance de todos. Ya una relación de noviazgo involucra sexo y es visto como algo absolutamente normal; los encuentros casuales pueden contener sexo y nadie lo ve mal, los niños y adolescentes inician su vida sexual a los 11, 12 años y son aplaudidos. Las diferencias son claras.
B. Fidelidad vs. Relaciones abiertas. I Tesalonicenses 4:3-5.
Otro ataque a la posición de Dios con respecto a las relaciones íntimas y necesariamente entonces contra el matrimonio, es el tener más de una pareja sexual a lo largo de la vida. El mundo secular le llama ‘libertad’. Se ha llegado a decir que incluso es ‘necesario’ involucrarse sexualmente con más de una persona y que además es emocionalmente ‘saludable’.
La degradación del pensamiento de la sociedad actual es tal que, una pareja de esposos pueden pactar infidelidades y aparentemente no pasa nada, lo quieren volver algo normal también. Pero, ¿qué piensa Dios? Como se menciona en el pasaje de Tesalonicenses, lo que Él quiere es que tengamos a nuestro cónyuge en santidad y honor, no puede haber adulterio si se quiere agradar a Dios. No hay acuerdo entre esposos para infidelidad que valga, no hay excepciones a lo establecido. Recuerde que Dios NUNCA negocia sus principios.
II. Los negocios y el manejo del dinero. Levítico 19:35-36.
A. Honestidad vs. ‘astucia’
Dios enseñó la honestidad y la justicia, Él no se agrada ni ve con buenos ojos todo aquello que sea diferente a la rectitud. No obstante, para la sociedad moderna, las trampas y las artimañas para sacar ventajas y perjudicar a la otra parte, son solo ‘astucia’ y ‘habilidad’ del negociante.
B. El bien común vs. El bien individual
Si hay algo que padecen muchas naciones es la corrupción de sus gobernantes. Muchos de ellos son cegados por la avaricia y no les importa su gente con tal de llenar sus bolsillos. Proverbios 29:2 dice que “cuando domina (gobierna) el impío, el pueblo gime.”
III. Cuando las autoridades dejan de ser vistas como tal. Romanos 13:1.
Dios estableció las autoridades que tenemos y les dio la responsabilidad de guiar, corregir y enderezar. Con el tiempo ya estas autoridades han dejado de ser vistas con respeto y ahora se les desafía.
A. Los padres. Colosenses 3:20.
Los padres son la autoridad en el hogar, pero muchos hijos optan por desafiar esa autoridad y rebelarse. Se dice en términos actuales que ‘ellos quieren alzar vuelo por su propia cuenta’, que ‘no se les puede castigar porque esto vulnera sus derechos’, etc. ¿Acaso la corrección no fue establecida por Dios? (Proverbios 22:15) ¿No es la corrección necesaria para apartarnos del mal camino?
B. Los maestros
Los maestros en los colegios, escuelas, academias y universidades también padecen por culpa de la rebeldía de los jóvenes.
En años anteriores, se debía mostrar sumo respeto a los educadores. Hoy, algunos están separados de sus estudiantes por barras metálicas, para evitar que los agredan.
C. La ley
Las violaciones a la ley son la cúspide de lo que inicia en la casa. Si no se permite la corrección en el hogar, la persona no admitirá tampoco que se le corrija fuera de ella.
IV. El ‘tercer sexo’. Romanos 1:26-27.
A. ¿Derecho o condena?
Si hay un tema espinoso es el de la homosexualidad. Y no lo es porque no haya claridad en la palabra de Dios al respecto, sino porque ahora lo que Dios llamó impuro la sociedad actual lo llama derecho, y esto conlleva a que haya protección para las personas que quieran practicar el homosexualismo al punto de que hablar al respecto de forma reprobatoria puede ser ilegal.
Pero como dijeron Pedro y Juan ante el concilio en Hechos 4, “juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios.” La palabra de Dios es clara y no tiene atajos.
B. ¿Homofobia o advertencia?
Una mentira que se volvió pretexto es el hecho de que predicar la verdad con respecto al homosexualismo equivalga a homofobia. Falso. Si fuese cierto eso, entonces el predicar contra el robo, la fornicación, la embriaguez, etc. Nos haría tener fobia a los ladrones, fornicarios y a los que se embriagan. Dios ama al pecador pero detesta al pecado, de hecho Jesús dio su vida por los pecadores (Romanos 5:8).
Por tanto, Dios no acepta la práctica pecaminosa pero está siempre dispuesto a perdonar al pecador.
Entre más se aleje la sociedad de Dios, más admitirá lo que él reprueba. La famosa frase vox populi vox Dei (la voz del pueblo es la voz de Dios) es un invento barato para tratar de coaccionar a las minorías. Lo que Dios estableció en su palabra, esa es su voz, y si su voz está contra el pecado, entonces esa es la verdad.
Debemos estar firmes en Jesús y no dejarnos llevar por las corrientes de la sociedad actual. No podemos llamar bueno a lo que Dios llama malo, ni malo a lo que Él llama bueno.
Mientras haya vida hay esperanza, esperanza que tienen aun los que detestan los principios divinos. Hay tiempo para el arrepentimiento, es mejor aprovecharlo.