TIMOTEO, CARTAS A

(-> Pablo, persecución). Las cartas pastorales (1 Tim, 2 Tim, Tit) fueron escritas hacia el 100 d.C., en nombre de Pablo, muerto y venerado, para introducir y/o avalar con su autoridad la nueva estructura y función pastoral de las comunidades, una vez que el estado naciente de la Iglesia, de tipo más carismático, estaba pasando.

(1) Estructura ministerial de las iglesias. Ellas quieren definir e instituir la Iglesia como un grupo honorable, dentro de un Imperio romano en cuyo orden «sagrado» quieren insertarse (1 Tim 2,15; Tit 3,1). Ciertamente, conciben la Iglesia como institución mesiánica, fundada en la revelación de Dios en Cristo, por la acción misionera de Pablo. Pero la ven, al mismo tiempo, como institución elevada y legal, que puede y debe pactar con el Imperio romano. Desde esa perspectiva y desde la misma situación de las comunidades, amenazadas por un tipo de herejí­a gnóstica, se entiende su insistencia por los buenos ministerios. Conforme al testimonio de estas cartas, en las iglesias de herencia paulina existen y actúan presbí­teros, que pueden recibir el nombre de obispos, es decir, vigilantes o inspectores: hay en cada iglesia un consejo presbiteral (Senado o gerousí­a), pero no es claro si existe un presbí­tero especial que preside como obispo monárquico y que tiene autoridad sobre el resto de los presbí­teros y de la iglesia. «Pablo» escribe a Timoteo y Tito y les presenta como una autoridad especial, de tal forma que se les podrí­a concebir como obispos de sus comunidades. Pero luego las funciones de presbí­teros y obispos parecen las mismas, de manera que resulta imposible saber si estas cartas han querido defender una institución colegiada (presbiteral) o monárquica (episcopal) para las iglesias. De todas formas, más que fijar la organización monárquica o colegiada de los ministerios, el autor de estas cartas quiere mantener la estructura de las iglesias, que pueden correr el riesgo de volverse pequeños grupos intimistas de gnósticos. Para ello recibe y aplica dentro de la Iglesia una visión patriarcalista* de la vida social. Dentro de ese contexto destaca y se distingue la Segunda a Timoteo, que no tiene como finalidad la de apoyar un tipo de jerarquí­a en la Iglesia, sino la de presentar a Pablo como signo de cristiano, como mártir de Jesús y fundador de las comunidades.

(2) Testamento de Pablo. 2 Timoteo. Pablo aparece en esta carta como apóstol anciano que transmite su testimonio a la Iglesia y lo hace de un modo solemne, casi ritual, como un héroe del Evangelio, que ha combatido largo tiempo por Jesús y que se encuentra ya al borde de la muerte, esperando la sentencia. Esta carta, que puede interpretarse desde la categorí­a literaria de «Testamento» (como los Testamentos de los doce Patriarcas), constituye la primera laudado o alabanza martirial del Nuevo Testamento. Pablo se define en ella como «el perseguido», modelo de todos los cristianos que quieren entregar su vida por el Evangelio (persecución*).

Cf. J. Jeremí­as, Epí­stolas a Timoteo y a Tito, Fax, Madrid 1970; J. Reuss, 2 Timoteo, NTM, Herder, Barcelona 1970.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra

Dos cartas inspiradas de las Escrituras Griegas Cristianas que escribió a Timoteo el apóstol Pablo, quien se identifica a sí­ mismo como el autor en las palabras de apertura de cada carta. (1Ti 1:1; 2Ti 1:1.) Al parecer, la primera carta se escribió desde Macedonia. El versí­culo 3 del primer capí­tulo da base para datar aproximadamente la redacción de esta carta, pues dice: †œAsí­ como te animé a quedarte en Efeso cuando yo estaba a punto de seguir mi camino a Macedonia, así­ lo hago ahora†. No hay ninguna mención de esto en el libro de los Hechos, que abarca desde el tiempo de la ascensión de Jesús al cielo, en el año 33 E.C., hasta el segundo año de la reclusión de Pablo en Roma, hacia 61 E.C. Por lo tanto, parece ser que Pablo animó a Timoteo a quedarse en Efeso algún tiempo después de ser liberado, y que fue entonces cuando Pablo partió hacia Macedonia. Por consiguiente, el tiempo de la escritura de Primera a Timoteo se situarí­a entre la fecha de la liberación del apóstol de su primera reclusión en Roma y su última reclusión allí­, es decir, alrededor de 61-64 E.C. La segunda carta se escribió en Roma durante la última reclusión de Pablo (probablemente alrededor del año 65 E.C.) y no mucho antes de su muerte. (2Ti 1:8, 17; 4:6-9.)
Autenticidad. La autenticidad de Primera y Segunda a Timoteo está bien probada. Todos los catálogos importantes antiguos, empezando con el Fragmento de Muratori, del siglo II E.C., consideran canónicas las dos cartas. Más importante aún, están en perfecta armoní­a con el resto de las Escrituras y hacen referencia a ellas. Contienen citas o alusiones a Números (16:5; 2Ti 2:19), a Deuteronomio (19:15; 25:4; 1Ti 5:18, 19), a Isaí­as (26:13; 2Ti 2:19) y a las palabras de Jesucristo (Mt 10:10; Lu 10:7; 1Ti 5:18). Son dignas de mención las frecuentes referencias a la fe (1Ti 1:2, 4, 5, 14, 19; 2:7, 15; 3:9, 13; 4:1, 6, 12; 5:8, 12; 6:10, 11, 12, 21; 2Ti 1:5, 13; 2:18, 22; 3:8, 10, 15; 4:7), así­ como el énfasis que se da a la doctrina correcta (1Ti 1:3, 4; 4:1-3, 6, 7; 6:3, 4, 20, 21; 2Ti 1:13; 3:14, 15; 4:3, 5), a la conducta (1Ti 2:8-11, 15; 3:2-13; 4:12; 5:1-21; 6:1, 2, 11-14; 2Ti 2:22), a la oración (1Ti 2:1, 2, 8; 4:5; 5:5; 2Ti 1:3) y a la perseverancia fiel cuando se experimenta sufrimiento (2Ti 1:8, 12; 2:3, 8-13).

Marco histórico de Primera a Timoteo. Alrededor del año 56 E.C., el apóstol Pablo se reunió en Mileto con los ancianos de la congregación de Efeso y les dijo: †œYo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas aviesas para arrastrar a los discí­pulos tras de sí­†. (Hch 20:29, 30.) Unos pocos años después, la enseñanza de doctrinas falsas llegó a ser un problema tan grave que Pablo instó a Timoteo a quedarse en Efeso, a fin de †œ[mandar] a ciertos individuos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a cuentos falsos ni a genealogí­as†. (1Ti 1:3, 4.) Timoteo tení­a que pelear una guerra espiritual dentro de la congregación cristiana para preservar la pureza de esta y ayudar a sus miembros a permanecer en la fe (1:18, 19). La aplicación del consejo mencionado en la carta del apóstol protegerí­a a los miembros de la congregación del peligro de apartarse.
Para que la congregación prosperase, no podí­a pasarse por alto la oración. Con el fin de que los cristianos pudiesen llevar una vida calmada y tranquila, sin interferencia, era apropiado que orasen respecto a reyes y hombres que ocupaban puestos gubernamentales elevados. Pablo escribió sobre los que representaban a la congregación en oración: †œDeseo que en todo lugar los hombres se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira y debates†. Esto significaba acercarse a Dios de una manera pura, sin ningún sentimiento de rencor o cólera contra otros. (1Ti 2:1-8.)
Timoteo también tení­a que estar alerta para que las mujeres se mantuviesen en su lugar asignado por Dios (1Ti 2:9-15); para que solo sirviesen de superintendentes y siervos ministeriales hombres capacitados, puesto que tendrí­an que ser un fuerte baluarte contra la apostasí­a (3:1-13; 5:22); para que las viudas que lo mereciesen recibieran ayuda de la congregación (5:3-16); para que se diese la debida consideración a los ancianos que presidí­an de una manera excelente (5:17-19); para que los esclavos se comportasen correctamente con sus dueños (6:1, 2); para que todos estuviesen contentos con lo que tení­an, en vez de aspirar a ser ricos (6:6-10), y para que los ricos no depositasen su confianza en las posesiones materiales, sino que, más bien, fuesen ricos en obras excelentes y generosos (6:17-19). Timoteo mismo tení­a que ser un †œejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad†, y también tení­a que preocuparse por continuar adelantando (4:12, 15, 16; 6:11-14).

Marco histórico de Segunda a Timoteo. En el año 64 E.C., un gran incendio asoló Roma y destruyó una cuarta parte de la ciudad. Se rumoreaba que César Nerón era el responsable de ello, y para protegerse a sí­ mismo, echó la culpa a los cristianos. Parece ser que eso levantó una ola de violenta persecución gubernamental. Probablemente fue alrededor de ese tiempo (c. 65 E.C.) cuando el apóstol Pablo volvió a estar recluido en prisión en Roma. A pesar de que muchos le habí­an abandonado, de que sufrí­a en cadenas y se enfrentaba a una muerte inminente (2Ti 1:15, 16; 4:6-8), el apóstol escribió una alentadora carta a Timoteo que prepararí­a a este compañero más joven para resistir a los elementos apóstatas dentro de la congregación y permanecer firme frente a la persecución (2:3-7, 14-26; 3:14–4:5). Al enterarse de las circunstancias de Pablo, Timoteo pudo derivar estí­mulo del buen ejemplo del apóstol en perseverar fielmente bajo gran tribulación (2:8-13).
Gracias al denuedo que derivaba de la fuerza que da Jehová, Pablo exhortó a Timoteo: †œTe recuerdo que avives cual fuego el don de Dios que está en ti mediante la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espí­ritu de cobardí­a, sino de poder y de amor y de buen juicio. Por lo tanto, no te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor, ni de mí­, prisionero por su causa; antes bien, acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas según el poder de Dios†. (2Ti 1:6-8.)

[Recuadro en la página 1131]

PUNTOS SOBRESALIENTES DE PRIMERA A TIMOTEO
Consejo a un anciano cristiano sobre sus responsabilidades
Escrita por el apóstol Pablo, al parecer poco después de ser liberado de su primer encarcelamiento en Roma

Consejo para el propio bienestar espiritual de Timoteo
Guerrea la batalla espiritual, mantén la fe y una buena conciencia (1:18, 19)
Tu interés no ha de centrarse en el entrenamiento corporal, sino en la devoción piadosa; no permitas que otros menosprecien tu juventud, sé un buen ejemplo y progresa (4:7b-16)
No nombres apresuradamente a nadie a un puesto de responsabilidad y así­ evita hacerte partí­cipe en los pecados ajenos (5:22)

Advertencia sobre las influencias que corrompen la congregación
Ordena a ciertos individuos que no enseñen doctrinas diferentes, ni presten atención a cuentos falsos y genealogí­as (1:3, 4)
Ciertas personas se han desviado del amor y la fe sin hipocresí­a; pretenden ser maestros de la ley, pero no entienden su significado (1:5-11)
En perí­odos posteriores algunos se apartarán de la fe (4:1-5)
Contrarresta las influencias dañinas; aliméntate de las palabras de la fe; rechaza los cuentos falsos (4:6, 7a)
De las enseñanzas falsas se originan envidia, contienda, discursos injuriosos, sospechas, disputas violentas y el empleo de la devoción piadosa para obtener lucro (6:3-5)
Huye del mal fruto que produce el amor al dinero; pelea la excelente pelea de la fe y resiste las doctrinas falsas (6:11, 12, 20, 21)

Requisitos para los que sirven de ancianos y siervos ministeriales
Entre los requisitos para servir de anciano se incluye ser irreprensible; tener una sola esposa; ser de juicio sano, ordenado, hospitalario, capacitado para enseñar, sobrio en lo tocante a la bebida y al temperamento, razonable; no amar el dinero; presidir su casa de manera excelente; no ser un recién convertido, y tener buena reputación fuera de la congregación (3:1-7)
Los siervos ministeriales deben ser serios, no de lengua doble, no dados a la bebida, ni ávidos de ganancia falta de honradez; primero se les debe probar en cuanto a aptitud; deben estar libres de acusación, y presidir bien sus propias casas (3:8-10, 12, 13)

Instrucciones relacionadas con diversas necesidades de la congregación
Se debe orar por hombres de toda clase, lo que incluye a los gobernantes, a fin de que los cristianos vivan pací­ficamente con devoción piadosa; la voluntad de Dios es que se salven hombres de toda clase (2:1-4)
Hay un solo Dios y un solo mediador, Jesucristo, de modo que los que oran deben alzar †œmanos leales, libres de ira y debates† (2:5-8)
Las mujeres deben vestir de manera modesta y decorosa, que refleje reverencia a Dios; no han de enseñar en la congregación ni ejercer autoridad sobre el hombre (2:9-15)
Solo se puede incluir en la lista de viudas que recibirán ayuda material de la congregación a las mayores de sesenta años que tengan una buena reputación y no tengan hijos ni nietos (5:3-16)
A los ancianos que trabajan duro en hablar y enseñar se les debe considerar merecedores de †œdoble honra† (5:17, 18)
No admitas una acusación contra un anciano a no ser que haya dos o tres testigos; a los que practican el pecado se les debe censurar ante todos los presentes (5:19-21)
Los esclavos deben ser ejemplos de sumisión a sus amos, en especial si estos son compañeros creyentes (6:1, 2)
Todos deberí­an darse por satisfechos con tener sustento y con qué cubrirse; el amor al dinero es raí­z de cosas perjudiciales, y los que están determinados a ser ricos sufren perjuicio espiritual (6:6-10)
Los que son ricos no deben ser arrogantes ni confiar en las riquezas; mas bien, han de ser generosos con los necesitados (6:17-19)

[Recuadro en la página 1132]

PUNTOS SOBRESALIENTES DE SEGUNDA A TIMOTEO
Estí­mulo y consejo para ayudar a Timoteo a permanecer firme a pesar de las dificultades que se presentarí­an en el futuro
Última carta inspirada de Pablo, escrita durante su segundo encarcelamiento en Roma

Estimula a Timoteo a continuar progresando
†˜Aviva cual fuego el don de Dios†™ que recibiste; no te avergüences del testimonio acerca de Cristo, ni de Pablo, porque esté preso; acepta tu parte en sufrir por las buenas nuevas (1:6-8)
Guarda el modelo de palabras saludables (1:13, 14)
Al igual que un soldado, ten la mente puesta en un solo objetivo; compite según las reglas, como lo harí­a un atleta en los juegos; sé como un labrador diligente; aguanta con fidelidad (2:3-13)
Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, manejando la palabra de la verdad correctamente (2:15)
Huye de los deseos de la juventud, mas sigue tras las cualidades piadosas junto con los que de corazón limpio invocan al Señor (2:22)

Consejo para ayudar a Timoteo a mantenerse firme ante los maestros falsos
Evita las disputas respecto a palabras y el habla que viola lo que es santo; intenta recobrar con apacibilidad a los que han sido atrapados por el Diablo (2:16-26)
En los últimos dí­as se presentarán tiempos crí­ticos, difí­ciles de manejar, debido a la predisposición inicua de la gente; amarán el dinero y los placeres en lugar de amar a Dios; evita a esas personas (3:1-7)
Estos hombres corruptos seguirán resistiendo la verdad; pero tú debes adherirte a lo que has aceptado como verdadero porque lo aprendiste de personas a las que conocí­as bien y de las Escrituras inspiradas (3:8-17)
Persevera en predicar la palabra, evangelizar y efectuar tu ministerio plenamente, aunque vendrán tiempos en que los hombres no querrán escuchar la doctrina saludable, sino que preferirán que los maestros que ellos mismos escojan les regalen los oí­dos (4:1-5)

Circunstancias de Pablo como prisionero
Pablo fue nombrado apóstol de Jesucristo; entonces sufre debido a ello, pero no se avergüenza (1:11, 12)
Estando prisionero en cadenas, fue prácticamente abandonado por todos los del distrito de Asia, pero Onesí­foro lo buscó diligentemente y le llevó refrigerio (1:15-18)
Reconociendo la inminencia de su muerte, Pablo espera con confianza el dí­a en que Jesús dará la corona de la justicia tanto a él como a los demás que han amado su manifestación (4:6-8)
Nadie fue a su lado en su primera defensa; no obstante, el Señor Jesucristo lo fortaleció; confí­a que el Señor lo salvará para su Reino celestial (4:16-18)

Fuente: Diccionario de la Biblia