Bernardo Campos
Gracias al conocimiento acumulado de muchos ministros de Dios, entre hombres y mujeres, se ha podido establecer lo que podríamos llamar una metodología seguida en la guerra espiritual y que se presenta como estrategia y táctica de guerra.
Estrategias y tácticas de guerra
Gracias al conocimiento acumulado de muchos ministros de Dios, entre hombres y mujeres, se ha podido establecer lo que podríamos llamar una metodología seguida en la guerra espiritual y que se presenta como estrategia y táctica de guerra.
Un paso previo a cualquier guerra espiritual es la sanidad interior del guerrero. Es necesario que el guerrero se prepare espiritualmente y se santifique para la guerra.
Este, para poder derribar fortalezas del enemigo levantadas en la ciudad, debe primero derribar las fortalezas interiores que batallan contra el alma. La soberbia, el orgullo, la vanidad, la ambición de poder, por ejemplo, son ataduras de las cuales el propio ministro debe librarse por la oración antes de poder guerrear.
El primer momento de la GE es la investigación. Mediante este procedimiento un grupo de creyentes realizan un trabajo previo de investigación histórica, antropológico-cultural y demográfica sobre la ciudad en la cual van a desarrollar una guerra espiritual.
Este procedimiento está orientado a identificar objetivamente mediante el análisis de documentos y de monumentos la historia anterior de la ciudad, sus costumbres ancestrales, generalmente supersticiosas y entregadas a la magia o a la hechicería (chamanismo) y a determinar mediante estudios demográficos el tipo de población residente en el lugar.
La sospecha básica aquí es que los inmigrantes que han poblado un lugar, han traído costumbres antiguas que podrían ser la explicación de las actuales perversiones de las normas de comportamiento socialmente aceptadas por la población y tenidas como folklore o tenidas hasta por buena tradición.
Los investigadores, que son los que se especializan en este trabajo de gabinete y de campo, llegan a descubrir por la lectura de estudios arqueológicos y por implicación de constantes en los patrones de conductas desviadas, lo que podría ser el tipo de espíritu territorial que reside en esta o aquella ciudad.
La aplicación de este procedimiento de los GE en Occidente, sobre todo allí donde todavía perviven religiones ancestrales, ha llevado a los GE a señalar que determinados espíritus territoriales están inmediatamente ligados a religiones primitivas.
Muchos de los actuales traumas colectivos, podrían tener, según ellos, una explicación de este tipo y por tanto, la solución a «esos males» no pasaría ni por la cultura ni por la política o la economía, sino por librarse una GE.
El segundo momento es la intercesión. Hay naturalmente distintos tipos de oración intercesora, como Cindy Jacobs las describe, pero la idea básica es discernir espiritualmente cuáles son las «puertas» usadas por Satanás, cuáles «potestades» y «fortalezas» influyen sobre las redes sociales hasta llegar, incluso, a conocerlos por sus nombres, de modo de poder expulsarlos a cada uno nombre por nombre.
Conocer el nombre de alguien según una antigua tradición es tener poder sobre esa persona. Dar nombre a algo, es como crearlo. Por tanto llamar a los demonios por su nombre es importante porque se tiene control sobre ellos.
El tercer momento es el «mapeo o cartografía espiritual». Este procedimiento consiste en «peinar la ciudad» para descubrir donde se sitúan las potestades, cómo se manifiestan en los útiles de cultura, qué expresiones toman en las costumbres del pueblo o ciudad. Así por ejemplo, caminando físicamente por la ciudad uno se da cuenta de cuántos lugares de perdición existen en la zona tan visiblemente que ya hasta ni llama la atención a sus moradores, pero que los mantiene cautivos.
La «cartografía espiritual» permite tres cosas: una locación de las potestades, una determinación de las macro-tendencias de los focos de perdición, porque a veces existen conexiones de tipos de vicios entre zona y zona, entre ciudades y entre regiones, y una posesión de la ciudad por el GE porque según la promesa bíblica «todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro».
El cuarto momento es la «guerra espiritual propiamente dicha». También se la conoce con el nombre de «Victoria» espiritual, porque habiendo Cristo vencido a Satanás en la Cruz, la guerra ya no es propiamente guerra, sino una victoria espiritual sobre el maligno.
Se trata, visto de otro modo, de una cosecha y no de una siembra porque como dice la Escritura «los campos están listos para la siega» y «el hacha está puesta a la raíz de los árboles».
En otras palabras el juicio de Dios sobre la tierra, ha comenzado. La GE se realiza mediante «Campañas de Oración de Guerra» y mediante la «Liberación de Demonios» en las casas, en el barrio, sobre monumentos «paganos» y aún sobre los templos.
Sólo después de estos pasos, es posible realizar la obra misionera con gran fruto. Los GE manifiestan que después de una GE todo el trabajo de evangelización es sencillo y no hay oposición que sea eficaz. Las personas vienen solas en busca de liberación y salvación.
Hasta aquí la teoría de la guerra espiritual, tal como es sustentada por quienes la formulan.
III. HACIA UNA EVALUACIÓN DE LA TEORÍA DE LA GUERRA ESPIRITUAL
Resta por discutir la validez de la propuesta para la vida de la iglesia, para la cultura, y para la teología y la misionología específicamente.
1. La Teoría de la GE es una ampliación de la teoría del iglecrecimiento. Por lo tanto mucho de sus postulados y sus preconcepciones están matizados por los objetivos fundamentales de esta escuela, cual es la búsqueda de resultados.
El eficientismo que estuvo detrás de las aplicaciones de las técnicas cuantitativas, está siendo ahora superado mediante el estudio de casos, y el recojo de los datos de la antropología cultural. Ojalá que la búsqueda de conocimientos de estas realidades, anteriormente obviadas por las ciencias, lleve a estudios cualitativos que enriquezcan tanto el campo de la misionología como el de las propias ciencias sociales.
2. La teoría de la GE ha mostrado ser eficaz en el desarrollo de una demonología. La dogmática contemporánea había concentrado su atención en la eclesiología y la escatología, después de la teología política y la teología de la esperanza. La propia teología latinoamericana, que redescubrió la espiritualidad en los últimos años, no llegó a dimensionar con cabalidad este campo del espíritu. Apenas si insinuó una presencia demoníaca en el presente sistema socio- económico, pero el no poder llegar a creer desde la fe en la presencia real de estas entidades, metaforizó el concepto dejándolo sólo en el umbral de la protesta simbólica, pero sin la fuerza espiritual del mismo.
La teoría de la GE nos está obligando a un retorno a la antropología, pero releída a la luz de la doctrina de la creación. Ya Paul Tillich en su Teología Sistemática nos había acostumbrado a una interpretación filosófica de la demonología, en relación con la heterodoxia, como desviación de «aquello que nos concierne últimamente», pero nos dejó en la penumbra de la «ambigüedad» de la religión.
El mismo Bultmann nos invitó a releer la mitología, pero el desafío de la desmitologización perdió de vista la riqueza del concepto de lo demoníaco en su dimensión antropológica social. La teoría de la GE, en cambio, significa un avance en la materia.
No obstante para que sea eficaz, deberá abundar más en las limitaciones del dominio del demonio sobre la creación que ha sido y está siendo redimida por Cristo. Es importante releer el poder de los demonios también a la luz de la depredación y destrucción de los ecosistemas de nuestro planeta, cuidando en todo momento de no sobrecargar la realidad demoníaca por sobre el poder y la gloria de Dios.
3. La teoría de la GE no puede reducirse a una técnica religiosa, porque caería en la magia
Aunque varios de los mentores de la GE señalan que se trata de una técnica —que lo es— deben tener cuidado en no mostrarla solamente como una técnica, porque la tecnología invita a la manipulación.
El terreno en que se mueve la GE es un terreno resbaladizo a los que no están preparados para ello, porque pueden deslizarse elementos o prácticas propiamente usadas en las culturas primitivas por magos y shamanes. ¿Cuál sería la diferencia entre magia y religión?