Estudios Biblicos | Mensajes Cristianos
Estudios Bíblicos: Marcos 9:14-29
Estaba viendo las noticias el otro día, y vi algo acerca de los prisioneros Cubanos que habían tomado rehenes ¿Lo vio alguien aquí? También dijeron que había prisioneros en diferentes estados que habían empezado una huelga de hambre; ellos están haciendo esto con el propósito de apoyar a los Cubanos; este tipo de huelga es la más común. Les digo que es el tipo de huelga más común porque casi siempre que existe un problema o dificultad, oímos de personas que inician una huelga de hambre.
Al ver estos acontecimientos, y al meditar en lo que estaba sucediendo, entonces pensé, ¿que pasaría si envés de huelga de hambre ellos ayunaran?, ¿que pasaría si en vez de ser destructivos y tomar rehenes oraran?, ¿que no nos daría nuestro Padre?
Examinemos detalladamente lo que sucedió aquí. Los estudios bíblicos nos revelan los discípulos estaban discutiendo con la multitud. En otras palabras, la multitud estaba tratando de desacreditarlos. Esto es lo que el mundo trata de hacer. El mundo trata de desacreditar a Jesús por todos lo medios habidos y por haber, y la mayoría de las veces lo hacen a través de los mismos creyentes. En este caso ellos estaban discutiendo y casi que puedo oír las acusaciones y criticas que se estaban haciendo.
Seguramente decían cosas como: Si ustedes fueran realmente hombres de Dios pudieran reprender este demonio. O quizás: ¿Qué poderes puede tener tu dios cuando ni si quiera pueden reprender? Es por esta razón que los estudios bíblicos nos instan a mantener un testimonio limpio y sano. Cuando no hacemos esto entonces le estamos dando al enemigo una entrada en nuestra vida y una entrada para que pueda desacreditar a nuestro Rey y Salvador. Lo que sucede es que según vamos creciendo espiritualmente, el diablo trata de atacarnos más fuerte, siempre con el propósito de desacreditarnos a nosotros y al Señor.
En los estudios bíblicos encontramos que Jesús les había dado autoridad para reprender demonios. Pero en este caso ellos no pudieron hacer nada. Ellos no pudieron reprender a este demonio. ¿Por qué no pudieron? ¿Cual puede haber sido la razón? A caso ¿fue porque Jesús le había dado el poder temporario? Les digo que NO. La razón fue una de que ellos desconocían; la razón es porque existen diferentes tipos de demonios. Los estudios bíblicos nos enseñan que existen unos más poderosos que otros. En este caso ellos estaban peleando contra uno que era bien poderoso. Marcos hace este relato para que nos demos cuenta que la batalla contra satanás nunca es fácil. Pero tenemos la victoria y su nombre es Jesús. Nosotros tenemos la victoria en nuestras manos, pero en ocasiones nuestra fe nos falla.
Como dije anteriormente, existen demonios más poderosos que otros. Existen aquellos que todo lo que tenemos que hacer es mirarles y corren, pero existen otros que son mas difíciles de reprender; existen otros como los que vemos en Mateo 12:45, uno que de inicio se va, pero luego regresa con siete aun más poderosos.
Cuando los discípulos le preguntaron el por qué no habían ellos podido reprender a ese demonio, Él les contesto: “Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” Aquí esta la clave; la oración es la llave que abre nuestra fe.
Permítanme ponerles un ejemplo. Cuando los soldados los mandan a pelear en una batalla, se les da un rifle y balas. A los cristianos se nos ha dado el mismo armamento. Tenemos el ayuno y tenemos la oración. El ayuno es al igual que un rifle, y la oración es igual que las balas. Si un soldado va a la batalla y solo lleva el rifle, ese rifle ya no es un rifle, sino un garrote, ya no es un arma eficaz. Al igual, si va a la batalla y solo lleva las balas, pues entonces lo más que puede hacer es tirarlas y tener esperanza de que exploten, de nuevo, el arma no es eficaz. Pero si el entra en la batalla con las dos cosas, entonces es un soldado eficaz.
Lo mismo es verdad para nosotros, si ayunamos pero no oramos, entonces no estamos haciendo mucho. Y si oramos y no ayunamos, entonces estamos orando con la esperanza de que nuestras oraciones serán escuchadas, y lo serán. Pero los estudios bíblicos nos enseñan que cuando oramos y ayunamos, en realidad tenemos el arma más eficaz que el mundo a visto. El propósito de ayunar es uno.
Los estudios bíblicos nos revelan que ayunar nos enseña disciplina y nos ayuda a apreciar los regalos que Dios nos ha dado. Los estudios bíblicos nos enseñan Jesús mismo oro y ayuno por cuarenta días. Ayuno y oración por el pueblo de Dios es la única arma que podemos usar contra los poderes de las tinieblas.
Dios nos llamo, escogió que viviéramos en Su Reino, y ¿qué hacemos? Nos llamo a que llevásemos Su mensaje de salvación, y ¿qué hacemos? Dejamos que el diablo nos ponga dudas en nuestra mente, permitimos que los demonios nos descorazonen. Decimos: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?”
Al igual que Moisés tratamos de salirnos de lo que Dios tiene elegido para nosotros. Mirando a nuestro alrededor en este momento, aquí yo veo hombres más grandes que Moisés. Yo veo hombres y mujeres que son más que capaces de liberar a los hijos de Dios de la esclavitud. De guiar a los hijos de Dios hacia la Tierra Prometida que es el Reino de Dios.
Los estudios bíblicos nos indican claramente que no podemos preocuparnos de lo que vamos a decir o hacer. No puede existir duda que Dios nos usara, todo lo que tenemos que hacer es aceptar la responsabilidad que trae este territorio. Tenemos que estar dispuestos a que Él nos use tal como Él quiere usarnos. En realidad nosotros no sabemos de lo que somos capaces. Les puedo decir que cuando yo empecé en los caminos del Señor yo temía pararme enfrente de muchas personas y hablar. Las rodillas me temblaban, la voz se me iba, y la mayoría de las veces se me olvidaba lo que iba a decir. Pero algo milagroso sucedió, algo que yo no esperaba. ¡Dios me llamo!
Dios dijo: “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.” Aquí Dios nos esta diciendo que Él nos envía. Déjenme decirles que esto fue todo lo que tomo para mí. Porque si Dios nos envía eso quiere decir que Él esta con nosotros. Y si Él esta con nosotros, entonces ¿quien puede estar contra nosotros? Nadie puede, no hay diablo, ni demonio, ni potestad, ni hombre. Dios esta con nosotros y nos esta contestando diciendo: “YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”
Para concluir. Tenemos que aceptar las responsabilidades que los estudios bíblicos nos revelan. Tenemos que tomar los pasos para liberar el pueblo de Dios. No podemos estar preocupados de lo que va a suceder o como va a suceder. Él sabe lo que va a suceder y como va a suceder. Nosotros solamente tenemos que dejarnos ser guiados por Él y su divina presencia.
Todo lo que tenemos que hacer es llevar su mensaje. Al igual que hizo Moisés, tenemos que decirle al mundo cuando nos pregunten: “YO SOY me envió a vosotros.” Nosotros servimos al Dios todopoderoso y lleno de gracia. Cuando Él nos manda es porque Él sabe de lo que somos capaces. Él conoce nuestras habilidades mejor que nosotros mismos. ¿Si Él confía en nosotros, quienes somos nosotros para cuestionarle? Es tiempo de pararnos en firme y dejar de correr. Es hora de someternos a la voluntad de Dios.
© Jose R. Hernandez, 1999