Cristo Prepara El Almuerzo a Sus Discipulos

Predicas Cristianas | Estudios Biblicos

Texto Bíblico: Juan 21:1-14

INTRODUCCIÓN:

Cuando mi hija viene de vacaciones del colegio, es tiempo de pasarla bien. La razón es que cuando ella está en casa, le toca cocinar. Ella se despierta muy temprano para hace su devocional, luego se pone a preparar el desayuno. Es fácil acostumbrarse a despertar, y tener al lado de la cama, una mesita con un té caliente, un jugo de naranja recién exprimido, y una sabrosa combinación de French Toast (Pan francés frito) y huevos. Algunas veces es avena, o algún otro cereal. Esto que ella hace es muy malo. La razón de ello es que cuando ella se va de nuevo al colegio, yo me quedo muy mal acostumbrada. Me despierto todas las mañanas a la triste realidad de que no hay desayuno enseguida de mi cama, y lo más triste es que si quiero desayunar, yo voy a tener que preparármelo.

Hoy quiero contarte la historia de parte de los discípulos que tuvieron la dicha de almorzar deliciosos peces preparados para ellos, nada menos que por las santas manos de Jesús. Yo cambiaría todos los desayunos de mi vida, por el privilegio de poder saborear una comida preparada por mi amado Salvador.

DESARROLLO:

Pedro regresó a ser el fracasado que era antes.

Dice la Palabra de Dios que Pedro estaba con seis mas discípulos. De repente Pedro toma una decisión. Regresar a la vida que tenía antes. Pedro era un pescador cuando Cristo lo llamó a seguirle. Cuando Cristo lo encontró pescando, él no había pescado nada. Tenía sus redes vacías. Cristo lo hizo un pescador exitoso, y lo llamo a seguirle. Ahora Pedro decide regresar a su antiguo oficio. Pero no tuvo éxito. Regreso a ser el pescador fracasado que era antes de que Cristo lo encontrara.

CON LAS REDES VACÍAS:

Cuando Cristo lo llamó a seguirle, él había tratado de pescar toda la noche, y en la mañana sus redes estaban vacías. Lucas 5:5

Pedro y sus amigos regresan a su vida pasada

Esa noche, Pedro y sus amigos regresaron a su antiguo oficio, pero igual que antes, después de una noche de intenso trabajo, regresaban sin pesca, derrotados y con las manos vacías. Juan 21:3

CRISTO SIEMPRE APARECE EN NUESTRAS VIDAS CUANDO TODO PARECE PERDIDO:

Cuando el fracaso parecía inminente, aparece Jesús en la vida de sus amados discípulos Juan 21:6. Lo mismo sucede en nuestras vidas. Muchas veces creemos que ya nada tiene remedio, y es cuando aparca Jesús y compone todo lo que está mal.

La presencia de Cristo cambia las cosas.

CUANDO CAMINAS CON CRISTO, LOS MILAGROS ABUNDAN:

Vemos en el nuevo testamento como en innumerables ocasiones la presencia de Jesús pudo cambiar las situaciones. La suegra de Pedro, la mujer con el flujo de sangre, la mujer encorvada, el ciego Bartimeo, el paralitico de Betesda, todos ellos pudieron recibir los beneficios de un encuentro con Cristo.

PEDRO PRUEBA EL FRACASO:

Quizás Pedro sintió que todo se había acabado. Por eso intentó regresar a su antigua vida. Pero aun en el área que él había manejado tan bien, las cosas no le funcionaron. Ahora de nuevo le tocaba a Pedro ver el poder de Cristo en Acción. Su maestro amado estaba allí para encaminarle en esa nueva etapa de su vida. Pedro estaba equivocando el camino que le llevaría a cumplir la misión que Jesús le había asignado. Pero Jesús estaba allí, para enderezar su camino. Él les había dicho “Yo soy el camino la verdad y la vida.” Pero ahora Pedro estaba equivocando el camino. Sin Cristo, es fácil perderse y equivocarse.

TODO PARECÍA PERDIDO, PERO LAS COSAS CAMBIAN CUANDO LLEGA CRISTO:

Cuando vieron a Jesús, él les preguntó si tenían algo de comer. Jesús sabía perfectamente que tenían las redes solas, pero él deseaba que ellos recapacitaran que sin él no tenían nada. Ellos habían presenciado la multiplicación de los peces y los panes. Sabían de cómo había convertido el agua en vino. Era el que les había dicho que debían de comer de su carne, y el que les dijo Yo Soy el Pan de Vida. Ellos no tenían necesidad de pasar hambre cuando estaban con Jesús. Esto me recuerda al hijo pródigo. Lo tenía todo cuando estaba con su padre, pero cuando le dejo, empezó a pasar hambres y deseaba comer la comida de los puercos. Los discípulos no sabían que hacer sin Jesús. Y regresaron a la ocupación que tenían antes de conocerle. Pensaban que todo se había terminado Pero tenían que aprender que Cristo cumple lo que promete.

CON CRISTO A NUESTRO LADO LAS COSAS SON DIFERENTES:

Jesús había perdonado a Pedro su negación. Había perdonado su falta de fe cuando pensaba que había muerto. Había perdonado el que quisiera regresar a lo que antes era. Jesús le había dicho, que ya no iba a pescar peces. Que debía ser pescador de hombres. Aun así, Pedro estaba regresando a su pasado.

Les indica cómo tener éxito en a pesca.

En el verso 6, “Jesús les indica dónde encontrar el preciado producto que Pedro estaba buscando. Al lado derecho. “6 El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.” Y cuando ellos siguieron las indicaciones de Jesús, el éxito fue inmediato. Pudieron pescar peces grandes.

Solo Jesús puede guiarte donde puedes encontrar lo que buscas. Jesús no conoce la derrota. Él es el vencedor. Nunca ha perdido un caso. Nunca ha perdido una batalla. Él es invicto. Él es victorioso y en Él, siempre vencemos. Pero no con nuestras fuerzas. Vencemos con Cristo.

JESÚS PREPARA EL ALMUERZO A SUS DISCÍPULOS:

En el Salmo 23, leemos “Aderezas mesa delante de mí, delante de mis angustiadores”.

Es posible que creamos que Jesús podría en un sentido figurado arreglar la mesa para los que le aman y le siguen, pero en esta ocasión no era en sentido figurado. Era realidad. Dice la palabra de Dios que cuando Juan le reconoció, Pedro corrió hacia su Maestro amado. Al llegar donde él estaba se dio cuenta que él ya había encendido el fuego, y había un pez siendo preparado sobre las brasas.

No sé si alguna vez has estado en algún restaurant que realmente te haya impresionado, ya sea por la comida, el servicio, el local o la originalidad de los alimentos. Yo cambiaria mil veces cualquier experiencia culinaria que parezca muy especial, por el gran privilegio de comer frente al mar, de las manos de mi amado Salvador Jesucristo. La experiencia más parecida a lo que vivieron los discípulos, es la Santa Cena. Recordamos el día que Jesús tuvo la última cena antes de ser sacrificado. Él dijo “Haced esto en memoria de mi”. En la Santa Cena podemos recordar que él ofreció su vida por nosotros, y recordamos que él no nos dejó huérfanos. Él nos envió un consolador. Y no se olvido de nosotros, ya que pronto le veremos aparecer en las nubes.

Mientras eso sucede, sabemos que Él siempre estará listo para darnos lo mejor. Él mismo intercede al Padre por lo que nosotros necesitamos. Él nunca nos ha dejado ni nos dejara. Así como preparo el almuerzo a los discípulos, de la misma manera preparara las bendiciones para nosotros de acuerdo a su voluntad.

¿No será hermoso pasar la eternidad junto a alguien que nos ama tanto y se preocupa por lo que necesitamos? Él pronto regresara en las nubes por los que le confesamos y estamos esperándole. Pero mi pregunta es, ¿qué será de ti? No solo quiere ayudarte con lo que necesitas en este mundo. Él quiere que estemos con él eternamente. Él dijo, “En la casa de mi Padre, muchas moradas hay. Voy pues a preparar lugar para vosotros.” Él siempre está pendiente de cada necesidad. Él viene pronto.

Si Él viniera hoy, ¿querrías quedarte? Yo no deseo pasar ni un solo minuto sin su presencia. Por eso le he aceptado y espero su venida. ¿Y tú? ¿Estás listo? Hay quienes solo se conforman con las cosas terrenales. Pero las de más valor… las dádivas eternas, solo él puede darlas. Esas son las que realmente valen. Todo lo terrenal será destruido. Dice su palabra que hagamos tesoros en el cielo.

¿No te gustaría saber que él no solo puede servirte la mesa, sino que también puede preparar una morada celestial para ti, para cuando este lugar sea inhabitable?

La palabra de Dios dice, “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado” Él nos busco primero… Él entregó su vida por ti. Ahora es tu turno de corresponder y entregarle tu vida. Él quiere aderezar tu mesa de bendiciones, pero primero quiere que le entregues tu corazón.

CONCLUSIÓN:

Los discípulos pusieron a los pues de Cristo la pesca completa, para que él dispusiera de ella.

Cuando llegaron donde estaba Jesús, pusieron a su disposición los peces que habían pescado con su ayuda. Después de eso, Jesús los vuelve a comisionar para llevar el Evangelio primero a los de Jerusalén, y luego a todo el mundo.

EL LLAMAMIENTO Y LOS DONES SON IRREVOCABLES

Cuando Dios nos llama, nos llama para toda la vida. Somos nosotros los que le rechazamos en muchas ocasiones. Pero cuando reconocemos nuestro error y regresamos a él, siempre seremos recibidos con los brazos abiertos, como hace un padre cuando el hijo prodigo regresa a casa.

LLAMAMIENTO:

Dice su palabra, “Amístate ahora con Dios, y tendrás paz, y por ello te vendrá el bien” ¿Deseas sentarte a la mesa de bendiciones de Dios preparada para los que le aman? Si la respuesta es un sí, entonces quiero preguntarte ¿si ya le pediste que venga a tu corazón? Su palabra dice que Él intercede al Padre por nosotros, y un día vendrá por los que le confesamos. ¿Estarás tú en ese grupo? ¿Quedaras sentarte a su mesa el día del banquete celestial?

Si no tienes la seguridad, búscale mientras aún puede ser hallado. Dile sí Señor. Quiero que vengas a mi vida. Quiero sentarme en tu mesa. Quiero venir al Padre por medio de ti. Yo deseo saborear esas bendiciones que tienes preparadas para mí. Límpiame, perdóname, hazme una nueva criatura. No deseo regresar a ser lo que antes fui, deseo obedecerte y servirte Señor.

Si deseas hacer esta oración, pasa al frente. El Padre ha estado esperándote por mucho tiempo. Si abres tu corazón, escucharas como él te habla al corazón y te dice, bienvenido a casa. Te esperaba desde hace mucho tiempo.

Fuente: www.centraldesermones.com