Estudios en Romanos: la elección soberana de Dios

Por: pastor Daniel Brito

Título: Estudios en Romanos: la elección soberana de Dios

Texto: Romanos 9:1-5:

«Digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me lo confirma en el Espíritu Santo.2 Me invade una gran tristeza y me embarga un continuo dolor.3 Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza,4 el pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas.5 De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la *naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.»

Introducción:

En esta mañana continuamos nuestro estudio de la Epístola a los Romanos. Esta vez tratamos un tema muy importante, y es sobre la elección de Israel, pero también la SOBERANÍA de Dios en los eventos humanos.

Lección:

1. El deseo del apóstol para su pueblo. — En esta Epístola hemos estudiado hasta ahora sobre el plan Soberano de Dios, en preparar la salvación por medio de JESUCRISTO. El apóstol ha explicado la ventaja y el valor de la gracia, en oposición de la ley.

a. El capítulo 8 de nuestra Epístola termina con una seguridad para el creyente, que nada lo podrá separar del amor de Dios.

i. (Romanos 8:37-39) «Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes,39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.»

b. El apóstol sabía bien eso, porque lo había escrito, pero medita en su pueblo Israel, y usa el ejemplo de algo que es SEPARADO para condenación, para mostrar su amor por Israel.

i. (Verso 3) «Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza»

ii. Note el “desearía”, porque es obvio que el apóstol sabe lo que hemos leído ya en los versos 37 al 39 del capítulo 8, que nada nos separará del amor de Dios.

iii. Su deseo es por su PUEBLO Israel, que ha rechazado al Cristo JESÚS.

2. De ellos son …………. — (Verso 5) «el pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas.5 De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la *naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.»

a. Claramente que comenzando con el Pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Luego el Pacto de la ley de Moisés. Y luego el Pacto Davídico.

i. Israel no podía reclamar a JESUCRISTO, pero sí podía reclamar los pactos ya mencionados.

b. De Israel desciende JESUCRISTO por medio de la carne. Noten como el apóstol menciona la descendencia de JESÚS en su naturaleza humana, y recalca qué es DIOS sobre toda cosa. Israel no rechazó a un profeta, sino que rechazó al Hijo de Dios, que es Dios sobre toda cosa.

i. Si hubiera algún judío que quisiera aceptar a JESÚS como un profeta, o como el Mesías pero sin Su Divinidad, ya el apóstol ha aclarado que no se puede hacer así, porque JESUCRISTO es DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

ii. Hay muchos judaizantes en nuestros días que aceptan a un “Mesías” que no es Dios. Esa gente siguen en sus pecados, porque no se puede negar al DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

3. El verdadero Israelita. — (Versos 6-9) «Ahora bien, no digamos que la Palabra de Dios ha fracasado. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel.7 Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos. Al contrario: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.» 8 En otras palabras, los hijos de Dios no son los descendientes *naturales; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa.9 Y la promesa es ésta: «Dentro de un año vendré, y para entonces Sara tendrá un hijo.»

a. Noten que este capítulo, al igual que toda la Epístola, aclara la Soberanía de Dios. Dios es soberano, y las cosas no ocurren por chance, o porque Dios a última hora lo decide. Dios declara las cosas como Él quiere, porque Él es SOBERANO.

b. El verdadero israelita no es simplemente por ser descendiente de Abraham. Entonces comienza las dos comparaciones en estos versos, y es entre Isaac e Ismael.

i. El hijo del a promesa no era Ismael, porque entonces hubiera sido por medio de lo que el hombre hubiera querido.

(1) Ismael fue el producto del DESANIMO por medio de Sara, que convenció a Abraham.

ii. Pero Dios le había dicho a Abraham y a Sara, que por medio de Sara, nacería el hijo de la promesa. Tal fue la promesa dada a una mujer estéril, y a un hombre viejo. Eso es porque sería algo milagroso.

(1) Ismael había sido desechado mucho antes que naciera, porque Dios había prometido que iba a ser por medio de Sara.

(2) Israel tampoco desciende de los hijos de Cetura, la otra esposa de Abraham. Todos esos hijos tuvieron su recompensa en la tierra, pero ninguno de ellos era el hijo de la promesa.

iii. Terminamos este punto, ASEGURANDO que el hijo de la promesa era ISAAC, porque así Dios lo había decretado.

4. Jacob y Esaú — (Versos 10-13) «No sólo eso. También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre, que fue nuestro antepasado Isaac.11 Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina,12 no en base a las obras sino al llamado de Dios, se le dijo a ella: «El mayor servirá al menor.»13 Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú.»

a. Otra vez en estos dos ejemplos, el apóstol Pablo vuelve a la SOBERANÍA de Dios, y podemos notar que DIOS escogió a Jacob. Por eso dice que el menor servirá al mayor. Pero esa promesa fue dada ANTES del nacimiento de Jacob y Esaú.

i. (Génesis 25:23) «y él le contestó: «Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se dividen desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.»

b. Veamos ahora lo que dice el Texto Sagrado sobre Esaú en el verso 13 que ya hemos leído: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú.» El apóstol está citando de Malaquías 1:2-3:

i. «Yo los he amado», dice el Señor. « “¿Y cómo nos has amado?” , replican ustedes. »¿No era Esaú hermano de Jacob? Sin embargo, amé a Jacob 3 pero aborrecí a Esaú, y convertí sus montañas en desolación y entregué su heredad a los chacales del desierto.»

ii. Esa expresión de amar y aborrecer, podemos decir que es “amar” y “rechazar”. Es la misma expresión que JESUCRISTO usa en Lucas 14:26:

(1) «Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.» (Biblia de las Américas)

(2) Es muy claro que el amor que uno tiene hacia Dios, tiene que ser superior, al amor que uno tenga hacia uno mismo o los familiares. De ahí que al AMAR a Dios, es sobre TODAS las cosas.

(3) Es en ese contexto que se usa el “amar” y el “aborrecer”.

c. ¿Fue Dios injusto con Esaú? En ninguna manera, porque como dice el Texto Sagrado, “no en base a las obras sino al llamado de Dios”. Es porque Dios es SOBERANO, y decide las cosas como Él quiere. Pero aun así, veamos algunas cosas sobre la vida de Esaú en Hebreos 12:14-17:

i. «Busquen la paz con todos, y la *santidad, sin la cual nadie verá al Señor.15 Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;16 y de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un solo plato de comida vendió sus derechos de hijo mayor.17 Después, como ya saben, cuando quiso heredar esa bendición, fue rechazado: No se le dio lugar para el *arrepentimiento, aunque con lágrimas buscó la bendición.»

ii. Para los orientales, la primogenitura era muy valiosa. El hijo mayor recibía casi siempre una doble porción y la responsabilidad de estar encargado de todos los hermanos. Parece como que uno se preguntara ¿qué tiene que ver la primogenitura con lo espiritual? Veamos algunos puntos al respecto.

(1) Había una bendición de Dios para el hijo mayor.

(2) Despreciar la responsabilidad de hijo mayor, mostraba un carácter irresponsable.

(3) En esta Primogenitura estaba incluida las promesas que Dios le había dado a su abuelo Abraham, y luego a su padre Isaac, y que él, como primogénito, sería parte de esa herencia y Promesa.

(4) Debemos notar que la cita de Hebreos lo junta con los inmorales (fornicarios), y los que están a punto de dejar la Gracia de Dios. El profano, siendo que es irreligioso, o que no le importa, bien puede unirse a estos otros.

iii. Veamos tres cosas sobre lo que Esaú hace.

(1) La venta de la primogenitura cuando viene con hambre, muestra un hombre que no le importa nada, hasta comer y satisfacer su hambre.

(2) Seguramente que Esaú “olía” bien fuerte a alguien que no se había bañado en varios días, viniendo del campo, y seguramente que sí traía mucha hambre, pero cuando Esaú dice: “Me voy a Morir” muestra que está exagerando. Seguramente que cualquier siervo, o esclavo, le hubiera cocinado algo.

(3) También muestra su deseo de GRATIFICACIÓN INSTANTÁNEA. Qué lección para nosotros hoy día que estamos siendo testigos de eso mismo. Estamos viviendo en medio de una sociedad egoísta, que solo piensa en la gratificación instantánea.

(4) Se come el plato, y se levanta como si nada. Despreció lo que le pertenecía por un plato de lentejas, y se levanta como si nada.

(5) Para nosotros hoy día, esta porción del Texto Sagrado nos deja una gran lección, y es sobre aquellos que como Esaú, buscan un evangelio fácil. ¡Qué diferente a las enseñanzas de nuestro SEÑOR JESÚS que dijo que para ser Su discípulo, había que negarse a uno mismo, tomar su cruz, y seguirlo! Esto es bien claro un llamado a someterse a la voluntad de Dios totalmente.

iv. Los que son como Esaú, buscan, un evangelio de emoción, que satisfaga la gratificación instantánea que tanto está de moda, y que no exige compromisos. Es triste que eso mismo es lo que vemos muchas veces en ciertos programas cristianos, un evangelio sin compromiso.

5. La Gracia y Compasión de Dios. — (Versos 14-29) «¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera!15 Es un hecho que a Moisés le dice: «Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré compasivo con quien yo quiera serlo.» 16 Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios.17 Porque la Escritura le dice al faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.» 18 Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer. 19 Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?»20 Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?” »21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios? 22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?23 ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria?24 Ésos somos nosotros, a quienes Dios llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre los *gentiles.25 Así lo dice Dios en el libro de Oseas: «Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo; y llamaré “mi amada” a la que no es mi amada», 26 «Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo: Ustedes no son mi pueblo” , serán llamados “hijos del Dios viviente” .» 27 Isaías, por su parte, proclama respecto de Israel: «Aunque los israelitas sean tan numerosos como la arena del mar, sólo el remanente será salvo; 28 porque plenamente y sin demora el Señor cumplirá su sentencia en la tierra.» 29 Así había dicho Isaías: «Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado descendientes, seríamos ya como Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra.»

a. La Soberanía de Dios basada en: “Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré compasivo con quien yo quiera serlo.”

i. Pablo está citando de Éxodo 33:19, donde Dios habiendo sido compasivo con Israel, lo había hecho por Su propia bondad, porque Israel no la merecía.

ii. Es ahí la base de la clemencia y compasión de Dios hacia el ser humano, se basa en la Soberanía y MISERICORDIA de Dios, y no en las obras de nadie.

b. ¿Puede alguien reclamarle a Dios? A esto el apóstol responde: «20¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?” » 21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios?»

i. Nadie tiene derecho de reprocharle nada a Dios, porque Dios es el CREADOR y es SOBERANO.

c. La elección no depende del ser humano, sino totalmente de Dios. Por eso dice:

i. «Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios.17 Porque la Escritura le dice al faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.» 18 Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer.»

ii. El endurecimiento de Faraón fue producto de su propio comportamiento. Si Dios le endureció su corazón, no lo hizo injustamente, pues era la intención propia de Faraón.

iii. Aquellos que rechazan a Dios como Faraón, Dios los entrega a sus propias pasiones, o pecado.

6. Conclusión — (Versos 30-33) «¿Qué concluiremos? Pues que los *gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe.31 En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha alcanzado esa justicia.32 ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la «piedra de tropiezo»,33 como está escrito: «Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace *caer; pero el que confíe en él no será defraudado.»

a. Es por medio de la FE en JESUCRISTO, que podemos alcanzar la salvación, porque es solamente por la GRACIA de nuestro SEÑOR.

b. A esto pregunto: ¿Haz venido a los pies de nuestro SEÑOR JESUCRISTO? Seamos como Jacob, y no como Esaú. Seamos como Isaac, y no como Ismael.

OREMOS.

*Toda referencia Bíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional*

**Este sermón fue predicado en Octubre, 2009**