De Dios Nadie Se Burla Cada Uno Cosecha Lo Que Siembra

Dios no puede ser burlado el cumple su promesa

“No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.” Gálatas 6:7 (NVI)

En diciembre del 2001 Argentina tuvo su peor crisis financiera de la historia y entró en default. Muchos perdieron su trabajo, y yo también. Comenzamos el 2002 con el país destruido, sin ahorros, golpeados y sin trabajo. Ese año, un amigo, Gastón Ibarbalz, que es un asesor de seguros e inversiones me ofreció trabajo. Había entregado más de 1000 curriculums y nadie me había llamado. Él tuvo la paciencia de enseñarme a vender un seguro de vida o de capitalización y me ayudó a vender lo que para mi era imposible. Vivimos un año y medio vendiendo seguros (gracias a Gastón). Luego me reinserté en lo que hacía habitualmente.

En enero de este año, once años más tarde, la empresa donde estaba trabajando entró en cesación de pagos y fui despedido. Así que retomé nuevamente la búsqueda de trabajo. Tuve varias entrevistas hasta que me llamaron de una empresa. En mi primera conversación con el gerente general, me dice: “¿Sabés quien dio muy buenas referencias tuyasí Gastón Ibarbalz. Vi que habías trabajado con ellos y los llamé para ver que opinaban de vos.”

Once años más tarde de haber trabajado con Gastón, su referencia laboral de mi persona allanó el camino para que hoy pueda ser el gerente de administración y finanzas de Yagmour SRL. Y lo que era imposible para los hombres, Dios lo hizo posible. En 10 días cerramos el proceso de las entrevistas, el examen psicotécnico, el preocupacional y comencé a trabajar.

Indudablemente es la Gracia de Dios. Y su eterna buena memoria. Él no se olvida de nada, y no se le escapa detalle. Tal vez no actúa con la velocidad que desearíamos o con los tiempos que anhelamos. Pero Dios siempre actúa y siempre llega a tiempo. Él no se duerme, Dios no se distrae, y su ley de la siembra y la cosecha siempre se cumplen. Siempre.

Nadie puede burlar a Dios. Su fidelidad y su bondad no pueden ser minimizadas. Su grandeza y su amor no pueden ser limitados. Dios sabe todo, mira todo, analiza todo. Y jamás se olvida. Su ley se cumple siempre. Podés descansar tranquilo. Tu siembra siempre cosecha.

REFLEXIÓN – Dios cumple su promesa. No puede ser burlado.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany