SEPULCRO DE LOS REYES, SEPULCRO DE DAVID

La Biblia indica que los reyes de Israel eran sepultados en una zona especial cerca de Jerusalén. Expresiones como “sepulcros de los reyes de Israel” (2 Cr. 28.27), “sepulcros de David” (Neh. 3.16), “sepulcros de los hijos de David” (2 Cr. 32.33), se refieren específicamente a las tumbas de los reyes de Judá de la línea davídica en la ciudad de David. Dichas tumbas se encontraban cerca del huerto del rey y el estanque de Siloé (Sela) (1 R. 2.10; 2 Cr. 21.20; Neh. 3.15–16). Así, cuando Nehemías se encontraba construyendo el muro de Jerusalén una de sus cuadrillas trabajaba “delante de los sepulcros de David”, no lejos del “estanque de Siloé [Sela]” (Neh. 3.15–16).

La mayoría de los reyes desde David hasta Ezequías fueron sepultados en la ciudad de David, aunque algunos reyes tenían sus propios sepulcros privados, p. ej. Asa (2 Cr. 16.14), y posiblemente Ezequías (2 Cr. 32.33), Manasés (2 R. 21.18), Amón (2 R. 21.26) y Josías (2 R. 23.30; 2 Cr. 35.24). Varios reyes murieron fuera de los límites de Palestina: Joacaz en Egipto, Joaquín y Sedequías en Babilonia. Es posible que Joacim no haya sido sepultado en absoluto (Jer. 22.19), y Joram, Joás, Uzías y Acaz no fueron admitidos a los sepulcros reales (2 Cr. 21.20; 24.25; 26.23; 28.27).

La ubicación de las tumbas en la ciudad de David todavía se mencionaba después del exilio. Josefo informó que fueron saqueadas por el rey asmoneo Juan Hircano y también por Herodes (Ant. 13.249; 16.179).

En el NT todavía se recordaba el sepulcro de David (Hch. 2.29) y Josefo (GJ, 5.147) se refirió al tercer muro que pasaba por las cavernas sepulcrales de los reyes. Una tablilla inscrita encontrada por E. Sukenik dice que los huesos del rey Uzías fueron retirados y llevados a la cima del mte. de los Olivos.

El sitio preciso de las tumbas de los reyes no se conoce hoy. Los monumentos en el valle del Cedrón son tardíos, y tanto la arquitectura como la epigrafía indican la época de Herodes el Grande. La expresión “ciudad de David”, en las proximidades de la cual se encontraban estas tumbas, no denota toda la ciudad de Jerusalén sino simplemente la ciudadela del fuerte de Sión. Los indicios indican la estribación que se proyecta hacia el S entre los valles del Tiropeón y el Cedrón, más tarde conocido como Ofel, como la ubicación de la ciudad de David. Domina los jardines y estanques de Siloé. En esta zona general se han encontrado largos túneles horizontales en la roca estos pueden haber constituido el cementerio de los reyes de la línea de David. Pero el sitio fue profanado y destruido, posiblemente en la época de la rebelión de Barcoquebá (135 d.C.), y después se olvidó la ubicación exacta.

Diversos sitios adicionales se han propuesto en el curso de los siglos. Una tradición popular que tiene 1.000 años ubica la tumba de David en el monte occidental, en el lugar denominado ahora mte. Sión. Esta tradición fue aceptada por judíos, musulmanes y cristianos, y Benjamín Tudela (ca. 1173 d.C.) informó sobre el descubrimiento milagroso de la tumba de David en el mte. Sión durante la reparación de una iglesia levantada allí. Todavía se hacen peregrinaciones a dicho lugar, pero poco hay que avale su autenticidad.

Las llamadas tumbas de los reyes de Judá que se encuentran a cierta distancia hacia el N del muro moderno señalan la tumba de Helena, reina de Adiabena, región en la Mesopotamia superior mencionada por Josefo (Ant. 20.17, 35).

Bibliografía. S. Krauss, “The Sepulchres of the Davidic Dynasty”, PEQ 1947, pp. 102–112; S. Yeivin, “The Sepulchres of the Kings of the House of David”, JNES 7, 1948, pp. 30–45.

J.A.T.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico