Juan 1:1 y Génesis 1:1 desde la Teología del Principio

La Teología del Principio, al interpretar textos fundamentales como Juan 1:1 y Génesis 1:1, busca explorar y entender las declaraciones sobre el origen y la naturaleza de Dios y el universo. Estos dos versículos son especialmente significativos en esta área de estudio.

  1. Génesis 1:1 – «En el principio creó Dios los cielos y la tierra»:
    • Teología del Principio en Génesis: Este versículo es el punto de partida de la Biblia y establece a Dios como el creador absoluto y trascendente. En la Teología del Principio, este texto es fundamental para entender la acción de Dios como la causa primera y no causada del universo.
    • Relación con la Cosmología y la Creación: Génesis 1:1 es interpretado no solo en un sentido teológico, sino también en diálogo con las ciencias, como la cosmología, buscando una comprensión integrada de la creación.
  2. Juan 1:1 – «En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios»:
    • Teología del Principio en Juan: Este versículo introduce la idea del «Logos» (Verbo) como una manifestación preexistente y divina que se hizo carne en Jesucristo. Es un texto clave para entender la naturaleza de Cristo en relación con Dios, destacando tanto su unidad con Dios como su distinción.
    • Cristología y Creación: En la Teología del Principio, Juan 1:1 puede interpretarse como un vínculo entre la creación y la redención, indicando que el mismo «Logos» que estaba en el principio con Dios, es instrumental en la obra redentora de Dios a través de Jesucristo.

La interpretación de estos versículos en la Teología del Principio conlleva una reflexión profunda sobre la naturaleza de Dios, la creación, y el propósito de la encarnación. Juan 1:1 y Génesis 1:1 juntos proporcionan una visión completa que abarca desde el acto de la creación hasta la revelación y redención en Cristo, destacando temas como la trascendencia e inmanencia de Dios, la unidad y diversidad dentro de la Divinidad, y la relación entre la creación y la salvación.

Ambos textos, aunque distintos en su enfoque y contexto, contribuyen a una comprensión teológica integral del principio y propósito de todo lo existente según la perspectiva judeocristiana.