Cubriendo multitud de pecados

Estudios Biblicos | Predicas Cristianas

Texto Bíblico: Santiago 5:19-20

Introducción:

Una gran realidad del caminar cristiano es que nuestro camino en ocasiones no es nada fácil. En muchas ocasiones nos encontramos en situaciones que nos hacen dudar de la Palabra de Dios, y de todo lo que hemos aprendido de las predicas cristianas y estudios bíblicos que hemos escuchado. Esta duda o incertidumbre causa que algunos caigan heridos dejando de congregarse. Pero ahora la pregunta que debemos hacernos es: ¿qué actitud debemos nosotros tomar?

Desarrollo:

Desdichadamente la gran mayoría de los cristianos solo critican, y a otros no les interesa en lo más mínimo. Pero, ¿qué nos enseñan los estudios biblicos?

Los estudios bíblicos nos enseñan que el amor al prójimo tiene que ser de acciones y no solo palabras; (Gálatas 5: 14-15). A través de las predicas cristianas aprendemos que como cristianos nosotros no estamos llamados a juzgar y condenar, después de todo, ¿quién eres tú para juzgar? (Mateo 7:1).

Los mensajes cristianos nos revelan que no podemos despreciar a aquellos que por una razón u otra se han apartado de los caminos del Señor. No podemos menospreciar a nuestros hermanos en la fe. (Romanos 14:10). Nuestra obligación como creyentes fieles es de ayudar a aquellos que se ha extraviado. ¿Permitirás que tu hermano se pierda sin tratar de ayudarle? (1 Corintios 8:11-12). Nunca podemos olvidarnos del hecho que los fuertes estamos llamados a, y somos responsable de ayudar a los débiles. (Romanos 15: 1-2).

¿Qué tenemos que hacer? En vez de juzgar y criticar tenemos que orar por ellos, rogándole al Padre que sean restaurados. (Efesios 6:18). Reflexiona en todo esto por un momento. Cualquiera puede resbalar y caer. ¿Qué si te sucede a ti? ¿Cómo te gustaría que los creyentes que te rodean te traten? (Mateo 7:12). Así que si estás fortalecido en el área espiritual, no critiques y condenes a tu hermano caído, sino extiende tu diestra y ayúdale a levantar. (Gálatas 6:1-2).

Conclusión:

En Ezequiel 34 encontramos que la Palabra de Dios nos habla y revela a un pastor que llegaría en busca de las ovejas perdidas y extraviadas. En los estudios bíblicos y predicas cristianas encontramos que este pastor es Jesucristo, y que Él nos ha encargado a cada uno de nosotros la responsabilidad de continuar Su obra. (Mateo 28:16-20).

Cumplir con lo que Dios nos ha encargado debe, y tiene que ser lo más importante en la vida de todo cristiano fiel. Después de todo, ¿Cómo podremos decir que servimos a Jesús si no hacemos su voluntad? (Lucas 6:46).

Jesucristo dejo la perfección del cielo para venir en busca de ti y de mi, personas completamente extraviadas de la presencia de Dios. Jesucristo nos ha dejado mensajes cristianos para fortalecernos y encaminarnos en la voluntad de Dios. Estábamos completamente perdidos y sin esperanza alguna de alcanzar a Dios, pero el Señor nos proveyó el camino (Juan 14:6). Ahora pregunto, ¿si Jesús estuvo dispuesto a dejar la perfección del cielo, qué estás dispuesto tu a hacer por un hermano caído? ¿Solo criticaras sus acciones, o iras en busca de él como Jesucristo vino en busca de ti?

 Al igual que Pedro empezamos a dar voces al Señor “por favor ayúdame, me estoy ahogando.” Nos da miedo porque lo que aparentaba ser una victoria fácil esta a punto de ahogarnos. Pero nosotros servimos a un Dios todo poderoso, servimos a un Dios lleno de gracia. Nosotros podemos dudar de Él en ocasiones, y hasta a veces le podemos fallar, pero en cuanto le llamamos, Él esta a nuestro lado dispuesto a darnos la mano y sacarnos antes de ahogar. Él esta ahí con su mano extendida diciendo vamos que yo te sacare. Gloria a Jesús por Su gracia infinita, gloria a Dios por su poder infinito, gloria a Dios por su perdón infinito, gloria a Dios porque Él es digno de toda alabanza. Nosotros le fallamos y dudamos, pero Él siempre esta presente para restaurarnos. Los estudios bíblicos nos enseñan que Él siempre está presente en la vida de todo cristiano fiel lleno de amor para confortarnos. Él siempre esta presente para darnos esa paz que tanto deseamos. Él nos ha sacado de entre la poderosa y destructiva tormenta cual es el mundo. Él nos ha apartado para que no tengamos más sufrimiento. Para que tengamos vida eterna y vivamos en su Reino.

A través de los estudios bíblicos y predicas cristianas, es fácil discernir como a través de la historia el hombre siempre le ha fallado a Dios, pero Dios nunca le ha fallado al hombre. En esos momentos cuando pensamos que no existe nadie quien nos puede ayudar, Dios hace exactamente lo que necesitamos. Los problemas desaparecen y las preocupaciones se desvanecen. Lo que ante era una tormenta para nosotros ahora no es más nada que una simple brisa. Una brisa refrescante que nos conforta. Las olas poderosas que azotaban nuestra barca ahora no son mas nada que un bello rocío que nos refresca. No existe más la tormenta, y nunca existirá una tormenta mientras mantengamos nuestra mirada fija en Jesús. Las cosas pueden aparentar malas, situaciones pueden lucir feas, pero si nos mantenemos firmes en nuestra fe, si no quitamos nuestra mirada de nuestro Señor, los estudios bíblicos y predicas cristianas nos hacen saber que las tormentas se calman.

Los estudios bíblicos nos dejan saber que los discípulos llegaron exactamente a donde ellos iban sanos y salvos. Jesús le guío hasta allí. Él nos esta guiando igualmente hoy en día. Él nos esta guiando a que vivamos en el Reino de Dios. Él nos esta guiando lejos de las tormentas. Él esta derramando Su amor y bendiciones sobre cada uno de nosotros. Hermanos hemos llegado al lugar exacto donde Él nos quiere. Hemos llegados sanos y salvo porque Él lo a querido así.

Para concluir. Quiero dejarles con estos pensamientos finales; la fe es lo único que hace nuestro mundo girar. Las predicas cristianas nos hacen saber que nuestra fe no pude flaquear en ningún momento. No podemos dudar nunca que Él esta presente en todo tiempo, en todas las cosas que hacemos. Él esta presente para guiarnos y ayudarnos no importa cual sea la situación.

Nosotros podemos ver una situación o problema como algo que no tiene solución, y quizás para nosotros solos si lo es, pero no para Él. Cuando nos encontremos en esas situaciones, cuando las olas estén azotando nuestra barca y todo aparente estar perdido, es hora de mirar hacia el horizonte y verle acercar. Es hora de dejar atrás toda duda y empezar a caminar hacia Él por encima de las aguas. Es hora de decir “que día tan lindo.”