Predicas Cristianas | Estudios Biblicos
Texto Biblico:Hebreos 13:7
Introducción:
Triunfar… todos (se supone) queremos triunfar en la vida.
Antes, deberíamos aclarar para nosotros mismos qué es triunfar: graduarnos de una carrera universitaria, crear muchas empresas, tener toneladas de dinero… cada quien tiene su propio concepto de triunfar.
Para un cristiano verdadero, la clave del triunfo es andar con Dios, caminar con él. Los éxitos y los fracasos pueden llegar, pero al estar con Dios, todo será para bien.
Los personajes que se mencionan en la biblia no aparecen allí por casualidad. De ellos podemos aprender muchas cosas buenas como también de sus errores para evitarlos. El versículo elegido de hebreos 13 nos insta a imitar la fe de nuestros pastores. Si bien no pudimos conocer a los personajes que a continuación vamos a examinar un poco y tampoco fuimos sus ‘ovejas’ como tal, sí que podemos absorber mucho acerca de su confianza en Dios y ver cómo triunfaron ellos:
I. LA FE DE DAVID. I Samuel 17:45-46
El rey David es uno de los personajes más mencionados de las escrituras. De él podemos aprender muchas cosas buenas y también de sus errores. Pero vamos a ver especialmente algunas cosas relacionadas con su fe.
A. Obediente a su padre (v. 34)
David era un hombre que se sometía a la autoridad de su padre. Algunos estudiosos mencionan que el cuidar ovejas –que fue lo que su padre lo mandó a hacer- era una tarea para las mujeres. Sea o no sea así, igual David fue humilde, hizo caso y realizó la labor que le fue encomendada.
B. Era de actitud valiente; guerrero (v. 35-36)
David no era un cobarde, por el contrario, tenía una valentía inusual para su corta edad. No es común que un chico de 16 o 17 años vea venir un oso o un león y lo enfrente y lo derrote. Eso hacía David.
Cuando el gigante Goliat amedrentó a los israelitas, David fue el único que se ofreció para pelear contra él y manifestó su confianza plena en Dios.
C. Tenía comunión con Dios y le glorificaba (v. 37)
David reconocía a Dios en sus caminos, no se ufanaba de sus victorias sino que daba el crédito a Él. Estas cosas son muestra de la comunión que David tenía con Dios. Además, la gran cantidad de salmos escritos por él, son un reflejo de la amistad que David tenía con el Todopoderoso.
II. LA SENSIBILIDAD A LA PALABRA DE JOSÍAS.
Hay dos actitudes que se pueden adoptar al escuchar la palabra de Dios:ignorarla o aceptarla. Josías fue un rey que tenía sensibilidad a la palabra de Dios, es decir, oía la voz de su creador y la obedecía.
Para triunfar en esta vida debemos ser sensibles a la voz de Dios. ¿Recuerdan las palabras de Dios para Josué… “…no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra…”?
La voz de Dios nos guía siempre por el camino correcto. Veamos lo que hizo Josías luego de escuchar la palabra de Dios y que deberíamos nosotros hacer también al oírla:
A. Oyó la Palabra y se quebrantó. (Lloró…) II Reyes 22:19
B. Se humilló delante de Dios (22:19)
C. Hizo pacto de Cumplimiento (23:2-3)
III. EL TEMOR DE DIOS – ANANÍAS, MISAEL, AZARÍAS. Daniel 3:14-18
Dice la biblia que “el principio de la sabiduría es el temor a Jehová”. Estos tres muchachos que habitaban en Babilonia obedecían a Dios y le tenían como su único Señor. No se dejaron llevar por las costumbres paganas de su entorno sino que se conservaron puros. El rey de aquel entonces, Nabucodonosor, creó una estatua de sí mismo para que todos la adoraran, pues él mismo se creía un dios. No obstante, y sin temor alguno a la presión y las amenazas, estos muchachos se mantuvieron firmes y fieles a Dios y Dios los recompensó.
A. No hicieron “lo que todos hacían…” (Arrodillados…)
Hoy en día hay muchas presiones para que hagamos lo que desagrada a Dios:embriagarse, ser infieles, practicar sexo premarital, robar, ser deshonestos… Estos muchachos, Ananías, Misael y Azarías, estuvieron presionados por el mismo rey de Babilonia para que idolatraran su imagen, caso contrario morirían.
Aun con la muerte como amenaza, NO SE ARRODILLARON. El temor de Dios nos lleva a mantenernos fieles a él aun ante la muerte misma.
B. No se dejaron Amedrentar… (v. 15 y 16).
Como se mencionó arriba, estos muchachos no cedieron:sus convicciones hacia Dios eran tan sólidas que ni aún la personalidad más importante de esa sociedad los pudo convencer a hacer algo que desagradaría a Dios.
C. Temían a Dios y dispusieron sus vidas (v. 17-18)
Hay que ser fieles a Dios hasta la muerte. Estos muchachos tenían esto muy claro y expresaron algo muy desinteresado, en otras palabras dijeron:Sea que Dios nos salve o no de la muerte, no le seremos infieles. ¡Esto se llama temor de Dios!
Hasta aquí, hemos visto que para el cristiano, triunfar debe ser igual a caminar de la mano de Dios ya que con él siempre vamos a vencer; los éxitos y los traspiés siempre harán parte del camino pero entendemos que para quienes amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8:28).
También hemos aprendido sobre la fe de David, la sensibilidad a la palabra de Dios que tenía Josías y el temor de Dios de Ananías, Misael y Azarías. Ahora, veremos tres características más que son cruciales para llevar una vida de triunfo.
IV. LA VIDA DE ORACIÓN DE DANIEL. Daniel 6:10
Hacer que la oración sea parte de nuestro diario vivir, no como un simple rito sino como un verdadero tiempo de comunión con Dios, es algo indispensable para el cristiano. No es saludable relegar la oración a lo que quede de tiempo de cada día, ni postergarla para después. Hablar con Dios es absolutamente imprescindible para nuestra vida cristiana.
A. Disciplina de oración.
Daniel tenía una disciplina de oración de tres veces al día. Esta era su costumbre, su necesidad, su hábito, no un rito. No significa que tengamos que hacer exactamente como él en cuanto a la frecuencia o la cantidad de ocasiones en las que oraba, pero sí debemos seguir su ejemplo en relación a que era una disciplina, nada reemplazaba ese tiempo.
B. Fidelidad en la Comunión.
Para los días de Daniel se creó un edicto que prohibía orar a otros dioses u hombres distintos al rey Darío. No obstante, Daniel mantuvo su fidelidad primero a Dios antes que a los hombres y Dios se glorificó en él. Capítulos adelante podemos ver cómo Dios lo libró del foso de los leones y fue promulgado por parte del mismo rey Darío que todos debían temer al Dios de Daniel.
“…tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público…” Mt. 6:6
V. LA PUREZA MORAL DE JOSÉ. (Génesis 39:7-12)
La historia de José está llena de situaciones impactantes. Fue vendido por sus hermanos como un vil esclavo, y a partir de allí fue subiendo hasta convertirse en el segundo hombre más importante de todo Egipto.
Pero en esa historia ascendente hubo situaciones de prueba que por haberlas superado, Dios lo recompensó.
Uno de esos episodios se dio en la casa de un hombre adinerado llamado Potifar. José administraba los bienes de este hombre pues se ganó su confianza. La esposa de Potifar se sintió atraída por José al punto de que lo sedujo en varias ocasiones para que se acostara con ella.
No estamos hablando de una situación fácilmente sorteable, estamos hablando de una prueba moral en la que una mujer muy seguramente bastante atractiva estaba seduciendo a un muchacho que la veía como una tentación. Hasta aquí, no había pasado nada, era la decisión de José de ceder o no ceder lo que determinaría el desenlace de su camino. José hizo lo que dice la palabra de Dios:“huir de la fornicación” (I Corintios 6:18). Es interesante que la biblia diga ‘huir’ y no ‘resistir’. Veamos algunas de las claves de esta situación:
A. Él era consciente del poder destructivo del pecado (v. 9)
B. Se regía por principios éticos (humanos y divinos). No quería pecar contra su amo terrenal, ni contra Dios. (v. 9)
C. Huyó del peligro (39:12)
VI. LA PRESENCIA DE DIOS EN ELÍAS. (I Reyes 17:1)
Si hay una característica indispensable para tener éxito en esta vida, es tener la presencia de Dios en nosotros. Para ejemplificar este punto, tenemos al profeta Elías:
A. Elías tenía celo de Jehová. I Reyes 19:10-14.
Este ‘celo’ que se menciona aquí tiene que ver con el absoluto desacuerdo y rechazo por las cosas que van contra Dios y que implican que los hijos de Dios se aparten de él. Es un deseo ardiente por ser exclusivos para Dios y no compartir nada en absoluto con el mundo. Ese era el celo de Jehová que Elías tenía y que debemos nosotros también compartir. Seamos exclusivos para Dios, no hay que flirtear con las cosas que desagradan al Señor.
B. Poder y milagros. I Reyes 17:16, 22-24
La presencia de Dios en Elías le capacitó para realizar milagros. Si tenemos esta misma presencia en nuestra vida, Dios nos permitirá ver sus grandes obras y maravillas.
Conclusión
Querido lector, este estudio bíblico ha tenido como propósito mostrar 6 características que se consideran vitales para triunfar en la vida. Recordemos que triunfar no se trata solo de tener un grado universitario, o de tener muchas empresas y dinero; son cosas que muchos buscan pero el indicador de triunfo en la vida del cristiano está determinado por su cercanía a Dios. Entre más lejos esté una persona de Dios, más cerca estará del fracaso; y entre más cerca esté de Dios, más cerca estará del triunfo, no importa cuántos bienes posea. El verdadero triunfo será llegar a la eternidad a morar con Dios.
Mientras tanto, necesitamos las cualidades que podemos aprender de estos hombres de Dios:fe, sensibilidad a su voz (la palabra de Dios), temor de Dios, vida de oración, pureza moral y la presencia de Dios.
Si usted lee otras historias de hombres y mujeres de Dios como Gedeón, Rut, Samuel y muchos otros, aprenderá mucho más. Pero empezar con estas seis será sin duda un gran paso para ser un triunfador.