TELL EL-HESY

En la historia de la arqueologí­a palestina, la excavación de Tell el-Hesy es uno de los capí­tulos más significativos. Este promontorio yace aproximadamente a once kms. al suroeste de Tell ed-Duweir (*Laquis) en el extremo de un grupo de colinas montañosas que se extienden hasta la llanura costera en el oeste de Hebrón. Estaba estratégicamente situada en la entrada de un valle que conducí­a al territorio montañoso. El perí­odo de ocupación se extiende desde ca. 2600 a. de J.C. hasta ca. 400 a. de J.C.
I. Identificación del Sitio. Se pensó por muchos años que Tell el-Hesy era el sitio de la antigua Laquis. Esta fue la identificación dada por C. R. Conder y que fue aceptada por sus excavadores, Flinders Petrie y Frederick J. Bliss. Sin embargo, la excavación de Tell ed-Duweir desde 1932 hasta 1938 por la expedición de Wellcome-Marston, bajo la dirección de J. L. Starkey, revelaron que ésta era la verdadera localidad de Laquis.
Desde ese tiempo, Tell el-Hesy ha sido generalmente identificado con la ciudad real cananea de Eglón, aunque Tell en-Nagila, la cual se encuentra 5 kms. al sureste, también ha sido mencionada.
II. La Excavación. La excavación de Tell el-Hesy fue emprendida primero por Flinders Petrie quien recibió permiso para realizar excavaciones en el sur de Palestina en 1890. El trabajó durante seis semanas en el sitio y pudo, durante ese tiempo, revelar la estratificación de 7 niveles del tell. Después de Petrie, el trabajo fue continuado por Frederick Jones Bliss desde 1891 hasta 1893.
III. Significado Arqueológico. La arqueologí­a cientí­fica habí­a avanzado grandemente en 1890 cuando Petrie excavó en el Tell el-Hesy. Esta fue la primera vez que el método estratigráfico de excavación fue aplicado en Palestina. El trajo consigo el conocimiento adquirido a través de sus cuarenta y cinco años de estudio en Egipto. Mientras Petrie estaba equivocado al identificar ese sitio con Laquis y sus métodos de reconocimiento y sistema de fechar han sido muy criticados, su indagación de la naturaleza del tell palestino convirtió esa excavación en uno de los logros más importantes de la investigación arqueológica.
En el Tell el-Hesy, Petrie demostró la importancia del estudio estratigráfico de los antiguos promontorios. El fue consciente de que los sitios más importantes en el Asia sudoccidental consistí­an en capas superpuestas de escombros las que se habí­an acumulado durante perí­odos sucesivos de ocupación, destrucción y reocupación. Por el estudio de los artefactos encontrados en estas capas, se pudieron fechar y se pudo reconstruir la historia del sitio. De esta manera, Petrie fue capaz de demostrar que la relación de los objetos el uno con el otro dentro de una capa de depósito en la que ocurrí­an podí­a ser la base de la cronologí­a arqueológica.
Petrie observó que los estilos y formas de la cerámica diferí­an en los varios niveles del promontorio. El, por lo tanto, afirmó positivamente que cada perí­odo tení­a su cerámica propia tí­pica que podí­a ser distinguida de aquella de perí­odos anteriores o posteriores.
A fin de establecer las fechas de los hallazgos en Tell el-Hesy, Petrie relacionó la loza encontrada allí­ con la de los entierros egipcios fechables. De este estudio fue construida por Petrie y Bliss la que dependí­a de la correspondencia con la arqueologí­a egipcia. Esta cronologí­a, la que fue elaborada en 1894, fue correcta casi hasta ca. 1500 a. de J.C. ; pero anterior a eso habí­a considerable incertidumbre debido a que las fechas de Petrie para las primeras dinastí­as egipcias eran demasiado adelantadas.
Petrie fue sucedido en el Tell el-Hesy por Bliss quien pudo establecer la precisión de las propuestas de Petrie en cuanto a fechar por medio del estudio de los estratos en los que los varios artefactos estaban ubicados. El significado de esta contribución se ve en el comentario de G. Ernest Wright de que toda la arqueologí­a cientí­fica moderna está basada en la aplicación de los dos principios básicos de la estratigrafí­a, el estudio de la relación fí­sica de los artefactos en los niveles en los cuales ocurren y la tipologí­a, o sea el estudio de la relación de las formas de los objetos (The Westminster Historical Atlas to the Bible, Westminster Press, Philadelphia, 1956, pág. 10a; cf. ed. en español).
Al ser juzgada por los criterios modernos, la excavación de Petrie del Tell el-Hesy está sujeta a serias crí­ticas. El acometió sus proyectos vigorosamente y a menudo no hizo uso del equipo que la mayorí­a de los excavadores modernos requieren. C. C. McCown describe su método de la siguiente manera: †œEl ha tenido diferentes métodos de trabajo y de dar informe de los resultados —un método taquigráfico, por una parte, desarrollado a través de años de tediosa labor y un método popular por otra parte, debido a la necesidad de conseguir fondos de sectores privados. Sus informes a menudo, aunque no siempre, capacitan al crí­tico a alcanzar sus propias conclusiones† (The Ladder of Progress in Palestine, Harper and Brothers, New York, 1943).
Por otro lado, la arqueologí­a palestina estaba aún en su infancia cuando Petrie empezó su trabajo en Tell el-Hesy. Cualesquiera que hayan sido las deficiencias de su trabajo, el valor de éste debe ser juzgado en términos del avance que se hizo a través de la aplicación del método estratigráfico de excavación en Palestina.
IV. Ocupación y Descubrimientos. El Tell reveló los restos de ocho colonizaciones sucesivas. En el nivel más bajo, la cabeza de una hacha en forma de media luna fue encontrada entre un grupo de armas de cobre. Esta cabeza de hacha es casi similar a la que fue encontrada en una tumba en Jericó de la última parte del bronce primero III. Esto sirve para establecer la ocupación más antigua del Tell el-Hesy en ca. 2600 a. de J.C.
Durante el perí­odo del bronce intermedio medio la ciudad estuvo bien fortificada. Las fortificaciones se distinguen por una muralla que tení­a fundamentos fuertes y en declive, revestidos con arcilla bien espesa o con mortero de arenisca. Este mismo tipo de fortificación fue también encontrado en *Taanac, *Siquem y *Tell Beit Mirsim.
Del trabajo de Petrie y Bliss se sabe que la ciudad fue destruida ca. 1200 a. de J.C. , más o menos al tiempo que Laquis, Betel y Debir. Esta evidencia de destrucción sugiere una campaña planeada tal como la que se presenta en Josué 10 donde hay referencias a la destrucción de Makkeda, Libna, Laquis, Egdón, Hebrón y Debir. Egdón fue hecha parte de la tribu de Judá (Jos. 15:39) y la ciudad fue reconstruida llegando a ser un fuerte en esa área. El desarrollo de la cultura en Eglón se demuestra en el estrato V ( ca. el siglo X a. de J.C. ) donde hay una estructura similar a la de los establos en Meguido que emplea construcción acuñada.
Un área importante en la que surgió información del Tell-el-Hesy es la de la escritura y del alfabeto. Bliss encontró una tableta cuneiforme del siglo XIV a. de J.C. Esta tableta une el lugar con Tell el-Amarna y es una ilustración del cruce de las corrientes culturales en Palestina en ese tiempo. Tal vez aún más importante fue el descubrimiento en 1892, de un tiesto inscrito con tres caracteres semí­ticos occidentales primitivos, similares a los caracteres protosinaí­ticos de la inscripción de Serabit elKhadem. Este tiesto pertenece a los siglos XII o XIII a. de J.C. ; pero la historia de este sistemade escritura empieza ca. los siglos XVIII o XIX a. de J.C. Este descubrimiento en Tell el-Hesy, junto con los de Gezer, Siquem, Laquis, Meguido y Bet-semes, demuestra que los habitantes cananeos de Palestina tení­an su propio alfabeto o alfabetos además de los de Egipto y Babilonia.
V. La Pertinencia al Estudio Biblico. Eglón era una de las ciudades de la coalición amorrea, que fue dirigida por Adonizedec de Jerusalén, la cual atacó a Gabaón después que Josué habí­a hecho pacto de paz con los gabaonitas (Jos. 10). Esta ofensiva fue rechazada por Josué; y los lí­deres, incluyendo a Debir, rey de Eglón, fueron ejecutados. Los habitantes de la ciudad fueron muertos (Jos. 10:34, 35) y los israelitas tomaron posesión de la ciudad (Jos. 12:7, 12). Fue integrada a la tribu de Judá (Jos. 15:39) y continuó ocupada hasta ca. 400 a. de J.C. La ciudad no era grande, la colonia israelita ocupó sólo alrededor de una hectárea, pero su ubicación estratégica le aseguró un alto grado de importancia.
Tal vez el rasgo más importante, bí­blicamente, es la correspondencia de la evidencia arqueológica de la destrucción y la referencia a la campaña de Josué e n esta área (Jos. 10).
BIBLIOGRAFIA: W. Flinders Petrie, Tell el-Hesy (Lachish), A. P. Watt, London, 1891.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico