El inválido de Betesda

Por: pastor Daniel Brito

Título: El inválido de Betesda

Texto: (Juan 5:1-7) «Algún tiempo después, se celebraba una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.2 Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzatá.[a]3 En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos.[b]5 Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años.6 Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó:  —¿Quieres quedar sano?
7 —Señor —respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.»

Introducción

Seguimos con el tema de los Milagros de nuestro SEÑOR JESÚS, tratando en esta noche el de un inválido que no podía moverse por sí mismo. En este Milagro podemos notar otra vez que es JESUCRISTO quien decide sanar al inválido, sin requerir que tuviera FE, así como en nuestra lección pasada. Este Milagro es una lección en el AMOR y la MISERICORDIA de DIOS. Trataremos los siguientes puntos:

  1. Trasfondo
  2. El estanque de Betesda
  3. El hombre era un inválido
  4. ¿Quieres quedar sano?
  5. Aplicando la lección

Lección

  1. Trasfondo. – El relato de nuestro Texto se lleva a cabo durante una FIESTA de los Judíos en Jerusalén. El apóstol Juan no menciona cual fiesta era, pero se cree que era una de las fiestas que requería que todo varón asistiera a Jerusalén, como la Pascua, Pentecostés, o Tabernáculos. Eso quiere decir que Jerusalén estaba llena de israelitas que habían hecho su peregrinación de otras tierras a Jerusalén para esa fiesta, incluyendo a nuestro SEÑOR JESÚS y Sus discípulos que habían llegado a la FIESTA. Muchos de ellos serían testigos de los Milagros que nuestro SEÑOR JESÚS estaría haciendo, o escucharían de ellos por medio de otras personas, para luego regresar a sus tierras contando las MARAVILLAS que DIOS había hecho por medio de nuestro SEÑOR JESÚS.
  1. El estanque de Betesda. – El estanque ha sido conocido como Betesda, Betzatá, y Betsaida, pero estaremos usando el de BETESDA por ser el más conocido. BETESDA quiere decir “Casa de Misericordia”.1 Un nombre muy apropiado para el lugar donde muchos buscaban recibir “misericordia” para sus aflicciones.
    1. Según la tradición antigua, el agua de ese estanque contenía cierto efecto medicinal, por lo tanto los Judíos creían que un ángel del SEÑOR movía el agua cada cierto tiempo proveyendo sanidad para el primero que entraba en el agua.
    1. Algunas Versiones de la Biblia contienen una explicación similar en el verso “4” de nuestro Texto.
  1. El hombre era un inválido. – Es importante notar que en aquellos tiempos, una persona inválida dependía de otros para poder sobrevivir, porque no habían sillas de rueda, ni ningún otro adelanto como los conocemos en nuestros días, los cuales son una gran ayuda para las personas imposibilitadas físicamente. Tampoco había ayuda del gobierno, ni hospitales, ni lugares de rehabilitación física.
    1. Uno puede imaginarse la desesperación de tanta gente enferma, en la miseria, y los lamentos que se oían por parte de aquellos que no podían valerse por sí mismos.
    1. El hombre tenía 38 años de estar inválido. No sabemos su edad, ni tampoco sabemos cuanto tiempo este hombre llevaba en el estanque de Betesda, pero lo que sí podemos entender según nuestro Texto, es que ni siquiera podía arrastrarse para poder llegar al agua.
  1. ¿Quieres quedar sano? – «Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó:  —¿Quieres quedar sano?
    7 —Señor —respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.»
    1. Debemos notar algo y es que JESUCRISTO en medio de tanta gente enferma, en Su OMNISCIENCIA como DIOS, o sea, que todo lo sabe, se dirige a este hombre inválido. Noten como ya hemos dicho al principio de nuestra lección, y es que JESÚS no le exige a este hombre que tenga FE; solamente le pregunta: «¿Quieres quedar sano.» Veamos los siguientes puntos:
      1. En primer lugar, el hombre inválido, había perdido TODA esperanza y la pregunta de nuestro SEÑOR revela esa realidad.
      1. En segundo lugar, JESÚS le da la ORDEN que se levante, tome su cama, y se vaya.
        1. (Juan 5:8-9) «Levántate, recoge tu camilla y anda —le contestó Jesús. 9 Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día era *sábado. »
        1. El hombre recibe una SANIDAD instantánea, se puso de pie, y se fue caminando con su camilla.
        2. El hecho que JESÚS le dice que se llevara su camilla con él, nos muestra algo importante, y es que al llevarse su camilla, no tendría oportunidad, o excusa, de REGRESAR a su camilla en el mismo lugar.
        1. El hombre inválido, había recibido una TRANSFORMACIÓN completa en su vida.
      1. En tercer lugar, el hombre no sabía quien era JESÚS, y se encuentra con el Salvador más tarde en el Templo. Uno puede imaginarse que seguramente ese era uno de los deseos ya por años del que había sido un inválido, y era poder asistir al TEMPLO. Ahí en el Templo, JESÚS le dice:
        1. (Juan 5:14) «Después de esto Jesús lo encontró en el *templo y le dijo: —Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.»
        1. Este hombre que había sido inválido, como ya hemos dicho, había sido TRANSFORMADO literalmente en toda área de su vida. ¿Cómo podría seguir haciendo lo mismo de antes?
        1. Como dice un comentarista: «Podría parecer que tal advertencia fuera innecesaria, treinta y ocho años de sufrimiento, producidos por el pecado, podrían parecer suficientes para que uno evitase volver a entregarse a su dominación. La triste verdad es que por mucho que sea el sufrimiento que produzca el pecado nunca lo hace odioso, aunque sus consecuencias hagan sufrir intensamente. La única seguridad está en entregarse a la voluntad del Salvador.»2
        1. Lo peor que le podía pasar al hombre que fue inválido, no era regresar a su miserable condición física, sino el perder su alma.
  1. Aplicando la lección. – Debemos notar que hay mucha gente que han perdido toda esperanza, tal vez no necesariamente en recibir una sanidad física, pero sí en dejar su pasado atrás, o en dejar sus vicios, o cualquier otra cosa que tiene a sus vidas atadas por el pecado.
    1. El SEÑOR JESÚS le dijo al hombre que había sido inválido, que se levantara, no lo tomó de la mano, ni tampoco lo levantó.
      1. El SEÑOR JESÚS sanó a un hombre en una sinagoga que tenía una mano seca. Simplemente le dijo que EXTENDIERA su mano (Mateo 12:13).
      1. El SEÑOR JESÚS espera que uno dé el paso de OBEDIENCIA por nuestra parte a la orden de VENIR a Él, y ser Su discípulo.
    1. Por último, así como le dijo al que había sido inválido que no pecara más, así también nos llama a todos a vivir vidas en SANTIDAD. Siempre teniendo nuestros ojos fijos en JESUCRISTO, el autor y consumador de nuestra fe.
      1. (Hebreos 12:2) «Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y *perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la *derecha del trono de Dios.»

Conclusión

Oremos….

*Toda referencia Bíblica ha sido tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.

Notas:

1 J. Ramsey Michaels, New International Biblical Commentary, John, p. 88, Hendrickson publishers.

2 Carlos R. Erdman, El Evangelio de Juan, p. 64, T.E.L.L.