TITO

2Co 2:13 reposo .. por no haber hallado a .. T
2Co 7:6 Dios .. nos consoló con la venida de T
2Co 8:6 que exhortamos a T para que tal como
2Co 8:16 en el corazón de T la misma solicitud
2Co 8:23 en cuanto a T, es mi compañero y
2Co 12:18 rogué a T, y envié con él al hermano
Gal 2:1 subí .. llevando también conmigo a T
Tit 1:4 a T, verdadero hijo en la común fe


Tito (gr. Tí­tos, «honorable»; transliteración del lat. Titus; las 2 formas del nombre eran comunes en la época apostólica). Amigo í­ntimo, compañero de viaje y asistente del apóstol Pablo. Su nombre aparece en el NT sólo en las epí­stolas a los Corintios (2Co 3:13, etc.), los Gálatas (Gá. 2:1, 3), Timoteo (2 Tit 4:10) y Tito (Tit. 1:4). Pablo consideraba a Tito su «verdadero hijo en la común fe» (v 4), evidentemente porque era uno de sus conversos. Que Tito era gentil se desprende de la firme decisión de Pablo de no circuncidarlo con el fin de apaciguar a los judí­os cristianos de Jerusalén, exageradamente celosos, quizá cuando la visitó como delegado de Antioquí­a ante el concilio que se habí­a convocado para resolver el asunto de los conversos de origen gentil (Gá. 2:1-5; cf Act_15); tal vez fuera oriundo de Antioquí­a. Sea como fuere, parece que pertenecí­a a esa iglesia gentil (Gá. 2:1) y quizás aceptó el cristianismo en los comienzos del ministerio de Pablo en esa ciudad. Cuando algunos miembros de la iglesia de Corinto se rebelaron contra Pablo (c 57 d.C.), éste envió a Tito para tratar de conseguir una reconciliación. La ansiedad del apóstol por el éxito de esta empresa se echa de ver por la perplejidad que experimentó al no encontrarse con él en Troas, tal como estaba planeado (2Co 2:12, 13; 7:6, 13, 14). Poco después se encontró con Tito en Macedonia, y recibió con gozo los brillantes informes acerca del éxito de su misión (7:6, 7, 13, 14). Lo volvió a enviar a Corinto con su 2ª epí­stola a los creyentes de esa ciudad (8:6, 17, 18, 23), y también con el fin de supervigilar la recolección de fondos para los pobres de Jerusalén (8:23-9:5). Algunos años más tarde, aparentemente no mucho antes de su 2o encarcelamiento en Roma, Pablo escribió la epí­stola destinada a Tito. Lo 1168 habí­a dejado en Creta para que organizara las iglesias e instruyera cabalmente a los creyentes (Tit. 1:4, 5). En su carta le pide que se encuentre con él en Nicópolis* (3:12). Lo último que sabemos de Tito es lo que Pablo le dice a Timoteo en una de sus epí­stolas poco antes de morir: lo habí­a enviado en una misión especial a Dalmacia (2 Tit 4: 1O). Tito, Epí­stola a. Carta dirigida a un ministro dejado en la isla de Creta para vigilar la organización de las iglesias de ese lugar (Tit. 1:5). En los manuscritos griegos más antiguos que hoy existen, el tí­tulo de esta epí­stola es Prós Tí­ton, «A Tito». Junto con 1 y 2 Ti., Tito pertenece al grupo de cartas conocidas como Epí­stolas Pastorales. I. Autor. El apóstol Pablo. Como sucede con las otras cartas pastorales, los eruditos crí­ticos modernos generalmente ponen en tela de juicio la autenticidad de esta epí­stola; objeciones que este Diccionario no comparte. II. Ambientación. Al parecer, el apóstol escribió esta epí­stola durante el intervalo que se produjo entre su 1er encarcelamiento y el 2o, quizá c 65 ó 66 d.C. Pablo instruyó a Tito para que se encontrara con él en Nicópolis* (Tit. 3:12), en el noroeste de Grecia, donde habí­a hecho planes de trabajar el siguiente invierno. Aparentemente, el apóstol le escribió poco después de haberle escrito su 1a carta a Timoteo. La invitación a encontrarse con él en Nicópolis sin duda quiere decir que cuando Pablo salió de Creta (v 12) se fue a Grecia. Si ya habí­a visitado Macedonia y probablemente Efeso (1 Tit 1:3), es posible que ya visitara – después de escribirle a Tito – Corinto, Mileto y Troas (2 Tit 4:13, 20). III. Tema. El tema de la epí­stola a Tito es similar al de las que escribió a Timoteo. Contiene básicamente instrucciones con respecto a cómo debe conducirse y a la administración de los asuntos de la iglesia. Aparentemente, las iglesias cristianas de Creta no habí­an sido plenamente organizadas o no estaban todaví­a bien establecidas, y necesitaban más instrucción para ponerlas sobre una base más firme y permanente. Algunos falsos maestros, tal vez judí­os parcialmente convertidos, estaban poniendo mucho énfasis en mitos, genealogí­as y la ley de Moisés (Tit.1: 10- 14; 3:9). Pablo aconseja una forma más definida de organización eclesiástica para defender a los creyentes de sus enseñanzas, y bosqueja las cualidades que deben tener los ancianos (1:5-9). IV. Contenido. Después de los saludos (Tit.1: 1-4), discute la ordenación de esos ancianos (vs 5-9) y procede a instruir a Tito en cuanto a cómo contrarrestar las actividades heréticas (vs 10-16). Destaca la necesidad de que todos los miembros de iglesia vivan vidas ejemplares, incluso Tito como ministro del evangelio (2:1 – 10); la espera de la venida de Cristo podrí­a ser un gran incentivo para desarrollar esa excelencia de carácter (vs 11-15). Además, sobre el cristiano recaen ciertas responsabilidades cí­vicas (3:1-3). Luego presenta los medios con que los cristianos pueden vivir vidas ejemplares (vs 4-7), y finaliza sus directivas al reiterar que los hijos de Dios deben ser conocidos por sus buenas obras y por evitar actividades que no aprovechan (vs 8-11). La carta termina con algunas declaraciones de orden personal y una bendición apostólica (vs 12-15; véase CBA 7:367-369). Véanse Pablo (IV, 5); Timoteo, Epí­stolas a.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

nombre de varón. 1. T. Flavio, emperador romano, sucesor de su padre, Vespasiano. Fue jefe del ejército y conquistó y destruyó Jerusalén hacia el año 70. El pueblo y el Senado erigieron en el extremo oriental del Foro romano un arco que lleva su nombre. El arco tiene relieves que muestran episodios de la conquista de Jerusalén. 2. T. Manilio, emisario romano durante la época macabea, 2 M 11, 34. 3. Personaje creyente de origen griego, Ga 2, 3. Hijo espiritual, discí­pulo y colaborador de Pablo quien lo convirtió, Tt 1, 4; 2 Co 8, 23. Fue el destinatario de la epí­stola a Tito; quien no se menciona por su nombre en Hechos de los Apóstoles.

T. acompañó a Pablo y Bernabé a Jerusalén Ga 2, 1, al Concilio, Hch 5, donde se hizo el debate sobre la circuncisión en todos los convertidos al cristianismo. T. no fue obligado a circuncidarse por ser griego, Ga 2, 3.

Fue representante de el apóstol Pablo en Corinto donde la situación era desconsoladora para la iglesia, 2 Co 7, 5-16; las noticias sobre Corinto fueron esperadas por Pablo en la ciudad de Troas, pero T. no llegó, por lo que Pablo se llenó de angustia, 2 Co 2, 12. Finalmente se reunió con él en Macedonia, y recibió muy buenas noticias sobre el progreso de los corintios; cosa que llenó a Pablo de gozo, 2 Co 7, 5 ss.; 7 ss. Cumplida su misión con éxito, llevó a buen término la colecta a beneficio de Jerusalén, 2 Co 8, 6. Según la tradición, Tt 1, 5, más tarde fue obispo de Cortina, en Creta por muchos años, donde murió a una edad avanzada.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

epí­stola a, carta pastoral de Pablo dirigida a Tito, superior de una comunidad. La epí­stola fue redactada en época posterior a la de los acontecimientos tratados en Hechos de los Apóstoles.

El contenido de la epí­stola conforma una serie de ordenanzas sobre las cualidades que deben exigirse a los candidatos a ocupar los cargos de presbí­tero, medidas contra las doctrinas de los falsos doctores, deberes de los fieles y normas a seguir en la formación de los cristianos. Conforma una de las tres Epí­stolas Pastorales, junto con las dos de Timoteo.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Un convertido, amigo y ayudante de Pablo (Tit 1:4), mencionado en el NT sólo en las cartas de Pablo, especialmente en 2 Corintios. Era griego, hijo de padres gentiles (Gal 2:3). Después de su conversión acompañó a Pablo a Jerusalén, donde Pablo rechazó las exigencias de los judaizantes de que Tito fuese circuncidado. Por ello fue Tito una persona significativa en favor del principio de la admisión de los gentiles en la iglesia sólo sobre la base de la fe en Cristo. Durante el tercer viaje misionero de Pablo se le asignaron a Tito misiones a Corinto para resolver sus molestos problemas (1 Corintios 1—6; 2Co 2:13; 2Co 7:5-16) y para estimular la asistencia material para los necesitados en Jerusalén (2 Corintios 8). Mucho después Pablo dejó a Tito en Creta para organizar sus iglesias (Tit 1:4-5). Se le pidió encontrarse con Pablo en Nicópolis (Tit 3:12). Tito fue consagrado, valiente, ingenioso.

Supo cómo tratar a los pendencieros corintios, los deshonestos cretenses y los beligerantes dálmatas (2Ti 4:10).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(seguro, salvo).

Convertido, amigo y colaborador de Pablo, griego, hijo de padres gentiles: (Tit 1:4, Gal 2:3).

– Pablo negó a que se circuncidara, G a. 3: 2-5.

– Fue a Jerusalén, al Concilio, con Pablo y Bernabé, y luego a Corintio,: (2Co 2:13, 2Co 8:6-16, 2Co 12:18).

– Se le encargó la organización de la iglesia de Creta, Tit 1:4-5.

Epí­stola a Tito: Escrita por Pablo a Tito para encomendarle la ensenanza del Evangelio en Creta, que vigilara por la pureza de la fe, nombrara obispos, presbí­teros y diáconos en Creta . En el cap.3 le previene de lo que ocurrirá en los «últimos dí­as», y en 4:2 Pablo exhorta a Tito a que «predique la palabra a tiempo y a destiempo».

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Compañero y colaborador del apóstol Pablo. Era griego, pero no sabemos exactamente de qué parte. Como no se menciona en el libro de los Hchhos, algunos suponen que posiblemente era hermano de Lucas, pero no se tienen pruebas de ello. De las referencias que se hacen de él en varias epí­stolas, se pueden extraer los siguientes datos:

Su amistad con Pablo nació en los principios del ministerio del apóstol, porque en Gal 2:1-3 éste dice: †œDespués, pasados catorce años, subí­ otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a T.†. También señala que †œni aun T., que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse† (Gal 2:3).
apóstol Pablo da testimonio de lo útil que le era T. y lo deseable de su compañí­a (†œCuando llegué a Troas … no tuve reposo en mi espí­ritu, por no haber hallado a mi hermano T…. partí­ para Macedonia† [2Co 2:13]).
mucha relación con la obra entre los corintios. Pablo le envió allí­ con una carta, hoy perdida, después de la misión encargada primeramente a Timoteo para buscar solución a los problemas que afectaban la vida de la iglesia. El informe tras el trabajo de T. fue muy favorable, pues el apóstol dice: †œPero Dios … nos consoló con la venida de T.; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él habí­a sido consolado en cuanto a vosotros† (2Co 7:6-8). En la carta que T. llevó, Pablo le elogiaba mucho. Luego, cuando escribe de nuevo a los corintios, les dice: †œ… también nuestro gloriarnos con T. resultó verdad. Y su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor† (2Co 7:14-15). Ante el éxito de la misión de T. entre los corintios, Pablo decidió enviarle de nuevo, ya en relación con la ofrenda que se querí­a recoger para los santos de Judea (†œ… exhortamos a T. para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia† [2Co 8:6, 2Co 8:16]). De manera que T. recibió el encargo, junto a otros hermanos, †œmensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo† de hacerse cargo de la colecta (2Co 8:23-24). Pablo, no solamente llama a T. su †œcompañero y colaborador† (2Co 8:23), sino añade que procedí­a †œcon el mismo espí­ritu y en las mismas pisadas† que él (2Co 12:18).
apóstol encomendó también una misión a T. en la isla de Creta, para organizar y confirmar las iglesias. La epí­stola que le envió el apóstol tení­a por propósito orientarle en ese trabajo (Tit 1:5). Después de hecha esa labor, Pablo le esperó en Nicópolis (Tit 3:12). También le encargó una misión por las regiones de †¢Dalmacia (2Ti 4:10). Pero parece que regresó luego a Creta, porque Eusebio dice que fue el primer obispo de esa isla, donde murió.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HONT

ver, PABLO

vet, Discí­pulo del apóstol Pablo; su nombre no figura en Hechos, pero sí­ con frecuencia en las epí­stolas de Pablo. Tito, de origen pagano, formó parte de la delegación enviada por los cristianos de Antioquí­a a Jerusalén acompañando a Pablo y a Bernabé (Hch. 15:2; Gá. 2:3). Es posible que fuera originario de Antioquí­a e hijo espiritual de Pablo (Tit. 1:4). En Jerusalén, los judaizantes reclamaron que Tito fuera circuncidado, pero Pablo no cedió en este punto, al no ser Tito de origen judí­o, y la iglesia se pronunció asimismo por el principio de la libertad en cuanto a la circuncisión de los cristianos salidos de la gentilidad (Gá. 2:3-5). De varios pasajes (2 Co. 2:13; 7:6, 13; 8:6, 16; 12:18) se sabe que Tito fue enviado por Pablo a Corinto para que reprimiera abusos que se daban allí­. Hay exegetas que han supuesto que estuvo entre los que llevaron la primera epí­stola de Pablo a los cristianos de la iglesia en Corinto (1 Co. 16:12). Sin embargo, lo que parece que sucedió es que Tito fue enviado allí­ con otro hermano (2 Co. 12:18) después del enví­o de la primera epí­stola a causa de noticias posteriores recibidas acerca de los cristianos de Corinto. Se trataba de una tarea delicada, y Pablo esperó anhelantemente el retorno de Tito (2 Co. 2:13). Al salir de Efeso, el apóstol esperaba encontrar a Tito en Troas (2 Co. 2:12, 13). Decepcionado al no encontrarlo allí­, se dirigió a Macedonia, a donde por fin llegó Tito con buenas nuevas de Corinto (2 Co. 7:6, 13, 14). Pablo le encargó que volviera de inmediato a Corinto para llevar la segunda epí­stola (2 Co. 8:6, 18, 23). No se sabe nada más de Tito hasta después del primer encarcelamiento de Pablo en Roma (véase PABLO). La epí­stola a Tito desvela que recibió el encargo del apóstol para organizar las iglesias en Creta y que después fue llamado a reunirse con Pablo en Nicópolis (Tit. 3:12). La última mención de Tito se da en 2 Ti. 4:10 con objeto de su viaje a Dalmacia.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Cristiano griego que trabajó arduamente con el apóstol Pablo. Cuando surgió la cuestión de la circuncisión en Antioquí­a (c. 49 E.C.), parece ser que Tito acompañó a Pablo y Bernabé hasta Jerusalén. (Hch 15:1, 2; Gál 2:1-3.) Alrededor del año 55 E.C., Tito ministró abnegadamente a la congregación corintia a petición de Pablo, quien lo habí­a enviado a Corinto para ayudar en la colecta a favor de los hermanos necesitados de Judea, y quizás también para ver la reacción de la congregación a la primera carta que Pablo les habí­a enviado. (2Co 2:13; 8:1-6; 12:17, 18.) Cuando Tito posteriormente se unió al apóstol en Macedonia, pudo presentarle un buen informe acerca de la congregación corintia, que le proporcionó consuelo y gozo a Pablo. Tito mismo habí­a llegado a tener un gran afecto a los cristianos de Corinto debido a su obediencia, y su encomiable actitud habí­a sido una fuente de estí­mulo y gozo para él. (2Co 7:6, 7, 13-15.)
Puesto que Tito habí­a dado los primeros pasos con relación a la contribución, Pablo deseaba que él completase la tarea, y recomendó a Tito a la congregación corintia como †œpartí­cipe conmigo y colaborador para bien de ustedes†. Como estaba interesado sinceramente en el bienestar de los corintios, y el apóstol le habí­a estimulado a hacerlo, Tito partió de buena gana hacia Corinto. (2Co 8:6, 16, 17, 23.)
Parece ser que después que Pablo fue liberado de su primera reclusión en Roma, Tito y Timoteo trabajaron con él en el ministerio. Cuando estuvo en Creta (seguramente en algún momento entre 61 y 64 E.C.), Pablo dejó a Tito en la isla para que †˜corrigiera las cosas defectuosas e hiciese nombramientos de ancianos en ciudad tras ciudad†™. (Tit 1:4, 5.) Parece ser que esta solo fue una asignación temporal, puesto que Pablo le pidió que hiciese todo lo posible para unirse a él en Nicópolis. (Tit 3:12.)
Durante la segunda reclusión de Pablo en Roma (c. 65 E.C.), Tito, probablemente a instancias del apóstol o con su aprobación, partió para Dalmacia. (2Ti 4:10; véase DALMACIA.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

BOSQUEJO DEL CONTENIDO

1:1-4 Saludos

1:5-9 El nombramiento de los oficiales de la iglesia

1:10-16 Como tratar a los falsos maestros

2:1-10 Instrucciones para varios grupos
2:1-3 Acerca de los ancianos
2:4-8 Acerca de los jóvenes
2:9, 10 Acerca de los esclavos

2:11—3:8 El trasfondo doctrinal para la vida cristiana
2:11-15 La gracia como maestro
3:1, 2 Los cristianos en la comunidad
3:3-8 El evangelio contrastado con el paganismo

3:9-11 Más advertencias

3:12-15 Observaciones finales

1:1-4 SALUDOS

Este es un saludo bastante más largo que el de 1 o 2 Tim. Es en realidad más teológico. Sólo aquí­ Pablo especí­ficamente se describe como siervo de Dios, aunque en otras partes se llama a sí­ mismo †œsiervo de Jesucristo†. El más común, apóstol de Jesucristo es, sin embargo, agregado y después desarrollado. Pablo da aquí­ como el propósito de su apostolado una combinación de fe y conocimiento, en el sentido de apoyar a ambos (v. 2). Su tarea era proclamar el evangelio y reconoció que la fe y la comprensión eran la respuesta apropiada. El conocimiento necesita definirse con más precisión, ya que está aquí­ en vista solamente lo que conduce a una vida piadosa. Además, tanto la fe como el conocimiento tienen una referencia futura (esperanza de la vida eterna) como también una realidad presente.
¿Por qué Pablo introduce aquí­ la afirmación que no miente refiriéndose a Dios? Tito seguramente no habrí­a tenido duda acerca de esto. Su intención debe ser subrayar la confiabilidad de las promesas de Dios. Las palabras antes del comienzo del tiempo son para llamar la atención al hecho de que en los propósitos eternos de Dios están arraigadas sus promesas. Enla zado con esta perspectiva eterna de los propósitos de Dios está el tiempo establecido de manifestar su palabra, eso es, en la encarnación. Las palabras aquí­ nos hacen pensar en el principio del Evangelio de Juan. Pablo nunca puede escaparse de la importancia de la predicación (v. 3) en divulgar las noticias de la acción de Dios, ni del privilegio que sintió al ser llamado a servir a Dios de esta manera. La descripción de Tito como verdadero hijo según la fe que nos es común (v. 4) sugiere que él era un asociado muy cercano al Apóstol, aunque no está mencionado en Hech. No obstante se menciona en 2 Cor. y Gál.

1:5-9 EL NOMBRAMIENTO DE LOS OFICIALES DE LA IGLESIA

Las instrucciones dadas a Tito corren paralelas a las que fueron dadas a Timoteo en 1 Tim. 3, pero hay algunas variaciones significativas, que se originaron de la diferente situación por la que atravesaba Tito en Creta. Su tarea era doble: para que pusieras en orden lo que faltase y establecieras ancianos (v. 5). No es claro que fue lo que Pablo dejó incompleto, a menos que se refiera al nombra miento de ancianos. Pablo no da indicación de cuántos tení­an que ser nombrados, pero evidentemente ya habí­a instruido a Tito sobre este asunto. El está más interesado acerca de los requisitos (v. 6). Lo que se destaca es la necesidad no sólo de que sea irreprensible moralmente (mencionada dos veces), sino que tenga una vida de hogar estable. Presumiblemente, si una persona no podí­a mantener a sus propias hijos en orden, era considerado como inadecuado para el liderazgo de la iglesia. La palabra traducida creyentes puede llevar el significado de †œfieles†. Es improbable que Pablo quiera descalificar a los lí­deres de las iglesias cuyos hijos tení­an aún que profesar la fe.
El cambio de anciano en el v. 5 a obispo en el v. 7 es importante ya que parece no haber diferencia esencial entre los dos oficiales. El anciano ejerce la función de vigilar. Hay una mezcla de actitudes y acciones erróneas que harí­an que una persona sea inadecuada para tal oficio (vv. 8 y 9). Es notable que a Tito no se le aconseja acerca de la inconveniencia de nombrar a nuevos convertidos como lo hizo a Timoteo en Efeso, posiblemente porque la comunidad en Creta fue establecida más recientemente. Si el v. 7 da el lado negativo, el positivo se encuentra en los vv. 8 y 9. Las cualidades mencionadas son aquellas que deberí­an ser evidentes en un cristiano entregado. El énfasis en la hospitalidad es digno de mención ya que tanto dependí­a de ella la iglesia primitiva. El v. 9 deja claro cuán importante es una comprensión de la sana enseñanza para aquellos que ejercen el liderazgo en la iglesia. Es posible refutar a los falsos maestros sólo si la verdadera doctrina ha sido bien comprendida. Según la opinión de Pablo los temas no debí­an ser confusos.

1:10-16 COMO TRATAR A LOS FALSOS MAESTROS

Nuevamente, hay pocas diferencias entre esta sección y los pasajes en 1 y 2 Tim. que se refieren a los falsos maestros. Hay un énfasis más claro en la enseñanza judaizante. El grupo de la circuncisión y también los mitos judí­os son mencionados (v. 14). Sin embargo, la caracterí­stica más evidente de los falsos maestros es lo vací­o de su hablar, la tendencia a engañar, los resultados ruinosos y el incentivo del dinero (vv. 10, 11). La posición en Creta estaba agravada por el carácter de las personas, expresado en el v. 12 por uno de sus propios poetas, que se identifica generalmente como Epimé nides, filósofo del siglo VI a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo
En vista del carácter difí­cil de estas personas, Pablo aconseja que tomen medidas enérgicas. A ellos es preciso tapar la boca (v. 11); deben ser reprendidos severamente (v. 13) y Tito no debe prestarles atención (v. 14). Pablo cree que no vale la pena discutir con ellos, pero Tito debe concentrarse en reprenderlos a fin de que puedan llegar a ser sanos en la fe. Este es un acercamiento positivo que es aun de gran valor a la hora de tratar con los que se apartan de la verdad. El v. 15 proporciona una observación más para ayudar a Tito, porque los de mentes corrompidas no reconocerán la pureza. Una vez que la mente está corrompida la conciencia rápidamente sigue el ejemplo. Pablo se da cuenta de que los falsos maestros son sutiles ya que tienen apariencia de ser religiosos (profesan conocer a Dios) pero sus acciones contradicen esto (v. 16). Podrí­a pensarse que Pablo habla de una manera excesivamente derogatoria de ellos en la segunda parte del v. 16, pero esto muestra el horror que sienten aquellos que conducen a otros a desviarse. La im portancia de una correcta comprensión de la doctrina cristiana no podrí­a ser establecida de una forma más contundente.
2:1-10 INSTRUCCIONES PARA VARIOS GRUPOS

2:1-3 Acerca de los ancianos

Aquí­ Pablo utiliza otra vez la figura de sana o saludable doctrina (cf.cf. Confer (lat.), compare 1:9). Esto está en contraste con la †œenfermiza† enseñanza de los falsos maes tros. La palabra traducida de acuerdo con llama la atención a la idoneidad de la enseñanza, sugiriendo que la falsa enseñanza estaba fuera de lí­nea en este respecto. Pablo luego procede a dar ejemplos de lo que significa enseñanza idónea. Esta es esencialmente práctica. Los hombres mayores deben mostrar en sus vidas una conducta de acuerdo con su doctrina (2). Esto implica una conducta que hará ga nar el respeto de otros. Pero a esta idea Pablo agrega la necesidad de ser sanos en la fe, en el amor y en la perseverancia, una combinación que también se encuentra en otros lugares en las pastorales y en otras cartas paulinas (cf.cf. Confer (lat.), compare 1 Tes. 1:3). Al aconsejar acerca de las mujeres mayores Pablo se concentra en la necesidad de una conducta seria (v. 3).
La prohibición de calumnia y exceso de vino refleja la situación contemporánea en Creta. El hecho de que Pablo usara las palabras ni esclavas del mucho vino sugiere que el problema de esclavitud al exceso de vino era más agudo entre las mujeres de Creta que en la correspondiente situación de Efeso (cf.cf. Confer (lat.), compare 1 Tim. 3:8, 11), donde se utiliza una expresión más moderada. En una nota positiva, las mujeres mayores tienen que ser buenas maestras en el hogar.

2:4-8 Acerca de los jóvenes

Pablo percibe que la tarea de las mujeres mayores es la de instruir a las mujeres jóvenes. Esto claramente requiere tacto para evitar la impresión de interferencia. La instrucción se enfoca en el amor a sus maridos y a sus hijos. Esto no puede darse por sentado, especialmente en nuestro tiempo moderno cuando el divorcio promedio aumenta rápidamen te, y cuando tan a menudo las carreras (profesiones) toman el primer lugar, y el cuidado de los hijos el segundo. Las cualidades requeridas a las mujeres jóvenes son aquellas apropiadas a la escena doméstica, donde el do minio propio, la pureza y la bondad son de gran valor en un hogar cristiano (v. 5). Como en otros lugares, Pablo asume que la esposa cristiana deberí­a estar sujeta a su esposo. Todo el tema está dominado por motivos religio sos, para evitar cualquier agravio a la palabra de Dios. En una discusión más extensa de las relaciones esposo-esposa (ver sobre Ef. 5:22, 23) Pablo pone la sujeción de la esposa en el contexto del amor sacrificado del ma rido. En ese entonces y ahora las relaciones ideales involucran el darse el uno al otro. Cuando se abandona o se negocia la sujeción o el amor sacrificado, los matrimonios sufren o fracasan completamente.
Cuando trata con los jóvenes, después de insistir en el dominio propio (un requisito para cualquier edad), Pablo coloca más énfasis en el ejemplo de Tito (v. 7). Como un ministro del evangelio, grandes responsabilidades descansan sobre él para mostrar integridad y seriedad, especialmente en la manera de hablar. Nuevamente hay un fuerte motivo religioso, eso es, el que otros no tendrán causa para hablar mal de los cristianos.

2:9, 10 Acerca de los esclavos
Pablo trató el tema de la esclavitud en 1 Tim. 6, y lo que dice aquí­ es similar. La palabra traducida estén sujetos a es más fuerte que la palabra †œobedecer†, y refleja las relaciones sociales del tiempo. Los esclavos cristianos tienen una responsabilidad adicional de ser serviciales y no ser respondones con sus amos. El hecho de que a los esclavos se les insta a no defraudar a sus amos sugiere que estaban particularmente abiertos a esta tentación. Pablo ve la posibilidad para los esclavos de enco mendar el evangelio por su actitud, una posibilidad que es por supuesto igualmente aplicable a todos los cristianos. La palabra gr. traducida en todo adornen se utiliza en la elaboración de joyerí­a para mostrarla en forma más atractiva.
2:11-3:8 EL TRASFONDO DOCTRINAL PARA LA VIDA CRISTIANA

2:11-15 La gracia como maestro

Es caracterí­stico de Pablo cambiar a una nota teológica cuando trata de la conducta, ya que las consideraciones doctrinales nunca están lejos en su discusión: Aquí­ utiliza el término la gracia †¦ de Dios para resumir todas las acciones de Dios a nuestro favor. En una concisa declaración Pablo pone énfasis tanto en la encarnación como en la expiación y las enlaza con la segunda venida. La aparición de la salvación señala la primera venida de Jesús, pero ¿en qué sentido debe tomarse todos los hombres? ¿Quiere Pablo decir que todos se salvan? Si la aparición se considera como un hecho histórico, es cierto que la venida de Jesús ha tenido un significado universal. El significado probable es que Dios en su gracia ha hecho posible la oferta de la salvaci ón a todas las personas. Pero el alcance de la gracia de Dios no es la cuestión principal, sino cómo la conducta cristiana fluye de la gracia de Dios; de aquí­ la fuerza del v. 12. La restricción de la impiedad es un propósito principal de la gracia de Dios. Verdaderamente es imposible vivir con domi nio propio aparte de la gracia de Dios. El dominio propio no puede lograrse sólo por el esfuerzo propio. Esta verdad, de entrada, distingue la ética cristiana del estoicismo que exalta la autodeterminación.
En este pasaje Pablo conecta el presente con el pasado y el futuro. La tarea presente se ve en el v. 12, es decir, la demanda para una vida piadosa en esta época. Pero en el v. 13 el foco recae en el futuro. La esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria claramente no han llegado, aunque tienen un impacto especí­fico en el presente. Pablo muestra un lindo balance entre la esperanza de la gloria futura y sus responsabilidades presentes. La esperanza del regreso de Cristo es básica en la doctrina cristiana acerca del futuro. Es significativo aquí­ que Pablo habla del gran Dios y Salvador Jesucristo, porque al enlazar a Dios y a Jesucristo en la misma expresión sugiere que Pablo está convencido de la deidad de Jesús, un pensamiento que está en armoní­a con Rom. 9:5. Algunos separan Dios de y Salvador, pero ese no es el sentido obvio del texto gr. Otra posibilidad es tomar a †œJesucristo† como una explicación de la †œgloria†, en tal caso Dios y Jesús no estarí­an tan claramente identificados. Pero es más natural enlazar Salvador con Jesús en vista de la subsiguiente declaración.
En el v. 14 Pablo mira al pasado, al hecho histórico de la redención que conforma los fundamentos de la posición cristiana. Llega a esto cuando refleja sobre lo que Cristo ya ha hecho por nosotros. En 1 Tim. 2:6 Pablo mencionó que Cristo se dio a sí­ mismo como un †œrescate†, y aquí­ continúa con una idea similar, usando el verbo derivado del sustantivo. La redención es un tema favorito del Após tol. Conlleva la idea de liberarse de la esclavitud, en este caso resumido como toda iniquidad. Pablo ve el trabajo de Cristo en términos de hacer algo por nosotros que no podrí­amos realizarlo por nosotros mismos. La liberación es del pecado en todo el sentido de la palabra; pero para Pablo la liberación tiene un doble lado, no sólo del pecado sino para una vida de pureza. La metáfora de la pureza es otro artificio favorito de Pablo para explicar el obrar de Cristo. El cristiano es una persona purificada (cf.cf. Confer (lat.), compare Ef. 5:25, 26). La idea del pueblo de Dios como una posesión muy especial para Jesucristo es ví­vidamente traí­da aquí­. Para una expresión similar cf.cf. Confer (lat.), compare Exo. 19:5. El objetivo cristiano de hacer lo que es bueno es fuertemente motivado por el pensamiento que esto es esencialmente porque pertenecemos a Jesucristo en una manera especial.
El v. 15 es una clase de conclusión a las instrucciones prácticas, aunque Pablo aún no ha finalizado con sus reflexiones teológicas, porque él regresa a ellas en el cap. 3. Se advierte a Tito de la ne cesidad de ejercer autoridad a fin de respaldar la enseñanza. La autoridad está basada en la enseñanza apostólica y deberí­a capacitar a Tito a resistir las pretensiones de otros de despreciarlo.

3:1, 2 Los cristianos en la comunidad
Presumiblemente Tito ya habí­a instruido a las personas acerca de sus responsabilidades hacia las autoridades del Estado, porque se le dice: Recuérdales. Pero quizá los cretenses habí­an tendido a olvidar que se esperaba de los cristianos la sujeción a las autoridades. Pablo reconoce que la desobediencia polí­tica, excepto en asuntos de conciencia, traerí­a mala fama al evangelio. El énfasis del v. 2 es que la conducta deberí­a recomendar el evangelio. Los de afuera deberí­an recibir una impresión de un buen ciudadano sujeto a la ley. Nótense en especial las cualidades de consideración y humildad que no son muy evidentes en las relaciones sociales.

3:3-8 El evangelio contrastado con el paganismo

Pablo contrasta a menudo en las cartas lo que los cristianos eran antes de su conversión con su nuevo potencial en Cristo. El v. 3 pone atención al pasado. La lista de inmoralidades que están enumeradas como tí­picas de la experiencia precristiana pueden parecer un poco exageradas. Pero hay evidencia de estas debilidades en la experiencia preconversión de todos los cristianos, y vestigios que aún permanecen tiempo después. Insensatos señala a una falta de comprensión espiritual; desobediencia y extraví­o se ven en las relaciones de los seres humanos con Dios, y la totalidad de la vida es encuadrada y resumida como la de un esclavo de pa siones y placeres. Es importante reconocer la naturaleza del estilo de vida precristiana a fin de ver más ví­vidamente el cambio que el cristianismo trae. Se llegó al clí­max por la multiplicación del odio, que sirve como un trasfondo contra el cual se describe el amor de Dios.
En la declaración teológica de los vv. 4–7 Pablo menciona lo que la bondad y el amor de Dios han hecho para contrarrestar el incremento del odio del mundo natural. El foco primario del amor de Dios está en la venida y misión de Cristo, pero en este contexto el énfasis está en la experiencia cristiana del amor. Al hablar de Dios como nuestro salvador, Pablo puede contrastar a Dios con el emperador a quien en el mundo contemporáneo algunas veces le fue dado el tí­tulo de salvador. Pero a la luz de 2:11–14 es más probable que tenga en mente la salvación cristiana en toda esta sección. En el v. 5 Pablo arraiga la salvación en la misericordia de Dios, y no en esfuerzo humano (la justicia aquí­ significa lo que se logra por las obras de la ley), consistente aquí­ con su enseñanza en otros lugares (especialmente en Rom.).
Hay mucho debate sobre la expresión por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espí­ritu Santo (v. 5). Esta combinación de términos presenta el doble aspecto de la salvación cristiana. La regeneración es la entrada a una nueva vida, y la renovación es el resultado de la nueva vida misma. Lo primero puede comprenderse como relacionándose con la conversión, y lo segundo con la dádiva del Espí­ritu Santo. Aquí­ hay mucho que decir acerca de la comprensión de la regeneración en el sentido en el cual se encuentra en la enseñanza de Jesús (Juan 3:5). Ha habido diferencia de opinión sobre la interpretación del lavamiento, ya que no todos lo ven como una referencia a la conversión. Podrí­a referirse sólo al bautismo, y en tal caso ambos términos podrí­an referirse a lo que se efectúa en el bautismo por el Espí­ritu Santo. O podrí­a tomarse como una referencia metafórica al lavamiento espiritual.
El v. 6 es claramente una alusión al derramamiento del Espí­ritu Santo en el Pentecostés. Al reflexionar Pablo en su propia experiencia y la de sus asociados (nótense las palabras sobre nosotros) está sorprendido por la generosidad del don. El Espí­ritu nunca está dado en una forma mezquina. Se arroja luz sobre la triple actividad de Dios, la de Jesucristo nuestro Salvador y la del Espí­ritu Santo.
Pablo concluye esta breve declaración teológica con una referencia a la justificación. Tí­picamente Pablo enfatiza el hecho de que la justificación es por gracia, ya que éste es uno de sus temas fa voritos. Esta doctrina se refiere esencialmente a nuestra nueva relación con Dios y apunta a nuestro futuro. Otro de los temas de Pablo pone de manifiesto nuestra herencia, y aquí­ él se concentra en la vida eterna. La llama una esperanza en el sentido de algo que es cierto.
Esta sección finaliza con la fórmula fiel es esta palabra (v. 8) la cual debe relacionarse con la declaración teológica recién considerada. Pero esto es seguido por un pedido a Tito a enfatizar estas cosas, que es mejor tomarlo como refiriéndose a todo lo que Pablo ha escrito en la carta. El está muy interesado por alcanzar un resultado práctico, una cuidadosa devoción a hacer buenas obras. La implicación es que una sana base teológica es indispensable para acciones justas. Hay cierta ambigüedad acerca del significado de estas cosas al fin del v. 8. Si ellas son las mismas cosas como en la parte anterior del versí­culo, se referirí­an a las verdades esenciales del evangelio. Pero si significan un contraste con lo estéril de la falsa enseñanza, pueden ser las buenas obras de los creyentes. Desde que el énfasis en el v. 9 está en contiendas necias, parecerí­a que la primera interpretación es lo más probable.

3:9-11 MAS ADVERTENCIAS
Hay un eco aquí­ de la advertencia dada en 1:10. Pablo no puede cerrar sin una advertencia más. Ya que enfatiza lo estéril e inútil de la falsa enseñanza, es probable que vea esto como un contraste a la enseñanza positiva que recién ha dado. Le dice a Tito, como le ha dicho a Timoteo, que evite perder tiempo en tales discusiones inútiles; pero establece una distinción entre la enseñanza y las personas in volucradas. Todos los pastores deben preocuparse por las personas, especialmente aquellas que están causando problemas en la comunidad, y estas deben ser amonestadas. Pero Pablo considera que una doble advertencia es suficiente. Los que están decididos a crear división difí­cilmente responderán a otras advertencias. Tales personas, según el concepto de Pablo, deben tener una mente torcida.

3:12-15 OBSERVACIONES FINALES

Claramente, Artemas o Tí­quico iba a reemplazar a Tito en Creta. Pablo menciona su intención de pasar el invierno en Nicópolis, generalmente consi derada como ciudad en la costa oeste de Grecia. Ninguna razón se da para elegir un lugar tan remoto. Zenas no se nombra otra vez en el NTNT Nuevo Testamento. Apolos se menciona en Hech. y 1 Cor. como un asociado del Apóstol. Evidentemente, de alguna manera Tito habí­a estado en posición de darles a estos hombres cierta ayuda material en sus viajes. Pablo luego se dirigió a los cristianos cretenses y enfatizó de nuevo el valor de las buenas obras. No está claro de quién son los casos de necesidad. Parece ser un llamado a realizar obras de caridad. Esto darí­a sentido a la última parte del versí­culo (no sean sin fruto). Los saludos de conclusión son muy generales y la expresión de gracias muy breve, fuera de lo común.
Donald Guthrie

Fuente: Introducción a los Libros de la Biblia

Aunque no se lo menciona en Hch., Tito era uno de los compañeros de Pablo, en el cual depositaba mucha confianza. La primera vez que oímos de él es en momentos de la controversia gentil, cuando acompañó a Pablo y a Bernabé a Jerusalén (Gá. 2.1). Sirvió como caso de prueba, puesto que era gentil, pero aparentemente no fue obligado a circuncidarse (Gá. 2.3). Tito probablemente acompañó a Pablo en sus restantes viajes, pero no se dispone de información concreta acerca de sus trabajos hasta el momento de la crisis en Corinto. Evidentemente actuó como representante de Pablo en Corinto durante el año que precedió a la confección de 2 Co. (cf. 8.16), con la misión especial de organizar la recolección de la ofrenda allí. La tarea quedó inconclusa, porque Pablo le pide a Tito que vuelva a Corinto a completarla (2 Co. 8.6).

Una tarea más delicada fue la de suavizar la tensa situación que había surgido entre Pablo y los corintios, tarea que claramente requería un hombre de mucho tacto y fortaleza de carácter. Parece haber tenido una personalidad más fuerte que Timoteo (cf. 1 Co. 16.10; 2 Co. 7.15), y poseía habilidades como administrador. La comparación entre 2 Co. 2 y 7 sugiere que Tito llevó una carta de Pablo a los corintios, que posteriormente se ha perdido (la “carta severa”), carta en la que el apóstol los reprendía con gran angustia de corazón por su actitud arbitraria y altiva. Finalmente Tito volvió a unirse a Pablo en Macedonia (2 Co. 7.6) con buenas noticias, y como resultado se escribió 2 Co. que posteriormente fue llevada por Tito con gran solicitud (2 Co. 8.16s) por cuanto parece haber sentido un afecto particular y mucha preocupación por los corintios. El apóstol lo describe como “compañero y colaborador” (8.23), que jamás se hubiera atrevido a aprovecharse de las personas confiadas a su cuidado (12.18).

De la epístola dirigida a su nombre podemos colegir que Tito acompañó a Pablo a Creta después que este último fue liberado de la cárcel romana, y que quedó allí para consolidar la obra (Tit. 1.5s). La carta insta a Tito a usar su autoridad para establecer un ministerio digno, para vencer la oposición, y para enseñar doctrina sana. Se le pide que se reúna con Pablo en Nicópolis cuando sea remplazado ya sea por Artemas o Tíquico (Tit. 3.12), y es posible que haya sido enviado a Nicópolis a realizar una tarea evangelística en Dalmacia, tarea a la cual estaba abocado cuando Pablo escribió 2 Ti. (2 Ti. 4.10). La tradición posterior, sin embargo, supone que regresó a Creta, y lo describe como obispo del lugar hasta su ancianidad (Eusebio, HE 3.4.6). Para la posibilidad de que haya sido hermano de Lucas (lo cual podría explicar la ausencia de su nombre en Hch.), véase W. M. Ramsay, SPT, pp. 390.

D.G.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

Fue emperador romano del año 79 al 81. Nació el 30 de diciembre de 41, y murió el 13 de septiembre del 81; fue hijo del emperador Vespasiano, y a partir del año 70 fue Cesar y co-regente. Tenía una alta educación y fue un brillante poeta y orador tanto en latín como en griego. Ganó fama militar en los años 69-70 en la guerra contra la revuelta de los judíos. En abril del 70, apareció frente al muro de Jerusalén, y conquistó y destruyó la ciudad después de un sitio de cinco meses. Tuvo intenciones de preservar el Templo de Jerusalén, pero en la lucha contra los judíos que salían del mismo, un soldado lanzó una antorcha ardiente hacia el interior del edificio. El sitio y toma de la ciudad fueron acompañados de bárbaras crueldades. Al año siguiente Tito celebró su victoria, para aumentar la fama de la dinastía flaviana, la inscripción en el arco del triunfo representó sacar la gente indefensa como un logro heroico. El significado histórico de la destrucción del estado judío es que desde entonces, los judíos han estado dispersos en naciones extranjeras.

Como gobernante, Tito no fue de ninguna manera popular. Compartió la voluptuosidad de la Roma de esa época, y fue responsable de los actos de violencia que ocurrieron durante la administración de su padre. Consecuentemente se esperaba de él un reinado maligno. Sin embargo, en el corto período de su autoridad independiente, Tito fue lo contrario de dichas expectativas. Su noble benevolencia se mostró en el dicho de “se perdió el día en que no mostró a alguien su nobleza”. Se ganó el honorable título de «amor et deliciæ generis humani» (el amado y admirado de la raza humana). Durante su reinado, Italia sufrió varias calamidades. El 24 de agosto del 79, la erupción del Vesubio enterró las ciudades de Pompeya, Herculea y Estabia, y algunos meses después una terrible conflagración provocó fuertes daños a Roma. En ambas ocasiones, Tito mostró gran humanitarismo. Sin embargo, muchas de sus acciones no estuvieron libres de ostentación y búsqueda de reconocimiento. Murió por los efectos de su vida de lujo.

Bibliografía: SCHILLER, Geschichte der römischen Kaiserzeit, I (Gotha, 1883), 518-20; DOMASZEWSKI, Geschichte der römischen Kaiser, II (Leipzig, 1909), 128-57; MERIVALE, Historia de los Romanos bajo el Imperio (Londres, 1850-62), lx.

Fuente: Löffler, Klemens. «Titus.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912.
http://www.newadvent.org/cathen/14746b.htm

Traducido por Tomás Quintanar. L H M

Fuente: Enciclopedia Católica