Predicas Cristianas | Estudios Biblicos
Texto Bíblico: Jueces 4; 5
Introducción:
Las mujeres desde las sociedades más antiguas hasta hoy en día han sido aisladas y relegadas por los ojos de algunos hombres, quienes no conocen ni les enseñaron el verdadero valor de una mujer. La mujer desde tiempos muy lejanos ha desarrollado roles importantes en la historia e incluso han sido claves para la salvación del pueblo de Dios, los diferentes libros de la Biblia cuentan episodios donde se presentan mujeres de gran fe, quienes complementaron a los hombres que propagaron la Gloria de Dios.
Por ello en la palabra de Dios encontramos mujeres valientes que resultaron protagonistas de la salvación, entre ellas podemos mencionar a Rut, Naomí, y la reina Ester, pero en especial Dios nos mostró una mujer aguerrida, con mucha fe y con un liderazgo único que sorprendió en su época y aún nos sorprende hoy en día, esa mujer fue Débora.
Desarrollo:
Este relato comienza con los acontecimientos venideros después de la muerte de Josué, que trae consigo un momento oscuro para el pueblo de Israel, algunas tribus cayeron en hechos fatídicos como la adoración de dioses falsos y de figuras construidas con piedra y madera, olvidando al único Dios verdadero que los había liberado de la cruel esclavitud y que les cumplió con poder habitar en una deleitable tierra.
Los estudios bíblicos nos enseñan que ellos sabían que no debían adorar a otro Dios, que los dioses falsos eran tentaciones en las cuales no podían caer, pero desobedecieron y se desató la violencia, se dejaron confundir y empezaron a adorar a Baal el dios cananeo a quien sólo le pedían riquezas, mientras el verdadero pueblo de Israel adoraba a Jehová nuestro Dios quien sólo mira el corazón de los hombre, pero al ver la pérdida de tantos hijos y hermanos en esas luchas el pueblo de Israel pidió perdón a Dios y de nuevo clamaron por la salvación.
El Señor los escuchó y por ello “Jehová levantó jueces que los liberasen” (Jueces 2:16), estos jueces se convirtieron en líderes enviados por Dios que se encargarían de restablecer la paz para el pueblo de Israel
Débora fue una Juez y Profetisa del pueblo de Israel, su historia se ubica en el libro de Jueces, donde se narran los relatos de líderes militares, en los cuales Débora se expone como la única Juez femenina, su historia ocurre durante la conquista de Canaán, momento en el cual el pueblo deja de ser nómada para convertirse en sedentario y las doce tribus de Israel se concentran en la Tierra Prometida, pero ellos no habitaban solos esa tierra, allí en Canaán vivían otras tribus, con diferentes culturas lo que hacía la convivencia de las tribus una situación muy difícil, esto por la divergencia religiosa, los problemas de territorio y de poder, lo cual desencadenaba en luchas violentas.
En virtud de esos problemas, las tribus de Israel debieron unirse para sumar fuerzas y entre todos escogían a un líder que se encargaría de enfrentar estratégicamente las batallas, a esos líderes se le llamaban Jueces. Débora surge como Juez, quien sentada bajo una palmera se encargaba de resolver líos que le presentaban los israelitas, pero luego le correspondió enfrentar un duro momento, no era un problema cualquiera de convivencia, fue algo mucho peor, cuando el rey cananeo de Azor, Jabín, desplegó su poder y comenzó a someter al pueblo israelita, Débora muy angustiada decidió tomar parte en el asunto para defender a su pueblo, por ello habla con Barac para que él se encargue de dirigir las tropas contra Sisera, quien era el general de Jabín.
Pero para Barac no fue sencillo y sintió mucho temor por las tropas de Sisera y los carros de combate que comentaban que este tenía, así que condiciona a Débora indicándole que sólo aceptaría tal responsabilidad si ella lo seguía hasta en campo de batalla. Ella pide mucho valor a Dios y por el coraje que le generaba salvar al pueblo de Dios decide acceder, aunque a su vez se le presenta una revelación en donde profetiza que Barac no logrará destruir a Sisera, sino que esa batalla la culminará otra mujer.
Los estudios bíblicos nos enseñan que la lucha se efectuó en el valle de Jezreel, se enfrentaron contra Sisera y los israelitas ganaron esa batalla, aunque Sisera logró escapar y se encubrió en la tienda de la mujer cananea Jael esposa de Heber, esa noche, cuando Sisera dormía agotado de la lucha acontecida esta mujer Jael le clavó en la sien un clavo y dejó sin vida al general cananeo. Así se cumplió lo dicho por Débora, su profecía fue verificada, Jael acaba con Sisera y las tribus de Israel logran vivir en sana paz y felices los próximos 40 años. Siendo estas dos mujeres Débora con su gallardía y Jael con su determinación quienes libran al pueblo de Dios y resguardan la Tierra Prometida.
Así fue que Débora marca un papel decisivo y protagoniza la salvación del pueblo de Israel incluso dentro de sus palabras comenta: “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en Israel.” (Jueces 5:7). Esta mujer llena de fe y fortaleza divina sembrada por el poder de Dios, fue quien despertó la esperanza y convicción de Barac para poder luchar contra Sisera y sus tropas, quien mediante Jabín oprimían a los israelitas, creyendo Barac en la profecía de Débora y en el poder de la palabra de Dios.
Los estudios bíblicos nos revelan que nunca antes había aparecido tal liderazgo en una mujer como sucedió con Débora, y esta historia debemos llevarla al plano actual, a los hechos de hoy en día, debemos reflexionar en cómo influye un buen liderazgo en la vida de la sociedad. Desafortunadamente hoy vemos hombres y mujeres que usan su liderazgo para ofender a Dios, líderes corruptos, paganos, inmorales, que no les importa el bienestar de su pueblo ni de la gente, sino que sólo se enfocan en personalidades egoístas que no son capaces de ver las verdaderas necesidades del pueblo y que lo alejan de Dios nuestro único salvador.
Esta gloriosa historia de fe que el Señor nos regaló en su palabra, expresa como el pueblo israelita pese a que sabían que no podían caer en tentación de idolatrar a dioses falsos para pedirles riqueza, eran tentados por las tribus de Canaán ya que el infortunio de sus líderes hacían confundir al pueblo, sólo con líderes como Débora se puede proteger y guiar a un pueblo, debemos buscar líderes apegados a la fe de Dios que tengan el valor de enfrentarse a cualquier instigación o incitación pagana o corrupta, líderes que respeten y valoren a sus seguidores.
También esta historia nos muestra como Dios pese a las ofensas del hombre irracional nunca abandona su rebaño, nunca abandona a su pueblo, por eso elevemos al Señor las plegarias para que ilumine a todos los líderes actuales y que nunca los deje caer en perturbación alguna e ilumine al pueblo a reconocer los buenos líderes. En la actualidad, han surgido muchos liderazgos femeninos que nos recuerda a Débora, quien fue una líder inesperada, pues en aquellos tiempos las mujeres no cumplían rol de liderazgo frente a las batallas.
Conclusión:
Dios nos llama a ser líderes en el momento menos esperado, así que mujeres muestren el talento necesario para asumir nuevos roles sociales como lo hizo Débora, siempre comprometiendo ese talento y liderazgo en el servicio eterno al Señor nuestro Dios, para que logremos disfrutar del Reino de Dios y sus bendiciones.
Que nadie subestime el rol de una mujer; ella ha sido bendecida por Dios y siempre será la líder que esperan que sea, mujeres capaces de hacer que donde haya pesimismo nazca el optimismo, que donde haya discordia surja la armonía. ¡Mujeres fueron también elegidas por Dios para ser líderes demuestren su fuerza siempre bajo la guía continúa de la palabra de Dios!
Esta fe es la que proviene de las experiencias en nuestro diario vivir. Por ejemplo una persona que trabaja lo hace porque confía que el día de pago, recibirá su retribución completa. Una persona que se enferma, va al medico porque ha experimentado que el medico está capacitado para resolver su enfermedad o por lo menos mejorarla. Se toma las medicinas porque la fe natural le ha enseñado que estas tendrán un efecto positivo sobre su enfermedad.
La fuente de la Fe Natural.
Este tipo de fe no necesita ningún esfuerzo sobre humano ni intervención divina pues es parte de la personalidad humana para poder desarrollarse en la vida. La razón de ser de esta fe es producto de lo que se sabe, del conocimiento y es distinta a la fe Bíblica.
Fe emotiva en cuanto al evangelio.
Es aquella que causa un gozo inicial por oír el evangelio pero que no dura. Muere cuando llega la aflicción y la persecución muere. No dura, no permanece. Mateo 13:20 La Fe infructuosa (Muerta) Es la fe que no da fruto porque el afán de la vida la ahoga, no vive por el Espíritu Santo y aunque puede permanecer viva por más tiempo, su fruto no se deja ver. Mateo 13:21 Fe verdadera La fe Bíblica está definida en términos mayores. Mientras la fe humana obra de acuerdo a las circunstancias que nos rodean, la fe Bíblica es la seguridad y su obra el reflejo de acuerdo a los resultados que se esperan.
Hebreos 11:1.
Atributos o características de la “verdadera fe” en Cristo La fe del verdadero creyente es especial, no puede de ninguna manera compararse a la fe natural humana o nada parecido. Esta fe posee atributos de los cuales podemos nombrar algunos:
Proviene de Dios- La Biblia nos enseña que tanto la salvación como la fe son don de Dios (Efesios 2:8). En Hebreos 12:2 dice: “Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
Proviene por el oír de la Palabra- Romanos 10:17-“La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios”
Es solo de algunos (los que creen)- Romanos 10:16, 2 Tesalonicenses 3:2 Debe ser personal- Romanos 14:22 dice ¿Tienes tu Fe? Tenla para contigo delante de Dios.
Es universal (de la Iglesia)- En el libro de Efesios 4:5, se nos dice que es una Fe, también en Judas 3 dice que la fe es de todos.
Es contraria a la duda- “Pero pida con Fe, no dudando” Santiago 1:6 Produce gozo- I Pedro 1:8. “…en quien creyendo, os alegráis con gozo inefable y glorioso”. En Hechos 16:34, hablando del centurión romano convertido dice: “…y se regocijo…de haber creído en Dios”
Produce Esperanza- Romanos 5:2-“tenemos entrada por la fe a esta gracia…y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.
Produce Paz- Romanos 15:13-“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer…”
Produce Confianza- I Pedro 2:6-“Y el que cree en el no será avergonzado”
Produce denuedo en la predicación-2 Corintios 4:13- “Pero teniendo el mismo espíritu de Fe, conforme a lo que esta escrito: Creí por lo cual hable, nosotros tamben creemos, por lo cual también hablamos”.
Es solo para los creyentes-Juan 10:26 “No creéis porque no son mis ovejas”
Es probada: I Pedro 1:7 “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho mas preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”. Santiago 1:3 dice: “…la prueba de vuestra fe produce paciencia”
Permanece-“Es la buena tierra” Mateo 13:9;23 Da frutos (fructífera)-Mateo 13:9; 23-“y dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta, y cual a treinta por uno”.
La “verdadera fe” es una sola. El creyente no tiene muchos distintos tipos de fe, pero si una fe que actúa en distintas áreas de su vida.
Efesios 4:5 nos dice que es una sola fe, común a todos los creyentes y aunque esto aplica a la verdad del evangelio también la podemos aplicar a la fe de cada creyente. Dios es un Dios de unidad, es un solo Dios Deuteronomio 6:4, sin embargo a través del estudio de la Palabra, vemos que se hace manifiesto en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El creyente tiene una fe, prueba de esto es Colosenses 2:4-7, la fe que un día sirvió para salvar, sirve ahora para andar en Cristo y para esperar su venida. En Romanos 1:17a-“…en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe…”
Esta fe se desarrolla en distintas áreas de su vida.
Fe Para salvación Es el área de la fe que es ejercida por la persona para creer en Cristo y ser salvo. En Hechos 16:31 dice “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”. En Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe”. La Justificación del pecador se recibe por medio de la fe “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en el” Romanos 3:22, “Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5:1. La fe en Cristo es seguida por conversión.
Fe para esperar la venida de Cristo (Perseveración)- La salvación nuestra se recibe por la fe y se mantiene por el poder de Dios mediante la fe. “Sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada” (I Pedro 1:5). También en Gálatas 3:22 nos habla de la promesa que es por la fe, la salvación, fuese dada a los creyentes. En Hebreos 6:12 se nos dice debemos ser “imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. También nos dice que debemos permanecer fundados y firmes en la fe. (Colosenses 1:20).
Fe para andar en Cristo- En Colosenses 2:5-7 dice:
“Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El; arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”.
A Cristo se recibe por medio de la Fe, y es así como debemos de andar, por medio de la Fe. La Biblia nos enseña que como creyentes debemos de hacer todo lo que hacemos por Fe y que lo que no proviene de Fe es pecado (Romanos 14:22). Esta área de desarrollo de la fe es la que el creyente en Cristo debe de reflejar en el desempeño de su vida diaria como cristiano. Esta fe no debe ser sometida a los deseos sino que debe ser una fe fructífera (Santiago 2:17, 20,26).
Esta área de la fe se debe hacer manifiesta en distintos formas en nuestra vida:
En el Agradecimiento – “Confirmados en la fe…Abundando en acciones de gracias” (Colosenses 2:7b,7d) En la adoración – “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6) En las dificultades y necesidades, se fortalece -(Romanos 4:19-24) Para la santificación-Los creyentes gentiles fueron purificados por la fe en Cristo (Hechos 15:9, Hechos 26:18) En la oración- Cuando oramos a Dios tenemos que creer que el existe (Hebreos 11:6b), y que el puede obrar (Santiago), y que el contestará (Hebreos 11:6c) En sinceridad de comportamiento- (I Timoteo 1:5, II Timoteo 1:5) En el trato con el prójimo- El apóstol Santiago hablando respecto a la fe nos da el mas completo detalle en cuanto su práctica. Las buenas obras no siempre son el resultado de la fe, pero la Fe siempre tiene como resultado buenas obras. Una fe que no tiene obras buenas es una fe Muerta. En Santiago 4:14 dice:”Hermanos míos, ¿de que aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?¿podrá la fe salvarle? En los versos del 15-17 se presenta como ejemplo la Ilustración de un caso. En los versos 18-26, se presenta la instrucción acerca de las obras.
En llenura- Tal y como Esteban estuvo lleno de Fe y del Espíritu Santo, nosotros debemos de estar llenos de Fe. Estar llenos de Fe significa estar guiados, controlados o dirigidos por la fe. Hechos 6:5.
Funcionando en la Fe, crecemos en la Fe- Estamos llamados a funcionar en nuestra fe, Creciendo y fortaleciéndonos en ella, obrando para que podamos crecer en ella.
La Fe no tiene que ser grande para que pueda funcionar Muchas veces pensamos que no tenemos suficiente fe para hacer lo que debemos de hacer. La Biblia nos dice que una poca de fe del tamaño de un grano de mostaza es suficiente. En cierta ocasión los discípulos de Jesús le dijeron auméntanos la fe. A lo que Jesús les contesto “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podrías decir a este sicómoro: Desarráigate y plántate en el mar, y el os obedecería”. Lucas 17:5-6. Además como creyentes somos “ricos en fe” (Santiago 2:5).
Tal como en el área natural, el ser humano tiene por naturaleza cierto grado de fe la cual le permite funcionar en distintas áreas de su vida, En el ámbito espiritual es igual. Y Dios sabe que podemos funcionar, por lo tanto crezcamos en la fe.
“Cada uno tenemos una medida de fe la cual Dios nos ha dado para que podamos funcionar en nuestra vida espiritual” (Romanos 12:3).
“El Justo vivirá por fe” Romanos 1:17; Hebreos 10:38
PUREZA: La pureza es sinónimo de limpieza. Cuando se es limpio, se es puro, cuando se es puro, no se mezclan en la vida cosas malas ni extrañas.
Fuente: www.centraldesermones.com