Trato especial para un pueblo especial

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar

Isaías 46:3-4

Introducción:

Una breve descripción de las diferentes cargas que llevamos: la existencia, el pecado, responsabilidad para con otros, trabajo, etc.

Idea Sermónica:

En este texto hay tres ideas fundamentales que nos garantizan que el trato de Dios para con su pueblo es un trato Especial

I. La naturaleza del trato.

v=4. “Yo llevare, Yo soportare y guardare”. El Señor se dirige a su pueblo y llama la atención hacia lo que era su propia experiencia. El los había llevado, soportado y guardado a través del desierto y en cada etapa de su vida desde su nacimiento. Deut. 8:1-4. Dios se compara a si con una nodriza que cría al niño con ternura. Deut. 32: 7-11; Sal.71:6,18; Deut. 8:2-4. El significado que encierra cada una de estas palabras no necesita definición, ni una explicación profunda, puesto que cada uno de nosotros las hemos experimentado en diferentes etapas de nuestra vida. El reflexionar en este trato de Dios para con nosotros debe llenar nuestros corazones de gratitud. Es maravilloso despertar cada mañana y tener la certeza de que Dios me ha soportado un día mas. Si, hermanos, el trato de Dios para con su pueblo es realmente maravilloso.  Cuando no puede mas, El te lleva en sus brazos; si hemos sido rebeldes o torpes, El nos soporta; si estamos en peligro, El nos guarda. Hay una segunda idea que nos confirma que el trato de Dios para con su pueblo es un trato especial:

II. La razón del trato.

v=4. “Yo hice” El hecho de que usted y yo hemos salido de las manos nos da la garantía de que El nos comprende. Nadie conoce mejor un instrumento que el lo creo. Dios sabe que somos débiles. Dios sabe lo que siento y por lo que estoy pasando, porque El es nuestro creador y nunca abandonara la obra de su mano.  Es por esa misma razón que no abandono a Israel en el desierto, a pesar de sus muchas provocaciones. Es por esa misma razón que no abandono este mundo cuando se volvió contra El en su pecado. y, es por esa misma razón que no te abandonara a ti. Isaías 49:15-16.

III. La seguridad del trato.

v=4 “y hasta la vejez yo mismo” Dios no nos decepcionara. Sus brazos eternos tienen siempre la misma fuerza. Dios es inmutable, no cambia. Nuestras fallas y fracasos nunca alteraran los planes de Dios. 2 Tim.2:3. No hay ningún poder en el cielo, ni en la tierra, ni en el mismo infierno que pueda hacer alterar el prepósito de Dios para con nosotros. Rom. 8:35-39 Conclusión El animo que esta doctrina debe infundir al creyente en medio de la ansiedad y el temor.