Job 2:8 y tomaba Job un t para rascarse con él
Psa 22:15 como un t se secó mi vigor, y mi lengua
Tiesto (heb. jereí‘). Trozo de alfarería. Puesto que las vasijas de barro cocido se rompen fácilmente, y sus fragmentos (tiestos), mayormente inútiles, no se desintegran, éstos se encuentran diseminados en grandes cantidades en los lugares donde se hacen excavaciones arqueológicas en el Cercano Oriente. Proporcionan evidencias importantes a los arqueólogos para fechar sus descubrimientos, porque el estilo de la alfarería cambiaba continuamente. Esos trozos de alfarería -llamados óstracas- se empleaban en la antigüedad como el material de escritura más barato. Como ilustración de estos fragmentos de alfarería escritos veanse las figs 309 y 440. Job se rascaba con un tiesto (Job 2:8), y a veces, por lo que dice el profeta, un tiesto podía servir para sacar fuego del hogar o agua del pozo (ls. 30:14, BJ).
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Un trozo de vasija de barro (Job 2:8; Psa 22:15; Isa 45:9). Muchos tiestos con inscripciones, conocidos como †œostraca†, han provisto valiosos datos a los arqueólogos. Ver OSTRACA.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Tejuela. Casco o trozo de vasija rota; fragmento de vasija de barro. Aunque la palabra hebrea jé·res a veces aplica a una vasija o frasco de barro que no está roto (Nú 5:17; Jer 19:1), posiblemente está relacionada con una palabra árabe que significa †œraspar† o †œrayar†, y por lo tanto puede denotar algo áspero, como un tiesto. Cuando Satanás hirió a Job con †œun divieso maligno† desde la coronilla de la cabeza hasta la planta del pie, Job †œprocedió a tomar para sí un fragmento de vasija de barro con el cual rasparse† (Job 2:7, 8); y se dice concerniente a Leviatán: †œComo fragmentos puntiagudos de vasijas de barro son sus partes inferiores†. (Job 41:1, 30.)
Los griegos aplicaron el término ó·stra·kon (que aparece en la Septuaginta en Job 2:8) a tejuelas en las que escribían los votos.
Descubrimientos arqueológicos. Los tiestos o fragmentos de vasijas de barro componen la mayor cantidad de objetos que han hallado los arqueólogos durante las excavaciones de los lugares antiguos. En el pasado, podía usarse un trozo de vasija rota a modo de rastrillo para recoger cenizas, o a modo de cucharón para sacar agua. (Isa 30:14.) Pero antiguamente, tanto en Egipto como en Mesopotamia y otras partes del Oriente Medio, las tejuelas se empleaban especialmente como materiales económicos sobre los que escribir. Por ejemplo, se usaron fragmentos de vasijas de barro para las famosas Cartas de Lakís, en las que figura repetidas veces el nombre divino Jehová en la forma del Tetragrámaton (YHWH). Los arqueólogos han encontrado en Egipto numerosos fragmentos de piedra caliza y alfarería en los que aparecen dibujos e inscripciones realizados con tinta (generalmente, en escritura jeroglífica cursiva), muchos de ellos de los siglos XVI a XI a. E.C., de modo que algunos posiblemente datan del tiempo de Moisés y la esclavitud de Israel en Egipto. Las inscripciones consisten en historias, poemas, himnos, etc., algunas de las cuales probablemente se hicieron como lecciones escolares. Al parecer, la gente utilizaba los fragmentos de alfarería como material para escribir, igual que actualmente se usa el bloc de notas u otros trozos de papel, y en ellos registraban cuentas, transacciones, contratos matrimoniales, casos legales y muchos otros asuntos.
Más de 60 ostraca inscritos con tinta en escritura paleohebraica fueron descubiertos en las ruinas del palacio real de Samaria. Al parecer son registros de la producción vinícola, muchos de los cuales posiblemente datan del tiempo de Jeroboán II. En ellos aparecen nombres de lugares y personas, y entre estos últimos se cuentan algunas formas compuestas de los nombres Baal, El y Jehová.
Los ostraca griegos hallados en Egipto incluyen varias clases de documentos, pero principalmente ingresos recibidos por impuestos. Dan una cierta idea de cómo era la lengua griega que hablaba el pueblo común de esa tierra durante las épocas tolemaica, romana y bizantina, y también han servido de ayuda en el estudio de la koiné que emplearon los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas. Veinte ostraca griegos hallados en el Alto Egipto tenían inscritas porciones de los cuatro evangelios que probablemente datan del siglo VII E.C.
Usados en ilustraciones. Los tiestos también se usaban de manera figurada en las Escrituras. David, angustiado y rodeado de enemigos, dijo en un salmo profético referente a los sufrimientos del Mesías: †œMi poder se ha secado como un fragmento de vasija de barro†. (Sl 22:11-15.) Los artículos de arcilla se endurecían por el proceso de cocción y quedaban muy secos y quebradizos.
Los métodos de vidriado debían ser comunes en los días del rey Salomón, puesto que en Proverbios 26:23 se dice: †œComo vidriado de plata que recubre un fragmento de vasija de barro son los labios fervientes junto con un corazón malo†. Igual que un †œvidriado de plata† ocultaba la vasija de barro que recubría, los †œlabios fervientes† podían ocultar †œun corazón malo† cuando la amistad solo era fingida.
Jehová advirtió a Oholibá (Jerusalén) que se la llenaría de borrachera y desconsuelo al beber la copa que su hermana Oholá (Samaria) había bebido. Judá apuraría esta copa figurativa, pues el juicio de Dios iba a ejecutarse completamente sobre ella. Por eso Dios dijo mediante Ezequiel: †œY la tendrás que beber y escurrir, y roerás sus fragmentos de vasija de barro†. (Eze 23:4, 32-34.)
Las siguientes palabras muestran la estulticia de que el hombre se queje de Dios y halle defectos en el modo divino de hacer las cosas: †œÂ¡Ay del que ha contendido con su Formador, como un fragmento de vasija de barro con los otros fragmentos de vasija de barro del suelo! ¿Debe el barro decir a su formador: †˜¿Qué haces?†™? ¿Y tu logro decir: †˜No tiene manos†™?† (Isa 45:9, 13.)
Fuente: Diccionario de la Biblia