Majestuoso Rey

Hebreos 1:3

INTRODUCCIÓN

¿Tenemos algo de que enorgullecernos frente a Jesús? ¿Hay algo que podamos hacer para sorprenderlo? ¿Podemos igualar en alguna forma su sacrificio por nosotros? De forma categórica puedo afirmar que en ninguna manera eso es posible.

Cuando comprendemos un poco de la Majestad de Nuestro Señor Jesucristo, toda nuestra falsa gloria, fama, habilidad y conocimiento se reducen a simple vanidad. Nada que podamos hacer o construir, decir o escribir, cantar o pintar, ganar o comprar, sufrir o dar, puede siquiera aproximarse a la impresionante naturaleza divina de Cristo; y mucho menos a la magnitud de su sacrificio en la cruz del calvario.

ESTUDIO

Como seres humanos mortales, finitos e imperfectos, no hay forma en que podamos apreciar por completo la Gloria de Nuestro Dios, pero en su infinita bondad, Dios decidió revelarse a los hombres de muchas formas, siendo la más perfecta de estas revelaciones, la persona del Señor Jesucristo.

Él nos muestra como es Dios, su Carácter, Virtud, Naturaleza, Perfección, Gloria y Majestad. Su usted quiere saber algo sobre Dios, la respuesta la encontrará en la Vida y las Palabras de Jesús. No existe otra forma de dirigirnos a Dios, más que por medio de la impresionante persona del Señor Jesucristo.

No existe nada en este mundo que no esté sometido a su Señorío, por Su Palabra, los planetas mantienen su órbita, se forman las nubes de lluvia, crecen las plantas y los animales, y los hombres pueden despertar y vivir un día más. Todo es posible por Su Palabra.

La mayor expresión de Su Amor por la humanidad se realizó por medio del Plan de Salvación, este consiste en una decisión tomada por el Señor Jesucristo en la eternidad. Él escogió despojarse de su Gloria, tomar la forma de un ser humano, humillarse así mismo, y padecer el martirio con firme carácter, para finalmente entregar Su Vida por nosotros, consumando en la cruz su obra redentora.

Y luego, al tercer día, Su Majestad, tomó nuevamente Su Vida, venciendo a la muerte, tal y como lo había profetizado, por medio de los santos hombres que eligió para escribir el Antiguo Testamento de Su Palabra. De modo que Un Justo pagó por todos los pecados de los injustos, y nos presenta ante el Padre limpios y sin las deudas que nos condenaban a pasar una eternidad en condenación.

Finalmente, Nuestro Rey, ascendió al cielo, regresó a Su Trono, a la diestra del Padre, desde el cual reina sobre todo, haciendo misericordia, juicio y justicia, donde está atento al clamor de sus hijos, pues es Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

Si hubiera algo de lo que podríamos sentirnos orgullosos es de entender y conocer a Su Majestad, Nuestro Rey, Jesús, y tener el privilegio de recibirle como Señor de nuestras vidas rindiendo a Él toda nuestra debilidad, para recibir su fortaleza.

CONCLUSIÓN

El Dios Todopoderoso, lleno de toda Gloria y Majestad, que creó el cielo y la tierra, y los sostiene con el poder de Su Palabra; tuvo todo esto de menos, y decidió convertirse en un ser humano, humillándose así mismo, y entregando su vida en rescate por los pecadores, murió y resucitó, puso su vida y la volvió a tomar; luego de esto ascendió nuevamente al cielo, para retomar su lugar como Majestuoso Rey de todo, he hizo todo esto, para ofrecer a los hombres la oportunidad de pasar la eternidad, llenos de gozo, en Su Presencia.

ORACIÓN

Señor Jesús, reconozco que fue Su Gracia la que me encontró y me salvó, y no mis insignificantes obras de piedad, así como también reconozco que mi humana debilidad jamás podrá ser semejante a Su Gloria, renuncio a cualquier intento vano por reinar sobre mí mismo, y someto mis pensamientos y voluntad a Su Eterna Majestad.

LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA

Todos hemos pecado, y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23), y el destino de los pecadores es la muerte eterna, pero Dios decidió ofrecernos como un regalo la vida eterna, por medio de Jesús (Romanos 6:23), solo tenemos que recibirlo y creer en su nombre, para ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12), confesando nuestros pecados, él puede perdonarnos y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9). Él está tocando la puerta de su corazón este día (Apocalipsis 3:20), recíbalo como su Salvador hoy.

Dios “muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz” Daniel 2:21-22, y si está en contacto con un Dios así, no tiene que preocuparse por lo que están haciendo los demás ya que ese Dios puede ocuparse de usted y resolver su situación imposible que parezca.

El mundo vive con la idea de que no existe Dios, o que si existe no tiene ningún poder real porque no hace nada, no cambia la historia, no impide las destrucciones, no afecta a las vidas humanas, definitivamente, es un anciano que está en el cielo o en alguna parte, pero no afecta a nada de lo que pasa aquí abajo, esa es la filosofía del mundo;

Pero cada creyente se encuentra con que si anda de manera fiel, si obedece a lo que Dios ha mandado a pesar de las presiones, se le concede el privilegio de abrirle los ojos a los hombres de que Dios existe, que no está muerto sino que está participando en los asuntos de los hombres y tiene un poder con el que podemos contar.

A los jóvenes se les manda que se inclinen ante la imagen que Nabucodonosor y adoren a la imagen, y se les dice que si no lo hacen terminarán en el horno de fuego; ¡Esa es una enorme presión! y además hay una banda con una corneta, una flauta, una cítara, una lira, un arpa, la zampoña y todo instrumento de música, toda una fiesta del diablo para gozarse igual que lo hace cuando un cristiano retrocede y no llega a la meta.

Cuando un cristiano entregó verdaderamente su corazón a Cristo no hay presión que pueda doblarle, su mirada esta puesta en Cristo y saben decir Al diablo: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, …, nos librará” Daniel 3:17, sabe hablar palabras de fe, “pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:11-13, habla en fe en vez de doblegarse y decir: “Y si no, sepas, …, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” Daniel 3:18.

Como cristianos debemos aprender que hay cosas más importantes que hacer en la vida que someternos a las tentaciones del diablo y a la concupiscencia de la carne, pues es mejor estar muerto y ser obediente a Dios que estar vivo y ser desobediente a Él; es mucho más provechoso caminar con Dios al precio de la propia vida, que ser desobediente a lo que Dios ha dicho, pues “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios” Deuteronomio 28:1-2.

Pero no es que solo debemos fijar la meta en nuestra propia salvación, puesto que el señor se sacrificó “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16, y nuestra tarea nos la entregó diciendo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo” Marcos 16:15-16.

Y a través de la obediencia de estos jóvenes vemos cómo Dios quebrantó el orgullo que tenía ese rey tan poderoso y sanguinario en su corazón, y le humilló y este es el mismo resultado que se produce cuando las personas se dejan llevar por su orgullo: La locura impuesta por la carne sometida al diablo; pues el rey orgulloso salió al campo y se puso a comer hierba durante siete años, comportándose como un animal, que es lo que le sucede al hombre que prefiere caminar sin tener comunión con el Dios vivo, y se convierte en una especie de animal, con la mente entenebrecida y lejos de Dios.

Pero cuando el rey se da cuenta de cómo le fue devuelta la razón por la gracia de Dios, de cómo Dios le humilló y le hizo volver, supo decir: “Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia” Daniel 4:37.

¿Quién hizo que llegase a esto?, humanamente hablando, Daniel y sus amigos, jóvenes que fueron usados por Dios para ganar el rey del imperio más grandioso que jamás se ha visto hasta hoy, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” Hebreos 12:1-3, y sepamos decir: “Ahora yo (tu nombre) alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia”.