El cap. 19 relata el acontecimiento más importante de Apocalipsis: la segunda venida de Jesucristo, que será la época en que se unirá con su pueblo de fe y cuando triunfe sobre las fuerzas del mal. Los profetas de antaño, Jesús mismo, y los apóstoles, prometieron su venida. Los creyentes han anhelado la llegada del su Salvador y Rey para que inaugure el nuevo mundo de justicia y paz que requiere su presencia. El cap. 20 incluye el registro de importantes eventos posteriores a la venida de Cristo.
A pesar de ser un libro de juicios horrendos, Apocalipsis también es un testimonio de regocijo, porque contiene más pasajes y versículos dedicados a la alabanza a Dios que cualquier otro libro del Nuevo Testamento. En los caps. 4 y 5, el lector se queda maravillado ante la presentación de la escena celestial y los cantos que exaltan la grandeza, hermosura, creación y redención de Dios y el Cordero. En medio de los aterradores acontecimientos que sucederán en la tierra, el libro sigue recordándonos en 19:1–6 la justicia, santidad, amor y misericordia de Dios.
¡PENSEMOS! |
¿Cuál es la palabra de adoración que se encuentra repetida en vv. 1, 3, 4 y 6? ¿Cuáles son los motivos de la alabanza que se mencionan en los vv. 1–6? En su opinión, ¿quién es la esposa del Cordero? |
¿Qué simboliza el lino fino con el cual se viste? ¿Qué ha preparado a la esposa para su marido? ¿Por qué es la figura del matrimonio una imagen adecuada para describir la esperanza del creyente? ¿En qué forma será mejor que la relación que actualmente tiene el creyente con Jesucristo? |
EL CORO DE ALELUYAS
19:1–6
Estos versículos inspiraron al compositor George F. Haendel para escribir el coro “Aleluya”, que forma parte del oratorio “El Mesías”. Aleluya, es una palabra hebrea transliterada al griego y a muchos idiomas y que significa “alabad al Señor”. En el cielo, rodeando al trono, la gran multitud de redimidos y ángeles se unen para adorar al soberano Dios. En primer lugar, la adoración es motivada por el poder y la grandeza divina que ha juzgado a la gran ramera y a la ciudad de Babilonia (vv. 2–3). En el v. 6, Dios es alabado porque él reina. El Señor siempre lo ha hecho, pero con su victoria sobre la religión falsa y el reino satánico del anticristo, Dios y el Mesías afirmarán su autoridad sobre toda la tierra.
LAS BODAS DEL CORDERO
19:7–10
Otro motivo de gozo es la unión de Jesucristo con su pueblo. Aunque las costumbres antiguas variaban, los matrimonios orientales a menudo consistían de tres etapas. Primero, los padres hacían el contrato de matrimonio, a veces cuando los hijos eran todavía niños. Se pagaba una dote a los padres de la novia y así los hijos se consideraban legalmente casados. Cuando llegaba la fecha para unirse, el novio, acompañado por sus amigos, iba a la casa de la novia para conducirla a su propia casa. La paráhola de las diez vírgenes de Mateo 25 tiene como trasfondo esta etapa del matrimonio. Por último, se celebraba la cena de bodas en la casa del novio, como a la que asistió Jesús en Juan 2. Espiritualmente, el primer paso corresponde a la conversión del creyente. El segundo representa la muerte o el rapto, cuando el creyente sea llevado a estar con el Señor. El tercer paso es el banquete que celebra la consumación de la unión.
Es común entender a la esposa como la iglesia que se inició en el día de Pentecostés y que se completará con el arrebatamiento de los que están “en Cristo”. Sin embargo, desde el cap. 4, la iglesia no se ha mencionado. Durante la tribulación, los judíos estarán en primer plano. Los judíos creyentes resistirán a los engaños y amenazas del anticristo y del falso profeta y serán fieles hasta la muerte o hasta que Cristo venga. Los mensajes de estímulo y orientación se han dirigido a ellos (7:9–17; 12:14–16; 14:1–5, 12–13; 18:4; 20:4 y posiblemente 21:3–4). Ellos son los que esperan celebrar su bendición y unión con su Mesías.
Así como en Efesios 5 se compara a la iglesia con una novia, muchos otros pasajes usan la figura de marido-esposa para describir la relación de Jehová con Israel (Isaías 54:5–6; 62:5; Jeremías 31:32; Ezequiel 16:8 y ss.; Oseas 2:19–20; comp. Apocalipsis 21:2, 9). El tema del banquete y de la cena con relación al reino de Cristo se encuentra mencionado antes del inicio de la iglesia, en Lucas 14:15 y ss.; Mateo 8:11; 22:1–14; 25:1–13, 26:29.
En las Escrituras, la tribulación y el reino se relacionan más con Israel que con la iglesia. Se puede decir también que la cena no necesariamente se lleva a cabo en el cielo. A menudo, en Apocalipsis los eventos se anuncian el cielo, pero se llevan a cabo en la tierra. Aunque el regocijo por la cena aparece en el pasaje antes de la descripción de la venida, la celebración podrá ocurrir en o después de la venida de Cristo.
Concluimos entonces que la “cena de las bodas del Cordero” celebrará la unión de Jesucristo con todo su pueblo redimido cuando él venga. Los creyentes de la iglesia regresarán conél, los sobrevivientes de la tribulación lo recibirán, y los redimidos antes de Pentecostés resucitarán. “Los que son llamados a la cena” son todos los creyentes, para que disfruten por siempre de su unión con Jesucristo.
EL REY DE REYES
19:11–16
En tiempos antiguos, cuando un general romano regresaba triunfante de una campaña militar, él y sus legiones desfilaban por la vía Sacra, la calle principal de Roma que se dirigía desde el foro del templo de Júpiter hasta el monte Capitolino. Montado sobre un caballo blanco, el general cabalgaba a la cabeza de sus tropas seguido por los carros que contenían el botín y por los cautivos encadenados que iban a ser ejecutados o vendidos en el mercado de esclavos. El general y sus tropas recibían de la aclamación de la ciudadanía y los honores de los oficiales del imperio. Era un día glorioso.
¡PENSEMOS! |
En los vv. 11–16, ¿cuáles son los distintos nombres del que monta el caballo blanco? ¿Qué enseña de Jesucristo cada nombre? ¿Cuál es el significado de los detalles de su aspecto? ¿Qué más se enseña de él en los vv. 11–16? Si usted fuera un creyente que hubiera sufrido las atrocidades del anticristo, ¿qué sentiría al ver la venida de Jesús? En los vv. 17–21, ¿quiénes se reúnen para hacer guerra contra Jesucristo? ¿Cuál será el destino del anticristo y del falso profeta? ¿Qué sucederá a los ejércitos? |
El que va montado sobre el caballo blanco es Jesucristo que viene a la tierra, sabiendo que su victoria está asegurada. Recordemos las emocionantes palabras de Daniel 7:13–14 y de Zacarías 14:1–4 que describen este evento.
Jesús mismo orientó a sus discípulos en Mateo 24:29–31 que dice en parte: “…aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo… y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Por su parte, los ángeles dijeron a los discípulos, “así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11).
En el v. 11, Jesucristo es llamado “Fiel y Verdadero”. Él es fiel a sus pactos y promesas. Siempre dijo la verdad. En su venida, la cumplirá y comprobará que su testimonio es verdadero. Es verdadero en contraste con las ambiciones, mentiras, engaños y promesas de Satanás y el anticristo. Sus ojos son como “llama de fuego” que penetra el corazón, evalúa la historia y “juzga y pelea” contra los que merecen el castigo. El nombre que otros no conocen expresa su relación íntima con el Padre o un misterio de su persona que no se ha revelado.
Seguramente la “sangre” que tiñe su ropa es la de él, lo cual recuerda su muerte y que ganó la batalla sobre el pecado y juzgó a Satanás (comp. 1:5; 5:6, 9; 7:14; 12:11). No es la sangre de los que mueren en la gran batalla, porque él vendrá del cielo con esa mancha y porque se menciona su aspecto antes de referirse a la batalla. “El Verbo de Dios” es el que fue hecho carne y manifestó la gracia y la verdad (Juan 1:1–14). ¿Quiénes componen los ejércitos que le acompañan? Celestial sugiere que serán seres angelicales. Su vestidura de “lino finísimo, blanco y limpio” sugiere a los redimidos (comp. 19:8; Judas 14). El pasaje no los identifica claramente. Quizá sean tanto ángeles como hombres redimidos. El último nombre es “Rey de reyes y Señor de señores” (17:14; Deuteronomio 10:17; Daniel 2:47; 1 Timoteo 6:15). En esta segunda venida, Jesucristo viene a triunfar sobre las naciones, a juzgar a los rebeldes y a reinar sobre los pueblos con justicia.
LA DERROTA DEL ANTICRISTO
19:17–21
El anticristo, sus aliados, y los reyes del oriente, se habrán reunido en Palestina (16:12–16; 17:14). Se enfrentarán con Jesucristo cuando él ya haya venido. Los ejércitos serán destruidos, así como todos los que sobrevivan a la tribulación y no hayan creído en Cristo. El anticristo y el falso profeta serán echados al lago de fuego (v. 20) y juzgados como las Escrituras prometen (Daniel 7:25–26; 9:27; 11:45; 2 Tesalonicenses 2:8–12; Apocalipsis 11:18; 14:9–11; 17:8). Aquí terminará el imperio del anticristo, la última etapa de la imagen del sueño de Nabucodonosor y de la cuarta bestia de la visión de Daniel (Daniel 2 y 7). Al caer el reino terrenal más glorioso y fuerte, se iniciará el reino del Mesías y de sus santos, como aquella piedra que destruyó la imagen y se hizo una gran montaña que cubría la tierra (Daniel 2:34–35).
Del cuerno pequeño de Daniel 7, se dice: “Se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (7:26–27).
SATANÁS ES ENCADENADO
20:1–3
El cap. 20 es muy importante porque informa acerca de varios eventos relacionados con el reino milenial de Jesucristo en la tierra y varias veces hace mención de ese período de mil años (vv. 2, 3, 4, 5, 6, 7). Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron que el Mesías reinaría en la tierra y que después del tiempo de dispersión y sufrimiento, el mundo conocerá una época en que todos tendrán conocimiento de Dios y en la que habrá justicia social y paz en la tierra. Dios pondrá su Espíritu y su ley en los corazones de los judíos y obedecerán a su Rey. Jerusalén será el centro de gobierno y de adoración a Dios y todas las naciones se someterán al Rey Mesías y vendrán a Jerusalén a adorar a Jehová.
El reino milenial de Jesucristo tiene varios propósitos en el plan de Dios:
1) Jesucristo manifestará abiertamente su dominio soberano en la historia. El reino milenial demostrará de nuevo que Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías verdadero y que se le ha dado toda autoridad.
2) En el milenio se cumplirá el pacto de Dios con Abraham, así como sus promesas y profecías dadas a la nación de Israel.
3) Se demostrará que la rebeldía del hombre contra Dios brota del corazón humano y no del engaño y tentación de Satanás, quien estará atado en esa época.
4) Se demostrará que sólo Dios, en Jesucristo, puede resolver los problemas humanos. Será un período de purificación, orden y paz después de tantos siglos de pecado y desorden.
¡PENSEMOS! |
Subraye en los vv. 1–3 las palabras y frases que muestran que Satanás no tendrá libertad. ¿Cuál es el propósito de Dios al encarcelar a Satanás? ¿Por cuánto tiempo estará encarcelado? ¿Quiénes reinarán con Cristo? ¿Qué personas participarán en la primera resurrección? ¿Qué hará Satanás cuando reciba su libertad al final de los mil años? Durante el reino milenial, ¿habrá personas que no sean creyentes? ¿Cuál será la intención de Satanás? ¿Cómo se pondrá fin a sus planes? ¿Quiénes serán los otro muertos que volverán a vivir (comp. 20:5, 11–15)? |
Por primera vez en la historia, Dios quitará a Satanás toda posibilidad de afligir a los creyentes y sabotear los planes divinos. De nuevo se demuestra que el Señor tiene autoridad absoluta sobre Satanás y sus huestes. El énfasis de este acto se nota en muchas frases de los vv. 1–3. La finalidad es para que “no engañase más a las naciones” como ha hecho en la historia y en la tribulación. No es su juicio final. Después de los mil años será desatado, lo cual se verá en el v. 7.
En este comentario no tenemos el espacio para discutir distintos puntos de vista. Sin embargo, se debe mencionar que muchos no interpretan el reino milenial en forma literal. Es común la enseñanza de que no habrá un reino terrenal del Mesías (interpertación amilenarista). Según ese punto de vista, la nación judía, por su desobediencia a Dios y su rechazo del Mesías, perdió las promesas de un reino terrenal que cumpliría las promesas a Abraham y su descendencia (Génesis 12:1–3). Muchos creen que las profecías del reino del Mesías se están cumpliendo espiritualmente, ya sea en la iglesia en la tierra o bien en los redimidos que están en el cielo.
Sin embargo, las promesas a Abraham fueron incondicionales y la enseñanza de los profetas, Jesucristo y los apóstoles, confirma que Jesús gobernará sobre un reino literal y terrenal después de su segunda venida. Daniel profetizó que el reino del Mesías reemplazaría a los imperios babilonio, medo-persa, griego y romano. Esos imperios fueron gobiernos literales del mundo y el reino de Mesías debe serlo también. Un cumplimiento actual de Apocalipsis 20 no interpreta adecuadamente la prisión de Satanás, la resurrección de los mártires y otros detalles del pasaje.
Entre otras evidencias que apoyan a la interpretación premilenarista, está el orden de eventos de los capítulos que estamos estudiando:
(1) el imperio del anticristo y los juicios de la tribulación
(2) la segunda venida de Cristo con su victoria sobre el anticristo
(3) la prisión de Satanás
(4) una resurrección de creyentes
(5) el reino milenial
(6) el castigo final de Satanás al final del milenio
(7) el juicio final de no creyentes y
(8) el cielo nuevo y la tierra nueva.
El gobierno de Jesucristo en la tierra manifestará su victoria, autoridad, su reino y su gloria dentro de la historia humana. Él reivindicará a su pueblo redimido y la veracidad de su palabra.
LA PRIMERA RESURRECCIÓN
20:4–6
Cuando Cristo venga, habrá juicio. Mateo 24:40–51 describe la separación de los judíos no creyentes que sobrevivirán a la tribulación. Serán llevados a juicio, mientras los judíos creyentes se quedarán en la tierra para entrar al reino del Mesías. Mateo 25:31–46 habla del juicio de los gentiles, indicando que una importante evidencia de su salvación será el trato que den a los judíos cuando sean perseguidos y afligidos durante la tribulación. Los creyentes que sobrevivan a la tribulación, entrarán al reino con sus cuerpos naturales, no glorificados. También se multiplicarán y morirán.
El v. 4 hace mención especial de los mártires de la tribulación. Vivieron significa que resucitarán para participar en el reino, junto con otros creyentes (2:26–28; 3:21; 1 Corintios 6:2–3). El Antiguo Testamento profetizó que cuando el Mesías viniera, los creyentes resucitarían (Daniel 12:1–2). “La primera resurrección” se refiere a la de todos los creyentes, aunque sea en diferentes épocas. La resurrección de Cristo fue la primicia (1 Corintios 15:18, 23). Los que son de la iglesia, es decir, los redimidos desde el día de Pentecostés hasta el rapto, serán resucitados en el rapto (1 Tesalonicenses 4:13–17). Los de antes de la muerte de Cristo y de la tribulación serán resucitados aquí, cuando Cristo venga a la tierra (v. 6).
La mención de “los otros muertos” en el v. 5 aclara que no todos resucitarán antes del reino. El gran trono blanco será el juicio final de los que no conocen a Cristo (vv. 11–15). Será la “segunda resurrección” y la segunda muerte.
ACONTECIMIENTOS RELACIONADOS
CON LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Destrucción de Babilonia cap. 18
Derrota de los ejércitos de las naciones 17:14; 19:19, 21
Juicio del anticristo y el falso profeta 19:20
Muerte de los no creyentes 14:14–20; 19:21
Satanás encadenado por mil años 20:1–3
Recogimiento de judíos creyentes a Palestina Mt. 24:31
Resurrección de los creyentes del Antiguo Testamento Daniel 12:2
Resurrección de los creyentes de la tribulación 20:4
Cena de las bodas del Cordero 19:7–10
Inicio del reino milenial de Cristo 11:15–18; 19:15–16; 20:2, 5–7
LA ÚLTIMA REBELIÓN DE SATANÁS
20:7–10
¿Por qué permitirá Dios esta última rebelión de Satanás? Existen varias razones
1) Durante el reino milenial, multitudes de personas no se someterán al Rey y, al final de esa época, escogerán seguir a Satanás, lo cual demostrará que el hombre, aun viviendo en las circunstancias más favorables, no quiere depender de Dios. En esa rebelión, la maldad encubierta será manifestada. La culpabilidad de los seres humanos será comprobada de nuevo.
2) Se manifestará de nuevo la rebeldía y ambición incurables de Satanás, aun cuando habrá fallado en su intento de dominar el mundo a través del anticristo y después de que Dios haya exhibido su total autoridad sobre él por mil años.
3) Esta victoria final manifestará la invulnerabilidad del reinado de Cristo y su autoridad total sobre el enemigo, cuando Satanás sea conquistado y juzgado inmediatamente.
4) Todo el universo sabrá que el castigo eterno es justo, merecido y necesario para ese ángel y para los hombres que rechazan acudir a la gracia de Dios.
El lenguaje del v. 10 es una confirmación de que la Biblia enseña el castigo eterno. Ahora las tres importantes figuras de la tribulación habrán llegado a su destino final: el dragón que es Satanás, la primera bestia, o sea, el anticristo, y la segunda bestia que es el falso profeta (comp. 19:20).
EL GRAN TRONO BLANCO
20:11–15
Todos los que aparezcan delante del gran trono blanco serán castigados. Ese juicio final demostrará su culpabilidad y los consignará al castigo eterno en el lago de fuego. Los libros tienen el registro de las obras que los culpan (comp. 2:23; 18:5–6; Romanos 2:6–10). Las buenas obras no salvan al hombre, sino que lo condenan si es que no acepta la gracia y el perdón en Cristo. El libro de la vida también será examinado para mostrar que estos no están entre los que han aceptado el perdón de Dios a través de la muerte de Cristo (v. 15).
Los caps. 19 y 20 confirman las promesas que se hallan en el resto de la Biblia y la esperanza de los creyentes. Jesús vendrá otra vez. Vendrá literal, personal y físicamente como prometió el ángel (Hechos 1:11; comp. Zacarías 14:1–11). Las profecías de la palabra de Dios están todas de acuerdo y se cumplirán fielmente. La venida de Cristo provocará aleluyas por parte del pueblo de Dios. El sufrimiento terminará. Los fieles serán reivindicados y se obtendrá la victoria. Los enemigos serán vencidos y juzgados. Satanás no seguirá con sus engaños. Jesucristo será unido a su pueblo de fe. Los creyentes serán resucitados y glorificados y reinarán con Cristo.
Acontecimientos después del milenio |
Satanás y muchas gentes se rebelan 20:7–9
Juicio final de Satanás 20:10 Juicio final de los no creyentes 20:11–15 Nuevo cielo y nueva tierra 21:1 |
¡PENSEMOS! |
¿Qué se aprende en este capítulo acerca de la veracidad de las profecís de la segunda venida? ¿Espera usted con gozo y alegría el triunfo de Cristo y la “fiesta” que celebrará su unión eterna con él? Al meditar acerca de los nombres de Cristo que aparecen en 19:11–16, ¿qué significan para su vida ahora? ¿Qué enseñan estos capítulos acerca del poder de Satanás? ¿Cuándo será resucitados los creyentes y los no creyentes? ¿Cuáles son las evidencias de que Satanás está engañando a las naciones en la actualidad? ¿Qué efecto debe tener en los creyentes la realidad del castigo eterno de quienes no conocen a Cristo? |
Orth, S. (1998). Estudios Bı́blicos ELA: La consumación de los tiempos (Apocalipsis) (130). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.