Por: pastor Daniel Brito
Título: Dios no tarda Su Promesa
Texto: 2 Pedro 3:1-10:
«Queridos hermanos, ésta es ya la segunda carta que les escribo. En las dos he procurado refrescarles la memoria para que, con una mente íntegra,2 recuerden las palabras que los santos profetas pronunciaron en el pasado, y el mandamiento que dio nuestro Señor y Salvador por medio de los apóstoles.
3 Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará:4 «¿Qué hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la creación.»5 Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua.6 Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado.7 Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.
8 Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.9 El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.»*
Introducción:
En esta noche continuamos con el tema de la Venida de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, y la importancia de ponerle atención a la veracidad de las Sagradas Escrituras en cuanto a los eventos presentes, y los que han de venir. Trataremos los siguientes puntos:
(1) Siempre han habido burladores.
(2) La Creación y el Juicio.
(3) El deseo de Salvación.
(4) El Juicio Venidero.
(5) Viviendo Sabiamente.
Lección:
1. Siempre han habido burladores. – Después de haber tratado el tema de la Venida de JESUCRISTO la semana pasada, ahora seguimos con el tema de aquellos que se han burlado en el pasado de la Palabra de Dios, y lo hacen en el presente también. En el tiempo que el apóstol Pedro escribe esta Epístola, la primer generación de Cristianos había muerto, habiendo quedado los hijos de ellos (la segunda generación), y Cristianos nuevos en la fe. El apóstol mismo ya estaba anciano al escribir esta Epístola. Es por eso que los burladores se burlaban, diciendo que habían escuchado de la Venida de JESUCRISTO en el pasado, y que nada había sucedido.
a. ¿Cuántos no hemos oído las burlas de los que no creen en Dios? La Biblia narra muchos casos de burladores de Dios. Como ejemplo, tenemos el caso en el tiempo de Jeremías:
i. «No falta quien me pregunte: «¿Dónde está la palabra del Señor? ¡Que se haga realidad!»
b. ¿Cuántas veces no hemos oído a alguien decir algo similar? El burlón se burla, sin tener poder de cambiar aun su propio destino.
2. La Creación y el Juicio. – (versos 5-7) «Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el agua.6 Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado.7 Y ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos»
a. El apóstol menciona el orden de la Creación de la tierra, que primeramente fue toda agua, y por medio de esa misma agua, Dios trajo Juicio a la tierra por medio del Diluvio, siglos después en los días de Noé.
b. Notemos algunas cosas sobre esto:
i. La Creación de la Tierra es evidente: Dios es el Creador.
ii. La Biblia prueba, y también historias antiguas, que Dios destruyó todo por medio de agua en el Diluvio. Ese evento vino como Juicio en contra de la humanidad, después de Dios anunciarlo a través de Noé.
iii. Esta mención era para hacerles saber que aunque algunos se burlen de la Biblia, lo Escrito en la Biblia se cumple, porque Dios cumple Su Palabra, se burle quien se burle.
3. El deseo de Salvación. – El tema salta ahora al por qué parece ser como que Dios se tarda, pero eso es imposible, porque como dice el apóstol que cita el Salmo 90, Dios mide el tiempo de una forma muy distinta que el ser humano, y es porque Dios no se limita por el tiempo. (Versos 8-9) «Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.9 El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.»
a. Los Planes de Dios son muy diferente a nuestros planes, porque Dios es el único que CONOCE el Futuro. Es entonces en ese Plan, que Dios tiene un tiempo para alcanzar a aquellos que van a ser salvos.
i. «Pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.» (1 Timoteo 2:4).
ii. El deseo de Dios que TODOS sean salvos, también nos recuerda un verso muy conocido y es:
(1) «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.» (Juan 3:16).
b. Dios quiere que TODOS sean salvos por medio del ARREPENTIMIENTO y la CONVERSIÓN a JESUCRISTO. Él sabe muy bien que no todos van a ser salvos, pero ha abierto el Camino al dar a Su Hijo para morir por nuestros pecados, y así, otorgarnos la Salvación.
4. El Juicio Venidero. – Pero ahora el apóstol salta a la realidad de la Venida de JESUCRISTO, y del Juicio Venidero. (verso 10) «Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.» “Al llegar a este punto, el autor sagrado dice que, no obstante el deseo de Dios de dar tiempo al tiempo, a fin de que haya más oportunidades de arrepentimiento (¡grave responsabilidad para predicadores, lo mismo que para oyentes!), el día del Señor llegará por fin cuando menos se espere.”[1]
5. Viviendo Sabiamente. – Hay una conexión con la expectativa del creyente, que espera la Venida de Cristo, y su estilo de vida. (2 Pedro 3:11-12) «Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable12 y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas.»
a. Notemos que Dios quiere que seamos salvos, y que llevemos vidas santificadas, eso es separadas, viviendo en expectativa de Su Venida. Veamos algunas cosas sobre esto.
i. Dios quiere nuestra salvación.
ii. En el Plan de Dios, existe el Juicio venidero.
iii. En espera de ese Juicio Venidero, el creyente sigue una conducta intachable.
iv. Y noten que en espera de ese Juicio Venidero, el creyente espera ANSIOSAMENTE la venida del día de Dios.
b. ¿Por qué razón esperamos ANSIOSAMENTE? Porque en la Venida de nuestro SEÑOR lo veremos CARA A CARA. La vida del Cristiano es una de desear AGRADAR a su SEÑOR, antes de agradarse a sí mismo. Por eso podemos decir como la semana pasada:
i. «El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.» (Apocalipsis 22:17).
ii. ¡VEN SEÑOR JESÚS!
Conclusión:
Oremos.
Notas:
1. Francisco Lacueva, Comentario Bíblico de Matthew Henry, p. 1869, editorial CLIE.
*Toda referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.
**Este sermón fue predicado en Enero, 2009.