Predicaciones Cristianas | Estudios Biblicos
Jeremías 29:8-13
Introducción
Los estudios bíblicos nos enseñan que para entender cuál es el propósito de Dios para una vida feliz primero tengo que saber: ¿Cuál es el propósito de Dios para mi vida? y antes ¿Cuál es el propósito que tengo yo de mi vida? ¿Qué cosas quiero hacer yo con mi vida?
Las predicaciones cristianas nos ayudan a entender que reconocemos cual es el propósito de Dios para mi vida, cuando por medio del camino hacia nuestras metas, Dios nos cambia las puertas y abre otras que no teníamos especificada abrir, y esto nos cambia el lugar de la meta final, porque Dios ya puso su mano y cambió el destino que nosotros buscábamos por uno que él ya predestinó. Naturalmente, mejor que el que habíamos planeado.
Esta es la base para reconocer cual es el propósito de Dios para una vida feliz.
Cuerpo:
3 Juan 1.2 – Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
El que desea ser prosperado, tiene que saber en qué quiere serlo. Es parte de las añadiduras hacia la meta final.
Dios prospera lo que nuestra mano toca, de esa manera, él irá bendiciendo nuestras metas, sueños y deseos; (aspiración).
Los estudios bíblicos nos enseñan que el Señor cumple el deseo de nuestros corazones. (Versículo 11)
El hombre exitoso no es aquel que tiene grandes títulos o grandes comodidades económicas, sino aquel que sirve con éxito a Dios. Los estudios bíblicos nos revelan que de acuerdo con el éxito que sirve a Dios, él te irá prosperando en todo (Deuteronomio 7:12-16; 28:1-14).
En lo Educativo, en lo administrativo, en aquellas áreas que tengas como PROPÓSITO cambiar. Porque es Dios el que abre y cierra las puertas. (Oportunidades).
Lucas 12:31 – Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura.
¿Cuáles son tus metas?
Sin metas es imposible que Dios te ayude porque no tienes algo definido. A Dios le gusta que le pidamos específicamente por algo.
Ejemplo:
Si tu hijo te pide algo, lo primero que vas a preguntarle es: ¿Qué quieres? Es una pregunta casi obligada. De igual manera Dios, si le pides que te bendiga, Dios te pregunta ¿Qué quieres que te dé? Y como nunca le dijiste que querías en específico, Dios nunca te dio nada. FÁCIL.
También porque pedimos conforme a nuestro deseo propio de tener bienes materiales, y no conforme a llegar a la meta que nos hemos puesto.
Conclusión:
Jeremías 29:12-13 – Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. (RVR)
Cuando tengamos en claro nuestras metas, iremos a orar a Dios y él oirá desde los cielos y bendecirá nuestra mano y nuestros pies, y todo lo que toquemos prosperará porque él tiene cuidado de nosotros, y quiere que vivamos felices en su propósito.