Por: Pastor Gonzalo Sanabria. Este sermón fue publicado inicialmente en www.estudiosysermones.com. Te invitamos a leer más sermones del Pastor Gonzalo Zanabria en la mencionada web.
Introducción: De acuerdo al camino que vamos a andar se requiere el equipo. Por ejemplo camino al Everest se requiere todo el equipamiento idóneo para escalar, respirar y soportar las bajas temperaturas. Si el camino a seguir es un seco desierto, este equipamiento cambia. De la misma manera para recorrer el camino o plan de Dios para nuestra vida necesitamos equiparnos debidamente. No importa si el camino es difícil, lo más importante es que Dios va con nosotros…
ATRAVESANDO EL DESIERTO CON DIOS
1) Los terrenos difíciles también son parte del camino (Oseas 2:14).
a) El desierto es un lugar seco y difícil.
Nota: El desierto es un espacio seco y frio. La fauna y flora es sumamente escasa (hay desiertos sin ningún tipo de vida), es un lugar de escasez (sin agua). Tiene grandes oscilaciones térmicas diarias (50-60° C en el día y bajo cero en la noche). El término desierto desde el hebreo y el griego traduce: lugar deshabitado, soledad, abandono, lugar sin cultivar. A veces en éstos desiertos hay oasis y lagos amargos.
b) El desierto representa la prueba, o lugar de formación divina.
Nota: En sentido espiritual el desierto es figura de varias cosas para nuestra vida:
Prueba, pues allí Dios probó a Israel. Allí aparece lo oculto del corazón (Dios los trajo por allí para saber lo que había en sus corazones). A veces Dios nos lleva allí (Por ejemplo el Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto), pero otras veces somos nosotros mismos quienes nos metemos al desierto (por ejemplo Agar corrió al desierto huyendo de su señora Sarai).
2) ¿Cómo atravesar el desierto?
a) Con fe y esperanza (Éxodo 4:28-31).
Nota: Aarón creyó, todos los ancianos de Israel y todo el pueblo también. Todos tuvieron fe en las palabras de Dios a través de Moisés, pero la fe necesita ser nutrida y avivada continuamente y esto se hace a través de la Palabra enseñada por Su Espíritu en la comunión intima, por eso nos dice además el texto: “creyeron y adoraron”. Creyeron que Dios los sacaría y los llevaría a un mejor lugar.
b) Con mansedumbre y asimilando la enseñanza divina.
Nota 1: Lamentablemente el pueblo de Israel por el desierto fue rebelde varias veces a la dirección del Señor. La murmuración fue continua, murmuraron porque pensaron que iban a morir junto al mar rojo, por el camino que les había tocado, porque no había agua, porque querían carne, porque estaban hastiados del maná, porque pensaban que Moisés les había mentido, etc. Finalmente se rebelaron y no quisieron subir a conquistar la tierra: Deut. 1:23-27.
Nota 2: Israel no asimiló las enseñanzas de Dios: desde Egipto les mostró su poder y sus maravillas, el Señor derrotó al imperio egipcio (¿cómo no derribaría la ciudad de Jericó?), fue su proveedor y protector por el desierto (¿cómo no les daría su bendición y protección en la nueva tierra?). Deut. 1:29-32. No aprender las lecciones del pasado, implica repetir los desiertos en el futuro.
c) Con la bandera de la alabanza (Números 10:11-14a, y 33-36).
Nota: Judá significa: celebrar, alabanza, confesión. En el orden de las tribus era Judá la que marchaba primero y delante de todos iba el arca (que representa la presencia de Dios). Así se cruza el desierto: alabando al Señor y siguiendo Su voluntad.
3) El desierto es una etapa que conduce a la tierra de la bendición.
Nota: Tengamos en cuenta varias cosas aquí:
-Dios introdujo a todos los menores de veinte años a la tierra prometida (tierra que fluye leche y miel). El desierto no es un martirio, es una etapa para crecer, es una etapa de formación, es una fase que nos conduce a la tierra de la bendición.
-Moisés estuvo cuarenta años en el desierto, pero luego Dios lo llamó a un ministerio lleno de prodigios y maravillas, dirigiendo a más de dos millones de personas.
-Jesús fue tentado por el diablo en el desierto, pero venció y desarrolló un ministerio poderoso (tan poderoso que hoy nos sigue bendiciendo).
Conclusión: El desierto es una fase del camino, y cuando perseveras Dios te premia y honra con lo mejor, confía en el Señor, toma fuerzas en él y conquista lo que el planeado para ti. No renuncies por la dificultad del camino, ten presente que te estás haciendo más fuerte y apto para administrar lo nuevo que Dios trae sobre tu vida y familia.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. Este sermón fue publicado inicialmente en www.estudiosysermones.com. Te invitamos a leer más sermones del Pastor Gonzalo Zanabria en la mencionada web.)
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