La respuesta de María y José al llamado de Dios

La respuesta de María y José al llamado de Dios en la historia de la Natividad es un ejemplo de fe, obediencia y sumisión a la voluntad divina. Ambos personajes desempeñan roles importantes en la historia y muestran una respuesta sincera y humilde al plan de Dios. Aquí se describe su respuesta:

María:

  1. La Anunciación: Cuando el ángel Gabriel se le aparece a María para anunciarle que será la madre del Hijo de Dios, María responde con humildad y sumisión: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Lucas 1:38). Esta respuesta muestra su disposición a aceptar la voluntad de Dios y su profundo sentido de servicio.
  2. La Visitación a Isabel: Después de recibir el mensaje del ángel, María emprende un viaje a visitar a su pariente Isabel, que también estaba embarazada de Juan el Bautista. Este acto muestra la solidaridad y la alegría de María al reconocer la obra de Dios en sus vidas.
  3. La Natividad: María da a luz a Jesús en Belén, y aunque se encuentra en circunstancias humildes en un establo, acepta con gratitud y amor el papel que Dios le ha encomendado como madre del Salvador del mundo.

José:

  1. La aparición del ángel: Cuando José descubre que María está embarazada, inicialmente considera divorciarse de manera discreta para no avergonzarla públicamente. Sin embargo, un ángel del Señor se le aparece en un sueño y le explica la situación. José obedece al ángel y toma a María como su esposa, aceptando la responsabilidad de ser el padre terrenal de Jesús.
  2. El viaje a Belén: José y María emprenden el viaje a Belén debido al censo, siguiendo las instrucciones del gobierno. A pesar de las dificultades y el viaje incómodo, José cuida y protege a María durante el trayecto.
  3. El cuidado de la Sagrada Familia: José asume su papel de padre adoptivo de Jesús con amor y responsabilidad. Él cuida y protege a María y al niño Jesús, llevándolos a Egipto para escapar de la persecución de Herodes y luego regresando a Nazaret.

La respuesta de María y José al llamado de Dios es un ejemplo de fe inquebrantable y obediencia a la voluntad divina. A pesar de las circunstancias difíciles y los desafíos, aceptan su papel en el plan de Dios con amor y humildad. Su respuesta es un modelo para los creyentes, mostrando la importancia de confiar en Dios y seguir su voluntad, incluso cuando no entendemos completamente su plan.