Por: pastor Daniel Brito
TEMA: Estudios en Romanos: Los que son de la Fe
TEXTO: Romanos 4:1-25
INTRODUCCIÓN: En esta noche seguimos nuestro estudio en la Epístola a los Romanos. Seguimos con el tema de la Justificación por la fe solamente, tratando el tema de Abraham, quien es el padre de todos los creyentes. Comenzamos esta lección hablando un poco sobre el llamado de Abraham, para tener un poco de trasfondo de sobre qué estaba hablando Pablo. Así comenzamos nuestra lección.
1. El llamado de Abraham. – El apóstol Pablo comienza el capítulo cuatro, con la historia de Abraham, quien es el padre de los Judíos, y de todo creyente por medio de la fe. A esto debemos preguntarnos sobre el llamado de Abraham, ¿Cómo fue? Veamos algunas cosas:
a. Sabemos por el relato de Génesis, que Abraham era de Ur de los Caldeos, lo que es en nuestros días el país de Irak. Sin duda que era hijo de padres paganos.
b. No sabemos como, pero Abraham tuvo una revelación de Dios, que en esas circunstancias y sin saber más detalles, el relato nos dice que Dios le dijo que se fuera de ahí, a una tierra escogida por Dios. Veamos Hebreos 11:8-10:
i. «Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.9 Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa,10 porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.»
ii. En este Texto podemos ver que la prueba de la Fe de Abraham es que OBEDECIÓ a Dios. No solamente creyó EN Dios, sino que creyó A Dios.
iii. Al creer a Dios, Abraham salió de la tierra de su parentela, dejando a sus familiares y a sus antiguas creencias. Aunque parece que Abraham parece haber “evangelizado” a sus familiares cercanos, como su padre, hermano y sobrino, los cuales fueron con él hasta Harán, lo que es hoy día el país de Siria. Su sobrino Lot, fue con él hasta la tierra de Canaán.
iv. Podemos decir que Abraham dejó lo que “veía”, por lo que “no veía”. Obedeciendo al mandato de Dios. He ahí la fe, que obedece a la Palabra de Dios. Fe es CREER, lo cual produce OBEDIENCIA.
2. Abraham Justificado por la Fe. – (versos 2-3) «En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría tenido de qué jactarse, pero no delante de Dios.3 Pues ¿qué dice la Escritura? «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.» El apóstol hace una pregunta sobre si Abraham hubiera sido Justificado por las obras. Eso hubiera sido algo para Abraham jactarse, y es en realidad un punto importante para tocar. Veamos algunas cosas.
a. El hacer algo valeroso por Dios, o alguna, o tal vez muchas obras de caridad, hace que muchos se jacten en sí mismo sobre el fruto de su religiosidad. Debemos aclarar que no hay nada malo en la religiosidad de uno, sino en el poner la confianza en ella.
i. Abraham hubiera podido sentirse orgulloso de haber obedecido a Dios, y de haber dejado todo como un acto de OBRA. Pero Abraham decidió CREER A DIOS.
b. El relato de Abraham Justificado por la fe lo encontramos en Génesis 15:5-6:
i. «Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: -Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia! 6 Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a él como justo.»
ii. El relato tiene que ver conque Dios le promete a Abraham, un hombre viejo, que ya no tenía esperanza de tener hijos, y menos de tener nietos, pero Dios le iba a dar una descendencia que no se podía contar.
iii. Dios le dice que mire al cielo, y cuente las estrellas a ver si puede. Para nosotros los que vivimos en una ciudad grande, tal vez son pocas las estrellas que uno puede ver en el cielo. Pero para los que están en el campo abierto, las noches sin nubes, casi siempre están bien estrelladas.
iv. Noten como dice el Texto Sagrado que: «Abram creyó al Señor» Abraham había puesto toda su confianza en Dios. De ahí que “creyó al SEÑOR”.
(1) Cuántos dicen que creen EN Dios, pero no dan frutos de sus creencias. Eso es porque simplemente creen que hay UN Dios, pero no le han creído A DIOS todavía. O sea, que no han puesto su confianza en Dios.
v. “Y el Señor lo reconoció a él como justo.” Eso es un acto Divino, solamente Dios puede Justificar al pecador. Con este Texto podemos notar que Abraham vivía en un tiempo de GRACIA. Eso es porque todo era INMERECIDO. La gracia de Dios es un REGALO de Dios al hombre pecador que pone su confianza en el SEÑOR.
3. No es Deuda, es un Favor. – (verso 4-5) «Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia.» Estos Textos aclaran muy bien la diferencia entre el sueldo que el obrero espera, y lo que la persona recibe sin haber trabajado. Uno es merecido por haberlo trabajado, y el otro es inmerecido, porque es un regalo. Veamos algunas cosas.
a. La salvación es un regalo Divino, porque habiendo el apóstol aclarado que TODOS estamos bajo pecado, ahora recibimos la salvación como REGALO inmerecido.
b. No la reciben todos, porque aunque es un regalo, la condición es la FE. Eso es que la persona tiene que poner su confianza en JESUCRISTO como su Salvador.
c. TODA persona que quiera encontrar la salvación, tiene que estar conciente que es un pecador, y necesita el perdón de sus pecados por medio de JESUCRISTO, quien es el único que puede perdonar los pecados. De ahí que dice: «sino que cree en el que justifica al malvado»
d. De ahí que el apóstol ahora salta a citar al rey David en el verso 7-8 que cita al Salmo 32:
i. «¡Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados! 8 ¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!»
ii. El rey David escribe este Salmo, al igual que el 51, arrepentido y con la carga del adulterio que había cometido con Betsabé y el mal que le había hecho a un hombre inocente, Urías, el esposo de Betsabé.
(1) David deseaba recibir ese perdón de Dios, que no tomara en cuenta su pecado. Eso es nada menos que la JUSTIFICACIÓN por la Fe. Lo que su antepasado Abraham había experimentado.
4. La Promesa Cumplida por la Fe. – (verso 9-10) «¿Acaso se ha reservado esta dicha sólo para los que están circuncidados? ¿Acaso no es también para los gentiles? Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia.» Ahora entramos en el punto clave sobre quienes son Justificados, y Pablo hace la pregunta si es solo para los que son de la promesa, o sea, el pueblo de Israel, o si es para todos. Veamos algunas cosas.
a. Los Rabinos enseñaban que Abraham tenía una abundancia de obras meritorias, disponibles para sus descendientes.[1] Es ahí donde el apóstol Pablo aclara que se le había tomado en cuenta la FE, no las OBRAS como justicia. «Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia.»
i. Es ahí donde el apóstol Pablo pregunta sobre si Abraham había sido Justificado ANTES de ser circuncidado, o después. La respuesta es ANTES.
ii. La circuncisión vino después que él había sido justificado. Así que no fue por el hecho de la circuncisión, sino de la FE.
b. La circuncisión era una señal externa que Abraham había sido Justificado por la fe, y anunciaba que por eso es padre de TODOS los que CREEN.
i. De ahí que la Justificación es para los circuncidados (los Judíos), y los no circuncidados (los gentiles), que ponen su fe en JESUCRISTO.
c. Esto es importantísimo para probar que la PROMESA, fue hecha ANTES de la circuncisión, y la PROMESA se cumple, por medio de la FE, y no por las obras de la ley. Porque la salvación viene por medio de ser Justificados, y eso es solamente por la FE en JESUCRISTO el Hijo de Dios.
5. Dios que da Vida a los Muertos. – (versos 16-17) «Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común17 delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas naciones.» Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran.» En estos Textos encontramos muchas verdades Bíblicas sobre el poder maravilloso de Dios. Veamos algunas cosas.
a. En primer lugar, Abraham sabía muy bien que era un hombre viejo, de unos 100 años de edad, y Sara su esposa, tenía unos 90 años de edad. Para nosotros en nuestros días, esas es edad de ancianos que han vivido una vida bien larga. Para ellos era una edad más joven que en nuestros días, pero que ya su sistema reproductivo había dejado de funcionar, y puede ser que en otras áreas también.
i. Podemos decir que Dios llama las cosas que no son, porque Él es el creador, y en este instante, Isaac era el producto del PODER de Dios de vivificar los cuerpos de dos personas viejas.
b. Claramente que estos versos también apuntan a la Resurrección de JESUCRISTO, y a los que JESUCRISTO Resucitó aquí en la tierra, por medio de su PODER Divino. Porque JESUCRISTO tiene el poder de dar la vida, y de quitarla.
i. Notemos que JESUCRISTO mismo dijo que Él tiene el PODER para Resucitar.
(1) (Juan 11:24-26) «Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final -respondió Marta. 25 Entonces Jesús le dijo: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera;26 y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?»
c. Abraham confió en el Dios que da vida a los muertos y llama las cosas que no son, como si fueran. En su caso, él sabía que su cuerpo para engendrar estaba muerto; ya estaba viejo. Regresando a Hebreos, veamos lo que el Texto Sagrado dice:
i. (Hebreos 11:11-12) «Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa.12 Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar.»
ii. Hay algo que debemos notar, y es que Dios abrió la matriz de Sara, que ya estaba cerrada, y revivió el sistema reproductivo de Abraham, de tal forma, que, después que Sara murió, él engendró varios hijos más, y murió de 175 años de edad. Eso lo hace solamente el PODER de Dios.
6. Pilares del Evangelio. – (versos 18-25) «Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: «¡Así de numerosa será tu descendencia!»19 Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara.20 Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios,21 plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido.22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia.23 Y esto de que «se le tomó en cuenta» no se escribió sólo para Abraham,24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor.25 Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.»
a. En estos versos podemos ver lo que ya hemos hablado sobre el PODER de Dios transformando los cuerpos de Abraham y Sara. La parte de Abraham era solamente de CREERLE A DIOS. Dios hizo el resto.
b. Como dice el Texto Sagrado, no se lo tomó en cuenta a Abraham solamente, sino que a TODOS nos toma en cuenta nuestra fe como justicia.
c. Ahora entramos en los PILARES del Cristianismo y son: La Muerte de JESUCRISTO en la Cruz del Calvario, y Su Resurrección de entre los muertos al Tercer día.
i. Es bien claro en las Sagradas Escrituras, que el saber que JESUCRISTO lo hizo por nosotros no es suficiente; hay que CREER que JESUCRISTO dio Su Vida en Rescate por nosotros, y, que Resucitó de los muertos.
(1) (Romanos 10:8-9) «¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón.»Ésta es la palabra de fe que predicamos:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo»
d. Nadie puede ser salvo si no CREE en estos Pilares de la Fe, la Muerte de JESÚS en la cruz del Calvario, y Su Resurrección de entre los muertos. Para los que creen, son JUSTIFICADOS por medio de la FE solamente.
Conclusión:
Oremos.
Notas:
[1]John A. Witmer, Romans, The Bible Knowledge Commentary, vol. 2, p. 453, John F. Walvoord-Roy B. Zuck, editors, Cook Communications.
*Toda referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.
**Este sermón fue predicado el 8 de febrero, 2009.