El Espíritu Santo en el creyente

Juan 14:16-17 y  Gálatas 4:6

Introducción

14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

álos; Carácter similar. De la misma consistencia Jéteros; de otro o diferente:-(al día) siguiente, diferente, distinto. Diferente en carácter, etc.

El ser hijo de Dios tiene como consecuencia la recepción del Espíritu Santo Este Espíritu en el creyente en Cristo es:

I. El Espíritu de Adopción

Él habita en nosotros y nos hace entrar en esta relación filial. Ro.8:15; Gál. 4:5-6

A-Los hijos de Dios ahora tienen el Espíritu de Hijos, no de servidumbre, de

esclavitud a la carne y sus deleites sino el que les lleva a agradar a su Padre celestial

II. Nos Proporciona el Vínculo (Unión o atadura de una persona o cosa con otra)

A- El Espíritu une a los creyentes en un solo cuerpo con Cristo. 1 Co.12:13

B- Por medio de Cristo nos permite unión entre hermanos. Ef. 2:18

III. La Unción

A- Dios nos ha ungido con el Espíritu como con un aceite de consagración

1- Para servirle

2- Para conocer las cosas profundas de Dios. 1 Jn. 2:20, 27

3- Para recibir y comunicar sus pensamientos. 1 Co.2:9-15

IV. El sello

A- Dios ha puesto en nosotros su Espíritu como un sello

Es como una marca indeleble. (Que no se puede quitar ni borrar) Ef. 1:13; 4:30

Procedemos de Él y somos suyos por los siglos.

V. Las Arras

Algo que se da como prenda, garantía o señal en algún contrato.

A- El Espíritu Santo, en nuestros corazones, es a la vez una garantía y un anticipo de nuestras futuras bendiciones en la gloria. 2 Co. 1:22 y 5:5

B- Es la garantía de nuestra herencia. Ef. 1:14

VI. La Santificación

Esta presencia del Espíritu Santo en el creyente impone:

A- Una separación práctica del mal.1 Co. 6:19-20

1- Compañías o amistades que no agradan a Dios.

B- No contristando al Espíritu de Dios. Ef. 4:30-32

Debemos tener y demostrar humildad verdadera y no falsa. Ro.12:13; Mt. 11:29

VII. El Poder

El que ha sido rescatado por Cristo tiene el deseo sincero de vivir para su Señor.

A- Lamentablemente, pronto se da cuenta que en sí no tiene fuerza para llevar una Vida santa y pura. Ro.7:19

B- Al no tener fuerza en sí mismo para vencer el pecado Dios le da el poder victorioso del Espíritu Santo. Ro.8:13

Conclusión

El espíritu Santo es una realidad, es Dios en nosotros; su obra es grande y con un propósito claro: “Glorificar a Dios a través de la ministración de nuestras vidas”, las que deben estar en constante comunión con Él.

No estamos solos como Iglesia de Cristo; tenemos su poderosa ayuda y guía.

No perdamos nunca de vista que él es Dios, y que nosotros debemos ser los templos dignos de su habitación. ¡Dirígenos Espíritu Santo!