Esta palabra ha sido transliterada del hebreo porque se desconoce con exactitud los detalles de los objetos a que se refiere. La idea general, sin embargo, es bastante clara. Los t. eran ídolos, mayormente pequeños, que desempeñaban el papel de dioses tutelares. El padre de familia, que tenía la función de sacerdote, mantenía altares en su casa o tienda donde exhibía sus t. Así, cuando leemos que †œ †¢Raquel robó los ídolos de su padre†, la palabra †œídolos† es †œterafines† en hebreo, los cuales, sugiere la narración, eran de tamaño pequeño, fácilmente portables. Lo que estaba en juego eran los derechos de padre de familia, que pertenecían al que poseyese esos t. (Gen 31:19). El caso de Micaía y la tribu de Dan, narrado en Jue 17:1-13 y 18:1-31, demuestra el peligro de esta práctica abominable de confeccionar dioses domésticamente e incluso levantar un sacerdocio sin atención a ley alguna. En el caso de la †œestatua† que Mical usó para simular que David estaba acostado, a fin de permitirle huir, la palabra igualmente es t. (1Sa 19:13). Esto parece sugerir que los t. eran también de buen tamaño, y que estaban en hogares de israelitas sin que se tomasen como idolatría. El rey Josías, en su reforma religiosa, eliminó los t. de su reino (2Re 23:24). El profeta Oseas habla de que †œpor muchos días estarán los hijos de Israel sin rey … sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin t.† (Ose 3:4). Los t. eran uno de los instrumentos que se utilizaban para la adivinación, por lo cual Zacarías dice: †œLos t. han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos† (Zac 10:2).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano