¡No sea un freno!

por Fred Smith

Las actitudes con las que trate a sus líderes serán determinantes en el crecimiento de ellos.

La mayoría de líderes creen «que las personas constituyen nuestro más valioso recurso». No obstante, no es poco común encontrar que esos mismos líderes estorben el desarrollo de otros. En mi experiencia he observado que los líderes, quizás sin querer, cometen al menos alguno de los siguientes errores:

 

1. Exageran el riesgo

Advierten: «Sé que quieres esta responsabilidad, pero quiero que sepas que, si fracasas, no recibirás una segunda oportunidad». Nadie quiere trabajar en un círculo donde sabe que será despedido con el primer fiasco.

 

2. Minimizan la recompensa

En lugar de hablar de las satisfacciones y alegrías que cosecharán en el trabajo, se enfocan en las consecuencias negativas. «¿Cómo se sentirá tu esposa cuando comiences a llegar tarde a casa varios días por semana?»

 

3. Imaginan una amenaza

«Sé que te cuesta mucho aceptar las críticas, pero en este trabajo tendrás que acostumbrarte a ellas, porque a todos nos toca que nos critiquen».

 

4. Delatan falta de confianza

«Creo que no eres la persona indicada para este trabajo, pero como en este momento no contamos  con esa persona, te lo ofrezco. Alguien tiene que hacerlo». Ya que todas las personas que comienzan en un nuevo trabajo no poseen experiencia previa, es muy fácil afirmarles que no califican para la tarea.

 

5. Esperan resultados inmediatos

«En un par de semanas estarás completamente cómodo con este proyecto». El novato sabe que no será así, y el jefe ¡también lo sabe!

 

6. Retienen el apoyo

«No voy a poder ayudarte mucho, así que tendrás que arreglártelas solo. Cuando yo empecé, tampoco nadie me tendió una mano».

 

7. Alientan un ambiente de críticas

Nadie quiere trabajar para una persona que siempre se enfoca en los errores, y menos aún, para alguien que se toma el crédito por los logros de sus empleados.

 

8. Magnifican el sacrificio

«Lo más probable es que te quede poco tiempo libre y que te sientas muy fatigado, pero ese es el precio que debemos pagar por el éxito».

 

9. Siembran el desánimo

«Tú no eres una persona luchadora, y para este trabajo es más conveniente un luchador. De todas maneras, estoy dispuesto a darte una oportunidad».

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