Fe Salvadora

Por: Pastor Daniel Brito

Título: Fe Salvadora

Texto: Marcos 10:46-52: «46 Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.47 Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: —¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! 48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más:  —¡Hijo de David, ten compasión de mí! 49 Jesús se detuvo y dijo: —Llámenlo.  Así que llamaron al ciego.  —¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama. 50 Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús. 51 —¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.  —Rabí, quiero ver —respondió el ciego. 52 —Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.» *

Introducción:

Bartimeo era un hombre ciego. Su nombre quería decir “Hijo de Timeo”, tal como dice el Texto Sagrado. Seguramente que su padre era bien conocido, y esa es la razón por qué Marcos menciona el nombre de su padre. No importa cuan importante su padre hubiera sido, Bartimeo era ciego, y los ciegos en aquel entonces sufrían pobreza, rechazo, y casi siempre tenían que mendigar. Es así como comenzamos nuestra lección en esta noche. Trataremos los siguientes Puntos:

(1) Su condición.

(2) Su Pregunta.

(3) Sus Oración.

(4) Su Perseverancia.

(5) Su Agradecimiento.

Lección:

1. Su condición. — Bartimeo era un ciego que vivía en la miseria como un mendigo. Su necesidad más grande era la sanidad de sus ojos.  Bartimeo conocía las Escrituras y sabía que el Profeta Isaías en el capítulo 61, había dicho que el Mesías, el Ungido de Dios, abriría los ojos de los ciegos. Bartimeo nunca había visto un milagro de JESÚS, pero había oído hablar de las maravillas que Él hacia, y se había llenado de FE, que Él era el Mesías, o sea el Cristo que Isaías había Profetizado. Seguimos con el siguiente punto.

2. Su Pregunta. — Bartimeo no podía ver, pero podía oír bien. Él escuchaba el ruido de la multitud mientras que JESÚS pasaba y quiso saber que ocurría. En un día ordinario, Bartimeo hubiera hecho uso de tanta gente alrededor de él para mendigar. Mientras más gente habría, más probabilidad de recaudar más dinero. Podemos decir que Bartimeo sacrificó el recaudar más dinero por recobrar su vista. ¡Oh! Si muchos hoy día que están tan ocupados haciendo dinero pensaran más en la necesidad del alma, y se dieran cuenta del tesoro que están sacrificando.¹ Continuemos con el siguiente punto.

3. Su Oración. — Bartimeo decide actuar al escuchar que JESÚS de Nazaret está Pasando. Hay un coro que cantamos en la Iglesia que dice: “JESÚS está Pasando por aquí”. Ese coro nos debe recordar que son esas mismas palabras las que toda persona necesitada, necesita pronunciar, porque solamente JESÚS tiene poder para cambiar nuestras circunstancias. Hay dos cosas que Bartimeo grita al “orarle” a nuestro SALVADOR.

a. El primero es cuando él clama: ¡Hijo de David! Al llamarle así, Bartimeo estaba reconociendo que JESUCRISTO era el UNGIDO, que es lo que MESÍAS O CRISTO quieren decir. Era al que Israel esperaba como el Rey futuro que Reinaría sobre ellos. Bartimeo confiaba que estaba gritándole al Cristo, al Rey del Mundo.

b. El segundo es que Bartimeo le dice a JESÚS: “Ten Misericordia de Mi.” No tuvo vergüenza de su condición para pedirle con gritos a JESÚS públicamente. El himno antiguo que cantábamos y decía: “Tal como soy Señor”, así, en esa condición, Bartimeo clama al SALVADOR. Cuando un pecador acepta su condición y se encuentra con el SALVADOR del Mundo, el resultado es la SALVACIÓN DEL ALMA. Sigamos con el siguiente punto.

4. Su Perseverancia. — La gente que estaba oyendo y viendo a JESÚS, se molestó con los gritos del mendigo Bartimeo. Seguramente que entre esa gente había muchos religiosos que no querían escuchar palabras como “Hijo de David”, que afirmaban que nuestro SEÑOR era el Heredero del Trono de David, el Mesías esperado. Pero mientras la gente callaba más a Bartimeo, él, con más fuerza gritaba.

a. Su reacción a la llamada de JESÚS fue inmediata y entusiasta; tanto que tiró el manto para correr hacia JESÚS más de prisa. Muchas personas oyen la llamada de JESÚS; pero es como si Le dijeran: “Espera hasta que haya hecho esto.” O: “Espera a que acabe lo de más allá.” Bartimeo llegó como una bala cuando JESÚS le llamó. Hay oportunidades que no se presentan nada más que una vez. Bartimeo sabía que aquella era la suya. Algunas veces pasa por nosotros como una oleada de anhelo de abandonar algún hábito, de limpiar nuestra vida de algo que no es como es debido, de entregarnos más completamente a JESÚS. Pero con la misma frecuencia no actuamos en el momento –y pasa la oportunidad, tal vez para no volver.²

b. Cuando JESÚS le pregunta: ¿“Qué deseas que haga por ti”? “El ciego le respondió: “Raboni, que recobre la vista”. (Biblia de las Américas). El Texto original usa Raboni que es más alto que Rabí, así como he citado de la Biblia de las Américas, y quiere decir: “Mi SEÑOR”, “Mi Maestro”. ¡Palabras de FE! Bartimeo sabe bien que JESUCRISTO es el Hijo de Dios, el Mesías Prometido y deposita toda su fe en el Salvador del Mundo. Vayamos al último punto.

5. Su Agradecimiento. — “Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino”. El relato que nos da el Evangelio de Lucas (18:43), dice: «Al instante recobró la vista. Entonces, glorificando a Dios, comenzó a seguir a Jesús, y todos los que lo vieron daban alabanza a Dios.» Glorificaba a Dios, mientras que todos los que vieron el milagro alababan a Dios. El agradecimiento es esencial para poder seguir y servir a Dios. Todo lo que poseemos y todo lo que somos en Cristo, se lo debemos a Dios. El ser agradecido es contagioso, y muy esencial para poder recibir de parte de Dios. Cuando el Texto Sagrado dice que Bartimeo “comenzó a seguir a Jesús”, no indica con eso que simplemente los siguió hasta Jerusalén. En el Contexto del Nuevo Testamento, seguir a JESÚS significa hacerse su discípulo. Quiere decir que Bartimeo recibe la sanidad y al mismo tiempo se entrega a seguir a JESUCRISTO como su Salvador.

6. RESUMEN. — Para aplicar esta enseñanza para nuestras vidas, vemos que no importa las circunstancias que uno esté pasando, sea problemas económicos, problema en el hogar, problema matrimonial o problema de enfermedad. Es muy claro que Dios es un Dios de milagros. Necesitamos poner nuestra confianza en JESUCRISTO el Salvador del mundo.

Conclusión:

Oremos.

Notas:

1. Herbert Lockyer, All the Miracles of the Bible, p. 233, Zondervan.

2. William Barclay, Comentario del Nuevo Testamento, p. 259, editorial CLIE.

*Toda Referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.

**Este sermón fue predicado en Septiembre, 2007.