Zorro/a (heb. shû’âl; gr. alop’x). La palabra hebrea parece referirse claramente al chacal,* como por ejemplo en Jdg 15:4, de donde se puede inferir que los animales que cazó Sansón corrían en grupos. Los chacales, a diferencia de las zorras, a menudo andan en manada, y a Sansón sin duda le habrá costado mucho menos cazar 300 chacales que 300 zorras. En Psa 63: 10 la RVR ha traducido correctamente la palabra hebrea por chacales, ya que las zorras no se alimentan de carroña. La descripción de animales que vagan por el desierto o en medio de las ruinas, y que destruyen las viñas (Lam 5:18; Eze 13:4; Son 2:15), se podría aplicar tanto a zorras como a chacales. En Palestina hay 2 clases de zorros: una variedad pequeña en el sur y una variedad más grande en el norte. Jesús mencionó las guaridas de las zorras (Mat 8:20; Luk 9:59) y comparó a Herodes Antipas con una astuta zorra (Luk 13:32).
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
género de mamíferos carniceros, de la familia de los cánidos, de extremidades cortas, orejas empinadas, pelaje pardorrojizo y vientre grisoso, cola peluda, cabeza ancha, hocico puntiagudo. Es depredadora, se alimenta de frutas, Ct 2, 15, aves y pequeños mamíferos. Habita en guaridas, Mt 8, 20; Lc 9, 58; merodea en lugares desolados, Lm 5, 18. Sansón para abrasar las mieses de los filisteos, se valió de trescientas zorras Jc 15, 4-5. La z. por su astucia es mencionada en la Escritura figuradamente y así Cristo llama zorro a Herodes Antipas Lc 13, 32; es posible que en la Biblia se confunda con el chacal, Ez 13, 4, o también el cánido.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
ver ANIMALES
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
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Animal de la especie de los cánidos y del género vulpes. Simbólicamente alude al hombre que disimula su situación para obtener ventaja, que engaña con astucia o que simula necesidad con doblez con más o menos habilidad y eficacia.
Con todo, esta interpretación, como todas las zoomórficas, han variado con el tiempo. En las citas bíblicas en que se alude a esta especie el término tiene otro sentido. Así, como cuando Jesús indica respecto de Herodes «Decidle a ese zorro que aún no es llegado mi tiempo» (Lc. 13.32), se hace alusión al carácter dependiente del rey, que es como «pobre hombre», hombre sin poder, al igual de él mismo cuando se compara con las «raposas del campo que no tienen dónde reclinar la cabeza» (Mt. 8.20; Lc. 9.58)
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa