El Señor de las iglesias Apocalipsis 1

Generalmente, el espíritu humano es como el niño que hace un largo viaje. Después de poco tiempo, pregunta “Papi, ¿ya llegamos?” El niño siempre está impaciente por llegar a la adolescencia y después, que lo consideren adulto. El joven espera con ansia que Ilegue el matrimonio, los hijos y la estabilidad económica. A veces, el apuro exige que las cosas sucedan antes de tiempo y lo que se cosecha es tristeza y fracaso. Por otro lado, hay personas que no piensan en el futuro. Están enamoradas de las actividades, amistades, familia y placeres del momento. Para ellos, las experiencias actuales son bellas. Cualquier cambio representa una amenaza.

La perspectiva más equivocada acerca del futuro es la que no ve más allá de los setenta u ochenta años de vida, pero la Biblia enseña que esta vida es la antesala de la eternidad y que Dios está Ilevando la historia humana hacia una conclusión. Además, nos informa que algunos hombres se unirán a él para cumplir sus propósitos y que colaborarán con él para siempre. La Biblia advierte que otros ignoran su plan y aún cooperan con el programa alterno del enemigo de Dios, el cual fracasará junto con todos sus seguidores.

El libro de Apocalipsis hace que el lector esté consciente de que hay dos caminos, porque señala con claridad quién controla la tierra y lo que sucede en ella. Es como si llevara al lector en una cápsula del tiempo para presenciar el conflicto final y el triunfo de Dios, de su Hijo y de los creyentes en él. Se siente la agonía de un mundo fracasado, pero también se ve nacer un mundo nuevo.

El de Apocalipsis es un libro singular de la Biblia. Tiene una combinación de características muy especiales que lo distinguen de otros libros. Inicia con la promesa de una bendición especial para las personas que lo leen y lo escuchan (1:3). “El que lee” es la persona que, en el culto de las iglesias de los primeros siglos, leía en voz alta algún pasaje de la Biblia. “Los que oyen” eran los asistentes al culto.

En aquel tiempo, los cristianos no tenían copias de las Escrituras, por lo que cada congregación iba coleccionando copias de los escritos que circulaban y se conocían. En los cultos, un líder leía públicamente las Escrituras y después alguien explicaba el pasaje. Con base en ello, exhortaba a los asistentes.

Esos lectores y oyentes debían notar, como nosotros hoy día, que la bendición es para los que leen, escuchan y “guardan las cosas en ella escritas”. Las visiones y profecías de Apocalipsis han intrigado a los lectores desde el primer siglo. Muchos lo han estudiado para tratar de descifrar las profecías que contiene. Con mucha curiosidad, han buscado la clave para conocer los acontecimientos futuros. Algunos no se han dado cuenta que también incluye responsabilidades que deben cumplir.

El primer versículo señala que Dios dio estas revelaciones a Jesucristo, las cuales él envió por medio de un ángel “a su siervo Juan”, quien a su vez las escribió para los siervos de Dios. Los siervos son personas que pertenecen a un amo y obedecen fielmente su voluntad. Juan, el siervo, y los demás siervos, son los creyentes entregados a obedecer los mandatos del Señor y a representarlo en el mundo. El autor, Juan, ha dado una clave para entender el libro: ser siervo de Dios, entregado y obediente. Juan dice que esto es importante porque “el tiempo está cerca”. El Nuevo Testamento enseña que los creyentes viven en la culminación de los tiempos. Aunque han pasado muchos años despúes de los apóstoles, desde el punto de vista divino, Juan estaba cerca y nosotros también estamos más cerca del fin (Romanos 13:11–12). Los eventos de este libro podrían desencadenarse en cualquier momento. Apocalipsis fue dirigido a cristianos del primer siglo, pero también a los de hoy y a los creyentes del futuro. Detengámonos al inicio de este estudio para asegurar que vamos a acercarnos a Apocalipsis con el propósito de conocer más a Dios y su voluntad y para tener una nueva disposición de obedecerla.

¡PENSEMOS!
Inicie el estudio del Apocalipsis leyendo todo el libro para familiarizarse con su contenido. No se detenga para tratar de entender todo, reciba el impacto general del escrito. Al leerlo, observe algunos aspectos de su contenido: ¿dónde estaba Juan? ¿A qué iglesias dirige esta enseñanza? Ubique las ciudades en un mapa de Asia Menor. ¿Los eventos que describe el libro suceden más en el cielo, o en la tierra? ¿La mayoría de los sucesos son difíciles o placenteros? ¿Cuáles son las distintas emociones que siente usted al avanzar en su lectura hasta llegar al final del libro? ¿Cuáles son algunos deberes y responsabilidades que le indica el libro?

AUTOR Y FECHA

El libro identifica al autor como Juan y la gran mayoría de los cristianos de los primeros siglos concuerdan en que se trata del apóstol Juan, hijo de Zebedeo. Hasta ahora, casi todos los cristianos ortodoxos están de acuerdo con esto. Algunos que han puesto en duda que el apóstol sea el autor, no aceptan ciertas enseñanzas del libro, especialmente que Jesucristo reinará por mil años.

El libro fue escrito en el año 95 o 96 d.C. Según los primeros padres de la iglesia, Juan estuvo exiliado a la isla de Patmos durante el reinado del emperador romano Domiciano. Después que murió el emperador en 96 d.C., el apóstol fue liberado y regresó a Éfeso. Apocalipsis fue escrito en una época en que muchos cristianos vivían amenazados por las autoridades en distintas partes del imperio. Querían presionarlos para que se retractaran de su confesión de fe en Cristo y rindieran culto al emperador romano.

INTERPRETACIÓN DEL LIBRO

Por el carácter especial de este libro, varían mucho las formas de interpretarlo. Para algunos, es una descripción simbólica del conflicto permanente que hay entre el cristianismo y las fuerzas del mal. Según ese punto de vista, contiene verdades acerca de la divinidad, el hombre, Satanás, el mal, el juicio, y el triunfo final de Dios, pero no se debe interpretar como una descripción de épocas, personajes, ni eventos específicos.

Otros entienden que el libro narra el conflicto de la iglesia con el judaísmo y el paganismo del primer siglo, especialmente la persecución de Roma. Según ese enfoque, el libro es historia simbólica y no profecía.

Todavía otros autores han explicado el libro como una interpretación simbólica de la historia del cristianismo hasta el tiempo del autor, a veces culminando en la segunda venida de Cristo. Asimismo han tratado de relacionar el contenido con la historia de Europa occidental a través de varios de los papas romanos, de la reforma protestante, de la revolución francesa y de personajes destacados aun de los tiempos modernos. Este método se caracteriza por su subjetivismo. Cada comentarista interpreta el libro como que alcanza su clímax en la generación en que él vivió. Entonces resultan muchas y variadas explicaciones.

Las interpretaciones anteriores requieren que el lector entienda los juicios y eventos de forma alegórica o espiritual, no normal. Por ejemplo, los cambios en la naturaleza que provocarán gran sufrimiento a los hombres, no han sucedido antes en la historia y entonces, se interpretan como condiciones políticas, militares y sociales, violando el sentido normal del lenguaje.

Este estudio enseña que la mayor parte del libro, formada por los capítulos 4–22, contiene profecías de las condiciones y eventos que se darán antes y después de las segunda venida de Jesucristo a la tierra. Esta interpretación entiende el libro en forma más literal, aunque reconoce el lenguaje figurado y simbólico. Esta interpretación futurista es consecuente con el premilenarismo, que afirma que Dios cumplirá sus pactos con Abraham y David cuando se establezca el reino milenial de Jesucristo en la tierra. Como enseñan los profetas, habrá un tiempo de tribulación y juicio sin precedentes en la tierra antes de la venida de Cristo. La sección de Apocalipsis 4–18 describe las circunstancias durante la semana setenta que se menciona en Daniel 9, o sea un período de siete años que precede el retorno de Jesucristo. El discurso de Jesucristo de Mateo 24–25 confirma que esas profecías siguen vigentes.

Seguir la secuencia de eventos en este libro y entender su mensaje no es una tarea que debe frustrar al estudiante. La palabra apocalipsis significa “revelación”, e indica que Dios no deseaba esconder su mensaje, sino descubrirlo. Es un libro abierto, no cerrado.

Además de basar el estudio en la interpretación normal de los pactos con Israel, en profecías como la de Daniel y el discurso de Jesús en el monte de los Olivos, hay otras normas que nos guían. Para entender cada visión, debemos buscar el sentido natural y normal. Asimismo, reconocer la presencia del lenguaje visual y simbólico. A menudo, el mismo contexto provee la interpretación correcta. A esto contribuye también el lenguaje bíblico de otros pasajes. A veces, el autor dice que lo que presenció fue como algo que conocía, porque no tenía manera de expresarlo con más exactitud. Además, se observa la ubicación de la visión, ya sea en el cielo o en la tierra. A menudo la actividad del cielo produce o anuncia ciertos acontecimientos en la tierra.

Apocalipsis explica que los eventos giran alrededor de tres series de juicios que forman la columna vertebral que guía al lector desde el capítulo 4 hasta la venida de Cristo descrita en el capítulo 19. Entretejidas entre los juicios, el escritor presenció otras escenas que se refieren a los tiempos, pero que no necesariamente aparecen en orden estrictamente cronológico. Hacer estas observaciones guiará al estudiante para que discierna la progresión consecuente que hay en el libro de Apocalipsis.

Como en todos los pasajes proféticos de la Biblia, hay un mensaje impactante y práctico para el pueblo de Dios de todos los tiempos. Juan dice que todos debemos obedecer las enseñanzas del libro. A la vez, el lector reconocerá que las descripciones, estímulo y exhortaciones orientarán en forma muy particular a los creyentes que vivirán en la época de la tribulación futura. Al ver su cumplimiento, entenderán el libro mejor que quienes vivimos antes de esa época. Cuando el lector actual no esté seguro de cómo se cumplirá cada detalle. con humildad debe contentarse con el importante mensaje de juicio, perseverancia y triunfo que comunica Juan.

PROPÓSITO Y MENSAJE

Las profecías de la Biblia, desde tiempos de Adán, Abraham y los profetas, hicieron gran impacto en los hombres en su momento y en todas las generaciones posteriores. Las profecías enseñan acerca del carácter de Dios y de sus prioridades y propósitos soberanos. La profecía revela la manera en que Dios resolverá la problemática que los hombres viven y promete bendición para quienes responden al Señor con fe y obediencia. Revela también el destino de los hombres y los ángeles que se resisten a su voluntad. El final de la historia da significado al proceso en el que estamaos involucrados los creyentes.

Apocalipsis enseña que Dios reina, que inevitablemente lleva la historia hacia una meta y que triunfará sobre todo enemigo. Asimismo, enseña que lo que sucede sobre la faz de la tierra es la voluntad del que está sentado en el trono en los cielos. Enseña que el mismo Dios de amor y misericordia que envió al Cordero y Salvador es quien enviará al Juez y Rey, al León de la tribu de Judá.

Apocalipsis enseña acerca de Jesucristo—que él propicia la salvación de los creyentes por amor y misericordia, pero que también amenaza a los que rechazan la luz de su testimonio. Es el Juez que destruirá a los que intentan frustrar sus propósitos ahora o en el futuro. Es Señor de las iglesias (caps. 1–3), y el Cordero que abrirá el libro sellado e intervendrá en la vida terrenal (cap. 5). En el capítulo 19, es el Verbo de Dios, cuya palabra libera y juzga. Con el Padre, Cristo reinará en la nueva creación (caps. 21–22).

Apocalipsis destaca la rebeldía, fracaso, salvación y destino humanos. Se ha dicho que el libro es pastoral, tomando como pauta el ministerio de Cristo de los capítulos 1–3. Jesucristo está en medio de las congregaciones y tiene a los mensajeros de las iglesias en su mano para protegerlos y guiarlos. Apocalipsis exhorta y anima al pueblo de Dios a un discipulado auténtico y constante, a pesar del sufrimiento. Al final, los fieles serán reivindicados y participarán en el triunfo de su Señor.

Los eventos de Apocalipsis son necesarios para culminar lo que Dios prometió desde Enoc, Abraham, David, Daniel y los profetas. Describen el cumplimiento de las palabras de Jesucristo, de Pablo y los demás apóstoles.

Con las visiones del Apocalipsis, Dios dio un mensaje tan amplio y trascendental, que es difícil resumirlo, pero debemos hacer el intento. Apocalipsis revela que Dios el Salvador y Rey eterno manda que su pueblo manifieste la verdad, a través de su fe, obediencia, adoración y esperanza aun en los períodos de más oscuridad y aflicción. Estas visiones le aseguran que, aun cuando esté en la época más terrible, Dios está en su trono y dirige los acontecimientos humanos a través del mismo Cordero que sufrió por nuestra redención. A pesar de las ambiciones y poder de Satanás y sin importar el odio y la oposición que padecen los santos, ellos triunfarán con el Cordero y el León de Judá, mientras que la destrucción y el juicio eterno caerán sobre los enemigos de Dios.

ESTAS VISIONES ASEGURAN QUE, AUN EN LA

ÉPOCA MÁS TERRIBLE, DIOS ESTÁ SOBRE SU

TRONO Y DIRIGE LOS ACONTECIMIENTOS

HUMANOS A TRAVÉS DEL CORDERO QUE SUFRIÓ POR NUESTRA REDENCIÓN.

ORGANIZACIÓN DEL LIBRO

Los caps. 1–3 tienen una naturaleza distinta a los de 4–22. El cap. 1 identifica el libro como una epístola del apóstol Juan dirigida a siete iglesias de Asia. Además, ubica a Juan en la isla de Patmos, donde tuvo la visión de Cristo en medio de las siete iglesias. Después, en los capítulos 2–3 se encuentran breves mensajes de Jesucristo a cada congregación.

Los caps. 4 y 5 describen una hermosa e impactante escena celestial. Dios está en el trono en el cielo y entrega un libro sellado a Jesucristo, evento que tiene gran significado. En el cap. 6, Jesucristo abre el libro y por turno desata tres series de eventos y juicios que terminan en su segunda venida y su victoria sobre las fuerzas del anticristo en el cap. 19. Intercaladas en las tres series de juicios, Juan describe varias visiones sobre temas relacionados con la época de la tribulación y la victoria de Cristo. Las visiones del reino milenial y el estado eterno terminan el libro.

Muchos han observado que 1:19 proporciona el bosquejo del libro: 1)las cosas que has visto, 2)las que son, y 3)las que han de ser después de estas. El capítulo 1 es lo que Juan ya había visto cuando tomó la pluma para escribir. Los capítulos 2–3 describen las condiciones que había en ese momento en las siete iglesias de Asia y el mensaje de Cristo para cada una. Los capítulos 4–22 describen circunstancias que se cumplirán después: profecías del tiempo que precede a la venida de Jesucristo.

PLAN DEL LIBRO DE APOCALIPSIS

Pasaje Cap.
     I.     Las cosas que Juan había visto: Visión de Jesu cristo

II.     Las cosas que son: Mensajes a las siete iglesias

III.     Las cosas que han de ser después: Victoria de Jesucristo

A.     Visión de Dios y el Cordero

B.     LOS SEIS JUICIOS DE LOS SELLOS

C.     Visión de dos multitudes

D.     EL SEXTO SELLO: SEIS JUICIOS DE LAS TROMPETAS

E.     Visión del librito

F.     Visiones del templo y dos testigos

G.     Visión de la mujer y el dragón

H.     Visión de las dos bestias

I.     Tres visiones del fin

J.     LA SÉPTIMA TROMPETA: SIETE JUI CIOS DE LAS COPAS

K.     Visión de la gran ramera

L.     Visión de la caída de Babilonia

M.     Visión de la segunda venida de Jesucristo

N.     Visión del reino milenial

O.     Visión del cielo nuevo, tierra nueva y la nueva Jerusalén

Conclusión

1

2–3

4–22

4–5

6

7

8–9

10

11

12

13

14

15–16

17

18

19

20

21:1–22:5

22:6–21

¡PENSEMOS!
En 1:4–5, ¿quiénes son las fuentes de gracia y paz? Haga una lista de las descripciones de Jesucristo enlos los vv. 5–8. ¿Por qué aspectos siente más deseo de adorar a Jesús y darle gracias? Juan dice que Cristo viene y que siempre está aquí (vv. 7–8). ¿Cómo sería tener sólo una de estas perspectivas? En los vv. 9–10, ¿cómo fue la descripción de Juan un motivo de ánimo a los primeros lectores? Al leer el resto del capítulo, ¿cuál es la explicación de los siete candeleros de oro y las siete estrellas? ¿Qué enseña este simbolismo acerca de la función de la iglesia? ¿ Qué detalles del pasaje ayudan a identificar al que es semejante al Hijo del Hombre? Según esa visión, ¿cuáles son algunas de sus cualidades? Imagine esta escena y el impacto que tendría si usted la viera. ¿Por qué reaccionó Juan? ¿Qué hizo y qué le dijo Jesucristo?

JESUCRISTO EN MEDIO DE LAS IGLESIAS CAPÍTULO 1

Salutación 1:1–8

La revelación de Jesucristo (v. 1) puede significar que es un libro de revelaciones acerca de él o que él es el que revela las enseñanzas de este libro. El v. 1 indica que Juan se refiere a lo segundo, porque habla de la fuente y el medio de comunicación de esas revelaciones: Dios las entregó a Jesucristo para que él las manifestara a Juan por medio de un ángel. Juan, a su vez, debía escribir las enseñanzas para los siervos de Dios. Pero, además, el lector aprenderá mucho acerca de Jesús.

Juan saluda a las iglesias de Asia con el deseo acostumbrado en la correspondencia cristiana, enviándoles gracia y paz. El inmerecido favor de Dios y el bienestar divino vienen primero del Padre eterno, pero también de los siete espíritus que están delante de su trono. Esta frase se refiere al Espíritu Santo y sus múltiples cualidades, expresiones y actividades, tal vez reflejando Isaías 11:2 (comp. Hebreos 2:4, 1 Corintios 12:11).

Después, cuatro versículos describen a Jesucristo. Jesús dio fiel testimonio de las perfecciones del Padre a través de sus enseñanzas que constituyen la verdad, y delante de sus jueces y atormentadores (Juan 14:6; 1 Timoteo 6:13). Juan sigue señalando la resurrección y el señorío de Cristo sobre las naciones. Vemos que el Salvador es profeta, sacerdote y rey. Después, el apóstol le alaba por su constante amor por los creyentes, su perdón, y por hacerles “un reino de sacerdotes”. Israel fracasó en su tarea de ministrar el mensaje de Jehová a las naciones. Ahora le toca a la iglesia representar a Dios en el mundo. el versículo 7 es un eco de Daniel 7:13; Zacarías 12:10–13:1 y Mateo 24:29–30, donde dice que el pueblo judío lamentará haberlo crucificado.

Al final del párrafo, Juan cita el testimonio de Jesús mismo, con palabras que lo identifican con el Padre, como iniciador y culminación de todo, el único completo y perfecto. Es eterno como el Padre (comp. v. 4), y tiene autoridad sobre todo.

Visión de Jesucristo en medio de los candeleros 1:9–20

Juan se identifica con los destinatarios que están sufriendo por su fe. Él también participaba con ellos en sus tribulaciones. Vivía exiliado y prisionero en Patmos, pequeña isla rocosa del mar Egeo que se ubica frente a la costa de la que fue provincia romana de Asia. A la vez, el autor participaba con ellos en el glorioso reino de Dios, del cual Jesús es Rey y por lo tanto, tiene señorío sobre el imperio romano y toda autoridad humana. Juan y sus destinatarios habían aprendido la perseverancia de Jesús, quien “cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23).

Juan explica que estaba bajo la influencia del Espíritu Santo al presenciar las visiones contenidas en este libro. El “día del Señor” no se usa en el Nuevo Testamento para referirse al día domingo. Juan afirma que el Espíritu lo llevó a la época futura que el Antiguo Testamento llama el día del Señor —época que abarca los tiempos difíciles antes de la segunda venida de Cristo y también su venida, los juicios y su rieno.

La descripción de Jesucristo evoca un impacto visual y auditivo que debe impresionarnos tanto como al autor, quien cayó como muerto a los pies del ángel. El apóstol sintió asombro, temor, humillación y sumisión ante su Señor. Además, cada detalle de la visión describe cualidades y actividades de Jesucristo. La Biblia guía al lector para que entienda la descripción.

LA VISIÓN DE JESUCRISTO

Descripción significado
Siete candeleros de oro

En medio de ellos

Hijo del Hombre

Ropa hasta sus pies, cinto de oro

Cabellos blancos

Ojos como Llama de fuego

Pies de bronce bruñido, refulgente

Voz como estruendo de aguas

Siete estrellas

En su diestra

En su boca una espada aguda

Rostro resplandeciente como el sol

Llaves de la muerte y Hades

Las siete iglesias, lumbreras (v. 20)

Su presencia con las iglesias

Jesucristo, Mesías humano (Daniel 7:13)

Vestimenta del sumo sacerdote, dignidad

Pureza, santidad

Omnisciencia, examen penetrante

Dureza en su juicio

Autoridad, poder majestad

Mansajeros de las siete iglesias

Autoridad, señorío,cuidado

Su palabra es potente para juzgar (19:15)

Esplendor ode su gloria

Autoridad para cerrar y abrirlos

La visión Lleva el impacto general de majestad, gloria, fuerza y poder. Enfatiza que Jesús evaluará y juzgará. En los capítulos 2 y 3, Jesucristo evalúa, exhorta y advierte a las congregaciones. En los capítulos siguientes, él desata los juicios sobre el mundo, así como sobre el reino del anticristo y Satanás y sus ángeles para manifestar su soberanía y victoria. Como Juan, el cristiano debe sentirse asombrado y sumiso ante el glorioso Señor de la iglesia y vivir pendiente de la evaluación que se hará de su vida y testimonio, y presto para oir y obedecer lo que el Espíritu dice a las iglesias.

¡PENSEMOS!
Para usted, ¿cuál es el ejemplo más significativo de la vida de Juan? ¿Cuál es la enseñanza sobre Jesucristo que le es más impactante? ¿Por qué? Habiendo estudiado este capítulo, ¿cómo ha cambiado sus pensamientos acerca de Jesús? ¿Cuáles son los detalles del capítulo 1 que fortalecen a una persona que sufre? Seguir a Jesús tiene muchos beneficios, pero también causa nuevas presiones. ¿En qué maneras halla usted difícil ser cristiano?

Orth, S. (1998). Estudios Bı́blicos ELA: La consumación de los tiempos (Apocalipsis) (5). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.