La Intercesión del ESPÍRITU SANTO

Por: pastor Daniel Brito

Título: La Intercesión del ESPÍRITU SANTO

Texto: (Romanos 8:26-27) «Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los *creyentes conforme a la voluntad de Dios.»

Introducción

Seguimos con el tema de la lección pasada sobre el ESPÍRITU SANTO. Trataremos los siguientes puntos:

A. El Consolador

B. Nuestra debilidad

C. Cuando no sabemos qué pedir

D. Él guía nuestras vidas

E. Una Pregunta

Lección

  1. El Consolador. – En esta gran Epístola Doctrinal, el apóstol Pablo dedica ahora nuestro capítulo para hablar de la Obra del ESPÍRITU SANTO en la vida del creyente.

    1. Es importante notar que la vida Cristiana está llena de Promesas encontradas en la Palabra de Dios. Entre esas Promesas, se encuentra la Venida del ESPÍRITU SANTO sobre los creyentes, como estuvimos estudiando en nuestra lección pasada.

    1. El SEÑOR JESÚS prometió que Él no nos iba a dejar solos, sino que iba a enviarnos a OTRO Consolador para guiar nuestras vidas.

      1. (Juan 14:16-18) «Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro *Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará[c] en ustedes. 18 No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.»

    1. Noten qué es OTRO Consolador porque el SEÑOR JESÚS es el PRIMER Consolador, quien intercede por nosotros en el Cielo, mientras que el ESPÍRITU SANTO intercede por nosotros aquí en nuestras vidas.

      1. (1 Juan 2:1) «Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un *intercesor, a *Jesucristo, el Justo.»

    1. Al ser OTRO Consolador, debemos notar que el ESPÍRITU SANTO es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. O sea, es DIOS mismo INTERCEDIENDO “en” y “por” nuestras vidas.

  1. Nuestra debilidad. – (Romanos 8:26-27) «Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los *creyentes conforme a la voluntad de Dios.»

    1. El Texto habla de “nuestra debilidad”, o sea, aquellas aflicciones, debilidades y tentaciones que afligen la vida de todo creyente. La vida del ser humano es “débil” y es “frágil”, pero el ESPÍRITU SANTO ayuda a cada creyente en medio de esa “debilidad” y de esas aflicciones que acechan nuestras vidas.

    1. Podemos decir que cuando el creyente decide “orar”, su carga se aliviana, porque recibe la ayuda del ESPÍRITU SANTO.

  1. Cuando no sabemos qué pedir. – Son muchas las veces que el creyente no sabe qué decir o pedir en oración. Eso es parte de nuestra debilidad, porque para el ser humano que no conoce su futuro “inmediato”, la vida a veces no tiene sentido.

    1. Lo mismo podemos decir cuando estamos pasando por vicisitudes, y no sabemos por donde encontrar la salida. Pero es en medio de esa falta de palabras, cuando podemos depender de la ayuda del ESPÍRITU SANTO quien conoce nuestros corazones, y sabe cuál es la VOLUNTAD de DIOS para nuestras vidas.

    1. También debemos notar que los deseos del ser humanos están en las cosas materiales que son perecederas, y no siempre convienen cuando están en nuestros planes. Por eso necesitamos la ayuda del ESPÍRITU SANTO para hacer buenas decisiones.

      1. (Romanos 8:26-27) «Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los *creyentes conforme a la voluntad de Dios.»

    1. Esas son las oraciones que a veces no tienen sentido porque son solamente gemidos que salen de nuestras vidas por falta de palabras. Sin embargo, el ESPÍRITU SANTO nos ayuda en medio de esos mismos gemidos INTERCEDIENDO por nosotros, sabiendo Él cuál es la Voluntad de DIOS.

  1. Él guía nuestras vidas. – (Romanos 8:14) «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.»

    1. Noten que todo creyente es hijo/a de DIOS, y como hijo/a de DIOS, es guiado por el ESPÍRITU SANTO. Eso nos muestra un SOMETIMIENTO a la VOLUNTAD de DIOS por parte de aquellos que son HIJOS DE DIOS. Por eso el SEÑOR JESÚS dijo solamente unas horas antes de ir a la Cruz del Calvario:

      1. (Juan 14:26) «Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.»

    1. El ESPÍRITU SANTO guía al creyente a la VERDAD, nunca al ERROR, y le recuerda al creyente lo que la Palabra de Dios dice.

    1. Debemos recordar que quienes no quieren someterse a la VOLUNTAD de DIOS, o a ser GUIADOS por el ESPÍRITU SANTO, no son hijos/as de DIOS.

  1. Una Pregunta. – Para concluir nuestra lección, debemos preguntar si usted ya ha entregado su vida al Salvador del mundo. Nadie puede tener al mismo DIOS habitando y guiando su vida, si todavía no se ha convertido y entregado su vida al SEÑOR JESUCRISTO.

Conclusión

Oremos….

*Toda referencia Bíblica ha sido tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.