El llamado de JESUCRISTO a que tengamos valor o ánimo

Por: pastor Daniel Brito

Título: El llamado de JESUCRISTO a que tengamos valor o ánimo

Texto: Mateo 9:2:

«Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: -¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!»*

Introducción:

En estos días, cada vez que uno ve las noticias, solamente se escucha malas noticias sobre la economía, o sobre conflictos bélicos en otros países. Pero veamos que dice la Palabra de Dios sobre cuál debe ser nuestra actitud en medio de la adversidad. Estaremos hablando en esta noche de cinco ejemplos sobre como el SEÑOR nos llama a tener ánimo, o valor. Sin duda, algunos han oído al autor de este bosquejo, decir algunas veces ÁNIMO a los hermanos. Es algo que la gente necesita oír cuando está rodeada de circunstancias negativas. Tener valor o ánimo en medio de una generación tan perversa como ésta no es fácil. Todos nosotros tenemos días donde la adversidad nos visita. Como creyentes, sabemos como acudir a Dios, pero a veces pensamos que somos los únicos. Trataremos los siguientes puntos:

(1)    Anímate hijo.
(2)    Hija, ten ánimo.
(3)    Tened ánimo, Soy Yo, no temáis.
(4)    ¡Anímense! Yo he vencido al mundo.
(5)    Ten ánimo.

Lección:

1.         Anímate hijo. (Mateo 9:2). «Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: -¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!» – Unas de las condiciones peor que una persona se pudiera encontrar en aquel tiempo, era paralítico. Un hombre en la miseria, sin poder trabajar. Los paralíticos muchas veces eran sacados afuera para que así tirados, pudieran mendigar por su propio sostén. No había “welfare”, o Seguro Social. En realidad, seguro que muchos de los que escucharon a nuestro SEÑOR decir las Palabras: “Tus Pecados te son perdonados”, pensaron que lo que este pobre hombre necesitaba era salir de esa condición miserable que se encontraba como paralítico. Eso es porque la gente mira las circunstancias que se pueden ver en lo exterior, sin percibir qué es lo interior, lo que necesita cambiar primero.

a.         Vemos DOS grandes necesidades en esta vida.

i.          El pecado que necesitaba ser perdonado.

ii.         El cuerpo que necesitaba ser sanado.

b.         Los judíos tenían una creencia que las enfermedades eran ocasionadas por pecados.[1]

i.          Con esto, al JESÚS decir esas Palabras, estaba hablando como Dios. Él estaba tratando el problema que agobia a todo ser humano, pero que SOLAMENTE Dios puede solucionar, y es el PECADO.

c.         La sanidad compuso el segundo problema del hombre, y comprueba que el que dijo esas Palabras, era EL mismo Hijo de Dios JESUCRISTO, el Dios Eterno.

d.         EJEMPLO #1: Por mucha que sea la miseria, la necesidad más grande del hombre es el perdón de los pecados.

e.         Ejemplo #2: Aquí vemos la importancia de traer a otros al Evangelio.[2] No sabemos la condición de este hombre. Pero este hombre necesitó la ayuda de otros para poder llegar al SALVADOR. No sabemos si eran sus familiares, o si eran amigos los que lo trajeron a JESUCRISTO, pero esa es una lección muy importante para nosotros, y es que tenemos una responsabilidad de compartir con otros, y de llevar a otros a los Pies de nuestro Salvador, quien es el único que puede cambiar las vidas.

2.         Hija, ten ánimo. (Mateo 9:22). «Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: -¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado.  Y la mujer quedó sana en aquel momento.» – Esta mujer tenía una hemorragia constante, no sabemos qué era, ni tampoco su edad. Si la mujer era de una edad mediana, podemos decir que seguramente su esposo se había divorciado de ella, porque tenía 12 años con esa hemorragia, y la Ley de Moisés la clasificaba como impura por esa razón.

a.         Esta mujer estaba desesperada por una enfermedad que tal vez la iba a llevar a la muerte. No podía tocar a nadie, y aún menos a un hombre Santo con ese flujo.

b.         Su TEMOR era constante, ella pasó por en medio de la gente, tocando y siendo tocada, lo que era una violación de la Ley de Moisés. Por eso ella no quería que nadie supiera que había tocado al SALVADOR, y a la gente que lo rodeaba.

c.         «Tu fe te ha sanado» Pero el Texto literal dice: Te ha Salvado”.  – Eso quiere decir que JESUCRISTO fue más allá de la sanidad del cuerpo, salvando la vida de esta mujer.

i.          Debemos notar que JESÚS salva de los pecados.

ii.         Y también JESÚS sana las enfermedades.

d.         EJEMPLO #1: ¿Cuántos podemos identificarnos con esta mujer?

i.          Puede ser por razones de enfermedad.

ii.         Puede ser también por estar pasando un tiempo de adversidad.

e.         EJEMPLO #2: El mundo divide a la gente en DOS  grupos:

i.          Los importantes.

ii.         Y los que no son importantes.

f.          Pero Dios mira a cada persona igual. Dios se interesó en esta mujer de la misma manera que se hubiera interesado en una persona importante.

i.          En el hundimiento del Titanic, el New York Times publicó un editorial de un hombre rico que había muerto en el barco. A penas mencionaron los otros 1800 que habían perdido sus vidas.

(1)        Qué diferente con Dios: Él sí se interesa por TODOS nosotros.

3.         Tened ánimo, Soy Yo, no temáis. (Mateo 14:27). «Pero Jesús les dijo en seguida:  -¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.» – La Biblia de las Américas dice: «Tened ánimo, soy yo; no temáis.» – Uno puede criticar a estos hombres, por lo que creían que veían pero debemos ponernos en su lugar antes de hacerlo.

a.         Esta tempestad en el barco nos deja un ejemplo de la tempestad que todos pasamos.

i.          Pruebas.

ii.         Tentaciones.

iii.        Enfermedades.

iv.        Pérdidas económicas.

v.         Pérdidas familiares.

b.         Debemos recordar que en medio de la prueba es cuando llega el SALVADOR, y nos tiende la mano. Es en medio de un túnel oscuro, donde uno ve la luz al final.

c.         Noten las Palabras de nuestro SALVADOR que en medio de la tormenta les dice a ellos que no TEMAN, y tengan ÁNIMO.

4.         ¡Anímense! Yo he vencido al mundo. (Juan 16:33). «Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.» – En medio de una generación perversa, donde hoy día el Cristianismo está sufriendo tanto ataque por medio del enemigo y del sistema del mundo, oímos la voz de JESUCRISTO que nos dice que Él ya venció al mundo.

a.         El sistema del mundo, es hostil hacia el Pueblo de Dios. Nuestro SEÑOR lo dijo muy claro en Juan 17:14-16:

i.          «Yo les he entregado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.15 No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.16 Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo.»

b.         El sistema del mundo atrae con los llamados placeres que llevan al pecado.

i.          El alcohol, el adulterio, la fornicación, la lascivia, la codicia, la avaricia, el egoísmo, etc…

c.         El sistema del mundo dice qué es lo que debe ser moral según su propio criterio.

d.         Pero la respuesta a eso es que como Cristianos, hemos sido llamados a la santidad.

i.          Una vida distinta al mundo.

ii.         Una vida entregada a Dios.

e.         No debemos dejarnos vencer como Iglesia por el mundo.

f.          JESUCRISTO venció al mundo, y nos dice: «¡Anímense! Yo he vencido al mundo.»

5.         Ten ánimo. (Hechos 23:11). «A la noche siguiente el Señor se apareció a Pablo, y le dijo: «¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma.» – Pablo está en un concilio donde lo golpearon, y parece que podía haber perdido su vida. En medio de esa aflicción, JESUCRISTO se le aparece y le dice que TENGA ÁNIMO.

a.         El SEÑOR no le dice que el peligro había pasado. Le quiere decir que Él lo iba a cuidar en medio del peligro.

b.         Había un propósito en lo que JESUCRISTO le dice a Pablo: Tenía que testificar en Roma.

c.         El enemigo no quería que Pablo fuera a Roma.

d.         EJEMPLO #1: ¿Cuántas aflicciones no tiene el creyente cuando quiere trabajar por el SEÑOR?

e.         EJEMPLO #2: ¿Cuántas aflicciones no tiene el creyente enfrentando la adversidad?

f.          RESPUESTA: A estas preguntas el SEÑOR responde: «¡Ánimo!

Conclusión:

Oremos.

Notas:

[1].  Robert H. Mounce, Matthew, NIBC, p. 82, Hendrickson Publishers.

[2].  William Barclay, Mateo, p. 88., editorial CLIE.

*Toda referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.

**Este sermón fue predicado en Febrero, 2009.