“.VOLARÁN. CORRERÁN. CAMINARÁN.” (Isaías 40:31 NVI)
3 Cosas para Volar, correr o andar
Watchman Nee escribió un libro, récord de ventas, titulado: La Vida Cristiana Normal. ¿Por qué ese título? Porque sólo cuando entiendas lo que es “normal” en la vida cristiana podrás reconocer en qué estación te encuentras, evaluar tus circunstancias de forma correcta y adaptarte a ellas. En una ocasión Pablo resucita a un muerto, en otra escribe: “.Aun perdimos la esperanza de conservar la vida.” (1 Corintios 1:8). La Biblia dice: “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras.” (Santiago 5:17).
Un día clama por fuego del cielo y su oración es respondida, al día siguiente se siente totalmente depresivo, al borde del suicidio. No puedes usar estos cambios como excusa para el letargo espiritual, pero tienes que aprender a discernir los momentos. La fe no nos hace exentos de las estaciones de la vida, sin embargo nos ayuda a pasar por ellas en victoria. Por lo tanto:
1) Si eres un “volador”. Si estás bendecido por el Señor y triunfas más allá de tus habilidades naturales, disfrútalo. Pero recuerda siempre que esa capacidad de volar proviene de Dios y no de ti mismo. Si olvidas eso, ¡al suelo caerás!
2) Si eres un “corredor”. Dale gracias a Dios por estar todavía en la carrera. No te compares con los que vuelan, para que no te desanimes y no te compares con los que andan para que no te enorgullezcas. Sigue corriendo y ya llegará tu oportunidad.
3) Si eres un “andador”. Sigue poniendo un pie delante del otro. Hay veces en que la pena, el desánimo y la fatiga hacen imposible volar o correr. Lo que sí puedes hacer es caminar sin desmayar, aunque sea difícil. No importa; acepta estar donde estás. Para Dios el andar también cuenta. Y si eso es lo único que puedes hacer ahora ¡es suficiente!