(Sarai) Mujer de Abraham, Gen 11:29; era estéril, Gen 11:30; Sarai y Hagar, Gen 16:1-6; Abraham la hace aparecer como su hermana, Gen 12:10-20; Gen 20:1-18; llamada Sara, Gen 17:15; se ríe de la promesa de Dios, Gen 18:9-15; da a luz a Isaac, Gen 21:1-8; tiene celos de Ismael, Gen 21:9-11; muere en Hebrón, Gen 23:2; sepultada en Macpela, Gen 23:19.
Rom 4:19 cuerpo .. o la esterilidad de la matriz de S
Rom 9:9 por este tiempo vendré, y S tendrá un hijo
Heb 11:11 por la fe .. la misma S, siendo estéril
1Pe 3:6 como S obedecía a Abraham, llamándole
Sara (heb. íârâh «princesa» o «señora»; gr. Sárra). Esposa de Abrahán (Gen 11:29) e hija* del padre de éste, pero no de su madre (20:12). Era unos 10 años menor que su marido (17:17) y, por tanto, tenía unos 65 años cuando su esposo partió rumbo a Harán (quien tenía 75 años; 12:4). Poco después de llegar a Palestina se produjo una hambruna que los obligó a ir a Egipto para mantener con vida su numerosa familia. Temeroso de que la belleza de Sara, a pesar de su edad, atrajera la atención de los egipcios, Abrahán la presentó como su hermana. En vista de que parecía soltera, se la llevaron al harén de Faraón. Pero el rey se la devolvió cuando se enteró de su verdadero estado, reprendió al patriarca por su engaño y le pidió que abandonara el país (vs 10-20). Este no aprendió la lección y de nuevo la presentó como hermana, esta vez en el país de Abimelec de Gerar (20:1-18). Cuando ya tenía unos 75 años (cf 16:16; 17:17) y había perdido la esperanza de llegar a ser madre, le pidió a su esposo que tuviera un hijo con Agar, su sierva egipcia. Al formular esta propuesta, Sara estaba siguiendo la costumbre de su Mesopotamia natal (véase CBA 1:329, 330). Como resultado nació Ismael (Gen 16:1-16). Más tarde, cuando tenía unos 89 años, Sara recibió la promesa definida de que en el término de un año daría a luz un hijo. En esa ocasión su nombre, que hasta entonces había sido Sarai, fue cambiado por el de Sara. La promesa se cumplió con el nacimiento de Isaac (17:1,15-22; 18:9-15; 21:1-5). Durante la fiesta del destete de Isaac, Sara vio que Ismael lo «burlaba» (21:9; Gá. 4:29), y exigió que Agar y su hijo fueran expulsados del seno de la familia. Bajo la dirección de Dios, Abrahán obedeció con pena (Gen 21:9-14). Nada más se dice de Sara, excepto que murió a la edad de 127 años en Quiriat-arba (o sea, Hebrón; 23:1, 2). Fue sepultada en la cueva de Macpela, que Abrahán compró después de la muerte de su esposa para sepulcro familiar (vs 19, 20). Isaías se refiere a ella como la madre de la nación israelita (ls. 51:2), y Pablo como la madre del hijo de la promesa (Rom 4:19; 9:9). Pedro la presenta como el ejemplo de una buena esposa (1Pe 3:6), y en Heb 11:11 se la alaba por su fe.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
hebreo princesa. Nombre de mujer. Esposa del patriarca Abraham, Gn 11, 29; y también su hermanastra por parte del padre, según Gn 20, 12. El nombre originario era Saray, que proviene de la misma raíz que S., nombre éste al que el texto sagrado le da la connotación de madre de reyes y pueblos, Gn 17, 16; como también se lee en Is 51, 2. S. era estéril, Gn 11, 30; 16, 1; sin embargo, siendo Abraham de noventa y nueve años de edad y S. de noventa, Yahvéh le dijo al patriarca que su mujer concebiría y daría a luz un hijo, al que debería llamar Isaac, que lo haría padre de multitudes y le daría en posesión a su descendencia la tierra de Canaán, Gn 17, 1-19. A su tiempo, como se lo había anunciado Yahvéh, S. concibió a Isaac, Gn 21, 1-7. S. vivió ciento veintisiete años, murió en Quiryat Arbá, o Hebrón, en tierra de Canaán, y Abraham, después del duelo, la sepultó en la cueva de Makpelá, que había comprado cerca de Hebrón a los descendientes de Het, Gn 23. Esta cueva vino a ser lugar de sepultura de los patriarcas.
En la epístola a los Hebreos S. es puesta como modelo de fe, Hb 11, 11; y por el apóstol Pedro, como de esposa, 1 P 3, 6.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
(Noble señora). Esposa de Abraham. Era medio hermana de Abraham, hija de su padre, pero no de su madre (Gen 20:12). Era, entonces, hija y nuera de Taré, padre de Abraham. Cuando fue a Egipto con su esposo, éste le pidió que dijera que era su hermana, por temor de que lo mataran para quitársela. S. †œfue llevada a la casa de Faraón†, quien colmó de dones a Abraham. Pero una plaga vino a Faraón y su familia †œpor causa de S. mujer de Abram†, por lo cual Faraón reconvino al patriarca y le despachó (Gen 12:10-20). Esta experiencia se repetiría más tarde casi en la misma forma cuando Abraham habitaba en †¢Gerar, entre los filisteos, cuyo rey era †¢Abimelec (Gen 20:1-18).
S. era estéril. Siguiendo una costumbre de su tierra entregó a su sierva †¢Agar como mujer a Abraham. Documentos en tablillas encontradas en yacimientos arqueológicos de la ciudad de Nuzi, en Irak, dan testimonio de que esta era una costumbre del país de los hurritas, donde habían vivido Abraham y S. Una esposa que no tenía hijos debía procurar una esclava para su esposo, a fin de que éste tuviera descendencia. Agar concibió y entonces menospreciaba a su ama. La reacción negativa de S., que maltrató a Agar, hizo que ésta huyera, pero volvió después de haber recibido un mensaje divino en el desierto. Luego nació Ismael, cuando Abraham tenía ochenta y seis años de edad (Gen 16:1-16).
una reiteración de su promesa de dar descendencia a Abraham a través de S., Dios le cambió el nombre, que antes era Sarai. S. era en ese momento de noventa años de edad (Gen 17:15-20). Entonces Jehová le apareció a Abraham, quien vio †œtres varones que estaban junto a él†, a los cuales fue a recibir y atendió, preparándoles una comida. éstos preguntaron por S., que estaba †œen la tienda†. Los varones le anunciaron que †œsegún el tiempo de la vida† S. tendría un hijo. Pero ella, que †œescuchaba a la puerta de la tienda† se rió entre sí pensando que estaba muy vieja. Jehová preguntó a Abraham por qué S. se había reído, lo cual ésta negó †œporque tuvo miedo†. Dios le contestó: †œNo es así, sino que te has reído† (Gen 18:1-15). Si la risa de S. significó duda, ésta fue momentánea, porque está escrito que por la fe †œrecibió fuerza para concebir† (Heb 11:11).
S. salió encinta y dio a luz †œen el tiempo que Dios le había dicho†. Abraham tenía cien años. S. comentó: †œDios me ha hecho reír†. Llamó al niño Isaac por el incidente de la risa. Cuando le destetó, se hizo un gran banquete. S. vio que Ismael, el hijo de Agar, †œse burlaba de su hijo Isaac†, por lo cual pidió a Abraham que echara a Agar y su hijo. Esto pareció grave a Abraham, pero Dios le dijo que lo hiciera, y anunció un gran futuro para Ismael (Gen 21:1-13). S. murió siendo de 127 años. Abraham compró la cueva de Macpela, en Hebrón, y allí la sepultó (Gen 23:1-20).
apóstol Pedro pone a S. como un ejemplo a las mujeres cristianas en cuanto a la obediencia que se debe al esposo (1Pe 3:5-6). †¢Abraham. †¢Hebrón. †¢Macpela.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, BIOG
ver, NUZU, HEBRí“N, MACPELA
vet, = «princesa». Esposa de Abraham, unos diez años más joven que él; se habían casado en Ur de los caldeos (Gn. 11:29-31; 17:17). Era medio hermana de Abraham, hija del mismo padre, pero no de la madre de Abraham (Gn. 20:1). Su primer nombre fue Sarai. Cuando partió de Harán para dirigirse con Abraham a Canaán tenía 65 años (Gn. 12:4). Continuando hacia Egipto, Abraham temió que lo mataran a causa de la belleza de su esposa y la hizo pasar por hermana suya (Gn. 12:10-20). Muchos años después, Abraham volvería a usar este recurso en el país de Abimelec, rey de Gerar (Gn. 20:1-8). Sarai era estéril, por lo que persuadió a su marido que tomara a su esclava Agar como segunda esposa (Ismael nació de esta unión, Gn. 16:1-16; véase NUZU para una ilustración arqueológica de esta costumbre). Ya de 89 años, Sarai recibió la promesa de que ella misma tendría un hijo (cfr. He. 11:11, 12; Ro. 4:17-22), lo que sucedió mediante un verdadero milagro en el tiempo anunciado. Fue entonces que le fue cambiado el nombre de Sarai por el de Sara, princesa (Gn. 17:15-22; 18:9-15; 21:1-5). Durante el festín para celebrar el destete de Isaac, Sara vio que Ismael se burlaba de Isaac, por lo que apremió a Abraham a que expulsara a Agar e Ismael (Gn. 21:9-21). Sara murió en Quiriat-arba (Hebrón), a los 127 años (véase HEBRí“N) y fue sepultada en la cueva de Macpela (véase MACPELA).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
[012]
Esposa principal de Abraham (Gen. 17.15), que engendró a Isaac. Antes, al resultar estéril, dio ocasión a que su esclava Agar diera a Abraham su primer hijo, Ismael. Al morir fue enterrada en la gruta de Makpela (Gen. 23.2), la cual Abraham compró a un habitante de la tierra cananea, hoy localizada en Hebrón. Sara pasaría a la historia bíblica como el modelo de la fecundidad y la madre de Israel, partícipe en las promesas de Dios al Patriarca.
También se llamaba Sara la esposa de Tobías el joven, que adquirió en su viaje a la casa de Ragüel de Ecbatana, después de que el ángel Rafael la librara del demonio Asmodeo, como se dice en el libro de Tobías. (Tob. 6. 16 y 21.11) (Ver Patriarcas 5; Ver Predestinada. María 4; y ver Mujer 3.1)
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
«Por fe Sara siendo estéril, recibió poder para concebir» Hebreos 11:11.
Léase: Hebreos 11:1-16. Sara es la primera mujer cuya fe se nos muestra para que la observemos, y esto específicamente en su función de mujer casada. Hay dos apóstoles que nos lo dicen. Primero es Pablo que indica que por fe pasó a ser madre (Hebreos 11:11); y segundo, Pedro, que ruega a las mujeres cristianas que sean como Sara, que » obedecía a Abraham llamándole señor» (1ra.Pedro 3:6). No sabemos qué clase de mujer era Sara como hija, en su casa, o como doncella. Se nos presenta ya como «la mujer de Abraham» y así permanece en la Biblia.
En algunos aspectos, Sara puede ser comparada con Ada y Zila: su hermosura, que es altamente alabada, por ejemplo; en el episodio de Agar [su sierva ofrecida a Abraham como esposa] vemos que seguía el ejemplo que habían dado las mujeres de Lamec. Se nos dice que fue deseada dos veces por otros hombres, primero por el Faraón y luego por Abimelec. Añadamos a esto sus celos entre ella y Agar, y tenemos la impresión que el malestar y desazón de Ada y Zila llena también la tienda de Sara. Sara nos es presentada como es: como una intrigante a veces; a veces como una heroína. Se nos presenta la vida de una mujer como era en aquellos días, una vida de negación personal para las mujeres.
Hay una diferencia importante en la situación de Sara con respecto a la de Ada y Zila. Interviene la gracia en esta situación patética. El misterio de la fe se realiza en su corazón. Por medio de esta fe la posición de la mujer es esencialmente ennoblecida, de modo que puede ser presentada como un modelo para las mujeres cristianas.
Esta fe, sin embargo, se expresa a través del curso natural de los sucesos. En realidad halla en la vida ordinaria la substancia en la cual puede echar raíces y empezar a crecer. Esta fe perfecta primero le induce a conducirse en la capacidad de madre conforme a las ordenanzas de Dios. Esta fe luego se fija en el Hijo que había de nacer, y de esta forma en el Mesías.
Como esposa de su marido cumple todos los requerimientos de los preceptos divinos. En el Paraíso Dios había dicho que la voluntad de la mujer debía ser sometida a la del marido y Sara busca su satisfacción en la obediencia a esta orden. Cuando Abraham sale de Ur de los Caldeos para ir a Canaán, ella deja a sus amigos para ir con él a un país extraño. Cuando es raptada al harén de dos príncipes extranjeros, permanece fiel a Abraham. En todo se adapta a las circunstancias. Recibe sus invitados y con ello, sin saberlo hospeda a ángeles. Y, finalmente, decide dar la preferencia a Agar antes de ver a su marido sin hijos.
Por esta actitud recobra la posición de dignidad que Dios había asignado a la mujer. La mujer teme ante la autoridad. Pedro dice a las mujeres cristianas: «Vosotras habéis venido a ser hijas (de Sara), si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza» (1.a Pedro 3:6). Por tanto, ocupando exactamente la posición apropiada que Dios le ha ordenado, Sara consigue ser una mujer con dignidad. Luego, cuando Agar la provoca, afirma sus derechos como esposa, y Dios le dice a Abraham que debe tomar partido por Sara.
Sara no se aceptaba a sí misma. Es verdad que ella creyó que el Mesías procedería de su marido. Pero finalmente acabó creyendo que no iba a compartir este honor como madre. Por ello dio a Agar a Abraham. Cuando Dios se apareció a ella y a Abraham, y les dice que el hijo nacerá de su matriz, ella lo duda. Persiste en colocar la promesa sobre el hijo de Agar. Por ello se ríe. A pesar de su risa incrédula, sin embargo, acepta finalmente la esperanza de que el Mesías saldrá de su seno. El apóstol dice que «por fe recibió poder para concebir». Dios, en consecuencia, cumple dos cosas en ella. Por su Espíritu la fortalece y hace que su fe crezca. Además, crea en ella una nueva vida en su seno.
De esta manera pasa a ser la madre de Isaac y a través de él, del Mesías. Y es presentada a todas las mujeres cristianas como su madre. Todas son instadas a ser hijas de Sara, a fin de que pueda crecer en una fe bien fundada y progresiva.
Sara, sin embargo, tuvo momentos pecaminosos. El ceder a Agar fue un acto de incredulidad. Su risa fue también incrédula. A causa de su incredulidad Sara trató a Agar rudamente. Y las Escrituras no disimulan este hecho. Pero a pesar de todos sus pecados, Sara vivió por fe. Por fe recobró su valor como mujer. Por fe, de Sarai pasó a Sara. Comparada con Ada y Zila, Sara es una princesa entre las mujeres.
Preguntas Sugeridas Para Estudio Y Discusión:
1- ¿En qué forma se muestra que a Sara le faltó la fe?
2- ¿En qué forma fue Sara bendecida en gran manera?
3- ¿Cómo recompensa Dios su fe?
Fuente: Mujeres de la Biblia
(Princesa), SARAI (posiblemente: Contenciosa).
Medio hermana y esposa de Abrahán y madre de Isaac. (Gé 11:29; 20:12; Isa 51:2.) Su nombre original era Sarai. (Gé 17:15.) Era diez años más joven que Abrahán (Gé 17:17), y se casó con él cuando vivían en la ciudad caldea de Ur. (Gé 11:28, 29.) Fue estéril hasta que recuperó milagrosamente sus facultades procreativas después de la menopausia. (Gé 18:11; Ro 4:19; Heb 11:11.)
Sara posiblemente tenía unos sesenta años cuando partió con Abrahán de Ur y empezó a residir en Harán. A la edad de sesenta y cinco años acompañó a su esposo desde Harán a la tierra de Canaán. (Gé 12:4, 5.) Allí pasaron cierto tiempo en Siquem, en la región montañosa al E. de Betel y en otros diversos lugares, hasta que el hambre los obligó a ir a Egipto. (Gé 12:6-10.)
Aunque ya era de edad avanzada, Sara era muy hermosa. Por esa razón, Abrahán le había pedido con anterioridad que cuando fuese necesario durante sus viajes, Sara lo identificase como su hermano, para evitar así que otros lo matasen con el fin de tomarla a ella. (Gé 20:13.) El que dijeran esto en Egipto, resultó en que Sara fuera llevada a la casa del Faraón por recomendación de sus príncipes. Pero la intervención divina impidió que el Faraón la violase. Después, la devolvió a Abrahán y le solicitó que partieran del país. También se aseguró de que Abrahán marchara a salvo con todo cuanto tenía. (Gé 12:11-20.)
Es digno de mención que un papiro antiguo habla de un Faraón que encargó a hombres armados que tomaran a una mujer y mataran a su esposo. De modo que el temor de Abrahán de que le dieran muerte por causa de Sara no era infundado. En lugar de poner en peligro su vida en un intento vano por salvar el honor de su esposa en una tierra extranjera, optó por el proceder que le pareció más seguro. Debe tenerse presente que Abrahán era el dueño de su esposa. Sara estaba dispuesta a servir a Jehová y a Abrahán de esta manera, y en ninguna parte de las Escrituras se censura a Abrahán por haber hecho esto.
Diez años después de haber entrado originalmente en Canaán, Sara, que ya tenía setenta y cinco años, le pidió a Abrahán que tuviese relaciones con su sierva egipcia, Agar, para que le diera hijos. (Gé 16:1-3.) Las dificultades que esto originó hicieron patente que Jehová no cumpliría de esta manera la promesa hecha previamente a Abrahán concerniente a la †œdescendencia†. (Gé 15:1-16.) Una vez que se dio cuenta de que estaba encinta, Agar empezó a despreciar a su ama. Cuando Sara expresó su queja, Abrahán le concedió a su esposa plena autoridad para tratar a Agar como su sierva. Humillada por Sara, Agar huyó de su ama, pero obedeció el mandato divino y regresó, después de lo cual dio a luz a Ismael. (Gé 16:4-16.)
Unos trece años después del nacimiento de Ismael, cuando Abrahán recibió el mandato divino de circuncidar a todos los varones de su casa, también se le dijo que no llamase más a su esposa por el nombre †œSarai†, sino †œSara†, que significa †œPrincesa†. Dios dijo con respecto a Sara: †œLa bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella†. (Gé 17:9-27.) Poco después, en Mamré, uno de los tres visitantes angélicos reafirmó que Sara daría a luz un hijo. Al oír esto, †œSara empezó a reírse dentro de sí, diciendo: †˜Después que estoy gastada, ¿verdaderamente tendré placer, siendo, además, viejo mi señor?†™†. Cuando se la reprendió por reírse, Sara negó con cierto temor haberlo hecho. (Gé 18:1-15; Ro 9:9.) Dado que en Hebreos 11:11 se cita a Sara como un ejemplo de fe, su risa no debió ser una expresión de completa incredulidad, sino que la idea de tener un hijo a su avanzada edad no le pareció exenta de humor. El que Sara reconociese (dentro de sí) a Abrahán como su señor indicaba su obediencia y sumisión a su cabeza marital, y su ejemplo se recomienda a las esposas cristianas. (1Pe 3:5, 6.)
Sara y su esposo se pusieron a residir en Guerar. Como había hecho previamente, Abrahán presentó a su esposa como su hermana. Luego el rey de Guerar, Abimélec, tomó a Sara. De nuevo fue la intervención de Jehová lo que la salvó de ser violada. Abimélec se la devolvió a Abrahán, y también le dio ganado, así como siervos y siervas, quizás en compensación por haberle privado temporalmente de su esposa. Además le entregó mil piezas de plata (2.200 dólares [E.U.A.]), lo que era muestra de que Sara estaba libre de todo oprobio moral. (Gé 20.)
A la edad de noventa años Sara tuvo el gozo de dar a luz a Isaac. Entonces exclamó: †œDios me ha preparado risa: todo el que oiga de ello se reirá de mí†. Esa risa posiblemente se debió al deleite y al asombro por el nacimiento del niño. Sara amamantó a su hijo por unos cinco años. Cuando Isaac fue destetado, Abrahán preparó un gran banquete. En esa ocasión Sara observó que el hijo de Agar, Ismael, que para ese tiempo tenía unos diecinueve años de edad, †œse burlaba† o jugaba con Isaac en son de mofa. Temiendo, al parecer, por el futuro de su hijo Isaac, solicitó a Abrahán que despidiese a Agar e Ismael. Después de recibir la aprobación divina, Abrahán lo hizo. (Gé 21:1-14.)
Unos treinta y dos años después, Sara murió, a la edad ciento veintisiete años, y Abrahán la enterró †œen la cueva del campo de Macpelá†. (Gé 23:1, 19, 20.)
Personajes de un drama simbólico. Al escribir a los gálatas, el apóstol Pablo mostró que Sara, la esposa de Abrahán, representaba a la †œJerusalén de arriba†, la madre de los cristianos ungidos por espíritu o †œdescendencia† espiritual de Abrahán. Al igual que Sara, la †œJerusalén de arriba†, o mujer simbólica de Dios, nunca ha estado en esclavitud, por lo que sus hijos también son libres. Para que alguien se convierta en hijo libre de la †œJerusalén de arriba†, †œcon la libertad de ella†, el Hijo de Dios tiene que emanciparlo de la esclavitud al pecado. (Gál 4:22-31; 5:1, nota.) Como Cristo Jesús dijo a los descendientes naturales de Abrahán, †œmuy verdaderamente les digo: Todo hacedor de pecado es esclavo del pecado. Además, el esclavo no permanece en la casa para siempre; el hijo permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los liberta, serán realmente libres†. (Jn 8:34-36; véanse AGAR; MUJER LIBRE.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
Sara (hebreo para “princesa”, otra forma es Sarai, palabra cuyo significado es dudoso, se encuentra en pasajes anteriores a Gén. 17,15)
Fue la esposa de Abraham y también su hermanastra (Gén. 12,15; 20,2). No encontramos otro relato sobre su parentesco. Cuando Abraham va a Egipto debido a la hambruna, induce a Sara, quien aun a los sesenta y cinco años de edad era hermosa, a que dijera que era su hermana, tras lo cual ella es tomada para esposa del Rey de Egipto, quien, sin embargo, la devuelve después de una amonestación divina (Gén. 12). En un relato distinto (Gén. 20), ella es tomada en condiciones similares por Abimélek, rey de Guerar, y devuelta igualmente a Abraham por una intervención divina. Después de haber sido estéril hasta los noventa años de edad, Sara, en cumplimiento de la promesa Divina, da a luz a Isaac (Gén. 21,1-7). Más tarde la encontramos, debido a su envidia, maltratando a su sierva Agar la egipcia, quien le ha dado un hijo a Abraham, y finalmente lo obliga a echar a la esclava y a su hijo Ismael (Gén. 21).
Sara vivió hasta la edad de ciento veintisiete años, y al morir fue sepultada en la cueva de Makpelá en Hebrón (Gén. 23). Isaías 51,2 se refiere a Sara como la madre del pueblo escogido. San Pedro alaba su sumisión a su esposo (1 Ped. 3,6). Otras referencias del Nuevo Testamento respecto a Sara se encuentran en Rom. 4,19; 9,9; Gál. 4,22-23; y Heb. 11,11.
Fuente: Driscoll, James F. «Sara.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912.
Traducido por Giovanni E. Reyes. L H M
Fuente: Enciclopedia Católica