Por: pastor Daniel Brito
TÍTULO: El Fruto de la Paciencia
TEXTO: Gálatas 5:22
«En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.»
INTRODUCCIÓN:
Volvemos a retomar el tema de los FRUTOS DEL ESPÍRITU que habíamos dejado en pausa ya por algunas semanas. Es importante conocer lo que la Palabra de DIOS dice sobre cómo es que el Cristiano debe actuar y comportarse en su vida Cristiana. Trataremos los siguientes puntos:
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Trasfondo
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Longanimidad
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Pacientes al compartir el Evangelio
LECCIÓN:
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Trasfondo. Como ya hemos dicho en las lecciones pasadas sobre el tema de los FRUTOS DEL ESPÍRITU, la segunda parte del capítulo CINCO de Gálatas, trata sobre el tema de las OBRAS de la carne, y los FRUTOS del ESPÍRITU.
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Las OBRAS de la carne son aquellas acciones pecaminosas que SEPARAN al ser humano de DIOS. Los que practican tales pecados, no HEREDARÁN EL REINO DE LOS CIELOS.
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Sin embargo, el FRUTO DEL ESPÍRITU es lo CONTRARIO, ya que es el estilo de vida de la persona que ha NACIDO DE NUEVO y tiene una RELACIÓN personal con DIOS.
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Ya hemos tratado los TRES primeros FRUTOS del ESPÍRITU, ahora tratamos el cuarto: EL FRUTO DE LA PACIENCIA.
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Longanimidad. La IMPACIENCIA es muy común en nuestra naturaleza. Algunas personas son más impacientes que otros, pero en general, todos los seres humanos somos impacientes. Veamos más detalladamente lo que nuestro Texto dice sobre la Paciencia.
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William Barclay la define así: «En sentido general esta palabra no se usa en relación con la paciencia que hay que tener con las cosas o con los acontecimientos, sino con las personas. Crisóstomo decía que es la gracia de la persona que, pudiendo vengarse, no se vengaba, sino que era lenta para la ira.»i
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Tal vez llamarle «tolerancia» nos deja una mejor idea de lo que el Texto quiere decir. Es decir, es la habilidad de soportar a otras personas, aun cuando han agotado nuestra paciencia.ii
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La Biblia nos enseña que DIOS es LENTO PARA LA IRA, y espera que Sus Hijos(as) hagan lo mismo.
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(Salmo 86:15) «Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.»
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Así que podemos ver que la PACIENCIA aquí podemos llamarla también TOLERANCIA, ya que debemos SOPORTAR o ser TOLERANTES en AMOR con los demás.
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(Efesios 4:1-2) «Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, 2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.»
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Debe ser parte del «vestuario» Cristiano, el cual es FRUTO del ESPÍRITU SANTO. Pero noten que al decir «revístanse» está hablando de la voluntad humana. Es decir, son decisiones que uno tiene que hacer para dejar que el ESPÍRITU SANTO Obre a través de nuestras vidas.
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(Colosenses 3:12-13) «Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, 13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.»
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Esto nos debe hacer pensar en los tantos problemas que ocurren en los hogares por causa de la IMPACIENCIA o que simplemente no se pueden SOPORTAR. Pero noten que el Texto Sagrado es bien claro en la manera que el creyente debe comportarse y actuar, pero no solamente en la Iglesia, en un Culto de Hogar, o entre Cristianos, sino que también en el HOGAR.
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(1 Corintios 13:4) «El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.»
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Pacientes al compartir el Evangelio. Al llegar ahora al último punto de nuestra lección, debemos enfatizar que así como DIOS ha sido PACIENTE con nosotros, así también nosotros debemos ser pacientes cuando compartimos el Evangelio con otras personas.
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Ese es el encargo que el apóstol Pablo le dejó a Timoteo y también a cada uno de nosotros.
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(2 Timoteo 4:1-2) «En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: 2 Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.»
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Cuando predicamos el Evangelio en estos Cultos de Hogar, en la Iglesia, o aún en la calle, debemos hacerlo con PACIENCIA. Siempre recordando que es DIOS quien hace la Obra en las vidas.
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Lo mismo debemos hacer también cuando compartimos el Evangelio con otros. Debemos ser PACIENTES y dejar el resultado a DIOS.
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Así también con nuestros seres queridos. Recordando que aun los más rebeldes para el oír el MENSAJE del Evangelio, pueden ser tocados y cambiados por el Poder del Espíritu Santo.
Conclusión
Oremos…
*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.
Notas:
i William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, p. 695, editorial CLIE.
ii R. Alan Cole, Tyndale New Testament Commentaries, Galatians, p. 219, Intervarsity Press.