El Fruto de la Santidad

Por: pastor Daniel Brito

Título: El Fruto de la Santidad

Texto: (Salmo 1:1-6) «Dichoso el *hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los *blasfemos,
2 sino que en la *ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. 3 Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! 4 En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento. 5 Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos. 6 Porque el Señor cuida el *camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.»

Introducción

Los Salmos contienen una belleza doctrinal inmensa para nuestras vidas, y siguen un tema muy marcado sobre la “separación” del justo con los impíos, o sea,  lo que conocemos como la “santidad” del creyente. Que DIOS bendiga Su Palabra predicada en esta noche.

Lección

  1. Trasfondo. – El Salmo comienza con un “dichoso,” “bienaventurado,” o “feliz.” No es una dicha, o una felicidad por haber heredado una fortuna, o haber recibido una buena noticia. Es una condición, y es un don de Dios, donde el justo es dichoso o bienaventurado aunque en un momento esté pasando por dificultades, o aún adversidades. Muy diferente a la felicidad que el mundo ofrece, y que es subjetiva y sujeta a los sentimientos.

    1. Es por eso que fuera de la bendición de Dios, todo es como dice Eclesiastés 1:2:

      1. «Lo más absurdo de lo absurdo, —dice el Maestro—, lo más absurdo de lo absurdo, ¡todo es un absurdo! » NVI

      2. «Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!». NTV

      3. «Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.» RV1960

      4. Como podemos notar, nuestro verso de Eclesiastés 1:2 dice lo mismo en diferentes maneras.

        1. Los expertos en el idioma hebreo nos dicen que la palabra hebel es traducida de diferentes maneras porque no hay una traducción exacta de lo que la palabra significa.
        2. La palabra es traducida: sin sentido, vanidad, vacío, absurdo, inutilidad.i
        3. Eso es en realidad lo que la vida es para el impío: SIN SENTIDO.

    2. Muy diferente con la bendición de Dios, donde vemos que el justo es dichoso, o bienaventurado.

  2. No cultiva la amistad de los blasfemos. – «Dichoso el *hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los *blasfemos» Notemos tres cosas sobre lo que dice este primer versículo de este Salmo.

    1. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malos.

      1. Me gusta esta traducción que dice “sigue” y no “anduvo” como dice la RV1960. Porque “anduvo” es en el pasado, y es algo que todo creyente debe haber dejado atrás al ser lavado en la Sangre de JESUCRISTO.

      2. No sigue, o sea que no le pone atención, porque ha hecho una decisión, y por eso, no se deja convencer por los impíos o por la tentación para cometer pecado.

      3. Es claro que la vida del creyente está marcada por decisiones, y en este caso, el resultado es ser dichoso o bienaventurado.

    2. El segundo es que ni se detiene, o sea que no solamente no sigue, sino que no “pausa” para observar si le gusta o no.

      1. Claramente que el creyente debe entender que la tentación viene por los ojos, oídos y el tacto. Debemos cuidar lo que vemos en la televisión, o en las películas, la música, en el internet, en los juegos de videos, etc.

    3. El tercero es que ni cultiva la amistad de los blasfemos.

      1. La Biblia de las Américas dice: «Ni se sienta en la silla de los escarnecedores.»

      2. No cultiva, o no se sienta con los blasfemos, o los burladores. El creyente debe saber escoger bien sus amistades y, con quien se asocia. 2 Corintios 6:14 dice:

        1. «No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?»
      3. La razón es que el que se sienta en la “silla”, o “cultiva” la amistad de los blasfemos, se va a contagiar con lo que ellos dicen o hacen, y cuando se contagia, comienza a hacer o a decir lo mismo que ellos.

  3. Se deleita en la LEY del SEÑOR. – (Verso 2) «sino que en la *ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.»

    1. Una traducción más literal de Ley, es instrucción, dirección o enseñanza.

      1. Noten que la instrucción del SEÑOR por medio de la Palabra, cambia la forma de pensar, al igual que el comportamiento de la persona por medio de la obediencia, que al mismo tiempo es producida por la meditación en la Palabra de Dios.

    2. El verso 1 dice que «Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos.» 

      Eso es porque ha decidido meditar en la ley o la “instrucción” de la Palabra de Dios.

      El meditar en la Palabra de Dios es como digerir la comida, no se puede tragar entera, sino que hay que masticarla. El método para digerir la Palabra de Dios es meditando, y eso es recitar lo que se lee de memoria. Se repite, se lee en voz baja o alta, para recordar.

    3. El deleitarse en la Palabra de DIOS, lleva al cristiano a ser HACEDOR DE SU PALABRA. Santiago 1:22-25 dice:

      1. «No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.»
      2. El verdadero discípulo, decían los Rabinos, aprende lo que debe hacer, no solamente lo que debe oír y enseñar.ii
      3. Ahora, debemos notar cuanta escasez de HACEDORES de la Palabra de DIOS hay en nuestros días. Son muchos los que no se DELEITAN en la Palabra de DIOS, y eso es porque no TOMAN TIEMPO para MEDITAR en ella.

        1. Eso es lo importante en la vida del Creyente, y es que no es solamente el “oír”, ni el pensarlo, sino el “actuarlo”, o ponerlo por obra. Lo que no se pone por obra, cae en el olvido.

    4. Noten también que dice “en la ley del SEÑOR se deleita.” No dice que lo hace por compromiso, o por obligación, sino que es una decisión de la voluntad humana para deleitarse en la Palabra de Dios.

      1. «La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.» (Isaías 40:8)
      2. «Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.» (Salmo 119:105)
  4. El Cambio. – (Verso 3) «Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. Todo cuanto hace prospera!.»
    1. Podemos notar que la meditación en la Palabra de Dios produce un cambio en nuestro pensar, y eso nos hace “felices”, no en el sentido que el mundo llama a alguien feliz, sino en el sentido de alguien que verdaderamente es dichoso o feliz, aun en las circunstancias adversas.

    2. Un árbol en un lugar seco y caliente pero que está plantado junto a aguas de un río, o que lo están irrigando de alguna forma, es un árbol que va a dar su fruto a su tiempo.

      1. Noten que el árbol aunque lo estén irrigando, tiene que pasar por los cambios del tiempo, frío, lluvia, el sol que quema, el viento fuerte, etc., pero aun así, el árbol soporta los cambios, y da su fruto a su tiempo.

      2. Es igual con los creyentes. Somos irrigados por la Palabra de Dios, y aún en las pruebas y en la adversidad, ella nos sostiene.

      3. El creyente siempre debe dar buen fruto, eso es en su conducta, porque está siendo irrigado por la Palabra de Dios. Con esto recordamos las Palabras que Dios le dijo a Josué:

        1. «Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.» (Josué 1:8.)
        2. Me gusta la forma que esta versión lo dice. Es algo que continuamente estamos recitando o meditando, hasta quedarse en nuestro corazón.

    3. Recordamos también las Palabras de JESÚS en Juan 4:13-14: 
      1. «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—,14 pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.» 
      2. Hay vida eterna en las Palabras de nuestro SEÑOR. La Biblia no es cualquier libro, es la Palabra de Dios hablando a nuestras vidas.

  5. Los DOS caminos. – (Versos 4-6) «En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento. 5 Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos. 6 Porque el Señor cuida el *camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.»

    1. Esta última parte del Salmo 1, trata la condición y el destino de los impíos y, no es nada bueno.

      1. Noten el contraste con la felicidad o la dicha de vivir una vida piadosa, meditando en la Palabra de Dios.

    2. Hay una recompensa en llevar una vida piadosa aquí en la tierra y en la eternidad.

      1. Debemos aclarar que no se puede ser salvo por medio de la piedad, sino que los salvos son piadosos, y esto, por medio de la obra santificadora del Espíritu Santo que cambia nuestras vidas, y las va purificando a través de la Palabra de Dios.

    3. Ahora vamos a nuestro Texto en el verso 4, donde dice que los “los malvados son como paja arrastrada por el viento”.
      1. Noten que hay consecuencias para los que llevan una vida impía. Es muy fácil envidiar lo que el impío tiene, o como prospera, pero noten que el fin de los impíos indica que no tienen nada que uno pueda querer, porque aunque sean ricos, ¿qué valor tiene eso cuando se mide junto a la eternidad?

    4. Noten lo que dice el verso 5:
      1. “Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos.” 
      2. A eso preguntamos: ¿Son los mismos, o son diferentes?
      3. RESPUESTA: Como decía Agustín, el gran teólogo del siglo quinto, “Todos los impíos son pecadores, pero no todos los pecadores son impíos.”iii 
        1. En otras palabras, son las mismas personas. Ellos no tienen lugar con los justos en el día del Juicio.
        2. Los justos irán al Tribunal de Cristo para recompensas. 
          1. “Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.” (2 Corintios 5:10.)
        3. Mientras que los impíos irán al Juicio del Gran Trono Blanco para ser echados en el Lago de Fuego.

    5. Es importante notar como este hermoso Salmo nos muestra la condición de los DOS caminos, las DOS sendas de la vida. La una lleva a la VIDA ETERNA, y la otra, lleva a la PERDICIÓN ETERNA.

      1. Debemos poner atención a la Palabra de DIOS, y recordar que el SEÑOR JESUCRISTO nos ha llamado a una OBEDIENCIA TOTAL.

      1. Eso es lo que el DISCIPULADO es: TODO o NADA.

Conclusión

Oremos….

*Toda referencia Bíblica, ha sido tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional, Nueva Traducción Viviente, Biblia de las Américas, y la Reina Valera 1960.

Notas:

i Elizabeth Huwiler, NIBC, Old Testament, vol. 12, p. 181, Hendrickson.

ii A.R. Fausset, A Commentary, Critical, Experimental, and Practical, vol. II, Section II, p. 585, Eerdmans.

iii St. Agustin on the Psalms, Nicene and Post Nicene Fathers, first series, translated by A. Cleveland Coxe, vol. 8, p. 2, Hendrickson Publishers.