El poder de la luz

Isaías 9:1-7

Introducción

Imaginemos que estamos en una cueva, perdidos y en completa oscuridad y al intentar encontrar la salida, tropezamos y caemos muchas veces, sintiendo cada vez más que estamos perdidos. Mientras más buscamos, más nos cansamos y desesperamos. Para muchas personas, la vida es como vivir en una cueva oscura, con confusión y sin encontrar el camino, constantemente hayamos obstáculos y nos desilusionamos. En la revista National Geographic en español, del mes de octubre de 2001, publicaron un artículo que habla acerca de la luz ¿que es? y ¿para que sirve?, el autor Joel Achenbach dice al principio: “La luz nos revela el mundo, el cuerpo y el alma la ansían, ajusta nuestros relojes biológicos, desencadena en nuestro cerebro la sensación de los colores; nos alimenta, al dar energía a las plantas. Nos inspira con los arco iris y los crepúsculos y nos da herramientas para cambiar nuestra vida”. Espiritualizando la última frase diríamos que efectivamente la luz tiene el poder de cambiar nuestras vidas, no, no hablamos de la luz física que conocemos a través del sol y los focos de nuestros hogares. Hablamos de la luz que vino del cielo a alumbrar la oscuridad en la humanidad. Dios sabe y entiende el problema que tenemos de vivir en oscuridad y por esa razón ha enviado al mundo la luz que alumbrará nuestra existencia hasta la eternidad. El profeta Isaías, desarrolla su ministerio aproximadamente en el año 740 a.C., cuando el rey de Judá, Acaz se encuentra temeroso, pues Asiria reinada por Tiglat pileser III había ya hecho cautivo al reino del norte, quedando el reino de Judá a merced del despiadado rey asirio. Estos momentos de tormenta que se ciernen sobre el pueblo de Dios acarrean oscuridad a su futuro, pues desde luego en lo que piensan es en opresión, angustia y muerte. Sin embargo el profeta cumple la función de anunciar el mensaje del Señor, tanto en juicio y prevención, como de esperanza que será palpable a todas las naciones. Dios habla al mundo a través del Isaías y da a conocer que la luz que disipa la oscuridad de nuestras aflicciones se manifestará y nos conducirá a vivir por siempre.

I. La oscuridad no es para siempre (v.1) “Más no habrá siempre oscuridad…”

Recordando que el pueblo, la familia de Dios; Israel se había dividido en 2 reinos: el reino del sur o Judá y el reino del norte o Israel. Ambos en pugna por considerarse el mejor y con derecho de dominar la tierra que en otro tiempo el Señor había otorgado. Sin embargo las demás naciones paganas de su alrededor entre ellas Asiria buscaba amplia su territorio y su poder, Tiglat pileser III envía una fuerte ofensiva contra el reino del norte y lo hace cautivo, destruyendo todo a su paso, matando y haciendo cautivos a los sobrevivientes. La oscuridad de la muerte y el dolor de hacen presentes en las tierras palestinas. Judá ve son temor asombro que ese puede ser su fatal futuro. Judá empezó a atravesar por momentos difíciles, pues el poderío de Asiria se dejaba sentir, por la presión de ser invadidos en cualquier momento. Los problemas y adversidades se presentan en todo momento y todos los padecemos, la oscuridad de nuestra vida se hace más patente cuando los problemas de nuestro alrededor arrecian, nada parece satisfacer nuestra necesidad de encontrar la salida, nos damos a la tarea de buscar respuesta e intentamos con todo lo humanamente posible; añadimos a nuestra oscuridad chispazos de luz, en forma de diversión, ocupaciones, aspiraciones e ilusiones, sin embargo no consiguiendo que esas cosas disipen las tinieblas de nuestra vida. Pero en medio de la oscuridad que rodea a Judá, empieza a brillar una luz que era Dios anunciando que esas tinieblas no eran eternas, pues se inicia el capítulo 9 con la frase “Más no habrá siempre oscuridad…” Debemos reconocer que la fe es importante en este pasaje aplicado a nuestra circunstancia, pues el el mismo Dios quien en boca de Isaías manda decir al oprimido pueblo que esos problemas no tan duraderos, sino que Él , Dios ha dispuesto alejar las tinieblas. En medio de la turbulencia de nuestra vida podemos tomar esta palabra y pedirle que la haga realidad en nuestra familia, en nuestro hogar, en nuestra vida. Que Él nos ayude a ver que la oscuridad no será para siempre.

II. La luz llegará al angustiado (v.1) “…para la que está ahora en angustia”

Esta parte de la escritura nos dice que quien padece de oscuridad en su vida, no anda en ella con paz y felicidad, sino en aflicción del alma y confuso. decíamos al principio que Dios sabe y entiende nuestra condición de vivir fuera de la luz de su presencia. él puede ver al afligido y angustiado de sus problemas. Acaz estaba con el alma en un hilo por la incertidumbre de pensar en Asiria también les aplastaría, además todo el pueblo de Judá pasaba por las mismas emociones. Ese problema en tu vida se cierne como nubes de tormenta y tus emociones se tornan difíciles y dolorosas, pues escapa de nosotros la tranquilidad para vivir. El índice suicidios en jóvenes, así como de enfermedades mentales ha aumentado, según informes de Jorge Frenk, secretario de salud en México; pues estos sentimientos de aflicción no pueden ser superados con armas y distracciones humanas. Dios consciente de esto decide enviar luz, luz de eternidad y tranquilidad. Cuando la energía eléctrica falla en nuestro hogares, nos rodea una sensación de incertidumbre que se borra cuando regresa la luz y podemos seguir adelante en nuestras actividades. Dios sabe que la manera de hacer desaparecer es angustia en sabiendo en donde pisar y hacía donde dirigir nuestras vidas, y que la forma de hacerlo en andar en la luz de Dios. La luz de Dios quita el yugo de los oprimidos, conduciéndolo hacía la libertad (v.4)

III. La luz trae felicidad a las naciones (v. 2,3) “Luz resplandeció sobre ellos… y aumentaste la alegría”

En la profecía de Isaías posterior a la declaración de que la oscuridad de los problemas no era para siempre, también nos afirma que vendrá una luz que borrará toda oscuridad y que cuando esta luz se haga patente, vendrá con ella la felicidad, manifestada en alegría. un recuerdo de mi infancia era que al regresar la luz después de que se había cortado, a mis hermanos y a mi nos invadía un alegría enorme que la manifestábamos con gritos y hurras. Cuando la luz de Dios se hace presente en la vida y los problemas se ven con la óptica de Dios entonces la alegría aparecerá pues sabremos que solo él, Dios puede hacer frente y hacernos volar sobre nuestras adversidades. La falta de luz puede desatar la tristeza azul de invierno, este es un desorden afectivo estacional, que padecen las personas en lugares del mundo en donde el tiempo de horas luz es corto, ejemplo las partes norte de Asalta, Groenlandia y países del norte de Europa, muchas personas de estas regiones para curar su tristeza azul recurren al alcohol o drogas tratando de hallar alegría. Cuando la luz del Señor alumbra nuestra vida, entonces la felicidad se hace presente y va en aumento. Andar en la voluntad Dios es andar en la luz que trae alegría.

IV. La luz es Jesucristo (v.6b, 7) “Se llamará su nombre…”

Hemos estado Hablando de la luz de Dios y no debemos caer en filosofías de tipo oriental o místico. Isaías al hablar de que llegaría el tiempo en el que Dios, el Dios creador se manifestaría a la humanidad con amor y poder, entonces si presencia irradiaría claridad a la vida de todos lo que le buscan. Isaías en su revelación profética va diciendo como Dios manifestará la luz de su presencia y dice que será a través del nacimiento de un niño, pero no un niño cualquiera, sino de uno que sería llamado de la siguiente manera, pues el ejercería todas estas funciones en los seres humanos:

Admirable Consejero: Toda la sabiduría del cielo sirve de guía para estar en la luz de Dios que nos hace disfrutar de una vida mejor. Está luz debe ser nuestro mejor consejero para tomar decisiones buenas y sabias. Jesucristo es la sabiduría de Dios.

Dios Fuerte: Además Jesús tiene todo el poder en su mano para hacer que las tinieblas de la eternidad se borren de todo aquel que cree en él. Es el poder infinito que salva completa y perpetuamente.

Padre Eterno: Los seres humanos estamos necesitados de un padre que cuide de nosotros, y Dios no solo ha sido el Padre por excelencia, sino que lo es para siempre de todo aquel que lo desea.

Príncipe de Paz: Jesús es nuestra paz, Israel necesitaba la paz, pues en medio de la guerra que podía desatarse, sus vidas estaban en peligro. La palabra Salhom, significa tradicionalmente paz, pero además significa enorme cumulo de bendiciones que llegan a través de las manos de Jesús. Es Jesús el único que puede rodearnos de tranquilidad, pues el es la paz.

Es Jesucristo la luz del mundo y él así lo declaró: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12) Cristo Jesús es Dios mismo y es la luz de la vida. Fue anunciada hace mucho tiempo y a partir de su muerte en la cruz del calvario por nosotros y su poderosa resurrección esta luz esta al alcance de todo aquel que cree en él y le será dada vida eterna y abundante (Juan 6:40, 10:10).

Desafío

Joel Achenbach dice: “Los científicos no comprenden cabalmente qué es (la luz) o lo que puede hacer. Solo saben que iluminará nuestro futuro”. Si tu vida parecer ser una caverna oscura y fría, y tropiezas y caes muchas veces, no trates de entender racionalmente a Jesucristo, confía en él y él te iluminará eternamente.

Contacte al Autor: geraglezcruz [arroba] aol.com Ministerio: Iglesia Bautista Dios es Amor

“…porque todas las cosas que oí de mí Padre, os las he dado a conocer” A lo largo de la historia los seres humanos han buscado aclarar los misterios que le rodean; entre ellos: Dios, hemos buscado y hay quienes siguen buscando la respuesta a todas sus interrogantes; sin saber que Dios muestra sus secretos de manera abierta a todo aquel que en verdad quiere descubrirlo. Dice el apóstol Pablo en cu carta a los Romanos que todos los seres humanos, independientemente de donde haya nacido (época, nación o cultura) pueden percibir a su alrededor la mano de un ser superior y perfecto; a esto los teólogos han llamado revelación general. Sin embargo el propósito de Dios es que todos esos seres humanos que pueden verlo de manera general en su creación también puedan verlo de manera personal e individual.

La Palabra de Dios es la revelación (Manifestación) de Dios a los seres humanos; por eso la Biblia no es cualquier libro; sino Dios mismo hablando a nuestros corazones, descubriéndose poco; hasta llegar a la persona de Jesucristo, quien es la manifestación plena y absoluta de Dios a los hombres; por esa razón afirma: “el que me ha visto a mi, ha visto al Padre” Cuando conocemos a Jesús de manera real y personal pasamos de la revelación general a un relación de amor y especial. Jesús dijo a sus discípulos que ya no iba a llamarlos más siervos; pues los amos no comparten con sus servidores los asuntos íntimos de ellos; pues no son dignos de tal confianza.

Solo a los realmente amigos se les puede hablar con franqueza y apertura; solo a un amigo se le pueden compartir aspectos íntimos y personales; solo a un amigo se le abre el corazón con franqueza y se le comparten la visión de vida. Jesús apreciaba eso y por esa razón ya no quería que lo vieran como amo; sino como amigo; por esa razón dice: “…pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer (v.15) Cristo en su amistad para con nosotros nos descubre todos los secretos de Dios; y entonces podemos ver a Dios más plenamente que antes! de conocer a Jesús.

IV. Somos amigos de Jesús porque Él nos escogió (v.16)

“…sino que yo os elegí a vosotros…” A cuantos de nosotros vivimos la experiencia de nos ser parte de un grupo, de un equipo o seleccionados. Cuantos de nosotros hemos sido excluidos de diferentes medios, por no ser apropiados. Las respuestas y las circunstancias pueden ser variadas; pero lo cierto es que por lo menos en una ocasión hemos vivido el no ser escogido a pertenecer a algo que queríamos mucho.

Para Dios esto no es así; Jesús dice: “Ustedes no me escogieron a mí…” Usted y yo no elegimos a Jesús; eso no habla de que somos obligados a quererlo; sino a algo más grande; que él nos ama tanto que “viéndonos nos escoge como sus amigos” ¡Si! Aunque usted no lo crea; Dios mismo nos elige a ser amigos de Él ¿puede creer que el mismo Señor del Universo pueda amarnos tanto sin tomar en cuenta que somos, o de donde venimos o lo hayamos hechos? Él sabe todas las cosas; y aún así tener deseos que entablar amistad con usted y conmigo. Jesús afirma: “…sino que os elegí yo a vosotros…” Debemos sentirnos muy especiales ! en haber sido elegidos por Cristo a formar parte de su circulo de amigos; pero este no es cerrado o elitista; sino que Él desea que todos sean sus amigos; dependerá de cada uno el recibir esta amistad o rechazarla. Decídete hoy a ser amigo de Jesús, recíbele en tu corazón y Él nunca de abandonara

Desafío

14 de febrero puede ser un buen pretexto para demostrarnos amor y amistad, y puede ser un buen pretextos para que su servidor les comparta esta regalo de amor que es Jesús; el más grande amigo que podemos tener. Jesús no es un mito o una leyenda; tampoco es una fuerza magnética o espiritual. Es un ser real, auténtico y con deseos que ser tu amigo incondicional y de acompañarte en cualquier circunstancia que vivas; esta incluso dispuesto a estar contigo hasta la eternidad; solo es que queramos recibirlo y Él hará lo demás. No lo pienses más; nadie más puede ofrecerte este regalo de amor y amistad; el amor de Dios.

Fuente: www.centraldesermones.com