El cap. 13 continúa con la visión acerca del dragón del cap. 12. Es probable que 13:1 deba leerse: “Se paró sobre la arena del mar”, haciendo referencia al dragón que en 12:17 “se fue a hacer guerra” contra los creyentes. Según el v. 2, Satanás es el que da su poder y autoridad a la bestia que sube del mar. Se encuentra también una segunda bestia en los vv. 11–18, que más tarde se identifica con el nombre de “el falso profeta” (16:13; 19:20; 20:10). Entonces, son tres los personajes que protagonizan el cap. 13: el dragón, la bestia de los vv. 1–10, y la segunda bestia, o sea, el falso profeta, en los vv. 11–18.
EL ANTICRISTO
13:1–10
¿Qué o a quién representa la bestia que se describe en la primera parte del cap. 13? Es imposible no relacionarla con la bestia que representa al cuarto imperio de Daniel 7, misma que también tenía diez cuernos. Esa bestia tenía un “cuerno pequeño” que era más prominente y hacía guerra también contra los santos (comp. Daniel 7:21 y Apocalipsis 13:7, 15). Asimismo, el “cuerno pequeño” tendría poder por tres años y medio, al igual que esta bestia (Daniel 7:25 y Apocalipsis 13:5). En Daniel 7, la bestia representa al imperio romano tanto en la historia como en el futuro, durante su etapa final, que Cristo destruirá cuando venga a establecer su reino.
LA GRAN TRIBULACIÓN
La segunda mitad de | Tres años y medio | |
la semana setenta de | Cuarenta y dos meses | |
Daniel 9 | = | Mil doscientos sesenta |
días |
Según Daniel y Apocalipsis, antes de la segunda venida de Jesucristo el imperio romano será restaurado por medio de una alianza de diez reyes o países que se unirán bajo un líder fuerte. Ese personaje es el “cuerno pequeño” de Daniel 7:8, 20–21, 24–25 y ahora lo vemos como la bestia de Apocalipsis 13:1–13 y 17:12–14. La bestia de Apocalipsis es la etapa futura del imperio romano y su líder, a quien los cristianos han llamado el anticristo. A través de él, Satanás pretenderá establecer su reino sobre la tierra para impedir el cumplimiento del reino de Jesucristo (17:14; 19:11–21).
¡PENSEMOS! |
¿En qué pasaje bíblico recuerda haber leído de los tres animales del v. 2? ¿Cuál es la relación de la primera bestia con Satanás? ¿Qué versículos muestran su actitud hacia Dios? ¿Quiénes serán adorados? ¿Cómo actuará con respecto a los creyentes? ¿Qué tan extensa será su autoridad y adoración? ¿Qué aprende en 17:12–14 acerca del imperio del anticristo? ¿Qué aprende del anticristo en 2 Tesalonicenses 2:3–9? Según el v. 12, ¿cuál es el papel principal de la segunda bestia? Según los vv. 13–15, ¿cómo logrará engañar a las personas? Según los vv. 15–17, además del engaño, ¿por qué otro medio influirá en la gente? |
Aspecto de la bestia 13:1–3
La palabra bestia describe a una fiera salvaje. Ésta sube del mar, que en algunos pasajes veterotestamentarios señala condiciones turbulentas e inestables. Las “siete cabezas” se explicarán en el cap. 17. En Daniel 7:24–25, se dice que los “diez cuernos” son diez reyes. Puesto que la cuarta bestia de Daniel 7 es Roma, estos reyes pertenecerán al territorio del antiguo imperio romano y serán aliados del anticristo (17:12–14). Las diademas significan su autoridad para gobernar. “Un nombre blasfemo” indica su carácter anti-Dios, como en los vv. 5–6.
El león, el oso y el leopardo fueron las fieras que en Daniel 7 representaban a los primeros tres imperios de esa profecía: el babilonio, el medo-persa y el griego. El imperio del anticristo reunirá las características de los otros grandes imperios y será el apogeo de los logros y gloria política de la humanidad. Satanás será quien provea de su poder al anticristo.
El v. 3 enseña que sucederá un milagro o acontecimiento impresionante que causará asombro y, por eso, muchos seguirán al anticristo. Será algo importante, porque se menciona también en los vv. 12 y 14. Existen dos interpretaciones comunes. El cap. 17 sugiere que una de las cabezas es el anticristo mismo (17:11). Algunos interpretan que él morirá y seráresucitado por el poder de Satanás, imitando la resurrección de Cristo para ganarse la confianza de los seres humanos. Otros creen que la resurrección simboliza la restauración del imperio romano, también para que la gente se maraville y siga al anticristo por sus capacidades diplomáticas, militares o gubernamentales. Aunque no tenemos seguridad de lo que sucederá, es evidente que un acontecimiento relacionado con el anticristo hará gran impacto en el mundo y dará impulso para que su imperio se extienda. Se comentará esto en el cap. 17.
Objetivos del anticristo 13:4–8
Estos versículos muestran la naturaleza del anticristo, su imperio y religión. La historia en la tierra escenifica un conflicto entre la ambición satánica y Dios. Desde el inicio, Satanás ha querido ser como Dios y dominar la tierra. El anticristo será el representante humano de Satanás y el que lleve a cabo sus ambiciones de dominar la tierra y de ser adorado como Dios. El plan del anticristo es blasfemar contra Dios y rechazar el derecho que tiene el Creador y su Hijo.
El imperio del anticristo no será sólo político, sino también religioso. Daniel 9:27, al final de la maravillosa profecía de las setenta semanas, enseña que a la mitad de los siete años de la tribulación, el anticristo se apoderará de Jerusalén y profanará el templo judío. Hará cesar los sacrificios y, según 2 Tesalonicenses 2:3–4, él mismo será adorado en su altar. Posiblemente, la imagen de la bestia del v. 4 estará en el templo. Así, Satanás logrará pervertir la religión en la misma ciudad de David para cumplir sus propósitos. El anticristo, promoviendo los propósitos satánicos, llegará a tener dominio político y religioso sobre el mundo (vv. 7–8). Dios permitirá que Santanás tenga una breve victoria. Se comprobará de nuevo que la naturaleza del hombre no se somete a Dios, que es susceptible a los engaños del diablo, y que escoge su propio camino de ambición, poder, vanidad, comodidad y seguridad.
Sin embargo, habrá muchos que no serán engañados y no lo seguirán, ni lo adorarán. En esos tres años y medio, él montará una campaña terrible en contra de los judíos y los creyentes en general (12:12–17; 13:7–8). Habrá mucho sufrimiento y muchos perderán la vida a manos del anticristo, el falso profeta y sus seguidores (7:9–17; 11:7–10; 12:17; 14:12–13; 17:6; 18:24; 20:4; Mateo 24:15–22).
La paciencia de los creyentes 13:9–10
Junto con las malas noticias, Juan intercala palabras de orientación para los creyentes. En el v. 9 se encuentra la misma exhortación que fue repetida en el mensaje a cada iglesia de los caps. 2 y 3. Es notable que aquí se omita la parte que dice “lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Es de esperarse que, si la iglesia verdadera es arrebatada antes de la tribulación, entonces este mandato no se dirige a las iglesias.
El v. 10 asegura que los que obren violentamente contra los creyentes, serán castigados con violencia (comp. 14:14–20; cap. 18; 19:17–21). Sin embargo, el versículo probablemente orienta también a los creyentes para que no se levanten en armas para defenderse, vengarse o para derrotar a los que los persiguen. A los creyentes les serán necesarias la perseverancia y la confianza en Dios.
EL FALSO PROFETA
13:11–18
La tercera persona de la trinidad inicua es el falso profeta (16:13; 19:20; 20:10). Así como el Espíritu Santo glorifica a Jesucristo, esta segunda bestia hará que los hombres adoren al anticristo. Su carácter de cordero puede hacer referencia a la manera mansa y engañosa que adoptará para atraer a las personas (vv. 13–14). Su hablar como de un dragón simboliza su naturaleza satánica y también los métodos violentos que usará para obligar a los hombres a adorar al anticristo (vv. 15–17).
LA TRINIDAD INICUA:
EL DRAGÓN: SATANÁS
LA BESTIA QUE SUBE DEL MAR: ANTICRISTO
LA BESTIA DE LA TIERRA: EL FALSO PROFETA
Así como Dios sella con el Espíritu Santo a los redimidos y a los 144,000 para protegerlos, igualmente el anticristo tendrá su manera de identificar a los que lo sigan. No sabemos si pondrá una marca literal en el cuerpo de sus seguidores, pero será algo que les dé libertad para participar en el comercio.
Muchos han procurado descifrar el significado del número seiscientos sesenta y seis con el fin de identificar al anticristo. La historia de ese esfuerzo enseña que los intérpretes no tienen la clave todavía. Usando diferentes sistemas, los escritores han calculado que se refiere a Nerón, Tito, Napoleón, Hitler, Mussolini, Kissinger o a algún líder religioso. Las frases: “aquí hay sabiduría” y “el que tiene entendimiento, cuente el número”, sugieren que existe un misterio en él. Si esto es así, será conocido por los creyentes que vivan en la tribulación y que serán ayudados por esa información. “Es número de hombre” puede significar que el número seis representa la imperfección de la gloria humana (pues le falta algo para llegar al siete, que representa la perfección). Algunos sugieren que el anticristo es la mayor manifestación de la gloria humana y por eso se repite tres veces el número seis.
Entonces, este capítulo describe otra etapa del continuo conflicto entre las ambiciones de Satanás y la soberanía del Creador. El diablo fue juzgado y sentenciado cuando Cristo murió (Juan 16:11; Efesios 1:20–21; Colosenses 2:15). Sin embargo, Dios le permite desarrollar su oposición, pero siempre bajo el soberano control divino. Este capítulo nos enseña a no sorprendernos por el hecho de que “ya está en acción el misterio de iniquidad” (2 Tesalonicenses 2:7). Los creyentes nos vemos tentados a desmayar porque parece que Satanás triunfa en el mundo. Pero Apocalipsis enseña que la guerra no ha terminado, que Dios está en control de todo y que la victoria le pertenece a él y a los suyos.
Actualmente Satanás ciega a los no creyentes y acosa a los cristianos con tribulaciones y engaños (2 Corintios 2:11; 4:4; 11:3–4, 13–15; Efesios 6:11–12; 1 Pedro 5:8–9). En este capítulo vemos que el método de Satanás no es sólo hacernos cometer pecados escandalosos, sino hacer que la cobardía nos domine, que optemos por la comodidad y la indiferencia, que apoyemos los valores de la ambición, poder y vanagloria del reino de las tinieblas. En la guerra espiritual, Pablo enseña que debemos resistir a nuestro enemigo llevando una vida de veracidad, rectitud, que predique el evangelio, de fe en Dios, de confiar en nuestra salvación, de usar la palabra de Dios para llevar a otros a los pies de Cristo y de orar por nosotros y por todos los santos (Efesios 6:13–18). Apocalipsis 12 y 13 enseñan que necesitamos confiar en la victoria que Cristo alcanzó en la cruz derrotando el pecado y a Satanás, seguir fielmente dando testimonio aun en medio del peligro, y enfrentar las amenazas con valor y perseverancia (12:11; 13:9–10). Con cada victoria de constancia y obediencia, el creyente manifiesta que Satanás fue vencido por Cristo y que Dios es el verdadero Soberano de nuestra vida, la tierra y el universo.
ANUNCIOS DEL FIN
14:1–20
Apocalipsis es el libro de los ángeles, porque tiene más de sesenta referencias a ellos, más que cualquier otro libro del Nuevo Testamento. Los seres angélicos están alrededor del trono de Dios adorándolo como Creador y Redentor; llevan mensajes y noticias; contestan las preguntas de Juan e interpretan algunas visiones. Además, anuncian los juicios de las trompetas y los de las copas. Lanzan a Satanás del cielo, abren y cierran el abismo, y encadenan al enemigo por mil años. En el cap. 14, los ángeles hacen anuncios y ejecutan juicios.
¡PENSEMOS! |
Al leer el cap. 14, identifique sus tres divisiones principales. ¿Qué partes del capítulo son positivas y animadoras? ¿Cuáles son advertencias negativas? ¿Cuál es la diferencia entre el juicio de los vv. 9–10 y el de los vv. 15–20? ¿Cuál es el mensaje para los creyentes en los vv. 12–13? |
La victoria de los 144,000 siervos 14:1–5
Ese grupo está compuesto por los mismos que en el cap. 7 recibieron el sello de Dios para protegerlos de los juicios que estaban por caer sobre la tierra. Son judíos que servirán a Dios durante la tribulación. Se supone que llevarán el evangelio al mundo para que muchos reciban a Cristo, que no sean engañados por el anticristo y que estén esperando la venida de su Rey.
En esta visión están con Cristo sobre el monte Sion, que es Jerusalén, habiendo terminado su trabajo. Este es un atisbo de la celebración de victoria y recompensa que tendrán los 144,000 cuando Cristo haya venido. Este capítulo profetiza varios eventos que sucederán cuando Cristo venga al final de la tribulación. Los nombres de Dios que aparecen en la frente de los redimidos, la voz fuerte del cielo, la hermosa música que baja de la presencia de Dios y las palabras de elogio, celebran su fidelidad y victoria.
Los nombres que aparecen en sus frentes significan que pertenecen a Dios y disfrutan de una relación íntima con él. El canto nuevo que sólo ellos podrán aprender indica que Dios los honra en forma especial, ya que fueron “redimidos de entre los hombres como primicias”. Probablemente fueron los primeros en recibir a Cristo al inicio de la tribulación y entonces fueron comisionados para predicar a los demás. Asimismo, “siguen al Cordero”, o sea, son obedientes a él (comp. Lucas 9:23). Su veracidad indica que dan testimonio y enseñanza.
La frase que es difícil interpretar es “no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes”. Esta es otra manera de reconocer su fidelidad a Dios, pero, ¿qué significa? La palabra “contaminar” no parece encajar con el concepto bíblico de que las relaciones íntimas que hay en el matrimonio son de Dios y por lo tanto, correctas. Unos intérpretes creen que no participaron de la inmoralidad, pero esto no explica por qué son vírgenes. Otros creen que esta oración es figurada y que se refiere a la contaminación de la idolatría del anticristo y la inmoralidad que a menudo acompaña a la idolatría. En el Antiguo Testamento, la idolatría de los judíos se consideraba infidelidad a su verdadero esposo, Jehová. Pero también es posible que sean célibes para no tener preocupaciones familiares y así poder dedicarse totalmente a su ministerio (comp. 1 Corintios 7:1, 6–8, 26–27, 32–33). “No se contaminaron” lleva la idea de estar dedicados a su tarea.
Anuncio de tres ángeles 14:6–13
Tres ángeles vuelan por el aire, cada uno declarando un mensaje; uno positivo y dos negativos
Predicación del evangelio. vv. 6–7. El primer ángel recuerda al lector que durante la tribulación y en medio de tantas experiencias difíciles que habrá en la tierra, el evangelio seguirá siendo anunciado. Todos los seres humanos oirán el evangelio y tendrán la oportunidad de arrepentirse de sus pecados y escapar de la muerte eterna (comp. 6:15–17; 7:13–17; 9:20–21; 11:3–4; Mateo 24:14). En este pasaje, un ángel trae la información acerca de la predicación del evangelio, pero serán humanos los que lo prediquen en la tierra.
Juicio de Babilonia v. 8. El segundo ángel dice que la gran ciudad de Babilonia ha caído, evento que se relaciona con el juicio de la séptima copa (16:19) y que es tema del cap. 18. Babilonia será un importante centro comercial idólatra en el imperio del anticristo. Seguramente habrá mucha inmoralidad, pero el énfasis de la palabra fornicación está en la relación de esa ciudad con la idolatría, que es infidelidad espiritual. Su destrucción sucederá junto con el juicio que venga sobre el imperio del anticristo durante los juicios de las copas y la segunda venida de Cristo. Aquí se anuncia como un acontecimiento ya realizado, así como también la victoria de los 144,000 se ve como ya cumplida (vv. 1–5).
Castigo eterno. vv. 9–13. El resto del capítulo contesta dos preguntas. ¿Cuál será el destino eterno de los que adoran a la bestia? ¿Qué sucederá a los que vivan cuando Cristo regrese?
El tercer ángel describe el juicio eterno que sufrirán los que no respondan a la predicación del evangelio, que adoren al anticristo y que se identifiquen con su imperio satánico. Es el horrible castigo de la segunda muerte, en que serán lanzados al lago de fuego (20:12–15). En la tribulación, estos versículos y otros de Apocalipsis serán temas de predicación para advertir a los hombres de su destino final si escogen la idolatría y la seguridad en vez de confiar en el Rey que vendrá.
Los vv. 12 y 13 agregan palabras de ánimo para los que rechacen el engaño de Satanás y crean en Jesucristo. Deben ser pacientes para esperar el final de la tribulación y la venida de Cristo. Deben perseverar en su fe en medio del sufrimiento y, tal vez, martirio. Los que mueran en el Señor, recibirán la bendición del descanso y la recompensa inmediatas.
La tierra es segada 14:14–20
Los vv. 9–12 enfocaron el castigo eterno, pero estos hablan de la muerte de los seguidores del anticristo y de todos los que no conozcan a Cristo cuando él venga. Los ángeles que salen del templo de Dios en el cielo indican que el juicio procede del Señor y que es justo y correcto. Jesucristo, en su venida, es el que segará y habrá mucho derramamiento de sangre de aquellos que no hayan creído en él. Esta descripción figurada hace referencia a los eventos como los juicios de las copas (cap. 16), la caída de la ciudad de Babilonia (cap. 18) y la batalla de Armagedón (19:17–21; comp. Mateo 24:29–30; 25:31–46). Sólo los creyentes quedarán para ingresar en el reino milenial.
El cap. 14 enseña que los que cumplen la misión que Dios les da, que a veces tienen que realizar en medio de pruebas y tribulaciones, disfrutarán de la aprobación divina y compartirán con Cristo la comunión íntima y el triunfo futuro. Esto requiere entrega total a Dios, cambiar las prioridades espirituales, integridad de carácter y obediencia hasta la muerte.
Asimismo, habla del destino final y eterno de los que no respondan a la oferta de salvación en Cristo. El que por su gracia inmerecida rescata al hombre de la culpabilidad y poder del pecado, un día será el Juez de los que rechazan su amor. El castigo eterno es real y verdadero. Hoy es el día para acercarnos en oración, amor, servicio y testimonio a nuestros amigos y familiares para que conozcan el amor de Dios.
¡PENSEMOS! |
¿Qué se aprende acerca de los requisitos para servir a Dios al estudiar acerca de los 144,000? ¿En qué maneras podemos participar en la predicación del evangelio a toda nación, tribu, lengua y pueblo? ¿Qué aprende usted de los versículos que mencionan el castigo eterno? En los vv. 12–13, ¿qué aprendemos de la muerte? |
Orth, S. (1998). Estudios Bı́blicos ELA: La consumación de los tiempos (Apocalipsis) (99). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.