Me voy a pescar

Por: pastor Daniel Brito

TEXTO: Juan 21:1-14

TITULO: Me voy a pescar

INTRODUCCIÓN: En esta mañana estaremos continuando nuestro estudio del Evangelio de Juan, y estaremos llegando casi al final de nuestro Evangelio. Las enseñanzas hermosas encontradas en este Evangelios son un tesoro llenos de Palabra Viva Inspirada por el Espíritu Santo. Antes de seguir, debemos observar que los capítulos y versículos encontrados en la Biblia, no son original al Texto Sagrado, sino que fueron agregados siglos después. Digo eso por la sencilla razón que el último verso del capítulo 20, es muy importante, y parece concluir el libro pero no lo hace. De ahí brinca al capítulo 21, verso 1, pero debemos tener el 20:31 en mente: “Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.” Es así como comenzamos nuestra lección.

1.    Después de la gran aparición. — Es en el capítulo 20, donde nuestro SEÑOR se les aparece a todos los apóstoles reunidos, incluyendo a Tomás que había dudado, y había podido poner sus dedos en los hoyos de Sus Manos y Su Costado, y donde nuestro Salvador les había soplado para que recibieran el Espíritu Santo, que como estuve diciendo anteriormente, tiene que haber sido el Nuevo Nacimiento soplado en sus vidas.

a.    Pero ellos habían recibido orden por parte de nuestro SEÑOR que no se fueran de Jerusalén, hasta que fueran investidos de poder de la Alto. Lucas 24:49 dice:

i.    “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.”

2.    Junto al lago de Tiberíades. — Ellos estaban en Galilea, donde conocían muy bien su oficio, y entonces fueron a pescar al lago de Tiberíades, o Tiberias, nombrado así en honor a Tiberio César, por Herodes el Grande. Este lago también era conocido como el Mar de Galilea, y también el lago de Genesaret.

a.    ¿Quienes estaban? Encontramos según el Texto Sagrado, que habían siete de los once apóstoles ahí, incluyendo a Tomás que ahora se ha apegado a Pedro y a Juan.

i.    Simón Pedro.

ii.    Tomas (dídimo o gemelo).

iii.    Los hijos de Zebedeo:

(1)    Juan.

(2)    Jacobo.

iv.    Natanael que sin duda alguna era el Bartolomé de los sinópticos.

v.    Otros dos que Juan no menciona por nombre.

b.    No sabemos por qué razón habían siete y no los once. En las apariciones de nuestro Salvador a sus discípulos, encontramos que no siempre estaban juntos. También debemos recordar que no todos eran pescadores, y la necesidad de ganarse la vida, no la encontrarían en un oficio que desconocían.

3.    ¡Me voy a Pescar! — Es lo que el apóstol Pedro les dice a los demás, a lo que ellos responden: “ —Nos vamos contigo —contestaron ellos.”  Una vez más podemos encontrar a Pedro como el líder impulsivo que hace decisiones y los demás lo siguen.

a.    No había nada malo en esa decisión, el oficio de pescador era y es un oficio honroso, y en realidad, el estar ocioso no es bueno. Cuanto daño a hecho a nuestra sociedad el tener tanta gente ociosa, que depende de la ayuda del gobierno para su diario vivir. Es importante reconocer que hay veces cuando las personas necesitan ayuda social del gobierno por falta de trabajo, pero nunca debe ocupar el puesto individual de todo padre de familia de trabajar con sus manos y proveer para los suyos.

b.    Siendo que no sabemos el tiempo transcurrido con el capítulo anterior, es probable que los apóstoles se sintieran ansiosos y desanimados al estar esperando esa visitación del Espíritu Santo que JESUCRISTO les había dicho. Cuantas veces se hace tan largo el esperar algo de parte de Dios. Nosotros los seres humanos somos impacientes, y a veces queremos las cosas que sean ahora mismo.

i.    Pero también es muy posible que Pedro todavía sintiera culpabilidad por haber negado al SEÑOR tres veces, aunque no hay duda que se había arrepentido.

ii.    Es en esos momentos de inseguridad por el futuro, es que Pedro decide que hay algo que él bien sabe hacer, y es pescar.

c.    El oficio de pescador es uno que demanda mucha paciencia. El pescador puede estar horas sin pescar nada durante la noche, y todo creyente que es llamado a servir a nuestro SEÑOR en el ministerio, debe entender que se tiene que tener mucha paciencia para poder servir a Dios.

d.    No debemos olvidar las grandes lecciones que encontramos en el Texto Sagrado, y que los discípulos de JESÚS fueron testigos oculares. Fueron lecciones para ellos, y lo son para nosotros también.

4.    Sin haber pescado nada. — Habiendo pasado toda la noche pescando sin haber pescado nada, ellos escuchan la voz del SEÑOR JESÚS, a la que ellos no reconocen que les dice: “Muchachos, ¿no tienen algo de comer? —les preguntó Jesús.”  A lo que ellos respondieron que no. El Texto Sagrado nos dice que estaba amaneciendo, y JESÚS se había hecho presente en la orilla, pero ellos no lo reconocieron.

a.    Nuestro SEÑOR tenía un Cuerpo Glorificado, y parece ser que aunque era el mismo Cuerpo Resucitado, no era el mismo, por la sencilla razón que había sido Glorificado.

i.    Nosotros también tendremos un cuerpo glorificado que será el mismo, y al mismo tiempo no lo será.

(1)    No será igual, por la sencilla razón que es glorificado, y es incorruptible.

(2)    Lo que era feo, ahora es bonito.

(3)    Lo que estaba arrugado, ahora no tiene arrugas.

b.    El SEÑOR les dice: “Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo.”

i.    Ellos obedecieron y dice el Texto Sagrado: “Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.”

c.    En ese momento el apóstol Juan, el primero en creer que JESUCRISTO había Resucitado de entre los muertos al entrar en la tumba vacía, dice: ¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba.

d.    En ese momento seguramente que ellos se acordaron que unos tres o cuatro años atrás, habían tenido una experiencia parecida con su Maestro que les había demostrado ser el CRISTO.

i.    Lucas 5:4-10 dice: “Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón:  —Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar. 5 —Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada —le contestó Simón—. Pero como tú me lo mandas, echaré las redes. 6 Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían.7 Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse. 8 Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:  —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! 9 Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho,10 como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón.   —No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le dijo Jesús a Simón. 11 Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.”

ii.    En ese momento Pedro se vio como TODOS nosotros nos vemos delante de DIOS: desnudos y pecadores.

(1)    Pedro sabía muy bien que estaba delante del HIJO DE DIOS en ese momento.

e.    El SEÑOR JESÚS le dice a Pedro que desde ese momento, sería PESCADOR de Hombres.

i.    En esta segunda Pesca Milagrosa, nuestro SEÑOR le está mostrando a Pedro y a los demás que ese llamado original, seguía en pie.

ii.    Les estaba demostrando la realidad de Su Resurrección y, de la Misión encomendada que les estaba esperando.

5.     Pedro se tira al agua. — Es el apóstol Juan el que reconoció al SEÑOR, pero una vez más es Pedro el que se pone su ropa exterior y se tira al agua para llegar más rápido a donde El SEÑOR estaba.

a.    Los otros discípulos lo siguieron en la barca, eso es porque estaban bien cerca de la orilla con barcas pequeñas.

6.    El SEÑOR les hace de comer. — Al desembarcar se dieron cuenta que JESÚS tenía un pescado encima de las brasas y un pan.

a.    Cuanto tienen que haberse acordado de las DOS veces que JESUCRISTO alimentó a los cinco mil hombres, y después a los cuatro mil hombres con los mismo: PESCADO Y PAN.

b.    En la primer pesca milagrosa, JESUCRISTO les había pedido prestado la barca para Él poder predicar adentro de ella, y después de haber terminado, les dijo que echaran para adentro del mar y tiraran las redes. Ellos también habían estado pescando TODA la noche sin tener éxito.

i.    El SEÑOR JESÚS les había premiado o mejor dicho, bendecido por dejarlo usar la barca de ellos.

(1)    En el pasado he mencionado como Dios nos bendice cuando ponemos lo nuestro a Su disposición.

(a)    Una casa para dar Cultos de Hogar.

(b)    Un automóvil para llevar a alguien a la Iglesia.

(c)    Instrumentos de música para el uso del SEÑOR.

(d)    La lista claramente que se hace extensa.

c.    En los OTROS milagros de alimentar les estaba probando a TODOS que Él era el Hijo de Dios, y que Él es el Buen Pastor, y el que Sustenta a los Suyos sin dejarlos pasar hambre.

d.    Debemos recordar que Dios es nuestro SUSTENTADOR así como lo fue de Israel. El Salmo 78 es digno de leer y recordar las maravillas que Dios hizo a Israel, y como aun así ellos se quejaron y murmuraron contra Dios.

i.    “Murmuraron contra Dios, y aun dijeron: «¿Podrá Dios tendernos una mesa en el desierto?” (Salmo 78:19).

e.    Pero el SEÑOR JESÚS les había tendido una mesa en la orilla del Mar de Galilea, así como había alimentado las dos veces a miles de personas.

f.    También debemos recordar que aquí encontramos un parecido a la Gran Cena de las Bodas del Cordero.

i.    “Después oí voces como el rumor de una inmensa multitud, como el estruendo de una catarata y como el retumbar de potentes truenos, que exclamaban: «¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. 7 ¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado, 8 y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente.» (El lino fino representa las acciones justas de los santos.) 9 El ángel me dijo: «Escribe: “¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!” » Y añadió: «Estas son las palabras verdaderas de Dios.”

7.    Ellos sabían que era JESÚS. — No había ninguna duda que con esa experiencia ellos estaban seguros una vez más que estaban delante del mismo HIJO DE DIOS.

a.    Los peces que habían pescado eran 153 en total. Esa cifra es dada con mucho cuidado por el apóstol Juan, pero no sabemos el significado de la cifra exacta, pero sí podemos estar seguros que era una cifra alta para poder vender los pescados, y así alimentar a sus familias.

i.    Con eso, podemos ver una vez más que DIOS tiene cuidado de los SUYOS.

b.    El Texto Sagrado nos dice que esta era la tercera vez que se les había aparecido. No sabemos donde JESÚS estaba durante el tiempo que no se les apareció. El tiempo de terminar Su Ministerio en la Tierra y así comenzar El Espíritu Santo Su Obra con la Iglesia, todavía no había llegado, puesto que fueron 40 días que pasaron después de Su Resurrección Corporal. Pero lo que sí sabemos, es que JESUCRISTO se apareció a sus apóstoles, y aun a más de quinientas personas, probando que Él es el CRISTO, el Hijo de Dios, que murió por los pecadores, y resucitó al tercer día.

c.    Hermano y hermana, ¿estas afanado en esta mañana? ¿Estas desanimado en esta mañana? Estas lecciones nos muestran que DIOS tiene cuidado de los SUYOS.

CONCLUSIÓN:

¿Le has entregado tu vida a JESUCRISTO? ¿Te has arrepentido de tus pecados? El SEÑOR JESUCRISTO te llama a Su Redil.

*Toda referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.

**Este sermón fue predicado el 13 de Julio, 2008.