Nace, Gen 29:32; trae mandrágoras a Lea, Gen 30:14; libra a José, Gen 37:21-22; bendecido por Jacob, Gen 49:3-4.
Rubén (heb. Re’ûbén, «he aquí [ved, mirad] un hijo» o»mi aflicción»; gr. Rhouben). 1. Hijo mayor jacob y Lea (Gen 29:31 32; 35:23; 46:8;1Ch :1; 5:1).1013 La primera mención de un hecho de su vida tiene que ver con unas mandrágoras que encontró en el campo y que Raquel deseó (Gen 30:14); luego se registra su inmoralidad con Bilha (35:22), por la que más tarde perdió la bendición paterna que le hubiera correspondido por ser el primogénito (49:3,4); más tarde, su esfuerzo por salvar a José del intento criminal de sus hermanos, al sugerir que lo echaran a una cisterna (37:21-29). Aunque no traicionó a sus hermanos ante su padre, no fue participante de su complot contra José (42:22). Posteriormente, cuando Jacob temía enviar a Benjamín a Egipto, Rubén ofreció 2 de sus propios hijos como garantía por su seguridad (v 37), En su lecho de muerte Jacob expresó el chasco que la conducta de su hijo mayor le había causado, y describió su carácter tan inestable como el agua (49:3, 4). Los hijos de Rubén fueron Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi (Gen 46:8, 9; Exo 6:14;1Ch 5:3). 2. Tribu que descendió del hijo mayor de Jacob, Rubén, compuesta por 4 familias tribales, los descendientes de sus 4 hijos (Num 26:5). El príncipe tribal durante la 1ª parte de la peregrinación por el desierto fue Elizur, que también era la cabeza del sector del campamento donde rubenitas, simeonitas y gaditas levantaban sus tiendas (1:5; 2:10-16; 7:30-35; 10:18). La tribu de Rubén estaba representada entre los 12 espías por Samúa, hijo de Zacur (13:4). Algunos miembros prominentes de esta tribu -Datán, Abiram y On- se unieron en la rebelión de Coré contra Moisés y Aarón y en consecuencia perdieron la vida (Num 16:1-50; 26:9,10; Deu 11:6). Luego de la conquista del territorio de los reyes amorreos Sehón de Hesbón y Og de Basán, las tribus de Rubén y Gad y la media de Manasés pidieron que se les asignaran estas áreas, va que tenían mucho ganado y esa tierra era adecuada para la ganadería. Moisés les otorgó lo que pedían con la condición de que ayudaran a sus hermanos en la conquista de Canaán, al oeste del Jordán. Después que se completaron las campañas militares bajo la conducción de Josué, estas 21/2 tribus regresaron a su territorio en Transjordania (Num 32:1-42; Jos 4:12; 18:7; 22:1-6). Cuando levantaron un monumento con la forma de un altar junto al Jordán, las otras tribus entendieron mal su significado y creyeron que era una separación de la confederación, y a duras penas pudo evitarse una guerra civil (Jos 22:1-34). El territorio de los rubenitas tenía como límites al sur el río Arnón, que lo separaba de Moab; al este, los amonitas; y al oeste el Mar Muerto y el curso inferior del río Jordán. El límite norte iba desde el Jordán, al sur de Betnimra, hasta Hesbón (Num 32:36, 37; Jos 3:15-21). Cuatro ciudades de su territorio -Beser, Jahaza, Cademot y Mefaat, con sus suburbios- fueron asignadas como residencias para los levitas meraritas (Jos 21:7,36,37; 1Ch 6:63, 78,79), y la primera de ellas, Beser, era al mismo tiempo una ciudad de refugio (Jos 20:8; 1Ch 6:78). La proximidad de los rubenitas con los moabitas y los amonitas habría influido sobre ellos, porque no ejercieron un papel importante en la historia posterior de Israel. Se los menciona en el período de los jueces sólo una vez, en el canto de Débora y Barac, donde se los reprende por no haber acudido en ayuda de las tribus occidentales en su lucha contra Jabín y Sísara (Jdg 5:15,16; cf 4:2). En una ocasión, con sus tribus hermanas de Transjordania libraron una guerra exitosa contra los agarenos y ocuparon su territorio hasta la cautividad asiria (1Ch 5:18-22). Este éxito habría compensado las pérdidas que habían sufrido a manos de los moabitas, porque es bien obvio (de los pueblos mencionados en Isa_15, 16, Jer_48 y la Piedra Moabita*) que todo el territorio de Rubén fue ocupado por los moabitas desde s IX a.C. en adelante. Nada se sabe de la suerte de los rubenitas después de haber perdido su tierra, aunque 1Ch 5:22 indica que siguieron viviendo en el territorio que había pertenecido a los agarenos hasta el exilio, de modo que retuvieron su identidad tribal por lo menos hasta mediados del s VIII a.C. Fue Tiglat-pileser III (745-727 a.C.) quien llevó al resto de los rubenitas en cautividad (v 26). Desde ese tiempo en adelante no se los menciona más. Ezequiel asignó a Rubén un lugar en la Canaán ideal que él veía para el futuro (Eze 48:6,7), y Rubén es una de las 12 tribus que Juan dice que el ángel de Rev_7 selló (v 5). Mapas VI, IX,X, E-4.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
hijo mayor de Jacob y Lía, su mujer. Epónimo de los rubenitas que se establecieron en la orilla oriental del mar Muerto, en el sur de Transjordania. Llevó una vida ejemplar, manchada tan solo por haberse acostado con una concubina de su padre, lo que le hizo perder su primogenitura, Gn 35, 22-23; 49, 3 s., hecho que se recordaba mucho tiempo después, 1 Cr 5, 1 s.; aunque siempre gozó de ciertos honores por ser el hijo mayor de Jacob, 1 Cr 5, 3; Nm 1, 20; 26, 5, e hijo obediente, Gn 30, 14. A pesar de carecer de brillantez, R. contaba con un ejército de 46.500 guerreros, Nm 1, 20, y después de la peregrinación tenía 43.730, Nm 26, 7. Ocupo el primer lugar en los campamentos del sur, Nm 2, 10. Ocupaba el lugar más cercano a Leví, la tribu que transportaba el tabernáculo, Nm 2, 16-17. Los rubenitas dieron soldados para el ejército de David, 1 Cr 5, 18; 11, 42; 12, 37, que fueron vencidos y llevados cautivos por Tigltpileser, 1 Cr 5, 6; 5 25 s. Ruda, nombre común de un arbusto, perenne, aromático, originario de los países mediterráneos orientales y del Asia Menor.
Su base es leñosa y puede alcanzar hasta 80 centímetros de altura. Las hojas verde glauco y lampiñas están divididas en segmentos ovales o espatulados, que contienen glándulas aromáticas. Las flores, verde amarillentas y con forma de pantufla, agrupadas en ramilletes terminales; salvo la flor central, que tiene cinco pétalos, el resto de ellas tiene cuatro, ligeramente dentados en los bordes. El fruto es una cápsula redondeada con lóbulos visibles.
Se usaba como condimento como compuesto medicinal y como adorno en la casa. Era uno de los vegetales por el cual se pagaba diezmo, Jesús habla de la r. cuando reprende el formalismo de la religión farisaica, Lc 11, 42.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
(heb., reuven, ved a un hijo). El primogénito de Jacob (Gen 29:32). Le trajo a su madre mandrágoras, las que ella utilizó para lograr que Jacob le diera otro hijo (Gen 30:14-15). Rubén cometió incesto en Migdal-eder (Gen 35:22). Ya sea por causa de este pecado o por causa de alguna debilidad innata (Gen 49:4) su tribu nunca alcanzó el poder. El libró a José de la muerte por advertirle a sus hermanos lo contraproducente de tal acto (Gen 37:19-22; Gen 42:22) y más tarde ofreció a sus hijos como garantía por Benjamín (Gen 42:37). Llevó a cuatro hijos a Egipto (Gen 46:9). Cuando Israel partió de Egipto, él tenía 46.500 descendientes (Num 1:21; Num 2:10). Los rubenitas hicieron un pacto con Moisés con el propósito de ocupar las tierras de ricos pastos de Galaad (Num 32:1-33). De que ellos guardaron el pacto se da fe de ello por el monumento a Bohan, un descendiente de Rubén (Jos 15:6).
Cuando las otras tribus se establecieron en Canaán, Rubén, Gad y la media tribu de Manasés regresaron a Galaad y levantaron un gran monumento como un recordatorio de la unidad de los israelitas (Josué 22). Para proteger sus rebaños en contra de los nómadas merodeadores, se convirtieron en una audaz y hábil gente guerrera (1Ch 5:1-19). Junto a Gad y a la media tribu de Manasés, ellos enviaron 120.000 hombres para apoyar al rey David (1Ch 11:42; 1Ch 12:37).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
(¡ved un hijo!).
Primer hijo de Jacob, con Lea: (Gen 29:32).
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
Primogénito de Jacob y Lea (Gen 29:32; Gen 46:8). Su descendencia formó la tribu que llevó su nombre. Su nombre está compuesto de dos palabras hebreas relacionadas con las ideas de †œver† e †œhijo†. Lea lo llamó así, diciendo: †œHa mirado Jehová mi aflicción† (Gen 29:32). R. perdió sus derechos de primogenitura (†œ… mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José† [1Cr 5:1]). El incidente es narrado en Gen 35:22 (†œ… fue R. y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel†). R. quiso evitar el mal que sus hermanos planearon hacer a José, y logró salvarle la vida. Pero finalmente éstos lo vendieron como esclavo (Gen 37:19-29).
En el primer †¢censo, la tribu de R. contó †œcuarenta y seis mil quinientos† hombres (Num 1:20-21). Algunos eruditos piensan que posteriormente hubo momentos en que la tribu de R. disminuyó grandemente, lo cual podría explicar las palabras †œViva R., y no muera† de Deu 33:6. Junto con la tribu de Gad y los de Manasés, los rubenitas se asentaron en †œla tierra de Jazer y de Galaad†, porque †œles pareció el país lugar de ganado† (Num 32:1). Se les permitió hacerlo, siempre y cuando ayudaran a las demás tribus a cruzar el Jordán y conquistar el resto de la tierra (Num 32:16-33; Jos 22:1-34). Es de notar que ninguno de los jueces que gobernaron a Israel provino de la tribu de R. Cuando la lucha contra †¢Sísara, los rubenitas no participaron activamente, lo cual Débora les echa en cara en su cántico (Jue 5:15-17). Las principales ciudades de los rubenitas aparecen mencionadas en Num 32:34-38.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, BIOG HOMB HOAT
ver, PEREGRINACIí“N POR EL DESIERTO, EZEQUIEL, MILENIO
vet, = «he aquí un hijo». 1. Hijo primogénito. Hijo primogénito de Jacob y de Lea (Gn. 29:31, 32; 35:23; 46:8; 1 Cr, 2:1; 5:1). Rubén cometió un grave pecado de incesto (Gn. 35:22). Pero cuando sus hermanos hablaron de dar muerte a José, Rubén, con la secreta intención de liberarlo, y para ganar tiempo, les propuso echarlo en una cisterna. No estaba presente cuando sus hermanos lo vendieron a los ismaelitas de la caravana madianita. La desaparición de su joven hermano lo afectó profundamente (Gn. 37:21-29). Veinte años más tarde, en Egipto, Rubén recordó a sus hermanos que él no había tenido parte en el intento de ellos de eliminar a José (Gn. 42:22-24). Cuando Jacob dudaba acerca de permitir que Benjamín fuera con ellos a Egipto, Rubén ofreció a dos de sus hijos como rehenes en prenda del retorno de Benjamín (Gn. 42:37). Rubén tuvo cuatro hijos: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi (Gn. 46:8, 9; Ex. 6:14; 1 Cr. 5:3). Jacob, al morir, privó a Rubén de su derecho de primogenitura, a causa del pecado cometido con Bilha (Gn. 49:3, 4). 2. Tribu. Tribu formada por descendientes de Rubén. Territorio en el que se establecieron. La tribu se dividía en cuatro clanes, surgidos de los cuatro hijos de Rubén (Nm. 26:5-11). Al comienzo de la peregrinación por el desierto (véase PEREGRINACIí“N POR EL DESIERTO) el príncipe de la tribu era Elisur (Nm. 1:5; 2:10; 7:30-35; 10:18). En esta época, la tribu contaba con 46.500 hombres de veinte años y más capaces de llevar armas (Nm. 1:20, 21). Cuando se hizo el segundo censo, 38 años después, el número de ellos era de 43.730 (Nm. 26:7). El príncipe de los rubenitas encabezaba el campamento constituido por las tres tribus de Rubén, Simeón y Gad, compuestas de 151.450 hombres capaces de portar armas (Nm. 2:10, 16). El rubenita elegido para ir a explorar el país de Canaán fue Samúa hijo de Zacur (Nm. 13:4). Los rubenitas Datán, Abiram y On se unieron a Coré el levita, que fomentó la rebelión contra Moisés y Aarón (Nm. 16:11-50; 26:9; Dt. 11:6). Después de las victorias contra Sehón y Og, los gaditas, rubenitas y media tribu de Manasés pidieron a Moisés permiso para establecerse al este del Jordán, región de pastos que convenía a sus numerosos ganados y rebaños. Moisés accedió, imponiendo una condición: que enviaría a la mayor parte de sus guerreros a ayudar a los israelitas en su campaña de conquista de la tierra (Nm. 32:1-42; Jos. 18:7). Los rubenitas, gaditas y la media tribu de Manasés participaron así en todas las expediciones de Josué (Jos. 4:12). Volvieron como triunfadores a sus dominios, y erigieron a continuación un altar conmemorativo, lo que provocó la indignación de las tribus al oeste del Jordán. Sin embargo, renunciaron a usar de la fuerza contra ellos cuando supieron que aquel altar no estaba destinado ni a holocaustos ni a sacrificios (Nm. 22:1-34). Los rubenitas no participaron en la lucha contra Sísara, lo que les atrajo los reproches de Débora (Jue. 5:15, 16). Hicieron la guerra a los agarenos, exterminándolos y apoderándose del país de ellos, que ocuparon hasta que ellos fueron llevados al cautiverio por Tiglat-pileser (1 Cr. 5:18-26). El profeta Ezequiel, al proceder al reparto escatológico de la tierra de Israel, tal como será distribuida en el Milenio (véanse EZEQUIEL, MILENIO), indica el territorio de Rubén, y da su nombre a una de las doce puertas de la Jerusalén milenial (Ez. 48:6-7, 31). En la época de la primera división del territorio, Rubén limitaba al este con los amonitas, al sur con el torrente Arnón (Nm. 21:24), al oeste con el mar Muerto y el Jordán (Jos. 13:23). La frontera septentrional partía del Jordán al sur de Betnimra, y llegaba a Hesbón (Jos. 13:17, 26; 21:37; Nm. 32:36; Jos. 13:27). En el interior de estos límites se hallaban: Aroer, sobre el valle del Arnón; la ciudad en medio del valle; toda la llanura de Medeba; Hesbón y las ciudades que dependían de ella, Dibón, Bamot-baal, Bet-baal-meón, Jahaza, Cademot, Mefaat, Quiriataim, Sibma, Zaret-sahar en el monte del valle, Bet-peor, las laderas del Pisga, Bet-jesimot; en suma, la parte meridional del reino amonita donde había reinado Sehón (Jos. 13:15-23). Las cuatro ciudades de Beser, Jaza, Cademot y Mefaat, junto con sus ejidos, fueron asignadas a los levitas descendientes de Merari (Jos. 21:7, 36, 37; 1 Cr. 6:63, 78, 79). Beser, la primera de estas ciudades, era además una ciudad de refugio (Jos. 20:8; 1 Cr. 6:78). Los rubenitas estaban expuestos a los ataques de los moabitas, sus vecinos inmediatos, y a los de los nómadas que se dedicaban al pillaje y que provenían del desierto, que podían penetrar en el territorio de Rubén por el este y el sur. Al comparar la lista dada aquí de las ciudades rubenitas con las que se nombran en Is. 15; 16; Jer. 48, y en la Piedra de Moab, se puede constatar que en la época de Mesa, y de los profetas Isaías y Jeremías, el territorio de Rubén había quedado muy disminuido por las conquistas de los moabitas. Este país está situado sobre una fértil meseta.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
[012]
Primer hijo de Jacob y de Lía, padre de la tribu de los rubenitas. (Gen. 29.31) Subió al lecho de su padre y perdió el derecho de primogenitura (Gen. 35.21-22 y 49.3). Como tribu, ocupó el Oeste del Jordán (Jos. 15.6 y 18.17). Fue tribu belicosa y siempre con afán de autonomía en Israel.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
(¡Vean, un Hijo!).
1. Primogénito de los doce hijos de Jacob. Su madre, Lea, la menos querida de las esposas de Jacob, le dio este nombre porque, según dijo, †˜Jehová había mirado su miseria, por cuanto entonces su esposo empezaría a amarla†™. (Gé 29:30-32; 35:23; 46:8; Ex 1:1, 2; 1Cr 2:1.) Como resultado del continuo favor que Jehová mostró a su madre, Rubén y sus cinco hermanos carnales (Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón) constituyeron la mitad de los cabezas tribales originales de Israel; los otros seis (José, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad y Aser) eran sus hermanos de padre. (Gé 35:23-26.)
Algunas de las buenas cualidades de Rubén se demostraron cuando persuadió a sus nueve hermanos para que arrojasen a José en una cisterna seca en vez de darle muerte, con la idea de volver a librarlo a escondidas. (Gé 37:18-30.) Más de veinte años después, cuando estos mismos hermanos razonaron que el que se les hubiera acusado de ser espías en Egipto se debía a la falta de compasión con que habían tratado a José, Rubén les recordó que no había participado en el complot contra la vida de José. (Gé 42:9-14, 21, 22.) Luego, cuando Jacob no dejó que Benjamín acompañase a sus hermanos en su segundo viaje a Egipto, Rubén ofreció a sus propios dos hijos como fianza y dijo: †œPuedes [darles] muerte si no te lo traigo [a Benjamín] de vuelta†. (Gé 42:37.)
Rubén era el hijo primogénito de Jacob, y, como tal, tenía los derechos de primogénito de la familia. Le tocaban dos porciones de la herencia que su padre dejara. Cuando Jacob bendijo a sus hijos, justo antes de morir, quedaba por ver si Rubén heredaría estos derechos de primogénito. Además, el patriarca Jacob, como cabeza de familia, había actuado como sacerdote de Jehová en favor de toda la familia, había ofrecido sacrificios en el altar familiar, había representado a su familia en oración y le había dado instrucción religiosa. Como padre, había controlado a toda la familia y a todos sus siervos, su ganado y sus propiedades. ¿Recaerían estas responsabilidades sobre Rubén?
Jacob se dirigió en primer lugar a Rubén con las palabras: †œRubén, tú eres mi primogénito, mi vigor y el principio de mi facultad generativa, la excelencia de dignidad y la excelencia de fuerza. Con precipitada licencia como de aguas, no sobresalgas, porque has subido a la cama de tu padre. En aquella ocasión profanaste mi canapé. ¡Subió a él!†. (Gé 49:3, 4.)
Jacob rememoró un acto indigno que afectaría los privilegios que Rubén iba a recibir. Había mancillado la honra de su padre al cometer incesto con una de sus concubinas, Bilhá, la sierva de Raquel, la esposa amada de Jacob. Cometió este pecado poco después de que Raquel murió al dar a luz a Benjamín. El registro bíblico no explica si Rubén violó a Bilhá para evitar que ocupase el lugar de Raquel en los afectos de Jacob y este la favoreciera más que a su madre, Lea, o si actuó así por pura lascivia. La Biblia simplemente dice: †œY mientras Israel residía en aquella tierra, aconteció que una vez Rubén fue y se acostó con Bilhá la concubina de su padre, e Israel llegó a oír de ello†. (Gé 35:22.) La Septuaginta griega añade: †œY pareció mal a sus ojos†. (Gé 35:21, LXX; compárese con NBE; CJ, nota; VP, nota.)
Jacob no repudió a Rubén ni le echó por esta acción. No obstante, cuando años más tarde bendijo a sus hijos, le dijo por inspiración divina: †œNo sobresalgas†. De este modo le despojó de los privilegios que le hubieran correspondido como primogénito, y todo porque actuó con †œprecipitada licencia como de aguas†. Fue inestable o turbulento e impetuoso, como las aguas que irrumpen contra un dique o que se precipitan por una torrentera. Tenía que haberse dominado y haber respetado la dignidad de su padre y el honor de los dos hijos de Bilhá, la concubina de Jacob.
2. Nombre que reciben la tribu formada por los descendientes de Rubén y la tierra que les pertenecía por herencia. Esta tribu se formó de los cuatro hijos de Rubén: Hanok, Palú, Hezrón y Carmí, los cabezas de familia de los rubenitas. (Gé 46:8, 9; Ex 6:14; 1Cr 5:3.)
Un año después del éxodo de Egipto, se eligió a Elizur, el hijo de Sedeur, como principal para representar a toda la tribu de Rubén. (Nú 1:1, 4, 5; 10:18.) La tribu de Rubén fue siempre una de las menos numerosas de las doce. Según un censo realizado en el segundo año que llevaban vagando por el desierto, había 46.500 rubenitas aptos para servicio militar mayores de veinte años. Unos treinta y nueve años más tarde, la fuerza militar era algo inferior, 43.730. (Nú 1:2, 3, 20, 21; 26:5-7.)
En el campamento de Israel, los rubenitas acampaban en el lado S. del tabernáculo, flanqueados por los descendientes de Simeón y de Gad. Cuando la nación se ponía en marcha, esta división de tres tribus encabezada por Rubén seguía a la división de tres tribus formada por Judá, Isacar y Zabulón. (Nú 2:10-16; 10:14-20.) Este fue también el orden en que las tribus presentaron sus ofrendas el día de la inauguración del tabernáculo. (Nú 7:1, 2, 10-47.)
Cuando el levita Coré se rebeló contra Moisés, tres rubenitas (On, el hijo de Pélez, y Datán y Abiram, los hijos de Eliab) se unieron a la sublevación, acusando a Moisés de intentar †œ[hacerse] príncipe† sobre ellos y de haber fracasado en su promesa de llevarlos a una †œtierra que [manaba] leche y miel†. Parece ser que Nemuel, el hermano de Datán y Abiram, no participó en la sublevación. (Nú 16:1, 12-14; 26:8, 9.) Jehová demostró que aquel motín era en realidad una falta de respeto a El cuando hizo que la tierra se abriera y se tragase vivos a los rebeldes y a sus familias, junto con todas sus pertenencias. (Nú 16:23-33; Dt 11:6; véase ABIRAM núm. 1.)
Asignaciones de territorio. Poco antes de que Israel entrara en la Tierra Prometida, las tribus de Rubén y Gad solicitaron que se les concediera el territorio que quedaba al E. del Jordán —conquistado a los reyes Sehón y Og— debido a que era una tierra ideal para sus grandes rebaños y manadas. Moisés accedió a las peticiones que hicieron estas dos tribus y la media tribu de Manasés, pero con una condición: que sus fuerzas combatientes cruzaran también el Jordán y ayudaran a las demás tribus en la conquista de Canaán, condición que aceptaron con gusto. (Nú 32:1-38; Jos 1:12-18; 4:12, 13; 12:6; 13:8-10.)
Por lo tanto, la herencia territorial de Rubén se determinó aun antes de que los israelitas cruzaran el Jordán, al dar Moisés a esta tribu la parte S. del reino que se había conquistado a Sehón. Esa parte se extendía desde el valle torrencial de Arnón, al S., un límite natural que separaba este territorio del de Moab, hasta un poco al N. del mar Muerto, donde limitaba con el territorio de los gaditas. (Nú 34:13-15; Dt 3:12, 16; 29:8; Jos 13:15-23; 18:7.) El territorio de los ammonitas fue el límite oriental, y el mar Muerto y el río Jordán, el occidental. (Jos 15:1, 6; 18:11, 17.) Una de las seis ciudades de refugio, Bézer, estaba en el territorio de Rubén. Esta y otras ciudades rubenitas se apartaron para los levitas. (Dt 4:41-43; Jos 20:8; 21:7, 36; 1Cr 6:63, 78, 79.)
Moisés mandó que una vez que se llegara al corazón de la tierra de Canaán, las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estuvieran representadas en el monte Ebal para la lectura de las maldiciones e invocaciones de mal, y el resto de las tribus debían estar representadas en el monte Guerizim para la declaración de las bendiciones. (Dt 27:11-13.) Después Moisés bendijo a Rubén junto con las otras tribus. Moisés dijo a los rubenitas: †œQue viva Rubén y no muera, y que sus hombres no se hagan pocos†. (Dt 33:1, 6.)
Al final de su campaña contra Canaán, Josué reunió a las fuerzas armadas de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés, y después de encomiarlas por haber cumplido las promesas que hicieron a Moisés, las bendijo y las envió a sus casas. (Jos 22:1-8.) Cuando llegaron al Jordán, erigieron un enorme altar en la orilla occidental, acción que las demás tribus malinterpretaron y que casi resultó en ruptura de relaciones y guerra civil. Pero cuando explicaron que no era un altar para sacrificios, sino que lo habían erigido como testigo entre las tribus de ambos lados del Jordán, le pusieron nombre, probablemente †œTestigo†, pues dijeron: †œEs testigo, entre nosotros, de que Jehová es el Dios verdadero†. (Jos 22:9-34.)
Historia posterior. Muchos años más tarde, cuando Barac y Débora cantaron una canción triunfal, recordaron que los rubenitas no se habían unido a ellos en la batalla contra Sísara. Como resultado, †œentre las divisiones de Rubén fueron grandes los escudriñamientos del corazón†. (Jue 5:15, 16.) En los días de Saúl los rubenitas unieron sus fuerzas a las de sus vecinos y consiguieron una gran victoria sobre los hagritas y sus aliados, †œporque fue a Dios a quien clamaron por socorro en la guerra, y él se dejó rogar a favor de ellos porque confiaron en él†. (1Cr 5:10, 18-22.) Luego los rubenitas participaron en ocupar el territorio hagrita, probablemente hasta que Asiria subyugó a Israel en el siglo VIII a. E.C., cuando ellos estuvieron entre los primeros a los que se llevó al exilio. (1Cr 5:6, 22b, 26.) En la historia de David, tanto antes como después de llegar a ser rey, se habla de esta tribu en general y de algunos rubenitas en particular. (1Cr 11:26, 42; 12:37, 38; 26:32; 27:16.)
En las profecías. En los libros simbólicos de Ezequiel y Revelación, Rubén figura en un orden importante con respecto a las demás tribus. Por ejemplo, Ezequiel tuvo una visión en la que aparecía la †œcontribución santa† (una franja de tierra situada en medio de las franjas que pertenecían a las tribus de Israel), donde estaban ubicados el templo de Jehová, la ciudad llamada Jehová-Samah (que significa †œJehová Mismo Está Allí†) y el territorio que pertenecía a los sacerdotes, los levitas y el principal. Esta franja santa limitaba al N. con la de Judá, que a su vez limitaba al N. con la de Rubén. (Eze 48:6-22, 35.) Asimismo, la puerta llamada Rubén, que estaba en el lado N. de la santa ciudad Jehová-Samah, quedaba al lado de la de Judá. (Eze 48:31.) De modo parecido, cuando Juan contempló en una visión que se sellaba a las doce tribus del Israel espiritual, Rubén figuraba en segundo lugar, después de la tribu de Judá. (Rev 7:4, 5.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
(TM re˒ûḇēn; LXX Roubēn;
Rubén poseía algunas cualidades admirables en su carácter, pero desgraciadamente quedaron relegadas cuando participó en un acto incestuoso con Bilha, la concubina de su padre (Gn. 35.22). Fue Rubén el que aconsejó a sus hermanos que no mataran a José, y volvió al pozo para liberarlo (Gn. 37.21, 29). Posteriormente los acusó de acarrearles calamidades cuando fueron detenidos en la corte egipcia bajo sospecha de ser espías (Gn. 42.22). También fue Rubén el que ofrecio sus dos hijos como suficiente garantía de la seguridad de Benjamín (Gn. 42.37).
En la bendición de los hijos de Jacob se reconoce legalmente que Rubén es el primogénito, aunque en realidad la doble porción que acompaña al derecho de primogenitura (Dt. 21.17) fue simbólicamente legada a José a través de sus dos hijos, Efraín y Manasés. Sin embargo, después de un encomio de Rubén, que sin duda fue sincero, el patriarca añade algo significativo y profético: “Impetuoso como las aguas, no serás el principal …” (Gn. 49.4). Este reconocimiento legal como primogénito se ratifica en 1 Cr. 5.1, donde vemos que la primogenitura pertenecía a José de facto pero no de jure, porque José “no fue contado en la genealogía como primogénito” (
2. La tribu de Rubén estuvo envuelta en la rebelión en el desierto (Nm. 16.1). Esta tribu estaba relacionada con Gad y ocupaba territorio al
Aunque se menciona a Gad en la piedra maobita, no se nombra a Rubén, por lo que parecería que en aquella época,
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico
(Reuben)
Un nombre propio que designa en la Biblia: (1) a un patriarca; (2) a una tribu de Israel.
El Patriarca
Rubén, el primogénito de Jacob (Gén. 46,8; 49,3) con Lía; nació en Mesopotamia y fue llamado Rubén (“¿qué os parece?, un hijo!”) como alusión a la angustia de Lía debido a la aversión previa de Jacob hacia ella: “El Señor vio mi aflicción: ahora mi esposo me amará.” (Gn. 29,32). Rubén fue privado de su derecho de primogenitura en castigo por un incesto cometido en Canaán (Gén. 35,22; 49,4). Fue él quien sugirió que en lugar de matar a José, sus hermanos lo lanzaran a un pozo, de donde Rubén vanamente esperaba rescatarlo (Gn. 37,18-24; 37,29-30; 42,22). Cuando Jacob se rehusó a permitir que Benjamín fuera a Egipto con sus hermanos, Rubén ofreció a dos de sus hijos como garantía de que Benjamín regresaría (Gn. 42,37). En la literatura rabínica y apócrifa se añaden numerosos e inútiles detalles hagádicos a estos escasos datos bíblicos concernientes al primogénito de Jacob.
La Tribu de Israel
Estaba situada al este del Jordán, y compartía con la tribu de Gad el territorio original del rey amorreo Sijón, entre el Arnón y el Yabboq y tan lejos hacia oriente como Jaser, en la frontera de los amonitas. El lote respectivo de Rubén y Gad no puede ser determinado con perfecta exactitud, aunque basados en Josué 13,15-23, las posesiones territoriales de Rubén se describen usualmente como al este del Mar Muerto y del Jordán, entre Gad al norte y Moab al sur. Entre los pueblos prominentes de los rubenitas estaban Bet Baal Meón, Bet Peor, Quiryatáyim, Dibón, Jesbón, Yahás, Medbá y Sibmá. Durante el viaje por el desierto, la tribu de Rubén sumaba más de 40,000 hombres (Núm. 1,21; 26,7) y marchaba con Gad y Simeón al lado sur de Israel. Al mismo período se adscribe la rebelión de los jefes rubenitas, Datán y Abirón contra Moisés y su castigo ejemplar (Núm. 16, Deut. 11,6). Luego de contribuir a la conquista del oeste de Palestina y participar en los diversos incidentes relacionados con la erección de un altar mayor, los descendientes de Rubén se asentaron en una zona favorable para actividades pastorales (Núm. 32; Josue 22). Junto con los gaditas, se mantuvieron distantes de la guerra contra Sísara (Jueces 5), fueron destrozados por Jazael (2 Rey. 10,32-3) y llevados a la cautividad por Teglatfalasar (734 a.C). Los rubenitas fueron principalmente una raza pastoral, poco adecuados para resistir la invasión y varias de sus ciudades cayeron en manos de Moab mucho antes de que las tribus del oriente del Jordán fueran hechas cautivas por los asirios (cfr. Isaías 15; Mesa).
Fuente: Gigot, Francis. «Ruben.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912.
http://www.newadvent.org/cathen/13214b.htm
Traducido por Antonio Hernández Baca. L H M.
Fuente: Enciclopedia Católica