La parábola del sembrador – Parte I

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar

Mateo 13:3-9; 18-23.

Introducción:

Aprendimos en clases anteriores acerca de cómo ve Dios a los hombres con la finalidad de crear en nosotros peso por las almas perdidas. Hoy aprenderemos mas acerca del corazón de los hombres usando la parábola del sembrador, para poder comprender el porque de corazones duros, y como nosotros podríamos prepararlos para la siembra de la Palabra de Dios y poder tener una buena cosecha. Entremos pues a este tan importante tema.

I. EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR. Mt. 13:3.

1. La Semilla: La palabra de Dios.

Semejanzas entre la semilla y la Palabra:

A. Es viva y posee vida Heb. 4:12-13.
B. Produce fruto.
a. Fruto de Salvación. Jn. 5:24; Rom 10:17.
b. Fruto de santificación. 2 Tim. 3:16-17.
c. Fruto de buenas obras. Col. 1:9-10.

2. El Sembrador: Los que tenemos la Semilla.

A. No es una posición en la iglesia.
B. Debe ser vocación de todos.

3. La Acción de Sembrar: Compartir lo que Cristo Hizo.
A. Muchas maneras de hacerlo.
a. Testimonio vivido y hablado.
b. Una buena acción en el Nombre del Señor. (Ayudar a alguien)
c. La entrega de un tratado.
d. Presentación del Evangelio.
B. Un solo requisito: HACERLO.

II. UN CORAZÓN DURO. Vv. 4, y 19.

1. Una descripción de dichas personas
A. Mentes cerradas.
a. Por prejuicio. (Tienen religión y son leales a la cual)
b. Por orgullo. (Creen que no ocupan a Dios porque tienen todo)
c. Por temor. (Tienen miedo a un cambio de vida)
d. Por ignorancia. (No entienden)
e. Por culpabilidad. (Por su pecado se incomodan, se enojan)
B. Presa fácil de Satanás.
a. Despeja la semilla. (Despejan sus mentes otras personas)
b. Usa a otros para ollar la semilla. (No le hagas caso, no seas fanático, etc.)

2. Nuestra tarea: Preparar la tierra.

A. Ante ellos.
a. Testimonio ejemplar. Mt. 5:16.
b. Amor genuino e interés personal.
B. Ante Dios.
a. Ayuno y oración.
b. Llanto. Salmo 126:5.

Conclusión:

Continuaremos esta lección en cuanto Dios nos lo permita. Meditemos y veamos ¿que estamos haciendo por las almas perdidas? Y si no estamos trabajando en ello, deberíamos avergonzarnos. Dios les Bendiga.