tip, TIPO
ver, TABERNíCULO, SíBADO, EZEQUIEL (Libro), POZO, ESPíRITU SANTO
vet, La Biblia, rica en parábolas y comparaciones, emplea con mucha frecuencia los tipos, símbolos y alegorías para ilustrar verdades abstractas o todavía lejanas cuando fueron dadas en forma de tipos. El término gr. es «typos», que en la versión de Reina-Valera no se traduce nunca como «tipo» las dieciséis veces que aparece, y sí «señal» (Jn. 20:25); «figura» (Hch. 7:43; Ro. 5:14); «modelo» (Hch. 7:44; He. 8:5); «en estos términos» (Hch. 23:25); «forma» (Ro. 6:17); «ejemplo» (1 Co. 10:6, 11; Fil. 3:17; 1 Ts. 1:7; 2 Ts. 3:9; 1 Ti. 4:12; Tit. 2:7; 1 P. 5:3). Estas traducciones son las de la revisión de 1960. En la de 1977 se cambia en algunos pasajes «ejemplo» por «modelo». Pablo ve una alegoría en las dos mujeres de Abraham: Agar y Sara. Agar representa el Antiguo Pacto, la Jerusalén judaica, cuyos hijos siguen estando bajo servidumbre. Sara, al contrario, es el tipo del Nuevo Pacto, de la «Jerusalén celestial, de la que los creyentes en Cristo son los hijos libres, nacidos según el Espíritu» (Gá. 4:22-31). El Tabernáculo, el culto y el sacerdocio levíticos estaban destinados a representar mediante símbolos todo lo que Cristo, nuestro sumo sacerdote, consiguió para nuestra salvación ante Dios (véase TABERNíCULO). Así, el ritual instituido por Moisés es «figura y sombra de las cosas celestiales» (He. 8:4-5). El santuario terrestre era, en realidad, «figura del verdadero», copiado del modelo mostrado por Dios a Moisés en el monte Sinaí (He. 9:11, 24; Ex. 25:40); nos ofrece «figuras de las cosas celestiales» (He. 9:23). Mediante la disposición detallada del Tabernáculo, la descripción de sus utensilios y el aislamiento del Lugar Santísimo, el Espíritu Santo daba a entender (cfr. He. 9:8) que Dios no podía aún admitir a los pecadores ante Su presencia; era todo ello una «figura» para todo el tiempo de observancia del ritual judío (He. 9:9). Las ordenanzas acerca de los alimentos, fiestas, sábados, eran asimismo «sombra de lo que ha de venir», siendo el cuerpo el de Cristo (Col. 2:16-17). Así, es perfectamente lícito buscar comprender, si hay lugar, el sentido simbólico de las Escrituras. Sin embargo, para evitar caer en nefastas exageraciones y ser conocidos por un mero subjetivismo guiado por la imaginación, es prudente observar los puntos siguientes: (a) No se puede dar dogmáticamente un sentido de un tipo que no esté expresamente indicado por el NT. (b) Si falta la confirmación del NT, tal tipo sólo puede ser utilizado como analogía o ilustración. (c) Es bueno recordar asimismo que si un tipo del AT halla su cumplimiento en su antitipo en el NT, no tiene razón de subsistir por sí mismo, ni ser introducido así como así en el Nuevo Pacto. Por ejemplo, el sábado judío era la sombra del reposo de Cristo (Col. 2:16-17; He. 4:9-11; véase SíBADO). Habiéndonos sido dada la realidad en el Evangelio, no hay ya más necesidad de «la sombra», que era la obligación legal. De la misma manera, las vestiduras sacerdotales, las abluciones del mar de bronce, los sacrificios de animales, el pan de la proposición consumido por los sacerdotes, todas estas «figuras» que hallaron su cumplimiento en Cristo, han cumplido su papel, y no tienen lugar en la presente era de la gracia (He. 9:9-10). Con respecto a los sacrificios y ritual presentado en el libro de Ezequiel para tener lugar en el templo milenial (Ez. 40-48), véase EZEQUIEL (LIBRO DE); Alexander, R.: «Ezequiel» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979); Ryrie, C. C.: «Las Bases de la Fe Premilenial» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1984). Se pueden añadir unos pocos ejemplos de tipos. Los estudiosos de las Escrituras tendrán gran provecho en el estudio de los tipos del AT con sus antitipos en el NT. Los tipos se clasifican bajo cuatro encabezamientos: (a) personas; (b) lugares; (c) cosas y animales; (d) sucesos. 1. PERSONAS. Adán, como primer hombre, bajo quien se pusieron todas las cosas creadas, tipo de Cristo, el último Adán, que es cabeza sobre todas las cosas, el segundo hombre (Gn. 1:28; Ro. 5:14; He. 2:7). Eva, formada de una costilla de Adán, y declarada hueso de sus huesos y carne de su carne, es tipo de la Iglesia, de aquéllos que en su relación con Cristo son miembros de Su cuerpo, de Su carne y de Sus huesos (Gn. 2:22, 23; Ef. 4:16; 5:30). Caín, haciendo caso omiso de la caída del hombre, y allegándose a Dios con una ofrenda que era el fruto de la tierra por El maldita, y dando muerte después a su hermano, vino a ser tipo del mal en el hombre natural al ofrecer al santo Dios aquello que El no puede aceptar con justicia, y tipo también de su rechazo de Cristo (Gn. 4:3; Hch. 17:23, 25; He. 11:4; 1 Jn. 3:12). Isaac, ofrecido y recibido como de entre los muertos, tipo de Cristo en Su muerte y resurrección (Gn. 22:1-18; He. 11:17-19; Ro. 4:25; Gá. 3:15, 16). Otros que se pueden considerar son Enoc, Melquisedec, José, Moisés, Aarón, Josué, Booz, David, Salomón, Zorobabel, Ciro, Agar, Ahitofel, etc. 2. LUGARES. Egipto, como lugar en el que los israelitas estuvieron sometidos a dura servidumbre por los egipcios. Es tipo del mundo en el que la humanidad está esclavizada por Satanás, el dios de este mundo (Ex. 2:23; 2 Co. 4:4; Gá. 1:4; 1 Jn. 5:19). Sion, como lugar donde David erigió una tienda para el arca, y donde estableció su trono, rigiendo sobre el pueblo escogido por Dios. Es tipo de la gracia liberadora establecida en poder y bendición en Cristo. Sion ha de ser aún la sede del poder del Mesías sobre la tierra en bendición milenial (Sal. 2:6; 78:68-72; Ro. 5:21; He. 12:22; Ap. 14:1). Babilonia, como centro de idolatría y apostasía pagana, dando la espalda a Dios, y siendo morada de corrupción en todo su poder. Tipo de Roma, núcleo de la cristiandad apóstata y terrena (Gn. 11:1-9; Is. 14:4-23; Dn. 4:30; Ap. 17; 18). Otros que se pueden considerar son Sodoma y Gomorra, Jericó, Gilgal, Asiria, Tiro. 3 COSAS Y ANIMALES. El maná dado por Dios del cielo y los israelitas. Es tipo de la gracia celestial para los que se hallan en el desierto, siendo Cristo el verdadero Pan que descendió del cielo (Ex. 16:15; Jn. 6:31-33). La serpiente de bronce que fue levantada por Moisés, mirando a la cual se conseguía la vida. Es tipo de la condenación del pecado en la carne en la muerte de Cristo, levantado en la Cruz, que vino así a ser la puerta de la vida eterna (Nm. 21:8, 9; Jn. 3:14; Ro, 8:3). El pozo de agua como provisión de Dios, cavado en el desierto, y ante el que Israel cantó: «Sube, oh pozo». Es tipo del Espíritu Santo, comparado con «una fuente (gr.: «un pozo») de agua que salte para vida eterna» (Nm. 21:17, 18; Jn. 4:14). (Véase POZO.) La víctima expiatoria quemada fuera del campamento es tipo de Cristo, sufriendo por nosotros «fuera de la puerta»; el creyente debe, a su vez, seguirle «fuera del campamento, llevando su vituperio» (Lv. 4:11-12; He. 13:11-13). El cordero de la Pascua, sin tacha, es tipo del verdadero y santo Cordero de Dios inmolado para nuestra redención (Ex. 12:5-7; 1 Co. 5:7; 1 P. 1:19-20; cfr. Jn. 1:29; Ap. 5:6-14, etcétera). Los dos machos cabríos (que constituían una sola ofrenda por el pecado, cfr. Lv, 16:5), uno de los cuales era sacrificado y el otro llevado al desierto. Eran un tipo del doble efecto de la muerte de Cristo, que satisface todas las demandas de un Dios santo, de forma que no recuerda ya más los pecados de Su pueblo, y quita de ellos toda imputación de pecado (Lv. 16:8, 9, 21; He. 10:12, 17; 1 Jn. 1:7). Otros que se pueden considerar son las varias ofrendas, el Tabernáculo y sus objetos, la roca golpeada, los cedros, la vid, etc. 4. SUCESOS. El Diluvio (Gn. 7:11-24). Es tipo de la destrucción repentina que se abatirá sobre un mundo culpable (Lc. 17:26- 27). El éxodo y el paso del mar Rojo (Ex .12:14). Constituyen un tipo de la redención (Col. 1:13; He. 2:14-15). Otros que se pueden considerar son los incidentes acaecidos a Israel en el desierto (cfr. 1 Co. 10:11), el paso del Jordán, el retorno del remanente de Babilonia, etc. Si bien la mayor parte de los tipos presentados en los párrafos anteriores procede del Pentateuco es fácil encontrar en el resto de la Biblia otros ejemplos de simbolismo: el cinturón de Jeremías (Jer. 13:1-11), la vasija del alfarero (Jer. 18:2-10), las acciones simbólicas de Ezequiel que prefiguran de una manera tan dolorosa los sufrimientos de Israel (Ez. 2:2-3:3; Ez. 3:24-27; 4:1-17; 5:1-5, 12; 24:16-24). Cada uno de estos símbolos es interpretado en el mismo texto. Para los símbolos del Espíritu Santo, véase ESPíRITU SANTO. En Apocalipsis, una buena parte del lenguaje es simbólico. Felizmente, la mayor parte de las imágenes son explicadas en el texto. Así, los siete candeleros de Ap. 1:12 «son las siete iglesias» de Asia (Ap. 1:20), la aguzada espada de dos filos que sale de la boca de Cristo es Su palabra de juicio (Ap. 1:16; 19:15, 21; Is. 11:4; 2 Ts. 2:8), el humo de los perfumes quemados sobre el altar de oro representa las oraciones de los santos que suben a Dios (Ap. 5:8; 8:4); el lino fino del que la iglesia se reviste «es las acciones justas de los santos» (Ap. 19:8). Hay muchos más símbolos y tipos que se podrían añadir. Hay un gran campo para desarrollar las ricas enseñanzas y la multitud de imágenes de los tipos y símbolos bíblicos, manteniéndose bajo la conducción de la analogía de las Escrituras, y en sujeción al ministerio iluminador del Espíritu. Se debe recordar, sin embargo, el mantenerse dentro de los límites bíblicos, no dejando volar la imaginación «alegorizando», como lo hacían algunos de los Padres de la iglesia, y vaciando con ello de su sentido real y definitivo los hechos más concretos de la historia de la salvación y del mundo venidero. Bibliografía: Bayley, J. C.: «Scripture Imaginery», en Bible Treasury, enero 1884/diciembre 1892 (H. L. Heijkoop, Winschoten, Holanda, reimpr. 1969); Bayley, J. C.: «Scripture Sketches», en Bible Treasury, enero 1893/abril 1895; Habershon, A.: «The Study of the Types» (Kregel Pub., Grand Rapids, reimpr. 1981); Habershon, A.: «Hidden Pictures in the Old Testament» (Kregel Pub., reimpr. 1982); Kelly, W.: «Types of Scripture», en Bible Treasury, diciembre 1856/junio 1857); Wilson, W. L.: «Wilson’s Dictionary of Bible Types» (Wm. E. Eerdmans, Grand Rapids, 1957).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Términos tales como tupos, «tipo» (Ro. 5:14, «figura» en RV60; 1 Co. 10:6, 11, «ejemplo» en RV60); skia, «sombra» (Col. 2:17; Heb. 8:5; 10:1); hupodeigma, «copia» (Heb. 8:5; 9:23, «figura» en RV60); sēmeion, «señal» (Mt. 12:39); parabolē, «figura» (Heb. 9:9, «símbolo» en RV60; 11:19, «sentido figurado» en RV60); y antitupos, «antitipo» (Heb. 9:24, «figura» en RV60; 1 P. 3:21, «que corresponde» en RV60) están relacionados en el estudio de la tipología bíblica.
Un tipo es una sombra fundida en las páginas de la historia del AT por una verdad y cuya encarnación completa o antitipo se encuentra en la revelación del NT. Nuestro análisis se limita a unos pocos aspectos de este importante tema.
Que la tipología es una parte legítima del estudio teológico se prueba por las consideraciones siguientes: (1) la palabra tupos y sus sinónimos (véase más arriba) se usan de tal manera como para justificar este enfoque de la historia del AT. (2) la construcción «como … así» (p. ej., Mt. 12:40; Lc. 17:26; Jn. 3:14) indica una estrecha afinidad espiritual entre un hecho del AT y su contraparte en el NT. (3) En muchos lugares (p. ej. 1 Co. 15:22; 2 Co. 3:7ss.; Gá. 4:22ss.; Heb. 3:1–10:18) se establece un paralelo obvio entre la historia del AT y su interpretación en el NT.
Los tipos tienen las siguientes características: (1) Están firmemente enraizados en la historia. La experiencia de Jonás es tan creíble como el acontecimiento transcendental que anuncia (Mt. 12:40). El episodio de la serpiente pertenece a la misma categoría histórica que el evento que prefigura gráficamente (Jn. 3:14). (2) Son proféticos por naturaleza. Su terminus ad quem se ubica siempre en los tiempos mesiánicos. Melquisedec, la figura histórica (Gn. 14), llega a ser la prefiguración espiritual del sacerdocio eterno de Cristo (Sal. 110; Heb. 7). (3) Están definitivamente diseñados como parte integral de la historia redentiva. Los tipos no son ideas tardías que luego se introducen cabalísticamente dentro de la historia del AT. Mantienen su significado típico incluso después que ha aparecido el antitipo (cf. 1 Co. 10:1–11). (4) Son cristocéntricos. Todos ellos señalan a Cristo de una manera u otra. Si el AT como un todo se centra en Cristo (Lc. 24:24, 44; Hch. 3:24ss.), entonces los tipos anticipan su redención en la humanidad caída. (5) Son edificantes, teniendo significado espiritual para el pueblo de Dios en ambas dispensaciones. El santo del AT era edificado indudablemente por el significado típico de cosas tales como la circuncisión (Dt. 30:6), los sacrificios (Os. 14:2) y la coronación de Josué (Zac. 6:9–15). Mucho del AT (p. ej., Ex. 25–40) serían piezas de anticuario sino fuera por los tipos presentes en su texto.
Los expositores difieren grandemente respecto al alcance de la tipología. Algunos han encontrado tantos tipos en la historia del AT, que la simple historia es ignorada casi por completo. En el otro extremo se encuentran aquellos que se niegan a ver en la historia del AT cualquier significado típico. El punto de vista verdadero se encuentra entre estos extremos.
Algunas simples distinciones protegerán al estudiante de tipología. (1) Uno debe distinguir entre el tipo asentado por la autoridad del NT y el tipo basado en la especulación del intérprete moderno. No debe inferirse, sin embargo, que ningún tipo es válido a menos que sea apoyado por la autoridad del NT. La exégesis sobria debe prevalecer sobre las fantasías. (2) Uno debe distinguir entre el tipo que corrobora definitivamente una doctrina y el que no tiene ninguna relevancia en cuanto a alguna doctrina supuesta. La expulsión de Jonás del gran pez tipifica la resurrección de Cristo (Mt. 12:40); pero la restauración de Jonás a la tierra no necesariamente tipifica la restauración de Israel a Palestina. (3) Uno debe distinguir entre lo que es esencial en un tipo y lo que es periférico en el mismo tipo. Algunos tipologistas se han entusiasmado tanto con los detalles que cuestiones absurdas y pueriles han ensombrecido la verdad esencial. (4) Uno debe distinguir entre el tipo que está completamente desarrollado en el antitipo y el tipo que aunque parcialmente cumplido todavía mantiene su significado típico para el mundo futuro. El libro de Apocalipsis contiene muchas ilustraciones características de esta tipología (p. ej., 14:1).
BIBLIOGRAFÍA
C.T. Fritsch, BS 104, pp. 87–100; 214–22; J.C. Lambert en HDAC; J.R. Darbyshire en HERE; P. Fairbairn, Typology of Scripture; B. Keach, Tropologia, pp. 225–237.
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RV60 Reina-Valera, Revisión 1960
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HDAC Hastings’ Dictionary of the Apostolic Church
HERE Hastings’ Encyclopaedia of Religion and Ethics
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (609). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología