relación personal basada en el matrimonio. Las normas dadas por Yahvéh a Moisés sobre la u. c. eran diferentes a las costumbres egipcias y cananeas: No te acerques a una consanguínea, ni a tu padre ni tu madre. No descubrir la desnudez de la mujer de tu padre, de tu hermana, tu sobrino o tu sobrina.
Tampoco descubrir la desnudez de la hija de la mujer de tu padre engendrada por tu padre: es tu hermana. Tampoco descubrir la desnudez de la hermana de tu padre, de la hermana de tu madre, que es carne de tu madre.
Ni descubras la desnudez del hermano de tu padre ni la de su mujer, es tu tía. Tampoco la de tu nuera, que es la mujer de tu hijo. Tampoco te acerques a tu cuñada. No descubras la desnudez de una mujer y la de su hija. No tomes ni a la hija de su hijo ni a la hija de su hija para descubrir su desnudez, son tu propia carne y sería una indecencia. No tomes por esposa a una mujer y a su hermana cuando todavía vive la primera; ni te acerques a una mujer durante su impureza menstrual.
No te acuestes con la mujer de tu prójimo contaminándote con ella.
No des ningún hijo tuyo para hacerlo pasar ante Mólek; no profanarás así el nombre de tu Dios. Yo, Yahvéh.
No te acuestes con varón como con mujer es una abominación.
No te unas con bestia haciéndote impuro por causa de ella. Que la mujer no se prostituya ante una bestia para unirse con ella, es una infamia, Lv 18.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital