Javier Vásquez Valencia
Al partir Agar con su hijo y andar errante por el desierto, al faltarle el agua y ya desfalleciente, coloco a su hijo bajo un arbusto y se sentó a distancia para no verle morir, pues por la deshidratación las fuerzas ya les faltaban.
«Jesús Fuente de Agua Viva» (Evangelio según San Juan 4:13-14) «13.- Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14.- mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendra sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.»
El tema que el Señor me ha entregado para todos Uds. por intermedio de su Santo Espíritu, se titula «Jesús fuente de Agua Viva», y proviene de una conversación que Jesús tuvo con la mujer samaritana y que es descrita en el Evangelio según San Juan Capitulo 4 versos 13 y 14.
Con el objeto de poder apreciar la necesidad del agua natural para el cuerpo humano, quisiera entregarles algunos datos de interés sobre el particular, para luego, en el desarrollo del estudio bíblico, compararlos con el agua viva y su importancia para la vida del cristiano.
El agua es el componente principal de los seres vivos. De hecho, se puede vivir meses sin alimento, pero solo se sobrevive unos pocos días sin agua. El cuerpo humano tiene un 75% de agua al nacer y cerca de un 60% en la edad adulta, aproximadamente el 60% de esta agua se encuentra en el interior de las células.
El resto es la que circula en la sangre y baña los tejidos. En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten están vivos. Esto se debe a que las enzimas, que son agentes proteicos que intervienen en la transformación de las sustancias utilizadas para la obtención de energía, necesitan de un medio acuoso para que su estructura tridimensional, adopte una forma activa.
El agua es el medio por el cual se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta el oxigeno y los nutrientes a nuestros tejidos. El agua también es la encargada de retirar de nuestro cuerpo los residuos y productos de desecho del metabolismo celular.
Por ultimo, gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada.
El agua producida en la respiración de las células se llama agua metabólica y es fundamental para los animales adaptados a condiciones desérticas. Si los camellos pueden aguantar meses sin beber, es porque utilizan el agua producida al quemar la grasa acumulada en sus jorobas.
Por ello es importante entonces, consumir una cantidad suficiente de agua para el correcto funcionamiento de los procesos de asimilación y, sobre todo, para la eliminación de los residuos del metabolismo celular. Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los cuales, la mitad aproximadamente los obtenemos de los alimentos, y la otra mitad, debemos conseguirla bebiendo.
Ahora bien queridos pastores, haciendo un paralelo entre el agua natural y el agua viva, el cristiano para poder sobrevivir espiritualmente necesita, de esta agua que se ofrece gratuitamente.
Los hijos de Dios hemos nacido para una nueva vida (Juan 3:3; Efesios 2:5). Jesús dijo, referente a esto «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia». (Juan 10:10)
Esta agua viva nutre la vida espiritual del creyente (Juan 4:14), lo que nos da la fuerza espiritual y la sabia bendita del Señor que nos hace estar pegados a la vid verdadera. (Juan 15:5; Efesios 2:12-13). También el agua viva permite, al estar en comunión con Cristo, que salga de este cuerpo espiritual, todo aquel material de desecho que empaña la gloria de Dios(Efesios 3:17-32) y que hace que estemos sanos espiritualmente.
Por ello entonces, y en razón de lo que veremos en los capítulos siguientes, los invito en el nombre del Señor, a recorrer las paginas de este Estudio para sacar el provecho espiritual, a la luz de la Palabra del Señor y la inspiración, conocimiento, sabiduría y gracia que nuestro Dios les dé a cada una de ustedes.
AGAR E ISMAEL
En el Antiguo Testamento, en el libro de Génesis capitulo 21, encontramos que Sara, la esposa de Abraham, pide a su marido que eche de su casa a Agar la esclava con su hijo Ismael, pues este ultimo se burlaba de su hijo Isaac (21:9-10).
Nosotros conocemos el relato de las Sagradas Escrituras y el porque siendo estéril Sara (Gen. 11:30), permitió que Abraham concibiera un hijo con la esclava Agar a fin de que hubiese descendencia (Gen. 16:1,2,3). Alguien dirá: ¿ Porqué tenían mas de una mujer estos caballeros, siendo hombres santos? Resulta que en esos tiempos existía el sistema patriarcal, o sistema de familia el cual era permitido por Dios.
Sin embargo, en la nueva dispensación, en el nuevo orden establecido por Cristo, el hombre será marido de una sola mujer( 1a. Tim. 3:2,12). La Biblia llama «tutor» a la ley antigua y era solamente una lista de sentencias (Rom. 3:19; 8:3; Gal. 2:19; Ef. 2:15; Heb. 7:19), tal como se encuentra ahora en código de procedimiento Civil. La nueva ley ahora nos encuadra dentro de los deseos de Cristo para toda persona, y nos dice en Romanos Capitulo 8 que: «La ley de vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y la muerte».
Nos dice además que no hay condenación para los que andan en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Esta ley bendita nos da la verdadera libertad Cristiana(Luc. 4:18; Jn. 8;36 Rom. 7:6; 8:21; 2a. Cor. 3:17; Gal. 5:1; Stg. 1:25)
Volviendo entonces, al tema; y habiendo concedido Dios descendencia propia a Abraham a través de Isaac, surgieron problemas de convivencia por el carácter de Ismael que siendo muchacho era fiero, y atrevido. Esta es una comparación muy apropiada para considerar a sus descendientes los árabes.
A través de los siglos han sido nómades del desierto, amantes de su libertad evitando toda sujeción, dispuestos a pelear contra cualquiera y dispuestos a lanzarse contra los incautos viajeros. A raíz de su carácter, Sara percibió que la naturaleza de Ismael no concordaba con el espíritu de fe prevaleciente en la familia, por lo que creía que los dos linajes tenían que estar marcadamente separados.
El apóstol Pablo refiriéndose a esta incidente, en Galatas 4:21-31, señala que expulsión de la esclava y su hijo es una alegoría de la enemistad entre lo que corresponde al esfuerzo de la carne y lo que viene de la gracia o la promesa.
Agar representa el sistema por el cual los hombres procuran salvarse por las obras de la ley (Rom. 3:20), y Sara representa la doctrina de la gracia. Así como era necesario que la sierva y su hijo fueran echados para dar lugar al hijo de la libre, así es necesario también desechar el sistema de las obras para poder heredar la gracia (Rom. 3:20,27; 11:6; Gal. 2:16; Ef. 2:8-9; 2a. Tim. 1:9).
Al partir Agar con su hijo y andar errante por el desierto, al faltarle el agua y ya desfalleciente, coloco a su hijo bajo un arbusto y se sentó a distancia para no verle morir, pues por la deshidratación las fuerzas ya les faltaban.
Sin embargo, el trato de Dios hacia Agar, contrasta con el que recibió de Abraham y Sara. La habían considerado solo un objeto para llevar a cabo el propósito de ellos, una mera sierva nada más. Dios en cambio, la consideraba una persona digna de su atención. Vio su angustia y envío al ángel de Jehová para consolarla y decirle que haría de Ismael una gran nación, y abriéndole los ojos, vio una fuente de agua que Dios habría provisto en el desierto para ellos, con el cual ambos saciaron su sed y pudieron salvarse.
ISRAEL EN EL DESIERTO
El pueblo de Israel, después de su liberación de Egipto, devorado por la sed en el desierto, acude a Moisés protestando como siempre por la carencia en el desierto. Con la presión del pueblo encima Moisés clama a Dios, pues existía la amenaza de ser apedreado.
Dios le responde y le dice que tome su vara y que El mismo estará delante de Moisés en Horeb y que al golpear la peña, fluirá el agua para que el pueblo pueda beber. Así lo hizo cumpliendo la órden de Dios y el agua fluyo abundantemente (Exodo 17: 1 – 7).
Posteriormente esta misma situación se vuelve a repetir en el desierto de Zin con el enojo e ira de los israelitas. Clamando una vez más a Dios, El muestra su misericordia y le ordena a Moisés que tome su vara y reúna a la gente y que le hable de la peña en vista del pueblo, y esta dará agua para ellos y sus ganados.
Moisés obedece parcialmente reuniendo al pueblo, pero en vez de hablarle de la roca, como se lo había ordenado Dios, la golpea con su vara dos veces saliendo agua en abundancia (Números 20: 1-13)
Vemos aquí, queridos Pastores, como por desobedecer la orden de Dios, el y todo el pueblo, con la excepción de Josué y Calef, no llegaron a la tierra prometida (Num. 26:65).
El apóstol Pablo, refiriéndose a esta situación declara que la roca no significaba una piedra que les siguiese en su peregrinar, en el sentido literal de la palabra. La roca denota el río que manaba de ella y que seguiría a los Israelitas.
La Roca era Cristo, en sentido que era El quien lo proveyó, y es a El a quien representa proveyendo agua a su pueblo (1a. Cor. 10:4).
Sin embargo, la referencia apunta al hecho de la preexistencia de Cristo, y al sentido de ser fuente de bendiciones para el pueblo en todo momento. Donde quiera que estuviesen los israelitas, nunca faltó la provisión. La Peña de Horeb es una figura profética de Cristo herido en el calvario, y el agua del Espíritu Santo que fue dado después que Jesús fuera crucificado y glorificado. Como Moisés tuvo que golpear la roca y el agua continuaba manando, así la ira de Dios golpeó a Cristo una vez y la corriente del Espíritu fluye aún.
Con respecto a la escasez de agua, y lo que Dios puede hacer, hasta el año 1948 el pueblo de Israel había estado disperso por todo el mundo. Estaba profetizando que Israel volvería a ser nación y que Jerusalén seria restaurada como señal de los últimos tiempos.
En ese año, la Liga de las Naciones se reunió en la Catedral Metodista en Londres y optaron por darle legalidad al pueblo de Israel, entregándoles Palestina para que estableciesen el Estado de Israel.
Mientras se desarrollaba esta situación, se levanto el Presidente de Uganda preguntando: «¿Cómo pueden los Israelitas establecerse como Estado en un territorio tan reducido, donde hay solo arena y piedras? Yo les ofrezco cinco veces más el territorio, pero en mi Nación, donde existen tierras fecundas y agua en abundancia.»
A medida que hablaba el Presidente de Uganda, empezaron a sentirse sollozos en las graderías. Extrañado el Presidente Ugandés pregunto: ¿Porque lloran los judíos?. Entonces uno de ellos se levantó y a nombre de todos los judíos presentes hablo:
«Agradecemos al señor Presidente de Uganda que nos ofrezca tierras tan fértiles y fecundas, pero nosotros preferimos aquellas tierras áridas y agrestes, porque esa tierra es la de nuestros Padres, la tierra que Dios prometio a Moisés y que nosotros transformaremos en un vergel.»
Como ustedes saben hermanos esto se cumplió ya que Israel es el primer país del mundo en desarrollar técnicas para el regadío artificial. Yo conozco esos lugares, se puede decir palmo a palmo. Por un lado esta el país del Líbano, al frente esta Siria, luego Jordania. Usted recorre esos países y no encuentra frutas, escasa vegetación, etc. pués la bendición de Dios esta con Israel. Allí encuentra producción de naranjas, leche, quesos y una variedad inmensa de productos que se exportan a Europa y a otros países.
Con esto vemos que se cumple la promesa de Dios cuando en Isaías Cap. 41, Ver. 17-20 dice lo siguiente: «Los afligidos y menesterosos, buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no lo desampararé. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca.
Daré en el desierto Cedros, Acacias, Arrayanes y Olivos; pondré en la soledad Cipreses, Pino y Bojes juntamente, Para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó.
Javier Vásquez Valencia
Iglesia Metodista Pentecostal de Chile