Predicas Cristianas | Mensajes Cristianos
Texto bíblico: “…Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…” Eclesiastés 12:1
Introducción:
Los jóvenes cristianos son el semillero de Dios, de su iglesia, el relevo de nosotros; pero ¿qué pasa con muchos jóvenes de hoy en día que no conocen a Dios?
Recientemente bajando las escaleras en mi trabajo situado en el tercer piso, me dolió mucho la rodilla, y venia una joven bajando de prisa y le dije ¡que precioso es ser joven!, se tiene mucho vigor pero pasa tan rápido que la mía ya pasó, antes bajaba de prisa, ella se puso a sonreír y me dijo, camine despacio que tan pronto estaré como usted. Me sentí contenta porque prestó atención a mi comentario, después termine de bajar reflexionando sobre un mensaje de provecho para los jóvenes, porque hoy en día muchos jóvenes ignoran a sus mayores, igualmente rechazan el consejo de Dios, que uno les brinda. Este problema también acontece al adulto, simplemente porque no conocen el tesoro que desprecian.
Cuerpo:
Me gozo reconociendo que Dios tiene un propósito con cada uno de sus hijos, pero que a veces por falta de fe en su palabra, tardíamente se entra al gozo del Señor, que no es como el mundo lo da, Él, nos cuida y libra de muchos males, aunque permite algunos para detenernos. El camino de Dios, no es de agrado a muchos jóvenes que escuchando el consejo de sus amigos para ser aceptados en su círculo de amistad, terminan definiéndolo como una vida aburrida que es solo para viejos, rechazando aún la invitación a la iglesia por irse a disfrutar de la vida, según ellos.
La juventud es una etapa que pasa en un suspiro, inicia tempranamente desde los 10 años hasta culminar a los 24 años, según estudiosos de los problemas juveniles que aportan posibles soluciones relativas al problema, pero en realidad no es la solución absoluta ya que solo proviene de Dios, Él, es nuestro hacedor, conoce lo que nos hará bien a pesar de las decisiones que se tomen. Él nos guardará del mal, o permitirá que nos sucedan adversidades que muchas veces son consecuencia de la desobediencia, por la libertad que tenemos de escoger según nosotros el mejor camino, pero sin la sabiduría divina o el consejo sabio de nuestros padres, de nuestros mayores, de algún hermano de la congregación, etc. La maldad no proviene de Dios, esto es importante conocer porque muchas veces nos preguntamos ¿por qué a ese joven le paso esa desgracia?, si Dios existe, por qué a él, tan pequeño, u otras expresiones parecidas. ¿Las ha escuchado?, culpan a Dios por todo.
Quiero compartirles una gran enseñanza para nosotros los viejos, y para algunos jóvenes que lloraron a Mainor, un joven de 12 años; vivía con dificultades económicas, pero Dios le había dado la riqueza más importante que de todo ser humano debe tener, lo estaba preparando con una gran sabiduría que ni en las mejores universidades se adquiere, ¡el conocimiento de Dios que tenía este pequeño! Este conocimiento escapa de todo entendimiento humano y de toda razón, ¿Por qué murió tan niño?
Mainor, era un joven de la congregación que le gustaba servir y estar cerca del pastor, comentaba que quería ser pastor, donde lo mandaran él iba contento, arreglaba las sillas, etc., su mamá estaba en el extranjero trabajando, quedando al cuido de su abuelita que también trabaja y pertenece a la misma congregación, él se quejaba de un dolor en la rodilla, un día de tantos su mama regresó temporalmente para llevarlo al hospital, y resulto que tenía cáncer en los huesos, medicamente no había mucho por hacer, él pasó toda la enfermedad y el tratamiento sin cabello, llegaba en una silla de ruedas y le gustaba estar adelante, cuando le saludábamos él contestaba con una alegría, diciendo que Dios, lo quería y que ya lo estaba llamando para estar con Él, luego le cortaron su canilla y seguía con un gozo diciendo que Dios, le tenía una piernita mejor guardada allá en los cielos, esta etapa duró como cuatro meses y partió con el Señor. La muerte es un hecho real, sea pronto o dure en llegar un poco más, lo importante es conocer que en Cristo siempre tendremos vida.
Dios tiene un tesoro escondido en su palabra que lo encuentra quien le busca de todo corazón. La verdad solo está en Dios, en su camino, guardando sus mandamientos, es por eso que Dios, nos enseña que todo tiene su tiempo, muchos quieren anticiparse a las edades buscando algo divertido pero su final es de lamentos, otros quieren vivir como jóvenes siendo viejos, este es un mundo caído donde siempre la maldad se disfrazara de bondad, seduciendo a los desobedientes a Dios y a sus padres, no para hacerles bien sino para destruirles su cuerpo y el alma, lo cual es mucho más valiosa para Dios.
El concepto de felicidad que el joven moderno que no conoce a Dios, tiene de la misma, es errado porque lo basan en lo material, para algunos es tener la mejor ropa para estar a la moda, el mejor teléfono, el mejor juego, carro, etc. (Si tienen padres que lo pueden proveer). Tristemente buscando y encontrando este tipo de felicidad donde hay facilidad a cualquier costo para conseguirla y satisfacerse, no se detienen, aunque conozcan que no es correcto hacerlo, así mismo conociendo que hay un Dios en los cielos, no tienen temor, y este es el principio del problema en que se encuentran muchos desesperados y sin salida.
En cambio hay jóvenes que tienen a Dios en sus corazones y no poseen ninguno de estos bienes, porque provienen de padres pobres y viven muy felices, contentos, sabiendo que Dios tiene algo mejor para ellos dentro de poco tiempo en la vida presente, y de mucho más valor allá en la eternidad, donde ya no habrá más necesidades, ni llanto, ni dolor (Apocalipsis 21:4).
La felicidad que busca el joven no se encuentra en lo material, sino en lo espiritual, esos pensamientos ansiosos, esas interrogantes, son luchas internas que se vencen con lo que se ha guardado en el corazón, por tanto el fruto depende de lo guardado. Al respecto, Dios nos dice en 1 Pedro 1:24-25: “…”…Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada…”. Esa palabra implantada en el corazón no hay quien la arrebate, ella producirá su propio fruto que obra para bien y no para mal, en cualquier edad que tengas.
Conclusión:
Querido joven busca cada día de Dios, en tu juventud para que cuando esta pase continúes siendo feliz, sus caminos no son gravosos, no te apartes de ellos, y si no le conoces Él, te está esperando, no importa la situación en la que te encuentres; triste, abandonado, con una enfermedad, en fin, Él, es un como un padre amoroso que espera que su hijo reflexione, no te juzgará ni condenará, solo espera que pidas su perdón; y su padre contento le recibirá y le hará un banquete compartiendo su alegría con los que están en casa.
No permitas que los problemas familiares o del pasado estorben en tu vida presente, Dios los borra y te dará fortaleza para rechazarlos cuando vienen a la mente para dañar, escucha y reflexiona en predicas cristianas, estudios bíblicos y mensajes cristianos. ¡Cuánto tesoro hay en la nueva vida en Cristo!
Busca a Dios, y sigue sus caminos, visita una iglesia donde se predique la sana Doctrina, escucha mensajes cristianos, que provengan de su palabra para que no te confundan, Dios es quien establece al hombre como adorarle y honrarle. Hablando Dios al profeta Elí, y a nosotros nos dice, 1 Samuel 2:30 – …porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco….
A continuación te dejo parte del tesoro gratuito que Dios te ofrece, búscalo y Él, hablará a tu corazón, para que le permitas ser el Señor de tu vida. Dice su palabra que todo es lícito pero no todo conviene; joven, escoge, Él da dominio propio y promete su ayuda, solo el temor a Dios te hará sabio e inmensamente rico, cuya riqueza no se puede comprar.
Tesoros de Dios para sus hijos:
Salmo 111:10 – El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.
1 Timoteo 1:7 – Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Salmo 119-9-11 – ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Salmo 71:17 – Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
Proverbios 4:1-4 – Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura. Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley. Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.
Proverbios 8:11 – Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todo cuanto se pueda desear, no es de compararse con ella.
1 Timoteo 4:12 – Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
2 Timoteo 2:22 – Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
Que Dios les bendiga, Amén.
Mi madre aunque aún no es cristiana pero ama a Dios, y lo honra bajo la religión católica, espero que muy pronto reciba al señor Jesucristo como su salvador, ella me ha dado ejemplo de honrar los días de servicios cristianos asistiendo puntualmente, y también con sus palabras, su forma de vivir, bueno pero lo que quiero compartir es que la misericordia de Dios la alcanzó, y en unos días, mi madre fue sana de cáncer terminal hace siete años, no les digo que no me entristecí pero me paré a rogarle a Dios, a pedirle que a como sanó a la mujer del flujo de sangre así sanara a mi madre, pues ella es flaquita y no aguantaría el tratamiento, esto me dolía en lo profundo de mi corazón.
Cuando rogamos a Dios por la sanidad de alguien no necesitamos hacer un gran espectáculo, no necesitamos pagarle a nadie, nos lo enseña este relato bíblico de la mujer sanada de flujo de sangre. Continuando con la sanidad de mi madre, pedía oración a los hermanos de la congregación pero nunca llegaron a la casa, confiaba que si ellos enviaban la palabra de sanidad en el nombre de Jesucristo, ella tiene poder, la oración del justo puede mucho dice su palabra (Santiago 5:16).
Todas las noches llevaba a la habitación de mi madre a mi niña que aún estaba pequeña, y mi sobrinita menor que vivía a mi lado, encargándoles un día a cada una para que oraran a Dios, para que su abuelita fuera sana, esto le ha servido a ellas para que conozcan al Dios vivo a quien servimos que escucha a sus hijos su dolor y los atiende conforme su voluntad, que aunque no tengamos dinero porque eso me dijo la doctora, que la cura era costosa y que me iba a transferir al hospital público encargado de tratar el cáncer en mujeres, y en este mismo lugar cuando le iban a medicar el programa para la quimioterapia, el médico la revisó y dijo, esta mujer no tiene nada, ¿Cómo?, NADA, ¡GLORIA A DIOS!, hermanos no estamos solos, el médico dijo solo tiene quemaduras y recetó una pomada para revestir las paredes del útero.
Hasta hoy toda la familia recuerda esta sanidad que muchos no creen que Dios es un Dios, vivo, y de misericordia.
Conclusión:
Para que la palabra de Dios y sus promesas se cumplan en nuestras vidas, necesitamos fortalecer nuestra fe, a través de escudriñar cada día su palabra, orar a Él, confesar nuestras faltas para que cada día que nos presentemos escuche nuestra oración, así mismo escuchando y reflexionando en predicas cristianas, estudios bíblicos, mensajes cristianos. Recordemos sin fe no podemos agradar a Dios (Hebreos 11:6), él nos muestra en su palabra muchos casos de salvación y sanidad; también de otros que no, inclusos grandes hombres de Dios, que permitió hasta la muerte, por eso la sanidad es obra de Dios, no de nosotros.
La fe verdadera no anula las situaciones adversas, sino que la fortalece; él nos curó desde antes que naciésemos, sabía que enfermaríamos, esto es FE, llevó él nuestras enfermedades, por su llaga fuimos nosotros curados. Dios nos regaló la salud, Jesucristo pagó por todos nuestros pecados, nuestras enfermedades, dolencias. En Jesucristo estamos completos, tenemos salvación, sanidad y vida eterna.
Comencemos a sumar cuanto ahorramos en la sanidad nuestra, o de un ser querido, ¡CUAN MILLONARIOS SOMOS!
Que Dios les bendiga, Amén.