v. Holocausto, Sacrificio
Exo 12:27 es la v de la pascua de Jehová, el cual
Eze 39:17 de todas partes a mi v que sacrifico
Véase SACRIFICIO.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
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Persona, animal o cosa que se ofrece en un sacrificio a la divinidad como expiación, ofrenda o agradecimiento. Este concepto aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento, al aludir a los sacrificios naturales del primer estadio israelita (como los ofrecidos por Abel, Noé, Abraham, Jacob, Moisés); y a los sacrificios que exigía el culto reglado del Templo, con las estructuras sacerdotales que siempre reclamaron la existencia de víctimas.
De esas víctimas, dones y ofrendas vivían los sacerdotes y el personal que cuidaba el templo. Era natural que se promocionaran y se destribuyera de una forma jerárquica y que el puesto de Sumo Sacerdote fuera, no sólo un puesto religioso y piadoso sino una auténtica entidad comercial y administrativa de la que dependían todos los subordinados.
En hebreo no tuvieron término específico para decir víctima y empleaban el concepto de «seh», que literalmente es cordero; o bien «tebah o zebah», que indica ofrenda o sacrificio.
El Nuevo Testamento emplea metafóricamente 42 veces el término griego de «zysia» (sacrificio, víctima o «zyo», sacrificar, victimar). Siempre lo hace en referencia a la ofrenda que de sí mismo hizo Cristo. El concepto sacrificial del cristianismo se alejó rápidamente de las ofrendas cruentas judaicas y generó una nueva y mística visión del Sacrificio del altar: la del misterio de una víctima divina, Cristo, que se ofreció a sí mismo en la cruz. La misa, la Eucaristía, se consideró a lo largo de la historia como la ofrenda al Padre de una Víctima sagrada: Jesús, Hijo de Dios, permanentemente ofrecido en el altar, pero misteriosamente resucitado y vivo en la tierra y en el cielo para siempre.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
sfagion (sfavgion, 4968), de sfazo, degollar, denota una víctima, degollada para el sacrificio, un animal muerto (Act 7:42 «víctimas»), en una cita de Amós 5.25.¶
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento